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sábado, 15 de noviembre de 2008
Vía Verde Ojos Negros. Tramo Caudiel - Barracas
Para esta semana, José Manuel había planificado la 3ª ruta de entrenamiento con vistas a la marcha de final de marzo "Castellón - Morella", que serán 100 km., en dos días, 60 km., el 1º y 40 el 2º. Se trataba de hacer aprox., 50 km., que consistían en ida y vuelta de Caudiel a Barracas por la Vía Verde de Ojos Negros. Yo esperaba esta ruta desde hace tiempo, porque me encanta caminar de noche y además sabíamos que iba a haber una luna estupenda, como así sucedió, que hacía que no fueran necesarios los frontales, aunque los llevábamos para más seguridad.
Aquí estamos los 4 que nos apuntamos a la opción heavy (la marcha completa) aunque en dos fotos distintas (cada vez hacía uno de trípode):
Al poco de comenzar la marcha cruzamos el primer túnel, de los que nos encontraríamos varios y que tienen iluminación automática (cuando te acercas, se encienden sólos).
Este es un cartel que anuncia que esta ruta coincide con otras y José Manuel apuntó en su libreta de cosas pendientes la de Salzburgo (... a esta marcha, quien sabe...)
Esta es la entrada a otro de los túneles. Menos mal que se iluminan.
Algo más tarde de las 7 comenzó a amanecer sobre la silueta de Fernando. También os pongo una instantánea del camino.
Hacía fresquete, e incluso cuando pasamos de la zona del Ragudo, hacía hasta frío y tuvimos que subirnos las bragas hasta los ojos. Jeje, de esto no os pongo foto, pero sí una de un gran charco helado, como prueba.
Hicimos un agradable y relajado almuerzo en Barracas con Riquelme. Luis Gispert salía desde Torás y fue el primero con el que nos cruzamos ya de vuelta. Él continuó su marcha para almorzar en Barracas. Y más adelante nos cruzamos con el resto del pelotón, que habían salido desde Caudiel, como nosotros, pero dos horas más tarde. Las imágenes reflejan la alegría. Y ya nos volvimos todos juntos.
Yo paré a cambiarme las zapatillas y los calcetines. Y como ellos llevaban un buen ritmo, estuve mucho rato andando solo. Esta es una imagen de una de las larguísimas rectas y otra de un puente del tren, que a veces circula paralelo a la vía. En mi opinión, como en la de casi todos, está demasiado asfaltada para nuestro gusto. Preferimos el tacto del camino en nuestros pies. Es más variado y amortigua la pisada.
Aquí está la foto de grupo y la entrada al último túnel que, aunque es muy bonita, a esas alturas del camino ya no te parece bonito nada más que el coche, porque estás deseando llegar.
Al final, en el último grupo nos quedamos Belén, que iba con las botas, Carmen_D, Salvador y yo, que parecíamos las muñecas de Famosa cuando se dirigen al Portal.
EPÍLOGO: Cuando comenzamos a andar, yo ya me dí cuenta de que el ritmo del paso que se llevaba era demasiado exigente para mí, teniendo en cuenta la longitud de la ruta. Yo hubiera preferido un ritmo más cómodo aunque se tardara más (ya he dicho muchas veces que no soy del mismo Bilbao). Para mí es más importante llegar bien que llegar antes, y cuando fueron pasando los kilómetros empecé a sentir una tensión detras de la rodilla izquierda. Tensión que, acompañada de dolor, se fue acrecentando hasta un punto en que ya no iba a más (no podía ir a más) y que me hacía sentir esa rodilla como agarrotada (aunque desde fuera no se notara mucho, yo me sentía como el que toca la flauta en un regimiento de tullidos de la guerra de Secesión de Estados Unidos, y lo de tullidos no lo digo por nadie sino por mí. Hasta escucho la música).
Siendo sinceros, en el kilómetro 40 yo ya debía haberme retirado y no forzar más la rodilla, pero por tener que llegar hasta el coche, seguí forzándome, a sabiendas de que me estaba fastidiando, y todavía quedaban unos 8 kilómetros, por eso cada tanto le preguntaba a José Manuel que cuanto quedaba y cuando me lo decía, yo le respondía: "¡UFFFF!". A partir de ahí, mil veces pensé en parar y retirarme, pero sabía que si paraba ya no podría seguir y lo que quería era llegar a los coches cuanto antes.
Por eso, cuando por fín llegamos a los deseados vehículos y Salvador me dijo: "Yo no sé como estarás tú, pero yo estoy hecho polvo", me dieron ganas de haberle contestado como aquellos toreros de Un, Dos, Tres: "¡¿A mí me va a desí tú que cómo estaba la plasa? ¡¡ABARROTÁ!!
Espero que os haya gustado.
Un saludo.
Pablo.
Aquí estamos los 4 que nos apuntamos a la opción heavy (la marcha completa) aunque en dos fotos distintas (cada vez hacía uno de trípode):
Al poco de comenzar la marcha cruzamos el primer túnel, de los que nos encontraríamos varios y que tienen iluminación automática (cuando te acercas, se encienden sólos).
Este es un cartel que anuncia que esta ruta coincide con otras y José Manuel apuntó en su libreta de cosas pendientes la de Salzburgo (... a esta marcha, quien sabe...)
Esta es la entrada a otro de los túneles. Menos mal que se iluminan.
Algo más tarde de las 7 comenzó a amanecer sobre la silueta de Fernando. También os pongo una instantánea del camino.
Hacía fresquete, e incluso cuando pasamos de la zona del Ragudo, hacía hasta frío y tuvimos que subirnos las bragas hasta los ojos. Jeje, de esto no os pongo foto, pero sí una de un gran charco helado, como prueba.
Hicimos un agradable y relajado almuerzo en Barracas con Riquelme. Luis Gispert salía desde Torás y fue el primero con el que nos cruzamos ya de vuelta. Él continuó su marcha para almorzar en Barracas. Y más adelante nos cruzamos con el resto del pelotón, que habían salido desde Caudiel, como nosotros, pero dos horas más tarde. Las imágenes reflejan la alegría. Y ya nos volvimos todos juntos.
Yo paré a cambiarme las zapatillas y los calcetines. Y como ellos llevaban un buen ritmo, estuve mucho rato andando solo. Esta es una imagen de una de las larguísimas rectas y otra de un puente del tren, que a veces circula paralelo a la vía. En mi opinión, como en la de casi todos, está demasiado asfaltada para nuestro gusto. Preferimos el tacto del camino en nuestros pies. Es más variado y amortigua la pisada.
Aquí está la foto de grupo y la entrada al último túnel que, aunque es muy bonita, a esas alturas del camino ya no te parece bonito nada más que el coche, porque estás deseando llegar.
Al final, en el último grupo nos quedamos Belén, que iba con las botas, Carmen_D, Salvador y yo, que parecíamos las muñecas de Famosa cuando se dirigen al Portal.
EPÍLOGO: Cuando comenzamos a andar, yo ya me dí cuenta de que el ritmo del paso que se llevaba era demasiado exigente para mí, teniendo en cuenta la longitud de la ruta. Yo hubiera preferido un ritmo más cómodo aunque se tardara más (ya he dicho muchas veces que no soy del mismo Bilbao). Para mí es más importante llegar bien que llegar antes, y cuando fueron pasando los kilómetros empecé a sentir una tensión detras de la rodilla izquierda. Tensión que, acompañada de dolor, se fue acrecentando hasta un punto en que ya no iba a más (no podía ir a más) y que me hacía sentir esa rodilla como agarrotada (aunque desde fuera no se notara mucho, yo me sentía como el que toca la flauta en un regimiento de tullidos de la guerra de Secesión de Estados Unidos, y lo de tullidos no lo digo por nadie sino por mí. Hasta escucho la música).
Siendo sinceros, en el kilómetro 40 yo ya debía haberme retirado y no forzar más la rodilla, pero por tener que llegar hasta el coche, seguí forzándome, a sabiendas de que me estaba fastidiando, y todavía quedaban unos 8 kilómetros, por eso cada tanto le preguntaba a José Manuel que cuanto quedaba y cuando me lo decía, yo le respondía: "¡UFFFF!". A partir de ahí, mil veces pensé en parar y retirarme, pero sabía que si paraba ya no podría seguir y lo que quería era llegar a los coches cuanto antes.
Por eso, cuando por fín llegamos a los deseados vehículos y Salvador me dijo: "Yo no sé como estarás tú, pero yo estoy hecho polvo", me dieron ganas de haberle contestado como aquellos toreros de Un, Dos, Tres: "¡¿A mí me va a desí tú que cómo estaba la plasa? ¡¡ABARROTÁ!!
Espero que os haya gustado.
Un saludo.
Pablo.
Etiquetas:
05-Rutas de Entrenamiento,
Castellón
4 comentarios:
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Amigo Pablo: Me gustan tus relatos de las salidas. Entrelazas referencias ocurrentes que enriquecen las reseñas. ¡Ah! Muy apropiados los vídeos relacionados con las formas de andar con los palos. Saludos. Luis Gispert.
ResponderEliminarPablo para tu tranquilidad... Yo me envolví en algodones, pues me dolía, hasta un pelillo que tengo mas largo en la ceja, solo quería probar y la verdad es que fue una buena sensación, agotadora pero bueno, hasta la próxima. La crónica muy buena, y gracias por los videos. un saludo José
ResponderEliminarque te mejores pronto
Excelente crónica, me ha encantado comprobar como pese a lo mal que lo pasaste en los últimos kilómetros no has perdido ni una pizca de ese sentido del humor que te caracteriza.
ResponderEliminarY conste en acta que el ritmo "chunga-chunga" es más rápido que el que llevamos. ¡Ein!.
Saludos y a recuperarse pronto.
Conque chunga, chunga....
ResponderEliminarPara el proximo entrenamiemto si quereis os explico el cha,cha,cha o la bachata ja,ja,ja....
Tenias que haber confiado en tu intuición y haber marcado tu ritmo y hubieras llegado en mejores condiciones pero para eso sirven los entrenamientos. Aunque la cronica no hubiera sido la misma.
Saludos Kiquet