Nos juntamos un grupo numeroso que no quiso perdérsela. A la cita acudieron Fina, Mari, Ana, Paco, Jose, Paco Escrivá, Kiquet, Miguel, Juan Carlos, Pepe, Juanma, Carlos y un servidor.
Llegamos a Segar, lo cruzamos por dentro y aparcamos a la salida del pueblo, siendo un poco más de las ocho de la tarde. Comenzamos a andar en principio siguiendo la carretera que llevábamos.
Un poco más tarde nos desviaríamos por una pista por la derecha, que se iría convirtiendo en senda. Una senda magnifica y típica de los paisajes de Espadán.
El Sol comenzaba a ponerse por algunas de las montañas y nosotros queríamos llegar a ver la puesta de Sol desde la Mola.
En alguna de las revueltas de la senda ya la veíamos asomarse, esperándonos.
Todo en cómoda subida llegamos a la pista del Camí de Segart a Sant Esperit y lo tomamos por la derecha.
Cuando estábamos cerca ya de la Mola tomamos una senda por la izquierda que nos fue subiendo hacia nuestro destino.
"Las flores de Paco". Conforme avanza el verano lo va teniendo más difícil, pero siempre habrá algo curioso.
Segart quedaba allá abajo.
La senda nos fue guiando hacia esa canal que se ve en la foto y por donde tendríamos que subir.
El paso por la canal no presenta dificultades, más allá de unas pequeñas trepaditas que la hacen más divertida.
Estaba yo mirando cómo evolucionaba el resto de compañeros en la subida por la canal cuando me avisaron desde arriba de que el Sol estaba comenzando a esconderse y como no quería perderme ese momento me di una carrerita para llegar a tiempo, porque aunque su avance es lento, es imparable.
Nos esperaba una puesta de Sol preciosa de la que intenté captar algunos de los momentos en su avance...ESPECTACULAR.
Una vez reunidos todos arriba nos dirigimos hacia la derecha para hacernos la foto junto al vértice. Aunque nos hicimos la foto de grupo, esta visita no la consideraremos como la ruta oficial de los vértices que vamos haciendo por toda la Comunidad, sino que prepararemos en su momento otra ruta con más recorrido.
Dejamos el vértice y nos dirigimos hacia el pilón que tiene la placa metálica con los nombres de las proximidades y buscamos un lugar para sentarnos a cenar a resguardo del viento, que allí soplaba una brisa fresca que agradecimos después de los calores que estamos viviendo este verano y que hizo que muchos sacaran ropa de manga larga de sus mochilas porque hacía fresquete.
En la cena hubo de todo y casi no hacia falta el bocadillo propio, jeje. Y hubo hasta una botella de Cava que trajo Jose para celebrar como se merece uno de estos momentos. Gracias, Jose y Mari por el detalle.
Después de cenar relajadamente y estar allí lo que nos pareció emprendimos el regreso, ahora ya equipados con los frontales, pues la noche se había quedado sin rastro de luna y bastante oscura. Bajaríamos por una senda distinta para hacer la ruta circular.
La bajada estuvo muy entretenida, con ese picor de aventurilla nocturna y con las continuas bromas.
Llegamos a la pista inferior y ahora sólo quedaba recorrerla tranquilamente hasta llegar de nuevo a Segart, que nos recibió con sus luces anaranjadas.
Allí nos felicitamos por haber vivido este agradable paseo y nos despedimos hasta encontrarnos en nuevas aventuras. Como decían en los dibujos animados: "Eso es to, eso es to, eso es todo amigos... Pero volveremos pronto con más di-ver-sio-nes..."
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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