Cuando la semana pasada estaba en lo alto del Pic de La Mola recibí un mensaje:
En resumidas cuentas y en cristiano venía a decir que buscara un grupo de compañeros que estuvieran también un poco locos para realizar una aventura. El mensaje de la aventura, como es lógico, se autodestruyó en 5 segundos, pero se puede ver una copia del asunto en la siguiente dirección:
Volta al Terme d'Alfondeguilla
y con más detalle aquí:
Perfiles
La misión era intentar recorrer el track de la Volta al Terme d'Alfondeguilla, una carrera de montaña considerada como una de las más duras de la zona y que se hizo por primera vez allá por el año 1982, cuando un grupo de 6 amigos en un bar decidieron intentar dar la vuelta al término de la población siguiendo las marcas por las montañas.
La ruta, según la página de la organización, consta de 34'5 km, 2470 m de desnivel positivo acumulado y otros 2470 m de desnivel negativo acumulado. El perfil es éste:
Cuando se hace la carrera oficial, a finales de mayo, se dan 8 horas y media para terminarla y 4 horas y media para llegar a un punto de control situado en el Coll de Marianet, a 20'3 km de la salida.
Todos estos datos hicieron que me pareciera un reto interesante y, aunque me asustaban un poco los números, estaba muy motivado porque me apetecía hacer algo especial y mandé un mensaje a los compañeros del grupo que en ocasiones se apuntan a sesiones de entrenamiento.
Juan Carlos, Manuel Carlos y yo dijimos que sí desde el primer momento. Manolo me dijo que igual nos acompañaba un trozo porque acababa de terminar el Maratón de montaña de Borriol, que es muy duro y Manolo III se apuntó en en último momento. Kiquet y Salva dijeron que les hubiera apetecido mucho venir pero no podían. Y Mª Jesús y Dioni igual no vieron el email porque no contestaron.
La hora de salida acordada era a las 6:30 de la mañana y todos fueron puntuales. En la foto falta Manolo, pero es que alquien tenía que hacerla...
Al ritmo del tema principal de "Mision Imposible" que les puse en mi móvil y trotando por la carretera, nos dirijimos hacia la primera subida: "El muro". Si miráis el perfil veréis porqué lo llaman así. Es una larga subida y con bastante pendiente que rápidamente te hace coger la cota media de altura por la que se irá toda la mañana. Tenemos que ir en la direción en la que nos veis aquí abajo, dar la vuelta a todos los montes de allá detrás en sentido contrario a las agujas del reloj, subir al Pipa que es ese que está detrás de Juan Carlos y bajarlo para llegar a Alfondeguilla y los coches.
Cuando cogemos altura ya podemos ver el mar. El día es fantástico y claro. Un buen día para iniciar nuestra primavera.
Vamos andando rápido y corriendo a ratos.
No hay un punto de descanso, subes a todos los montes y los bajas todos, es un sin parar.
En el km 10 aprovechamos para parar a tomar algo y Manuel Carlos se pone esparadrapo antiampollas que llevaba yo en la mochila en una pequeña rozadura de un pie. No le volvio a molestar más.
En el km 15, en los alrededores de la Nevera, Manolo dice que se retira. Resulta curioso la cantidad de parajes que hemos atravesado y que hemos hecho en distintas salidas con el grupo. Es donde él tenía previsto dejarlo porque se dio la semana pasada una buena paliza en el Maratón de Borriol. Manolo III desde el principio se sentía hoy las piernas pesadas y no acababa de encontrarse del todo fino, por lo que decide irse también en compañía de Manolo.
Ahora viene bastante tramo de descenso, algunos muy divertidos.
El km 20 lo habíamos tenido en cuenta como punto de fuga, ya que ahí se cruza la carretera que en 5 km te deja en Alfondeguilla y habíamos previsto que si alguien quería retirarse y no llevaba gps, era un buen punto. Juan Carlos, que por la tarde tenía que asistir a un evento con su hija, decide dejarnos para poder llegar con tiempo.
Continuamos ya solos Manuel Carlos y yo y cuando comenzamos a subir el Alt del Senyor, hacemos una parada a la sombra para reponer fuerzas.
Desde aquí los kilómetros parecía que no pasasen. El gps parecía que se había detenido y la distancia acumulada parecía que aumentaba muy lentamente. El kilómetro 25 nunca llegaba y por fin lo vimos junto a unas escaleras de madera que la organización ha puesto de manera permanente para subir unos ribazos. Aquí hacemos otra parada (cada 5 km) Voy pensando en descansar en la sombra y pegarme un buen trago de agua y cuando voy a chupar me doy cuenta de que se me ha acabado. Es el inconveniente de las bolsas que van en la mochila, que nunca sabes cuanto te queda. Le pregunto a Manuel Carlos que cuánta le queda a él y cree que bastante pero intentamos echarla en una botella pequeña y sólo se llena cuatro o cinco dedos. Ahí empiezo a ver las cosas sino negras, un poco más oscuras porque aun queda mucho y con el sol en todo lo alto.
Reanudamos la marcha por las divertidas escalas en busca del km 30 que tampoco llega nunca. Tras subir al Rodeno y bajar al Coll de Garrut hacemos otra parada en la sombra, porque ya tenemos enfrente la senda de subida al Pipa. Nos enjuagamos un poco la boca y tiramos para arriba. A mitad de subida vemos el cartelito del km 30 pero no estabamos con ánimos de hacerle una foto. Seguimos despacio pero sin pausa hasta llegar arriba. Durante la semana, un compañero senderista, Angel Salom, me había pedido por correo información sobre la subida que hizo el grupo al Pipa desde Vall d'Uxó porque decía que igual la hacía este mismo sábado. Cuando le contesté, le dije que yo también iba a pasar por la cima del Pipa pero más tarde que él y en broma le añadí que no estaría mal si dejaba unas almendras en el vértice. Las almendras en ese momento me daban igual, pero sí que hubiéramos agradecido que alguien hubiera dejado una botella de agua. Me gustaría haber visto al falsete de "El último superviviente" para ver cómo encontraba algo de agua por estos lares, jeje.
El aire fresco de la cima y las vistas del mar desde allí levantaron nuestro ánimo de nuevo y nos hicimos esta foto como recuerdo del momento.
Iniciamos el descenso y comentando yo que la otra vez unos cuantos se pasaron el desvío y se fueron hasta la Balona, también nos pasamos nosotros del nuestro y tuvimos que volver a subir unos 100 metros cuando creíamos que ya no tendríamos más subidas, pero en fin, a apretar los dientes y pá rriba otra vez.
La bajada hasta el, si se puede llamar río, Belcaire, es larguísima y pronunciada. Le decía a Manuel Carlos que la otra vez algunos la hicimos corriendo, pero en este momento eso sería imposible porque las piernas no nos responderían en las frenadas.
Bajando con tranquilidad veíamos a la izquierda nuestro destino, Alfondeguilla, donde estábamos deseando llegar para tomarnos la cerveza más fresca del mundo y a la derecha Vall d'Uxó.
En otros momentos de la larga bajada (que da para mucho) tomé estas dos imágenes en las que se ve la senda que llaman "El muro" y con la que iniciamos nuestra jornada dando la vuelta a todos esos montes.
Cuando llegamos al río, más seco que el Desierto del Sahara, continuamos hacia la izquierda por encima de un murete hormigonado hasta que siendo cerca de las 17'30 llegamos a los coches. Casi 11 horas andando. Nos cambiamos el calzado y las camisetas y nos fuimos hacia la plaza donde, en la fuente, ya nos dimos unos buenos tragos. Entramos al bar y pedimos como los vaqueros, pero en lugar de whisky: "Dos cervezas, las más frescas que tenga", y la verdad es que estaban muy frías. Nos sentamos en una mesa, nos sacaron un plato de olivas chafadas, Manuel Carlos dio cuenta de su bocata (yo no tenía hambre, sólo sed) y nos tomamos un café para asentar el cuerpo. Nos despedimos con la alegría de haber podido completar una ruta tan dura sin ampollas, dolencias ni molestias de ningún tipo y nos reimos pensando en lo próximo que nos tendría preparado Moneypenny.
Puedo decir sin equivocarme que es lo más duro que he hecho hasta ahora. Las subidas llegan a atragantarse porque no dan tregua. En una crónica alguien decía que lo dificil en esta ruta es encontrar un lugar donde pises en horizontal. Y si la vuelvo a hacer algún día tengo claro que hay que llevar más agua, aunque pese.
Hoy domingo, al día siguiente, no me noto las agujetas que yo creía que tendría (quizás debido a estas últimas carreras en las que he participado) y cuando rebobino un poco mis pensamientos y recuerdo lo que hemos pasado, ya no tengo tan firme la idea de no volver a hacerla de cuando acabamos y pienso que mi impresión sobre esta ruta la puede resumir Julia Roberts en tres palabras:
¡¡¡Sois unos máquinas!!!!
ResponderEliminarYo hice una distancia parecida por Els Ports de Morella (http://vamosderuta.blogspot.com/2009/06/els-ports-forcall-cinctorres-mola.html) pero con 1000 metros menos de desnivel y acabé 'crujío' ¡uf!
Pero con lo que más me he identificado ha sido con el agua ... cuando hice el recorrido por Els Ports me quedé sin agua a dos horas del final y ... qué mal 'trago'.
Felicidades por tan estupendo recorrido.
Angel no vi las almendras en el vértice, jeje. He leído una crónica de un grupo que pasó por un tramo donde estuvimos nosotros y que les picaron las abejas. Menos mal que nosotros tuvimos suerte. Ví tu crónica. Unas fotos preciosas, pero te aventuraste un poco al hacerla solo. Aunque yo a veces también hago cosas no recomendables como ésa. Un saludo.
ResponderEliminar¡Ei! No las viste, porque estoy con un catarro de aupa que me tiene apartado del monte ... a ver si para pascua!
ResponderEliminarNo vemos!
Enhorabuena, la Volta al Terme es mucha Volta. No solo es de lo más exigente de la comarca, los expertos dicen que solo le supera el maratón d Zegama.
ResponderEliminarPara cuando tengas ganas de otra cosa de estas, si no la has hecho, haz el Maratón de Borriol. También tiene tela, y de la buena,
Saludos