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Ruta realizada los días 9, 10, 11 y 12 de agosto de 2014.
Hace dos años preparamos el recorrido de la vuelta al Macizo del Posets, en Pirineos, pero sin tocar refugios y la hicieron con tienda de campaña Juan Carlos, Kiquet y Manuel Carlos. Este año queríamos hacerla pero usándolos y así llevar menos peso y más comodidad, siguiendo el recorrido de la Travesía de los Tres Refugios.
Aquí tenéis el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:
Y aquí el mapa topográfico y perfil de la ruta completa:
A la cita acudieron Mari, Jose, Kiquet, Juan Carlos y un servidor y un poco antes de las 13:30 estábamos poniéndonos las mochilas en la espalda. Habíamos aparcado en el Parking que hay una vez se pasa Benasque y el Camping Aneto. Se toma una carreterilla a la izquierda que va a dar a una explanada grande. Si pasamos esa entrada, unos metros más arriba también hay sitio habilitado, que es donde aparcamos nosotros.
1ª Etapa: Desde el Parking hasta el Refugio de Estós.
Ésta era una etapa corta pero así completábamos el día de viaje en coche con el tramo hasta el refugio que, aprovechando para comer en la ruta y con paradas, nos costó unas 3 horas.
De inicio cogimos una senda que enseguida nos llevaría a una pista superior que circulaba paralela al Río Estós y enseguida pasamos junto al Embalse de Estós, con unas aguas azul turquesa.
El río bajaba con fuerza y sus aguas eran de la transparencia típica de los torrentes de Pirineos, donde los lechos ya están limpios de sedimentos y las aguas discurren sobre las rocas.
Juan Carlos tenía muy buena vista para localizar las pequeñas fresitas silvestres, de las que había bastantes a orillas de la pista.
Al rato pasamos al lado de la Cabaña de Santa Ana, que puede servir de resguardo en caso de necesidad.
Enfrente de nosotros teníamos, luchando con la niebla, al Pico Perdigueret (2808 m)
Un poco más adelante nos encontramos con la original Fuente de Coronas. El agua baja canalizada por una endidura hecha en un tronco y le ponen una piedra al final, en el surco, para frenar la velocidad y que el agua caiga en el abrevadero, también hecho con un tronco de madera vaciado, e incluso les ha dado por esculpir una graciosa cara en uno de sus laterales. Por supuesto, la probamos y estaba fresca y muy buena.
De vez en cuando había en la ruta unos cartelillos que mostraban gráficamente en color rojo el tramo que llevábamos recorrido y lo que nos faltaba para terminar.
Nos encontramos con un poste que nos indicaba una variante que nos haría visitar unas cascadas llamadas las Gorgas Galantes y nos fuimos para allá por una bonita senda.
Visitamos dos de los miradores que hay para contemplar las Gorgas. Las Gorgas aquí son lo que nosotros llamaríamos "pozas", excavadas debajo de las cascadas por el tiempo y la fuerza continua con que caen las aguas.
Continuamos y volvimos a salir a la pista que llevábamos anteriormente y que nos llevó a la Cabaña del Tormo ( a Juan Carlos le parecía que es a la que se hace referencia en la canción de Celtas Cortos "20 de abril" cuando dicen: “¿Recuerdas aquella noche en la cabaña del Turmo? / Las risas que nos
hacíamos antes todos juntos / hoy no queda casi nadie de los de antes / y
los que hay han cambiado, han cambiado”.
Pues tenía razón. Aquí podéis ver que es la respuesta a la pregunta
que se hacía mucha gente sobre el origen o situación de esa cabaña:
La cabaña del Turmo.
Y aquí el vídeo de la canción:
La Cabaña del Turmo o del Tormo.
Nos sorprendió la cantidad de lirios en flor que había en la zona, pero lo mejor vendría en la etapa siguiente.
Ya teníamos a la vista el Refugio de Estós.
Este refugio es muy utilizado para utilizarlo como base para subir al Perdiguero.
Vistas desde la terraza del refugio. Pasamos a inscribirnos y a la ducha. Hay dos duchas pegadas a la pared exterior de la derecha. Los aseos están en una cabaña aparte donde están los servicios y las pilas. Estaban muy descuidados. Las cisternas casi no funcionaban y el olor que había allí, mezclado con un fuerte ambientador, hacía que el paso por allí fuera bastante desagradable.
La cena consistió en consomé de entrada, lentejas con arroz de primero y albóndigas de segundo. De postre un tazón con fruta cortada. Estuvo bastante bien.
2ª etapa: Del refugio de Estós al refugio de Viadós:
A las 6:00 nos levantábamos y tras desayunar nos poníamos en marcha de nuevo. Íbamos a seguir recorriendo el Valle de Estós.
Como este invierno ha nevado mucho, todavía quedaban neveros en las cumbres y el agua del deshielo corría por todas partes. En casi cada ladera había una corriente con forma de cascada.
Vimos más tarde un poste indicativo. Por aquí también se puede subir al Posets, aunque la ruta de ascenso más elegida es subir desde el Refugio Angel Orús y subir por la Canal Fonda. Nosotros continuamos hacia el Refugio de Viadós.
En esta etapa daba la impresión de que estábamos en Primavera. Las flores crecían por todas partes y con unos coloridos intensos. Sobre todo nos llamaba la atención la cantidad de lirios. Parecía que los habían plantado de tantos que veíamos.
Vista atrás a lo que llevábamos recorrido del Valle de Estós.
Vimos un cañoncillo a nuestra derecha y Kiquet me dijo que le siguiera porque recordaba de cuando estuvo aquí hace dos años que había una cascada muy chula.
Subimos con él hasta el borde de la loma y pudimos ver una cascada espectacular.
El ascenso era continuo hasta que superáramos el Collado de Chistau.
Se puede apreciar cómo aún quedaban neveros en cotas bastante bajas.
Para poner la guinda antes de llegar al Collado tuvimos que superar esta pedrera pero por buena senda.
Superado. Llegamos al Collado y buscamos un buen lugar para almorzar.
Vista atrás.
Nos juntamos allí con algunos senderistas que subían desde Viadós y que se habían metido una subida bastante más dura que la nuestra.
Cuando estábamos acabando de almorzar nos invadieron las ovejas y continuamos, ahora casi todo en descenso hasta el refugio.
Al frente a la derecha podíamos ver el Pico Gran Bachimala (3176 m) y el valle por donde nos teníamos que tirar.
El descenso es continuo por el Barranco de Chistau hasta la Cabaña de Añes Cruces que ya veíamos a lo lejos.
Cuando llegamos abajo, en la confluencia de los dos arroyos, nos dimos un refresquete de pies. No desaprovechábamos ninguna oportunidad.
Nos desviamos hacia la derecha saliéndonos de la senda principal para ver la Cabaña de Añes Cruces. Un poco más abajo está la antigua, todavía en pie.
Continuamos la marcha y al rato ya podíamos ver a nuestra izquierda los neveros que están a la espalda del Pico Espadas y Posets.
Toda esta mañana volvimos a la Primavera.
Como todavía era pronto, nos desviamos hacia la izquierda a la altura de un poste para ir hacia un puente de madera que cruza un arroyo y allí nos dispusimos a comer.
Cumplida la tarea nos reincorporamos a la senda y, tras las bordas, ya se veía enfrente el Refugio de Viadós.
Llegamos al bonito refugio de Viadós. Este refugio es privado y está todo muy aseado. Te cobran 2 € por ducharte (sin límite de tiempo) pero se pagan a gusto con tal de que esté todo tan limpio. Aunque en las duchas hay aseos, nosotros utilizamos unos que están en la pared trasera del refugio, también estupendamente mantenidos. Las habitaciones nosotros las teníamos en una cabaña separada que estaba en la parte trasera. Nos tocó una habitación de 8 que compartimos con una pareja más. Además las cervezas eran a 2€ en lugar de los 3,20€ del Estós o el Angel Orús.
La cena estupenda. De primero sopa de estrellas, seguido de menestra de verduras y después costillas de cerdo en salsa. De postre, fruta.
Otro aliciente de este refugio eran las vistas. Esta imagen era la que se podía apreciar sentado en el césped que había junto a la entrada. La monumentalidad de los picos de Espada y Posets frente a nosotros. No nos cansábamos de mirarlo y de fotografiarlo desde todos los ángulos.
Este diente que aparecía a la derecha de las imágenes, que es el Puntal de Barrau, le daba a la escena un punto más virgen y salvaje a la escena y parecía sacada de la película Jurassic Park.
Al lado del refugio había una escultura encima de una piedra, titulada "Silencio", donada por Javier Sancho al Sendero GR-11.
Pues vale.
Desde que salimos de Benasque no habíamos tenido cobertura de móvil y la chica del refugio nos dijo que si subíamos a un collado en dirección al Bachimala, allí tendríamos, por lo que le dije a Kiquet que si quería subir le acompañaba y para allí que nos fuimos los dos. La subida hasta el collado está empinadilla pero son 15 o 20 minutos. Desde allí Kiquet tomó esta fotografía.
3ª etapa: Del refugio de Viadós al refugio Angel Orús.
A la hora de costumbre nos pusimos en marcha. Sabíamos que ahora subiríamos más o menos por el centro de la imagen y pasaríamos al lado del diente pero por la otra ladera del Barranco de la Ribereta.
Cogimos la senda que nos llevaría primero al puente donde estuvimos comiendo el día anterior y continuamos remontando por el valle paralelos al río. En la misma senda surgía agua de un agujero en la piedra y nos llamó la atención su color rojizo. Pensamos que debía atravesar una veta de mineral de hierro.
Hay momentos en que la subida se torna un poco exigente y Kiquet quiso que le hiciera una foto en uno de los bancos de madera que hay en alguna de las curvas y donde se paró a descansar la otra vez que vino por aquí, cuando iban cargados con las tiendas.
Cuando habíamos superado lo que nosotros llamábamos el diente, vimos que toda la espectacularidad que tenía su visión desde el refugio se perdía cuando veíamos su lateral, ya que era la última estribación de una pequeña cresta y desde aquí perdía todo su encanto.
Una vista atrás aún nos permitió ver allá abajo el apacible refugio desde donde habíamos salido.
Enfilábamos ahora la dura subida hacia el Collado de Eriste.
Por esa "V" de la izquierda es por donde tendríamos que pasar.
Cuando llevábamos un rato subiendo apareció esta señal indicando que nos quedaba una hora y media hasta arriba. Estos tiempos están sacados sin contar paradas.
La subida había que tomársela con calma y cada uno a su ritmo.
Llegamos a un falso llano y vimos que todavía nos quedaba algo de entretenimiento.
A pesar de las fechas todavía tuvimos que atravesar algunos neveros.
Llegamos arriba del Collado de Eriste y nos abrigamos porque en ese punto hacía un viento bastante fresco.
Kiquet, Juan Carlos y yo decidimos aprovechar que teníamos al lado el Pico de la Forqueta, de 3008 metros y así coronar un Tres Mil facilito ya que lo teníamos a mano.
Primero subimos hasta un primer punto que tenía muy buenas vistas de la cresta de enfrente, que enlaza el Pico Royo, el Pico Espadas y el Poset. A la derecha también veíamos cuando la niebla nos dejaba el Ibón de Llardaneta.
Hasta aquí subieron Manuel Carlos y Juan Carlos la vez anterior. Kiquet dijo que ya no subía más, se dio la vuelta y comenzó a bajar. Juan Carlos y yo decidimos subir hasta arriba.
Para subir hay que hacer alguna trepada fácil. Una vez que estábamos casi arriba vimos que la cumbre se dividía en dos, la de la izquierda según el mapa topográfico tenía 3004 m de altitud, y la de la derecha, 3008 m. Ya que estábamos allí nos fuimos a por la más alta, aunque el GPS se quedó a poco de marcar los 3000 m, supongo que por las diferencias de presión.
Al subir habíamos cruzado lo que en ese momento nos dio por llamar un "mini-paso de Mahoma", aunque nada que ver con el original.
Desde abajo, Kiquet nos sacó unas fotos cuando estábamos bajando.
Cuando vieron que ya íbamos para abajo, ellos comenzaron a descender del Collado y más tarde lo hicimos nosotros, como se ve en la imagen. Esta es la bajada del Collado de Eriste.
Nos aproximábamos ahora al Ibón de Llardaneta.
Continuamos y pasamos al lado de la fenomenal cascada que forma el Torrente Llardaneta.
A nuestra izquierda veíamos a los montañeros que seguían la senda que les llevaría a la Canal Fonda para subir al Posets.
En las siguientes imágenes se puede contemplar la Canal Fonda y su pala de nieve, por donde se sube mayoritariamente al Posets.
Un grupo de sarrios tampoco despreció la oportunidad de salir en las fotos.
Magnífica imagen tomada por Kiquet.
Muy cerca del puente doblado nos paramos a comer, como siempre al lado del agua.
Y una vez satisfechos, continuamos la travesía. Nos quedaba la bajada entre rocas hasta el refugio de Angel Orús. La bajada se hace larga y hay que estar pendiente continuamente de dónde se ponen los pies.
Ya teníamos el refugio a tiro. Sólo quedaba un corto trecho y teníamos ganas de estar ya sentados en esa apetecible terracita.
Este refugio es el más grande de los tres pero no han sabido conservar el aire a refugio de montaña y está lleno de contradicciones. En primer lugar, cuando llegamos vimos que la entrada la tenía por debajo de esa amplia terraza que se ve en la imagen anterior. Lo primero que hay es una habitación con taquillas y estanterías metálicas con las típicas sandalias de refugio y para dejar las botas.
A la derecha hay unos aseos que olían bastante mal y cuyo olor se expandía por la estancia. Suerte que esos no eran los que tendríamos que utilizar. Una vez con las zapatillas de refugio, había que subir unas escaleras anchas y largas que daban la impresión de estar en una estación de esquí. En el primer tramo había una puerta que daba al lugar donde se encuentra el comedor y la recepción y las habitaciones estaban cuando acababa el tramo superior. Nos asignaron una habitación de 6 con ducha y baño. En principio pintaba bien, pero teníamos que compartir la habitación con una chica que ya estaba instalada y cuando hablamos con ella para ver si íbamos a coincidir en la hora de levantarnos, dijo que ella se levantaba más tarde y se puso un poco tiquismiquis con lo de que no hiciéramos ruido, etc, cosa que ya se veía que iba a ser harto difícil en un compartimento tan pequeño con 5 personas moviéndose a la vez y además con el baño dentro de la habitación, que si en principio parece una ventaja puede llegar a ser un inconveniente.
Menos mal que vio que en la habitación del grupo con el que iba se había quedado una plaza libre y se cambió, con lo que tuvimos el habitáculo para nosotros solos y así menos problemas.
Cuando salimos a la terraza para contemplar las vistas, vimos que el burro se colaba entre las mesas donde estaba la gente y pasaba a la terraza de atrás, que era más ancha y donde se ve que estaba a gusto, pero también hacía sus necesidades por toda ella, dando un aspecto impresentable. Deberían poner un remedio para que el burro no entrara ahí.
Para nosotros era nuestro momento de relax y fuimos a tomar nuestras cervecitas reglamentarias.
Por el comedor estaba sentado jugando a cartas el veterano escalador Juanito Oiarzabal, primer español y sexto del mundo en conseguir subir a los 14 "ochomiles", que estaba haciendo de guía de montaña de un grupo y los iba a subir al Posets.
La cena fue la peor de los tres refugios con diferencia. De primero un consomé con fideos. Después una sopa de garbanzos y después una bandeja de albóndigas. Las del Estós no estaban mal pero éstas las habían hecho con muy poca gracia y no eran muy apetecibles.
Las vistas desde el refugio eran excelentes, tanto hacia el valle como hacia la cascada, de la que comentábamos que al día siguiente tendríamos que bordear por su cabecera.
También teníamos enfrente la Tuca des Corbets (2901 m).
4ª etapa: Del Refugio Angel Orús al Parking en Benasque.
Comenzamos a caminar con las nieblas bastante bajas y había que remontar el tramo de rocas que habíamos bajado ayer hasta el poste indicativo.
Teníamos que ir primero hacia la izquierda, subir a la parte superior de esa cascada que había enfrente y que debe su caudal al Ibón de Eriste que se encuentra en la parte superior y después continuar hacia la derecha.
Llegamos al poste y continuamos hacia Estós, aunque no llegaríamos hasta allí, sino que nos desviaríamos cuando llegara el momento para ir hacia el Parking.
La niebla se espesaba por momentos caprichosamente, al ritmo del viento. Esta zona que pasamos a partir del poste es muy húmeda y frecuentada por las vacas y hay que ir con ojo, tanto para no resbalar al tener mojadas las suelas como para no pisar en algún agujero o charco tapado por la hierba.
Entre las brumas pasamos al lado de la Cabaña de Llardana, que puede servir de resguardo en caso de necesidad.
Llegamos a las proximidades del Ibón de Eriste. Habíamos superado la altura hacia el origen de la cascada y continuamos hasta cruzar el arroyo por su parte superior.
Había gente acampada en las orillas del lago.
Continuamos subiendo ahora para superar el Collado de la Plana.
Aquí, en el Ibón de la Plana soplaba un viento fresco y nos resguardamos tras unas rocas para tomar un bocado.
Después bordeamos el lago por su parte superior y llegamos al Collado de la Plana.
Como comentaba al principio, éste es el recorrido de la Ruta de los 3 Refugios y si se hace de manera oficial, te dan una pulsera magnética que hay que aproximar a estos dispositivos que se encuentran en los collados más importantes, así como en los refugios, para que registren el paso por esos lugares.
Surten el mismo efecto que hacíamos con los cuños que teníamos que poner en la ruta de la Porta del Cel, pero utilizando un método más moderno.
A la derecha del Collado se levantaba la aguja de la Tuca des Corbets, que era la montaña que veíamos desde la terraza del refugio.
Allá arriba se apreciaban unos montañeros subiendo hasta la cima, que acercamos con el zoom.
Ahora tocaba bajar desde el Collado, siguiendo aquella ley de la física que dice que "todo lo que sube, baja".
Llegamos a las proximidades de la Agulla de Perramó, que teníamos a nuestra derecha y hacia abajo y a la izquierda se podían ver como alineados los Ibones de Batisielles.
Primero el Ibón de la Aigüeta.
Después uno más pequeño.
Y después el Ibón Gran de Batisielles.
Aquí paramos a darnos un baño de pies. La idea era pegarse un baño completo, pero la temperatura del día no acompañaba.
Después continuamos descendiendo, dejando atrás el paisaje más alpino y rocoso y metiéndonos por la senda entre los bosques.
Una maravilla de senda.
Se veía a lo lejos el Valle de Estós que, cuando bajáramos, lo tendríamos que tomar hacia la derecha para volver a los coches.
Durante el descenso vimos a una pareja que iba cogiendo algo del monte y metiéndolo en una bolsa. Les preguntamos y nos dijeron que eran arándanos y que la zona estaba llena, así que nos lanzamos a probarlos.
Llegamos al Ibonet de Batisielles, donde unos operarios estaban acabando de montar un puentecillo de madera para superar un arroyo y fuimos de los primeros en probar su consistencia.
Desde aquí se puede ir al refugio de Estós, pero nosotros iríamos hacia la Cabaña de Santa Ana, que nos devolvería a la pista que utilizamos el primer día para subir.
Comenzamos a descender por la senda de la Palanca de los Carboneros. Otra maravilla de senda.
Y ante la vista de este idílico paisaje, nos detuvimos a comer.
Continuamos nuestro descenso, enlazamos con la pista y seguimos hasta completar nuestro circuito en el parking cercano a Benasque.
Esa noche dormiríamos en Benasque. Jose, que había hecho las reservas de los refugios, también había acordado nuestro alojamiento en el albergue de la Escuela de Montaña de Benasque. Todo un lujo de instalación donde, tras pasear y cenar en el pueblo, dormimos estupendamente.
¿Todo había terminado? ¡NO! Había dicho desde el principio al grupo que tenía una ruta sorpresa para el día en que regresáramos hacia Valencia y, aunque insistieron durante toda la travesía, no solté prenda, sólo les dije que les iba a encantar y les tenía un poco en ascuas porque no sabían por dónde les iba a meter.
Podéis leer la crónica de la ruta de aventura sorpresa pulsando aquí:
RUTA SORPRESA.
Gracias a los compañeros por esta magnífica ruta y por las fotos que han compartido y con las que también han contribuido a ilustrar este relato.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar los tracks de la ruta pulsando aquí:
1ª Etapa: Desde el parking en Benasque hasta el Refugio de Estós.
2ª Etapa: Desde el Refugio de Estós al Refugio de Viadós.
3ª Etapa: Desde el Refugio de Viadós al Refugio de Angel Orús.
4ª Etapa: Desde el Refugio de Angel Orús al parking.
Y aquí podéis descargar el track de la ruta completa.
Hola Pablo
ResponderEliminarUna gran travesía en una gran zona como es este Parque Natural Posets-Maladeta con un montón de opciones y de rutas para recorrer, nosotros también es una de las que tenemos pendientes para un año de estos, pero bueno todo llegará....
Está claro que ya sabemos que los refugios son lo que son, pero si que es verdad que con muy poca voluntad, algunas cosas se podrían mejorar mucho y harían las estancias mucho mas cómodas, pero bueno hace falta eso voluntad y ganas.
Enhorabuena al grupo por esta travesía y por esas fotos estupendas.
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Gracias Jose. Tuvimos muchísima suerte con el tiempo, que nos salió excelente. Lo bueno es tener cosas pendientes y mantener la ilusión para ir haciéndolas poco a poco.
EliminarUn saludo.
Pablo
Hola Pablo, queremos hacer esta ruta en julio.
EliminarUn par de preguntas, el recorrido está bien señalizado?
Por lo que se ve en las fotos, no era técnicamente muy difícil, no??
Hola Pablo...Magnifica travesía pirenaica...Da gusto ver esos paisajes,pero recorrerlos mas...Hace unos años tuve la ocasión junto a mi mujer,de hacer una ''pequeña'' parte de vuestra travesía,la que va desde Viados hasta el ibon de Millás(subir y bajar).La verdad es que como dice Jose,a mi también me encantaría hacer esta travesía,puede que algún verano ''caiga''.Un gran post.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Juane, sin duda que caerá, sólo hay que tenerla entre las posibles y cuando se denlas circunstancias... zas.
EliminarTe gustará. Un saludo.
Esta tampoco me la podía perder jejeje.
ResponderEliminarFantástica aventura y reportaje Pablo, una zona, que quitando del recorrido del primer día y los Batisielles, no conozco, la opción de hacer esta travesía sería una buena manera de hacerlo, además el Refugio de Viadós me ha parecido que está en un enclave precioso, es una lástima que los otro dos estén en las condiciones que tu dices, pero es que donde hay masificación...
Vaya, hemos tenido algunos puntos en común en nuestras travesías circulares de agosto, nosotros también coronamos un 3000 que venía de paso (Punta de las Olas), y en Góriz coincidimos con Juanito Oiarzabal.
Enhorabuena todo el grupo por esta experiencia.
Un abrazo.
Hola Dani, como dices el Refugio de Biadós está en un enclave excepcional y se pueden hacer varias rutas desde allí. Se puede subir al Posets y al Espadas, La Forqueta, el Gran Bachimala... y además el refugio en sí está súper bien cuidado, además de que se puede llegar en coche hasta el mismo refugio si se quiere. Tuvimos mucha suerte con el tiempo y aquello parecía primavera de la cantidad de flores que habia.
EliminarBueno, un abrazo
Pablo
Hola Pablo: Muchas gracias a los 3, pudimos disfrutar 4 dias de esa fantastica ruta de los 3 refugios.
ResponderEliminarGracias al grupo por hacer nuestro sueño una realidad, (aunque cierro los ojos i sigo en las nubes).
La ruta sorpresa fue muy, muy buena ( lastima no tener mas tiempo) y mantener la sorpresa unos coooo....
Nos vemos, un saludo.