0150 - Vértices Geodésicos C.V.: Alto Cruz (956 m) y ( 0216) Subterránea (787 m) / A+ 620 m / 20,5 km

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Este sábado la ruta propuesta era hacer un ocho para subir al Vértice Geodésico nº 150 en altura de la Comunidad Valenciana, Alto Cruz, con 956 m de altitud,  situado en el Término Municipal de Bocairent, Valencia. Por proximidad también subiríamos al vértice nº 216, Subterránea, con 787 m de altitud, situado en el Término Municipal de Ontinyent.

Para llegar al punto de inicio seguiríamos la A-7 dirección  Alicante, CV-40 hacia Alcoy y a la altura de Agullent nos saldríamos en dirección a Ontinyent. Lo pasaríamos, y en el cruce del Pou Clar tomaríamos la CV-656 hacia Fontanars del Aforins, desviándonos después por la izquierda por una pista asfaltada que sigue el Assagador de la Fontfreda,  donde aparcaríamos en las proximidades de la Casa de Sanchís.

Comenzaríamos a caminar en ascenso para incorporarnos a la Senda dels Ingeniers, que nos llevaría hasta el Refugio de Riello. Aquí haríamos el cruce del bucle pequeño del ocho y seguiríamos por la senda hasta cruzar el Barranco de Aspre y llegaríamos a la Fuente de Ballester. En esta fuente estuvimos cuando hicimos la Etapa nº 18 del GR-7. El lugar nos agradó mucho y dijimos en aquel entonces que sería un buen lugar para almorzar… pues dicho y hecho. Ahora tendríamos la oportunidad de cumplir nuestro deseo.

Seguiríamos la senda (la buena) y nos saldríamos un poco a la trocha para enlazar con la otra que nos interesa y que nos llevaría al Vértice Alto Cruz.

Continuaríamos por la fina senda que recorre las lomas y que nos dirigiría a cruzar el Barranco de la Frontera, caminando por él un tramo y saliéndonos para subir a la pista, donde nos inventaríamos otra pequeña trocha para llegar a la pista que nos haría pasar por el segundo vértice, el Subterránea.

Volveríamos a pasar por el Refugio Riello y tras unos zig-zags llegaríamos a los coches.

Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track que he preparado para que os hagáis una idea fiel del recorrido:

A la cita acudieron Paco Q y un servidor y a las 7:30 ya estábamos aparcando en el punto de inicio y contemplando un bonito amanecer.

En los últimos metros para llegar a donde aparcamos nosotros, la pista no está muy bien, por lo que se recomienda aparcar un poco antes.

Con las últimas sombras y las primeras luces comenzamos a caminar y en la primera bifurcación ya cogimos la senda ascendente por la izquierda. Esta senda presentaba una buena pendiente y discurría por una curiosa laja de piedra que quedaba al descubierto en la montaña.

A Paco se le veía con ganas y circulaba tan rápido que no le daba tiempo a la cámara de pillarlo.

Ya teníamos ganas de volver a ver estos amaneceres, fiel recompensa de nuestros madrugones.

La senda nos llevó hasta el Refugio de Riello al que los vándalos han llenado su fachada de pinturas "rupestres" ya que estos tipejos continúan menos evolucionados que aquéllos del paleolítico.

Aquí teníamos el cruce de nuestro "ocho" y teníamos que seguir por la senda de la derecha, que iría bordeando la Serra de l'Umbría - Pou Clar.

La senda, perfectamente trazada intenta conservar la cota de nivel a media altura en la falda de la montaña.

Perfectas vistas del valle a nuestra derecha y si mirábamos hacia atrás asomaba desafiante la cima del Benicadell.

Estábamos en la larga senda dels Enginyers, reconocible por su buena factura y el lateral de piedras que la mantienen en perfecto estado. Esta es una de las señales que encontramos en el sentido contrario al que nosotros íbamos y que indicaba una variante hacia la zona de Gamellóns, por donde hicimos una bonita ruta cuando subimos al vértice Ascensión.

Llegamos al paraje de la Font de Ballester, situado en un rincón de la senda. Aquí estuvimos cuando hicimos la etapa 18 de nuestro recorrido por el GR-7 y nos agradó el lugar. Teníamos previsto almorzar aquí. La fuente tenía agua porque su grifo está cerrado y al parecer tiene un depósito que se mantiene lleno.

La única mesa que hay en el lugar presentaba un aspecto algo desvencijado pero se mantenía usable gracias a que la habían apoyado en el tronco de un árbol. Allí que nos sentamos, en plena calma y con un silencio absoluto reinante alrededor a degustar nuestras viandas.

A continuación cogimos la senda que está al lado de la fuente y que nos fue elevando hacia los primeros rayos de Sol que nos tocarían esta mañana, pues los 8 km recorridos hasta ahora habían sido todos por sombra, dada la orientación de la montaña.

Al llegar a la parte superior había que estar atentos, pues debíamos hacer una pequeña trocha (campo a través) para enlazar con la siguiente pista. Allí, seguiríamos por la derecha y más tarde nos saldríamos por una senda por la izquierda. En esta ruta no seguíamos ningún trazado preestablecido más que el que habíamos preparado en el ordenador. No hay marcas en todo el recorrido y es imprescincible el uso del GPS por la cantidad de desvíos, sendas y minisendas que hay que tomar.

La senda atravesaba unos campos arados y más tarde se difuminaba hasta enlazar con otra pista que seguiríamos por la derecha.

 Al llegar a una propiedad vallada bastante grande, aparecía una senda por la izquierda que bordeaba su contorno y que nos subiría hasta el primer vértice de la jornada, el Alto Cruz. Curiosamente han instalado allí una cruz, lo que da más fuerza a su toponimia.

Las vistas son muy buenas desde allí. Al otro lado del valle se veía el Vértice San Jaime, donde estuvimos no hace mucho y desde el que había unas buenísimas vistas de Bocairent y su barrio medieval.

Detrás de él se observaba la silueta de la Sierra Mariola, terminando en el Montcabrer y con la silueta del Benicadell un poco más allá.

Esta vez en la foto de grupo había sitio para muchos más.

Curioso crucifijo de moderna factura.

Zetas que hacía la senda poco antes de cuando habíamos llegado a la Fuente de Ballester.

La continuación desde aquí no estaba clara, pues no se veía la senda. Intentamos retroceder un poco para ver si encontrábamos algún enlace, pero ante la inexistencia, volvimos al vértice y decidimos seguir a golpe de GPS y fue lo mejor. Tras hacer un poco de sencillo campo a través, fuimos encontrando los rastros de las sendas, que iban enlazando unas con otras y que están tan poco pisadas que se van cerrando y de no ser por el GPS, al que seguíamos casi ciegamente, algunas habría costado de reconocer.

Benicadell aumentado con el zoom.

Y Sierra Mariola a nuestra derecha.

Tras nuestro recorrido por el cordal, tocaba bajar ahora hacia el Barranco de la Frontera. Cuando lo tracé sobre el mapa me pareció más corto, pero nos pasamos un buen rato caminando por la sendita del fondo del barranco.

La misma senda nos haría abandonarlo más tarde por la izquierda y nos subiría a una pista que abandonamos más tarde por la izquierda para bajar campo a través a la cabecera del Barranco del Infierno y subir por una zona despejada a enlazar con la pista.

El segundo vértice, el Subterránea (o Soterraña), se encontraba al lado mismo de la pista. También tenía una Cruz allí instalada y nos proporcionó unas buenas panorámicas.

Continuamos ahora ya por pista y veíamos allá abajo el Refugio de Riello, donde completaríamos el bucle grande de nuestro "ocho".

Desde el refugio, en lugar de coger la senda por donde habíamos venido por la mañana y que tenía bastante desnivel, continuamos por la pista de enfrente que, en cómodas y largas lazadas nos fue bajando hacia el valle. Allí, por fin este año, pude probar unos "cabrotets" de uva que aún quedaban olvidados en unas viñas después de su recolección.

Llegamos al coche y todavía eran las 13:30 cuando habíamos recorrido los 20,5 km de la ruta.  Nos habíamos adelantado bastante sobre el horario previsto. Habíamos quedado en traernos las neveritas y la comida y comer en la zona del Pou Clar, pero como era tan temprano, nos fuimos allí, nos tomamos una cervecita con los pies en el agua y Paco aún no pudo resistir la tentación de sumergirse en las frías aguas del Pou Clar, ¡qué huevos!, jeje.

Sabiendo lo fría que está ese agua, le dije: "a ver si te da algo que yo no quiero tirarme", pero comentó después que encontró el agua menos fría que la vez anterior cuando nos bañamos.

Lo cierto es que el agua estaba espectacular y al no haber casi nadie hacía perfecto honor a su nombre y el Pou estaba "clar, clar"... transparent.

Una ruta que puede definirse como un paseo por el monte y que tiene como casi únicos alicientes el subir a los dos vértices y las vistas que se pueden recoger desde allí. Para el que nunca haya pisado la senda dels Enginyers, también le gustará la experiencia de ver ese perfecto trazado. 

Es recomendable hacer esta ruta en tiempo que no sea caluroso, ya que no hay sombras en todo su recorrido. Si se hace en el sentido en el que la hemos hecho nosotros, los 8 primeros km hasta la Fuente de Ballester son en sombra, que la proporciona el cuerpo de la montaña al taparnos del Sol.

Imprescindible el uso del GPS en esta ruta, ya que la cantidad de desvíos, sendas, minisendas y pistas que hay que tomar hacen que sea facil equivocarse y más teniendo en cuenta que muchas de las sendas aparecen casi perdidas.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE