...
Este sábado la propuesta
era una ruta sencilla en la que recorreríamos otro tramo de la Sierra de Chiva
siguiendo un track de Trotasendas Benicalap.
La haríamos al revés que ellos, en sentido
contrario a las agujas del reloj, para almorzar en el área de descanso que hay
arriba.
Lo previsto era que saldríamos desde el mismo
punto de inicio que utilizamos cuando fuimos allí a hacer la ruta para subir al
Vértice Carrasquilla. Caminaríamos un poco por el Barranco Grande y enseguida
tomaríamos una senda por la derecha en ascenso que nos llevaría al Alto de la
Cazoleta, con buenas vistas hacia el Mediterráneo y nos acercaríamos al Área de
descanso que está próxima a él, donde previsiblemente almorzaríamos.
Tomaríamos después una
pista y después una senda en descenso por la izquierda, que nos
llevaría a la Fuente del Enebro, caminaríamos por el Barranco Grande y, pasando
por la Fuente Tendero llegaríamos a los coches.
A la cita acudieron Ángela, Mari, Pili, Ana Salas, Quico, Juan Carlos, Jose, Manuel Carlos y un servidor.
Aparcamos en el saliente de la carretera al lado del cartel de la Sierra de Chiva y volvimos un poco sobre nuestros pasos para tomar una senda por la izquierda.
Al poco y a la altura de este poste la senda se divide en dos. Como nosotros haríamos la ruta en sentido contrario a las agujas del reloj, tomaríamos la senda de la derecha y volveríamos por la de la izquierda.
Enseguida pasamos por la Fuente Tendero, de la sólo traslucía un poco de humedad.
Continuamos por la estrecha senda que cómodamente pero sin descanso nos iría llevando a las alturas.
Aunque estos montes han sido pasto de muchos incendios a lo largo de su historia, las carrascas y el matorral bajo se empeñan en cubrirlos con un manto verde que hace que todo parezca menos pelado. T las vistas de sus cortados y sus formaciones rocosas son una preciosidad.
Hay que detenerse de vez en cuando a admirar la profundidad del paisaje.
Por detrás de nosotros se veía brillando la albufera y la superficie del mar.
Precioso. Y cuando estaba cubierto de pinos, mucho más.
Siempre presente en esta ruta nos observaba el Pico Yerbas, viejo conocido, que acercamos con el zoom de la cámara.
Y en la vertiente contraria a la que nos encontrábamos vimos un rebaño muy numeroso de cabras. Estuvimos después hablando con el pastor, que era de Pego, y nos dijo que el rebaño lo formaban unas 500 cabras.
Nosotros, como las cabras, continuamos subiendo hasta llegar a la pista superior.
Desde allí teníamos una amplia vista de la otra vertiente.
Parece increíble que a tanta distancia desde aquí se pudiera ver majestuosamente el Penyagolosa.
Aquí está acercado con el zoom.
Continuamos por la diestra para subir al Alto de la Cazoleta.
Llegamos a un desvío que tomamos por la derecha y nos dispusimos a afrontar este último repecho.
Este es el Alto de la Cazoleta, presidido por un mojón hecho con piedras apiladas y desde donde hay muy buenas vistas.
Al fondo la silueta del Montgó.
Aquí lo hemos acercado más con el objetivo. Con el objetivo de verlo mejor :)
Bajamos unos metros en la ladera para poder almorzar con las vistas hacia el mar y resguardados de la brisa.
En la ruta de la semana pasada en Alfondeguilla paramos al llegar en un bar y nos tomamos unos "cremaets" que estaban de vicio. Animados, en Chiva quisimos hace lo mismo, pero entramos en un bar con un camarero ingles, muy simpático y con voluntad, pero que nos hizo lo que parecían a unos carajillos muy cargados, que de todas formas sirvieron para encender los motores.
Muy callado se lo tenía Jose, que había leído la crónica de la semana anterior y quería darnos una sorpresa y en el almuerzo en pleno monte, y cuando sacamos el termo de café, resulta que se había traído los ingredientes y preparó unos "cremaets" al punto, jeje. Gracias por el detalle, Jose.
El track previsto que llevábamos nos haría ahora volver a bajar por la misma pista que habíamos subido ir hacia la derecha y tomar otra para llegar al área de descanso que se ve en esa explanada allí abajo. Nos quedamos mirando y decidimos hacer nuestra aventurilla bajando directos por el monte.
Como el monte es bajo y presenta de vez en cuando rastros de senderillos de animales, es sencillo bajar por esta cara directa.
Llegamos a la explanada, donde hay dos bancos mirando a un lado y uno al otro, donde poder sentarse un rato a perder la mirada.
Aquí estamos, en tribuna viendo el espectáculo.
Ahora sí tomamos la pista de vuelta. Tendríamos que llegar a caminar un tramo de aquella que se ve al fondo de la imagen.
Llegamos al punto por donde habían subido Jose y los suyos de Trotasendes Benicalap, sin senda definida. Y eso hicimos nosotros, guiándonos en la dirección del track fuimos buscando el mejor paso, también sin ninguna dificultad.
La vista desde aquí pudiera suponer que en cualquier momento podría aparecer un cortado que nos impidiera seguir bajando, pero no.
Fuimos bajando hacia la derecha para pasar por debajo de unas paredes que quedaron a nuestra derecha.
Allí se veía una oquedad y bajo ella estaba la Fuente de la Cabra, que es un afloramiento de agua por filtración, pero que viene bien a los animales para beber.
A partir de la fuente la senda ya era clara y no hubo más que seguirla en descenso disfrutando de las vistas que teníamos por delante.
Acercado por el zoom un "Frare" nos observaba en silencio.
Llegamos a la carreterilla inferior y tomamos por la derecha la que enseguida nos llevaría a la Fuente del Enebro.
Foto de grupo en este fresco lugar y a beber de la buena agua de su fuente.
Para regresar, el track nos volvía a meter un tramo por el Barranco Grande, pero como alguien iba tocado de las rodillas, decidimos continuar por la solitaria carretera, lo que nos permitió ver en la otra parte lo que no habíamos encontrado en toda la ruta en zonas más agrestes. Un grupo de cabras, pero esta vez, salvajes.
y ya en tranquila y sosegada charla volvimos a los coches, dando por terminada esta jornada en el monte.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
A la cita acudieron Ángela, Mari, Pili, Ana Salas, Quico, Juan Carlos, Jose, Manuel Carlos y un servidor.
Aparcamos en el saliente de la carretera al lado del cartel de la Sierra de Chiva y volvimos un poco sobre nuestros pasos para tomar una senda por la izquierda.
Al poco y a la altura de este poste la senda se divide en dos. Como nosotros haríamos la ruta en sentido contrario a las agujas del reloj, tomaríamos la senda de la derecha y volveríamos por la de la izquierda.
Enseguida pasamos por la Fuente Tendero, de la sólo traslucía un poco de humedad.
Continuamos por la estrecha senda que cómodamente pero sin descanso nos iría llevando a las alturas.
Aunque estos montes han sido pasto de muchos incendios a lo largo de su historia, las carrascas y el matorral bajo se empeñan en cubrirlos con un manto verde que hace que todo parezca menos pelado. T las vistas de sus cortados y sus formaciones rocosas son una preciosidad.
Hay que detenerse de vez en cuando a admirar la profundidad del paisaje.
Por detrás de nosotros se veía brillando la albufera y la superficie del mar.
Precioso. Y cuando estaba cubierto de pinos, mucho más.
Siempre presente en esta ruta nos observaba el Pico Yerbas, viejo conocido, que acercamos con el zoom de la cámara.
Y en la vertiente contraria a la que nos encontrábamos vimos un rebaño muy numeroso de cabras. Estuvimos después hablando con el pastor, que era de Pego, y nos dijo que el rebaño lo formaban unas 500 cabras.
Nosotros, como las cabras, continuamos subiendo hasta llegar a la pista superior.
Desde allí teníamos una amplia vista de la otra vertiente.
Parece increíble que a tanta distancia desde aquí se pudiera ver majestuosamente el Penyagolosa.
Aquí está acercado con el zoom.
Continuamos por la diestra para subir al Alto de la Cazoleta.
Llegamos a un desvío que tomamos por la derecha y nos dispusimos a afrontar este último repecho.
Este es el Alto de la Cazoleta, presidido por un mojón hecho con piedras apiladas y desde donde hay muy buenas vistas.
Al fondo la silueta del Montgó.
Aquí lo hemos acercado más con el objetivo. Con el objetivo de verlo mejor :)
Bajamos unos metros en la ladera para poder almorzar con las vistas hacia el mar y resguardados de la brisa.
En la ruta de la semana pasada en Alfondeguilla paramos al llegar en un bar y nos tomamos unos "cremaets" que estaban de vicio. Animados, en Chiva quisimos hace lo mismo, pero entramos en un bar con un camarero ingles, muy simpático y con voluntad, pero que nos hizo lo que parecían a unos carajillos muy cargados, que de todas formas sirvieron para encender los motores.
Muy callado se lo tenía Jose, que había leído la crónica de la semana anterior y quería darnos una sorpresa y en el almuerzo en pleno monte, y cuando sacamos el termo de café, resulta que se había traído los ingredientes y preparó unos "cremaets" al punto, jeje. Gracias por el detalle, Jose.
El track previsto que llevábamos nos haría ahora volver a bajar por la misma pista que habíamos subido ir hacia la derecha y tomar otra para llegar al área de descanso que se ve en esa explanada allí abajo. Nos quedamos mirando y decidimos hacer nuestra aventurilla bajando directos por el monte.
Como el monte es bajo y presenta de vez en cuando rastros de senderillos de animales, es sencillo bajar por esta cara directa.
Llegamos a la explanada, donde hay dos bancos mirando a un lado y uno al otro, donde poder sentarse un rato a perder la mirada.
Aquí estamos, en tribuna viendo el espectáculo.
Ahora sí tomamos la pista de vuelta. Tendríamos que llegar a caminar un tramo de aquella que se ve al fondo de la imagen.
Llegamos al punto por donde habían subido Jose y los suyos de Trotasendes Benicalap, sin senda definida. Y eso hicimos nosotros, guiándonos en la dirección del track fuimos buscando el mejor paso, también sin ninguna dificultad.
La vista desde aquí pudiera suponer que en cualquier momento podría aparecer un cortado que nos impidiera seguir bajando, pero no.
Fuimos bajando hacia la derecha para pasar por debajo de unas paredes que quedaron a nuestra derecha.
Allí se veía una oquedad y bajo ella estaba la Fuente de la Cabra, que es un afloramiento de agua por filtración, pero que viene bien a los animales para beber.
A partir de la fuente la senda ya era clara y no hubo más que seguirla en descenso disfrutando de las vistas que teníamos por delante.
Acercado por el zoom un "Frare" nos observaba en silencio.
Llegamos a la carreterilla inferior y tomamos por la derecha la que enseguida nos llevaría a la Fuente del Enebro.
Foto de grupo en este fresco lugar y a beber de la buena agua de su fuente.
Para regresar, el track nos volvía a meter un tramo por el Barranco Grande, pero como alguien iba tocado de las rodillas, decidimos continuar por la solitaria carretera, lo que nos permitió ver en la otra parte lo que no habíamos encontrado en toda la ruta en zonas más agrestes. Un grupo de cabras, pero esta vez, salvajes.
y ya en tranquila y sosegada charla volvimos a los coches, dando por terminada esta jornada en el monte.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
He puesto un filtro anti-spam. Los comentarios primero me los manda el blog a mi correo para aprobación y después se publican. Si cuando le dais a "enviar" aparece un mensaje arriba de la página, es que todo está ok. Vuestro mensaje aparecerá en breve.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.