A la cita acudieron Pili, Mari, Juan Carlos, Jose, Rafa, Manuel Carlos y un servidor.
Aparcamos en el agradable paraje de la Fuente Castro y comenzamos el agradable paseo por la pista.
Más adelante veríamos el desvío hacia la izquierda para coger la senda que va a la Fuente del Avellaner.
Aquí está la fuente. Cae el agua de una teja puesta en una de las paredes de la izquierda de la senda.
Esta fenomenal subida nos dejaría en la pista, justo al lado del Mas de la Campana, donde es costumbre hacer sonar esa cabeza de obús de la Guerra Civil.
Continuamos por la pista y enseguida volveríamos a salirnos de ella por la derecha en ascenso a la altura de una marca blanca en un pino.
Tras superar un collado iniciaríamos el descenso hacia el Despoblado de Jinquer.
En ocasiones pudimos ver algunos ejemplares de cerezos con su fruto en estado de recogida.
A la altura del despoblado cogimos la senda que sube hacia él en ascenso y vimos por primera vez estas marcas en unos postes nuevos indicando la presencia del GR-333. Hasta hace poco las marcas de GR que se veían por aquí eran del GR-36. Ahora hay dos en danza. A ver si nadie se confunde con las marcas.
Este nuevo GR fue presentado a principios de 2018 por la Mancomunidad de Espadán - Mijares y pasa por los 15 pueblos en 15 etapas lineales, con una longitud total de 104 km.
Nosotros iniciamos la visita al despoblado de Jinquer pasando por delante de la Iglesia.
Lo dejamos atrás y pronto tuvimos a la vista el Castillo de Jinquer.
El Castillo es inexpugnable. Algún desprendimiento haría en el pasado que desapareciera su subida natural y ahora no se puede subir a no ser con alguna escala.
El Castillo aún conserva alguna de sus paredes y restos de almena.
A la sombra de tan apacible lugar nos aposentamos a almorzar. La sola visión del campo de almendros vestido con este traje primaveral y el verde nuevo te hace desconectar de todo.
En el campo inferior curiosamente hay algún ejemplar de avellano.
Continuamos la senda que nos haría alcanzar la pista, por la que seguiríamos.
Después de esta balsa salía un desvío de pista por la izquierda. Nosotros seguiríamos recto. Este tramo de pista se empina bastante.
Llegamos al cruce de Cuatro Caminos y tomamos el de la derecha en dirección a la Nevera, a la que llegamos y encontramos que hasta habían quitado las hierbas que había en su falda el año pasado. Me gustó contemplar que la bonita enredadera que antiguamente cubría el arco central, ya está encaramándose a él de nuevo.
Continuamos recto por la senda, que nos bajó a la pista y de ahí a la derecha durante un buen rato.
La pista termina y continuamos por la senda, que atraviesa uno de los más bonitos tramos de Espadán bajo sus pinos y alcornoques, aunque es difícil elegir alguno en particular. Lo mejor es disfrutarlos todos.
En esa medianera de la loma vimos este curioso hongo. Era enorme y cómo no teníamos a mano una moneda de un Euro para que se viera la comparativa de tamaño, le dijimos a Juan Carlos que pusiera su bota al lado (Y gasta un 48 de pie).
El bonito paso acaba dejándonos en un largo descenso a través de lo que serían trincheras y bajadas de agua y que en continuos zig-zag nos irían bajando hasta cruzar el Barranco de Pedralba.
La senda acabó en la pista, que tomamos hacia la izquierda y enseguida vimos el desvío hacia la Fuente del Avellaner por donde nos habíamos metido a primera hora de la mañana. Continuamos recto disfrutando los últimos instantes de la ruta hasta que llegamos a los coches, que nos esperaban al lado de la maravillosa Fuente de Castro, ofreciéndonos agua fresca por todos sus caños. Algo que cuando terminas una ruta se agradece y mucho.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
Hola Pablo, tengo una duda, comisteis cerezas?, porque no las nombras para nada.
ResponderEliminarJaja, sí, claro, como cuando tú viniste
ResponderEliminarYo esa mañana al pasar por Sueras me acorde de vosotros, marchaba a Fuentes de Ayodar, con un grupo de 10 personas para realizar la ruta de la Poza Negra, donde nos bañamos, estaba petada de bañistas, pero pocos senderistas.
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