2024 - 07 Montanejos, Aliviadero, Barranco de la Maimona, Senda de la Bojera

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Esta semana la ruta propuesta era hacer una variante de una variante que ya hicimos en 2017. En aquella ocasión hicimos la vuelta clásica de salir de Montanejos subiendo por la senda de los Estrechos, pasar por el aliviadero, hicimos una extensión de ida y vuelta para bajar al Barranco de la Maimona a bañarnos y regresamos por la Cueva Negra.

En esta ocasión cuando subiéramos de nuevo al Colladillo intentaríamos hacer otra variante tratando de seguir una senda que aparece pintada en un mapa y que va paralela a ésta pero cercana al borde de los acantilados. La realidad fue otra, como podréis ver a lo largo de la crónica.

Al llegar a Montanejos no despreciamos el primer sitio que vimos para aparcar pues estaba tan lleno de coches que parecía que fuera un Prime Day y que regalaran algo. Al cruzar el puente sobre el río echamos la vista atrás para ver el albergue, que dispone además de dos curiosas casitas de madera, como si fueran unas estancias vip que seguro que tendrán buenas vistas.

La temperatura al comenzar a las 7:30 de la mañana era de unos agradables 21 grados.

Sobre el puente se podían ver las aguas transparentes del Río Mijares.

Enseguida cogimos la senda y marchando, que es gerundio.

Cogíamos altura con rapidez y allá quedaba el pueblo de Montanejos.

Nos fuimos acercando a la zona de los estrechos viendo la Presa de Cirat allá abajo.

Y los agujeros hechos en el túnel de la carretera para que entre algo de luz natural.

Llegamos al punto de cruce por el puente de madera viendo la fuerza con la que baja siempre el río en esta zona.

Continuamos por la senda del lateral izquierdo del río según viene la corriente hasta llegar a la zona de El Chorro. Aquí el aliviadero del embalse suelta el agua con mucha fuerza y crea una nube de gotitas con las que te mojas inevitablemente al pasar por la pista. En esta ocasión no nos mojamos tanto como en otras y el fresquete del agua se agradecía.

Seguimos recto y después tomamos la senda de la izquierda para subir a la parte más elevada en este punto, donde la senda recorre el cordal y allí arriba en una buena sombra nos detuvimos a almorzar.

A continuación la senda nos haría bordear El Frontón a media altura de la montaña para ir pasándonos hacia la zona del Barranco de la Maimona. Llegamos al Colladillo, que iba a ser nuestro punto de ida y vuelta y comienzo de la nueva variante que teníamos pensada. Bajamos por la senda hasta el lecho del barranco. En 2017 y en años con una lluvia normal, allí hubiéramos encontrado el arroyo con agua y nos hubiéramos bañado en alguna poza, como era nuestra intención. Pero este año, como se anticipaba, estaba todo muy seco. Como nos gusta investigar, comenzamos a caminar por el lecho del barranco hacia la derecha, es decir, subiendo hacia el curso teórico del agua para ver si en algún momento lo encontrábamos con algo de agua.

Fuimos viendo algún pequeño charquillo no aptos para el baño hasta que llegamos a una poza con agua estancada que tuvimos que bordear por las rocas para no meternos en ella. Allí coincidimos con un grupo de senderistas que estaban haciendo la ruta de bajar por el barranco al contrario que nosotros e intercambiamos impresiones sobre lo que se iba a encontrar cada uno. Ellos nada de agua, y a nosotros nos dijeron que nos íbamos a encontrar con una zona donde nos tendríamos que mojar sí o sí.

Como ya habíamos recorrido un buen rato por el río, nuestra idea original había cambiado para no tener que volver hacia atrás por el mismo recorrido y ahora la idea presente hubiera sido enlazar con la Pista de Los Calpes y volver por la senda de la Bojera, pero cuando nos encontramos con el estrecho donde se encuentra la roca encajada con forma de dado ya vimos que no podríamos continuar por aquí. Nos metimos en el agua para ver si podríamos atravesarlo pero era muy profundo y nos cubría del todo. Imposible pasar por allí sin que se mojaran nuestras mochilas, que no iban preparadas para un recorrido acuático.

Y para no volver a hacer todo el recorrido, retrocedimos hasta que subimos por uno de los laterales del barranco y enlazar con la pista superior. Esta subida tuvo bastante inclinación y fue bastante durilla, así que nos la íbamos tomando con calma. La jugada salió bien y enlazamos con la pista. En el track que he subido no he puesto este tramo porque improvisamos esta salida para superar la situación y no es recomendable aconsejarla. En su lugar lo he trazado a partir de aquí como si  hubiéramos atravesado el charco y hubiéramos llegado a la pista de Los Calpes que ya estaba cercana y subido por la pista hasta donde nos encontrábamos ahora.

Ahora y después de esta aventurilla no prevista, sólo nos quedaba volver por la preciosa senda ya conocida de la Bojera hasta Montanejos.

Aumentado con el zoom se aprecia en el fondo el arroyo, seco, en esta ocasión.

Increíbles las vistas que nos ofrece esta aérea senda y con el olor del boj acompañándonos. Por eso se llama Senda de la Bojera, por la cantidad de boj que hay en todo su recorrido. Aquí os dejo un ejemplar.

Montanejos ya cerca.

Llegamos a la población y los 21 grados de la mañana se habían convertido ya en 34. Afortunadamente, nos acompañó en la ruta una brisa toda la mañana que agradecimos mucho.

Como se puede ver opciones había muchas pero cuando estás en el ajo debes elegir una. Desde,  una vez llegados al Colladillo intentar comprobar si se podía hacer la vuelta por la senda pintada en el mapa. O si no se podía haber vuelto al Colladillo y continuar volviendo por la ruta clásica de la Cueva Negra. O desde el Colladillo bajar hasta el barranco como hicimos nosotros pero en lugar de ir hacia la derecha, ir hacia la izquierda volviendo a Montanejos por el interior del río seco. O en ese punto donde se llega al barranco, cruzarlo siguiendo las marcas y continuar por la senda de la Bojera hasta enlazar por donde volvimos.... Lo que falta son días para recorrerlas todas, jeje.

Como Montanejos estaba a tope de coches, nos refrescamos en la fuente próxima a donde aparcamos, que se encontraba antes de entrar al pueblo y decidimos irnos hasta la cercana población de Arañuel, donde había visto durante la semana la existencia de dos buenas pozas para el baño y seguro que no tan masificadas como toda esta parte de Montanejos. En la primera de las pozas que había seleccionado ya en el pueblo no paramos porque no vimos lugar para dejar el coche. Continuamos pasando el pueblo hasta que vimos la indicación de las Piscinas naturales y allí sólo había unos cuantos coches y muchísimo sitio para aparcar. Nos bañamos en estas aguas y nos tomamos unas cervecitas frescas cortesía de María Jesús dando por terminada esta aventurilla. 

Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE