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sábado, 17 de enero de 2015

0266 - Vértices Geodésicos C.V.: Espino (672 m) / A+ 737 m / 14,17 km

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Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 266 en altura de la Comunidad Valenciana, Espino, con 672 m de altitud, situado en el Término Municipal de Tales, Castellón.
En esta ruta me he basado casi íntegramente en un track de nuestro amigo Goterris, al que hemos añadido la visita a la Cueva de Anacleto (sacada de Onedin) y la primera senda que haremos en la mañana.
Para llegar al punto de inicio seguiríamos la A-7 hacia Castellón, CV-10 hasta la salida nº 7 (Villarreal-Onda y por la CV-20 nos dirigiríamos hacia Onda. Antes de llegar, nos desviaríamos en una de las grandes rotondas por la izquierda y llegaríamos a la abandonada Mina de la Gronsa, donde aparcaríamos.

Comenzaríamos subiendo por una fina senda que nos llevaría a la Cueva de Anacleto. Volveríamos un poco sobre nuestros pasos y nos encaminaríamos hacia la zona de La Priora, haciendo un pequeño y sencillo destrepe en una loma y llegando al vértice Espino.
Comenzaríamos el descenso y haríamos una extensión de ida y vuelta a la Cova Alto. Volveríamos a la senda anterior y bajaríamos a la Font del Montí, donde se puede reponer agua.
Desde ahí nos dirigiríamos hacia el Este y, por el Barranco de las Clochas volveríamos a los coches.
Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:


A la cita acudieron Ana, Pili, Mari, Manuel Carlos, Jose, Nolo, Paco y un servidor. Y siendo un poco más de las 7:30 y todavía noche cerrada, ya habíamos aparcado en el lugar de inicio. Hicimos tiempo mientras nos preparábamos para que fuera amaneciendo y aún con la penumbra comenzamos a caminar.



Podía verse la población de Onda todavía dormida y cómo el Sol comenzaba a despuntar.



La idea inicial era tomar una senda que va de La Grunsa a El Carro, pero para no volver un poco hacia atrás a buscar su inicio, pensábamos utilizar una antigua pista que podéis ver en el mapa topográfico al final de la crónica que, enseguida nos enlazaría con la senda. Resultado: impracticable. Los primeros metros desde la pista de tierra hacia adentro estaban llenos de matorral bastante alto y como todavía era de noche no podíamos meternos por allí. Seguramente pasados esos metros mejoraría pero no lo pudimos comprobar.
 
Segundo intento. Decidimos continuar un poco más allá para subir por una senda que aparece marcada en el mapa topográfico con líneas discontinuas. Resultado: Impracticable de nuevo. Pero subimos por allí de todas formas.


El track que he subido a wikiloc lo he modificado para que comience por la senda cómoda desde su inicio y no incluye este tramo. Tras buscar el mejor paso llegamos a la senda buena y la seguimos en ascenso hacia la derecha.



Al fondo y detrás de Onda se veía el Bartolo y a la derecha el mar.



Haciendo zoom con la cámara también veíamos el Castillo de Onda.


Y detrás de la población, alterando la línea del horizonte, el omnipresente Penyagolosa.


Aquí nos detuvimos admirando los cambios de colores del amanecer.



Continuamos por la senda que, en las proximidades de El Carro, aboca a una pista. Un poco más allá y en una curva a derechas hay que estar atentos, pues debíamos tomar una sendita que sube en ascenso por la izquierda y que nos iría llevando a la Cueva de Anacleto.



En esta zona abundan las casetas de pastor, de las que vimos varias y en buen estado de conservación.




En algunos momentos volvíamos a tener de frente a nuestro pedregoso amigo y nos permitimos acercarlo para saludarlo.









Allá arriba veíamos unas paredes rocosas que correspondían a la antecima adonde debíamos subir antes de llegar al vértice.


Por allí arriba circularíamos dentro de un rato.


Es una maravilla transitar por todas estas sendas, que ofrecen los típicos paisajes de la Sierra de Espadán.





Llegamos a la Cueva de Anacleto, cuyo desvío y sendero está señalizado con unas marcas blancas. La cueva tiene cierta profundidad, pero a partir de un punto se hace necesario el uso de cuerdas. Nosotros sólo nos asomamos al fondo y emprendimos el regreso por la misma senda para unir con la que habíamos dejado.







Ahora con más luz, nos permitimos también acercar al Bartolo para saludarlo convenientemente y decirle que pronto lo visitaremos.



En el día tan luminoso y claro que nos acompañó podían verse en la línea del mar las Islas Columbretes.




Llegamos a los perfiles rocosos que veíamos desde abajo y desde donde había unas vistas preciosas de las que os dejo una muestra.







Pulmones verdes.










Superada la cota más alta comenzamos el descenso. Aquí, en el tramo más inclinado había antes una cuerda pero ahora ha desaparecido. De todas formas es una corta  destrepada que no tiene mucha complicación.











Superando unos tramos entre antiguos bancales llegamos al Vértice Espino.




Allí mismo, pero de cara al acantilado de la derecha, nos dispusimos a almorzar con unas vistas de lujo.


A nuestra izquierda teníamos una fenomenal vista de una gran parte de la Sierra de Espadán, comenzando con el Pico del Aljub a la izquierda.




Y a la derecha teníamos una extraordinaria visión desde Castellón y su puerto hasta al Penyagolosa a la izquierda. Pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver toda esta extensión de terreno de una vez y plasmarla en una sola imagen,  donde rememoramos nuestro paso en varias ocasiones por la Marató i Mitja que comienza en el estadio de Castalia en Castellón y que nos haría recorrer en una jornada toda esa distancia hasta llegar a Sant Joan de Penyagolosa.


Continuamos por la senda, que sigue un poco más abajo del vértice y hay un momento en que hay que estar atentos a un desvío que nos sale por la izquierda y que nos llevaría a hacer la segunda extensión del día y que nos llevaría hasta la Cova d'Alto.




En el transcurso veíamos a nuestra derecha la zona de los Órganos de Benitandús, uno de los lugares preferidos de nuestro amigo Kiquet, que desde aquí saludamos.









Llegamos a la Cova d'Alto, cuya entrada está encerrada entre un cercado de piedras, como si la cueva fuera la casa y el cercado la terraza. Esta cueva también tiene recorrido, pero como en la otra, sólo nos metimos un poco y después volvimos sobre nuestros pasos para continuar la senda que habíamos dejado.











Esta magnífica senda nos llevó a una pista que continuamos por la izquierda y que enseguida nos dejó en el Área recreativa de la Font del Montí.


Dispone de mesas y una fuente con estupenda agua, donde se pueden reponer las reservas.





Volvimos otra vez hacia donde había terminado la senda y continuamos por la pista. Un poco más allá vimos un cartel anunciando que había Batida de Jabalís y con la fecha de este mismo día. La verdad es que nos extrañó bastante porque no habíamos oído tiros en toda la mañana sino unos cuantos muy lejanos. De todas formas, como eran ya la una y media del mediodía supusimos que habrían acabado o que estarían acabando y continuamos por ella, aunque con los sentidos más alertas.


Más adelante vimos en un pino el anuncio del desvío por una senda a la derecha, La senda de Los Pepes y que era la que debíamos tomar y nos fuimos por ella.



La senda nos fue bajando hacia el Barranco de Las Clochas y comenzamos a recorrerlo.





Pasamos por El Maset y al poco vimos a lo lejos unas rocas con una curiosa formación en equilibrio.






Ahora ya por pista pasamos al lado de la cantera abandonada de las Minas de la Gronsa y llegamos a los coches dando por terminada esta ruta.


Esta ruta se recorre en la mayor parte por sendas y por la zona de la umbría, por lo que tiene mucha sombra y es ideal para hacerla en épocas en que se quiera evitar el Sol. No se evitará por ello el desnivel, que habrá que hacerlo de todas formas, con Sol o con sombra. La calidad de las sendas es magnífica y desde aquí agradecemos a aquellos que recuperaron las sendas antiguas y las mantuvieron y que trazaron las nuevas.
 
Los paisajes durante toda la ruta nos muestran el gran pulmón verde de Espadán y las vistas desde la antecima rocosa del Espino son fabulosas. Una ruta muy recomendable.



Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE.
 

1 comentario:

  1. Que gusto da ver esas sendas del Espino tan limpias, no hace muchos años estaban impracticables, es de alabar el trabajo que de forma desinteresada han realizado los Pepes de Onda.
    Este Espino es un estupendo mirador.
    Por cierto, ¿cuando vais al Desert?, si me cuadra...

    Un saludo.

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