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La ruta propuesta para este sábado era subir al Vértice Geodésico nº
148 en altura de la Comunidad Valenciana, Espadella,
con 969 m de altitud, situado en el Término Municipal de Morella, Castellón. Por
proximidad, volveríamos a subir de nuevo, al vértice nº 39, Turmell, con 1276 m de altitud.
Para llegar al punto de inicio seguiríamos la A-7 hacia Castellón y después la CV-10 hasta Sant Mateu. A continuación por la CV-132 pasaríamos cerca de Xert y nos incorporaríamos a la N-232 dirección Morella y hacia mitad de camino nos encontraríamos con el Santuario de Vallivana, donde aparcaríamos.
En
primer lugar nos dirigiríamos hacia el
Este por el Barranco de la Vallivana para buscar el inicio de la pista que nos
subiría hasta el Vértice Espadella. Siempre en ascenso hasta el km 10,
seguiríamos por el cordal de la Sierra que coincide con la línea de Término,
pasando por la Loma de la Gralla.
Más tarde nos incorporaríamos a la Vereda del Turmell que nos llevaría en un camino de ida y vuelta hasta el Turmell. Durante todo el camino tendríamos estupendas vistas si el tiempo lo permitía.
Una
vez volviéramos al punto de repetición, encararíamos la bajada al Barranco del
Marfullar que, como dice Angel Salom en una de sus crónicas: “Bonito barranco
del Marfullar, micro reserva de flora. Curioso, por otra parte, el nombre del
barranco, que le viene dado por la densidad de población del Marfull
(Viburnus tinus), un arbusto altamente tóxico”.
Pasaríamos
por la Font del Pouet y seguiríamos por el interior del barranco unas veces por
senda y otras por pista hasta llegar de nuevo al Santuario de Vallivana.
Aquí
podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis
una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Mari, Pili, Nolo, Kiquet, Jose, Manuel Carlos, Paco X y un servidor y con las 8 tocadas comenzamos a caminar desde el aparcamiento del Santuario de Vallivana.
Nos dispusimos a cruzar la carretera y ya veíamos enfrente la situación del vertice Espadella. Tendríamos que bajar al barranco y recorrerlo hacia la derecha , un poco más allá de donde abarca la fotografía y subir por una pista.
Por el lecho del barranco se caminaba bien. Cuando estábamos cerca de enlazar con la pista y el lecho se comenzaba a cerrar un poco, vimos una senda a nuestra izquierda, bien abierta entre las carrascas, que comenzaba a subir la ladera en la dirección que nos interesaba y decidimos probar para ver si enlazaba con la pista.
La senda es facilmente seguible y nos llevó hasta la pista.
La pista es de subida continua aunque cómoda y enseguida nos iría haciendo ganar altura, como comprobábamos cada vez que mirábamos a la carretera de nuestra derecha, de donde veníamos.
Tuvimos suerte de que la subida fue en sombra, proporcionada por la misma montaña y que, arriba, la neblina todavía tapaba la luz del sol, pero iría despejándose.
De vez en cuando veíamos allá enfrente la silueta del Turmell, al que subiríamos después.
Lanzamos una mirada abajo, a la parte de donde veníamos y podía verse el Santuario de Vallivana y el desvío que habíamos cogido para bajar al barranco. Podía apreciarse que otra opción hubiera sido continuar por la pinada que está al lado de la carretera sin llegar a bajar del todo al lecho y más adelante, a la altura del depósito de agua, cruzarlo y enlazar directamente a la pista de subida. Es otra opción.
Llegamos al vértice Espadella. Breve pausa para las fotos y continuamos.
Ahora la pista iba por el cordal en un continuo sube y baja. Más sube que baja.
En este día, aunque el aire no era caliente, no había practicamente viento y la poca brisa que hacía de vez en cuando se agradecía mucho. Buscamos un lugar con algo de sombra para almorzar y al terminar volvimos a disfrutar de los dulces de Pili. En esta ocasión unos almendrados rellenos de cabello de ángel.
Continuamos hacia el Turmell, teniéndolo siempre como referencia y llegamos a la Vereda del Turmell y al punto en que nos tendríamos que desviar cuando bajáramos. Este tramo a partir de ahora era de ida y vuelta.
Ahora sí teníamos a la vista la típica perspectiva del Turmell tal como nosotros lo conocíamos, con su aspecto de casco que se identifica desde muy lejos.
Breve paradita para reagrupar y beber agua antes de encarar la subida por pista cementada hasta la cima.
Una vez arriba nos dedicamos a admirar las vistas desde allí y departimos un poco con el guarda forestal que estaba de servicio en el observatorio.
Esta imagen abarca practicamente toda la ruta que hicimos en la anterior ocasión, cuando hicimos nuestra ruta oficial para subir al vértice del Turmell. En aquella ocasión salimos de Vallibona, que es el pueblecito que se ve abajo a la derecha, continuamos hacia el fondo de la imagen y hacia la izquierda para subir a las antenas y camimamos hacia aquí siguiendo la Vereda del Turmell. Una vez aquí volvimos hacia Vallibona por una senda preciosa que siempre recomendamos y que se puede ver en aquella crónica.
Comenzamos el descenso por la pista de nuevo y después por un corto tramo de la Vereda. Ojo con una senda que sale por la derecha y que no es la que deberíamos coger, sino que se trata de la que baja a Vallibona.
Llegamos a la bifurcación que habíamos visto cuando subíamos y nos desviamos por la derecha.
Al poco había que estar atentos, pues hay una señal al otro lado de la cerca de alambre y es por donde habría que ir. La cerca aparece caída en ese punto y la senda era muy difusa en ese punto, pero retrocediendo un poco y hacia abajo, enseguida aparecería ya claramente.
Esta senda nos bajaba hacia el Barranco de Marfullar. Una senda muy agradable de caminar y en un entorno fresco a través de una frondosa pinada. Una chulada.
Tras bastante rato de bajada por las sendas y pasando por rincones a cada cual más bonito, llegamos a una señal de madera en la que se indica "Turmell", que es por donde bajábamos nosotros, y "Vallibona", cuya senda se dirige hacia el pueblo.
Continuamos bajando pasando entre arces, que dentro de poco comenzarán a mostrar su sinfonía de colores otoñales.
Ya practicamente en el fondo del barranco apareció lo que parece ser una fuente con una charca a su lado, pero la fuente no tenía agua.
Al final el lecho del barranco se encontraba cementado y nos llevaba hacia unos abrevaderos y un grupo bastante grande de colmenas, a las que evitamos acercarnos saliéndonos un poco de la pista por la izquierda. En este valle otros senderistas han visto vacas pero nosotros no vimos ni una en todo el recorrido. Deben haberlas trasladado a otro sitio por el momento.
Continuamos hasta llegar a un puente formado por barras metálicas en el suelo para impedir la salida de las vacas y cruzando la carretera llegamos a los coches. Como los dos chorros de la fuente que hay en la pared del Santuario se encuentran cortados y no había agua en el lugar (aunque hay un Bar/Asador donde se puede comer o tomar una cervecita), decidimos coger el coche y desplazarnos unos 10 km hasta Catí, ya en el camindo de vuelta, y disfrutar de las aguas de la fuente que conocíamos por haberla utilizado otras veces y que se encuentra a la salida del pueblo, yendo desde aquí y comer en la zona del lavadero, que está enfrente, ya que la comida y las cervezas las llevábamos nosotros.
Una buena ruta en la que sólo hemos echado de menos que se moviera un poco más el aire en un día demasiado calmado para estas fechas en este año, todavía caluroso.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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