Este sábado la propuesta era una ruta que hace tiempo que teníamos ganas de hacer, pero la sequía nos negaba una parte vistosa de la ruta. Con las lluvias de la semana pasada esperábamos tener una posibilidad de que los cursos fluviales se hubieran recuperado algo.
Nadie quería perderse esta ruta y a la cita acudieron Pili, Ángela, Ana, Mari, Manuel Carlos, Jose, Quico, Paco y un servidor. Además, Jose y Mari trajeron en su coche a Kiquet y Almudena, que harían la ruta de la Senda de la Cortada por su cuenta.
Para esta ocasión la Luna volvía a presentarnos su mejor cara.
Con unos agradables 2 grados de temperatura y un vientecillo que cortaba la piel comenzamos a caminar un pequeño tramo por la carretera en ascenso.
Al llegar a la curva ya se nos presentó una primera visión global del terreno que pisaríamos esta mañana. A la izquierda teníamos las fajas por donde íbamos a caminar, encima de esas líneas de rocas, abajo tendríamos el río Júcar que discurría plácidamente y a nuestra derecha veríamos durante mucho rato, las distintas caras del promontorio donde está instalado el fantástico Castillo de Chirel.
Desde la carretera nacía la senda que nos llevaría directamente hacia las fajas.
Aquí pueden apreciarse esos primeros tramos de senda próximos a los acantilados.
Impresionante, aunque la luz del amanecer todavía tenue no nos dejaba sacarle todo el partido a lo que veíamos con las cámaras y el hecho de caminar todo el rato por la umbría no ayudaba mucho.
De vez en cuando nos permitíamos una mirada atrás donde podíamos comprobar la situación de la senda por la que acabábamos de pasar.
El Castillo de Chirel, enfrente, aumentado con el zoom y al que comenzaban a tocar los rayos del Sol en sus almenas.
En esta imagen mucho de lo que nos quedaba por recorrer.
El ruido de un motor fuera borda interrumpió durante unos segundos la calma del paisaje.
Vista atrás. Aunque la senda parece muy aérea, circula bastante alejada del borde y no nos representó peligro en ningún momento.
La senda está muy cuidada y han puesto barandillas en algunos pasos que pudieran resultar algo más comprometidos.
Deberéis llevar las baterías de las cámaras bien cargadas si os disponéis a recorrer esta ruta.
Vista atrás donde se aprecia otro tramo de senda recorrido.
Imposible no detenerse de vez en cuando a contemplar el espectáculo.
Los escasos madroños de estas temporadas abundaban en cambio en esta zona y eso que la temporada para ellos está ya muy avanzada. Los que encontramos aquí eran bastante grandes y estaban muy dulces.
Una panorámica intentando captar una buena parte del Júcar en su serpenteo.
La senda nos llevaría hasta un tramo equipado con cadenas para ayudar en la subida. La trepada es facilita y la cadena puede ayudar en situaciones en las que el terreno esté resbaladizo.
Más adelante vimos a nuestra derecha una roca que se asomaba al vacío y que nos llamaba a gritos para que nos hiciéramos una foto allí.
Ahora ya giramos definitivamente hacia la izquierda y veíamos allá arriba la curiosa estampa de las rocas del Alto del Francho.
En el recorrido de la senda aparecen de vez en cuando cadenas instaladas en algunos puntos para que sirvan de ayuda.
En esta ocasión no vimos cabras pero sí un par de águilas que nos sobrevolaron un par de veces.
Ahora ya habíamos dejado el Júcar y teníamos a nuestra derecha el fenomenal Valle de Sácaras, ya conocido por nosotros y que siempre nos impresiona.
Al fondo, a la derecha, el Collado de Bayart, por conde continúa el GR-7 hacia el Caroig.
Y delante de nosotros, en nuestra misma ladera, podíamos ver las fajas en cuya parte superior se encuentra el vértice de Cinto Cabra, por donde hicimos una ruta muy chula.
Llegamos a la pequeña canal por donde teníamos que subir ahora. También tiene cadenas instaladas en algunos tramos. Queríamos almorzar en la parte alta y por eso se nos había pasado un poco la hora y vimos cómo el Sol alumbraba agradablemente aquellas rocas de la parte superior y las elegimos como lugar para sentarnos a degustar nuestros bocatas justo antes de pasar a la otra parte.
Estas eran las vistas que teníamos cuando estábamos sentados en ese momento.
Después reanudamos la marcha y subimos el último tramo de cadenas para caminar después un buen rato por el altiplano.
Los vapores de la cercana central nuclear de Cofrentes asomaban detrás de aquellos cortados.
Y aún pudimos ver de nuevo la estampa del Castillo y el río, ahora desde lo más alto.
Ahora venía una combinación de pistas que nos haría enlazar con el PR que nos bajaría al otro valle.
Ya veíamos a lo lejos el contorno de la enorme balsa de la Muela de Cortes.
Llegamos al final de la planicie y antes de comenzar a bajar pudimos contemplar enfrente de nosotros el recorrido de la Senda de Cavanilles y las zetas que hace el sendero de La Cortada en su descenso.
E incluso ayudados por el zoom se podía ver el tramo del Paso de la Franca, que tanto impresiona cuando estás allí y que desde aquí se veía en toda su extensión.
Jose y Mari saludaron a unos senderistas que caminaban allá abajo.
Este valle, paralelo al de Sácaras también tiene su atractivo.
La senda nos bajó al fondo del valle y nos permitimos una última vista atrás para admirar las formaciones rocosas.
Cruzamos el paso del Manantial de San Vicente.
Ahora se nos presentaba un tramo de descenso bastante resbaladizo y en el que había que tener cuidado.
Ante nuestra decepción, las fuertes lluvias de la semana pasada no habían conseguido recuperar los acuíferos y sólo circulaba un poco de agua en este tramo y después se volvía a esconder bajo tierra.
Bajo este puentecito corría antaño alegremente el agua y después se desplomaba formando una preciosa cascada en el lugar donde ahora sólo aparece el musgo seco en la imagen inferior.
Éstas son unas imágenes que yo tomé en este mismo punto cuando recorrí esta zona en noviembre de 2008:
Nos acercamos a ver la cueva que hay al lado del puente de madera, aunque no vale mucho la pena.
Continuamos por la senda pero ahora nos encontramos con un imprevisto. Tuvimos que volver al puente de madera para bajar al cauce seco por la otra parte ya que queríamos continuar por el interior del río.
Pero enseguida nos encontramos con este tramo, de los pocos que tenían agua pero que nos obligaría a descalzarnos para superarlo y no estábamos en ese momento por la labor, por lo que tocó improvisar otra alternativa.
Volvimos a subir a la senda de la derecha y continuamos por ella. Más adelante vimos un senderillo que bajaba por la izquierda y lo tomamos. Se trataba ahora de enlazar con el recorrido del track previsto y estábamos buscando la manera de ir hacia la izquierda y atravesar el curso del arroyo.
El senderillo nos llevó hasta esta pequeña acequia y la seguimos un rato por su borde.
Después fuimos bajando por los campos abandonados con la técnica del "prueba y error" hasta que lo conseguimos. No fue muy complicado.
La mejor manera, si se quiere seguir nuestro recorrido sería seguir, al cruzar el puentecito de madera hacia la izquierda, la senda que sale al frente y que enlaza después con aquella a la que llegamos nosotros campo a través. Ya lo he arreglado en el track y en el mapa.
Otra cascada sin agua.
Llegamos a una balsa transparente que parecía una auténtica piscina y al lado de ella ya se encontraba la pista.
Como se estaba haciendo tarde decidimos dejar el cauce y seguir ya en ascenso hacia los coches. Por la senda de subida podíamos ver otra bonita estampa de la población de Cortes de Pallás.
Y sin más llegamos a la carretera y a los coches, dando por terminada esta magnífica ruta que no dejará indiferente a nadie y que hará agotar las baterías de las cámaras. Felicitar a todos aquellos que hayan contribuido a planificar el trazado y construcción de estas sendas y que mantienen perfectamente cuidadas, así como la instalación de las cadenas en ciertos tramos que pueden servir de ayuda en algunos momentos.
Hola Pablo.
ResponderEliminarUna ruta francamente espectacular.Tuvimos ocasión de hacer la parte del cinto hasta enlazar con el GR-7,hace mes y medio,pero una densa niebla nos privo en la primera parte de las vistas,una pena.....Posiblemente la queríamos repetir a mediados de enero y la opción que habéis hecho estaría muy bien.He visto que en el track,os costo poco mas de 7 horas..¿es correcto?..Te lo pregunto porque la idea al acabar es ir a Venta Gaeta a comer...jejeje...Nosotros volvimos por el GR-7 y entonces nos costo 6 horas,con una distancia similar....
Saludos.
Hola Juane, el tiempo de la ruta depende de los que vengan ese día. Hay que acoplarse al ritmo del conjunto, ya sabes. Lo que pasa es que el tramo por las fajas es bastante largo y como es tan espectacular, da para muchas paradas y muchas fotos. Supongo que a nosotros se nos alargó un poco el tiempo por el último tramo del río. Nos empeñamos en hacerlo por el interior y no se podía. Lo ideal es cruzar el puente de la cascadita y seguir por la senda de la parte izquierda del río, como está ahora en el track. Lo arreglé para que la gente que lo siguiera no se metiera por donde nos metimos nosotros. Ahora el track está correcto y sería menos tiempo, claro.
ResponderEliminarUn saludo. Y a disfrutar en la Carnicería Iranzo.
OK,gracias Pablo...y¡¡Bon Nadal!!...
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