...
Este sábado la ruta
propuesta era corta, cercana y sencilla. Haríamos la ruta del agua de Chelva. Recorridos
como éste los reservamos para la época veraniega, donde hace mucho calor para rutas con pretensiones, ya que quien quiera puede
darse un baño y refrescarse. Además, en este caso haríamos coincidir la zona de
baño con el final de la ruta.
Para esta ruta en forma de
ocho, saldríamos desde el Área Recreativa de Molino Puerto. Iríamos primero siguiendo
la ruta del agua paralelos al río hasta la antigua Fábrica de la Luz.
Volveríamos un tramo por el mismo camino y después subiríamos por los antiguos
barrios mozárabes y cristianos, por donde pasaríamos por un montón de fuentes.
Bajaríamos de nuevo al Área
Recreativa y Allí tomaríamos una pista por la derecha siguiendo el PRCV-93 (La
Mozaira-Chelva-Tuéjar), que coincide en un tramo con el GR-7.
Más tarde lo abandonaríamos
por la izquierda para bajar al río y cruzarlo por una pasarela de cemento enfrente de las
Casas de Olinches. Continuaríamos por una senda local que nos llevaría a un viejo túnel excavado en la tierra por donde antiguamente pasaba agua y que
tiene una longitud de unos 100 metros, por lo que es conveniente llevar frontal,
linterna o la del móvil.
Lo atravesaríamos y
llegaríamos a una zona en que el río hace un cañón y que se llama La Playeta por
la acumulación de sedimentos que le dan ese aspecto, donde los que quisieran se
podrían bañar y terminarían la ruta fresquitos.
A la cita acudieron Carmen, Nolo, Rafa, Manuel Carlos y un servidor. A las 7:30 ya estábamos en el punto de inicio con un día espléndido por delante y fresco en esas primeras horas de la mañana.
Comenzamos siguiendo la senda que va paralela al río en el sentido de la corriente, teniendo las aguas a nuestra derecha.
Una zona muy fresca y frondosa, donde brota agua por todas partes.
Antigua construcción en la otra parte del río. La naturaleza lucha por reconquistar lo que es suyo.
Llegamos a un paso sobre el río, donde a la izquierda hay una fuente. Nosotros seguiríamos las indicaciones de la ruta del agua para llegar a la fábrica de la Luz, tomando una pista ascendente.
Conforme subíamos teníamos una muy buena vista de la panorámica sobre Chelva, con el Pico del Remedio dominando en la derecha.
Al llegar arriba hay un poste explicativo de las Cuevas del Montecico. Se pueden ver en la pared de enfrente. Dicen que su origen es prehistórico y que más tarde fueron utilizadas como almacenes de grano en la época árabe, algo parecido a Les covetes dels moros en Bocairent.
Al llegar a la bifurcación tomamos la que desciende, siguiendo las barandillas de madera.
La senda nos bajaría hasta el río, caminando a su derecha y escuchando el rumor de las aguas saltarinas en un ambiente casi selvático que ofrecía una sensación de frescor muy agradable.
Así llegamos a los restos de la construcción llamada Fábrica de la Luz. Nada más pasarla hay una zona de descanso con una mesa de merendero donde se pueden rellenar unos cuantos botes de pura tranquilidad.
Después de admirar la paz de este punto nos dimos la vuelta volviendo por el mismo camino.
En este remanso de paz y frescor se encuentra este banco de madera, que podría estar en esa lista que nada tiene que ver con el dinero y que se llama: "Los mejores bancos del mundo".
Llegamos de nuevo a la pasarela sobre el río y la cruzamos, tomando la derecha por encima de la fuente, que nos subiría hacia los antiguos barrios moriscos y judíos de la población de Chelva.
Una vez arriba nos dedicamos a seguir las señales de la ruta del agua, caminando entre las estrechas callejuelas que te transportan a otra época.
A nuestra derecha vimos la Mezquita del Arrabal o Ermita de Santa Cruz, que por las dos religiones fue utilizada según la época.
Y continuamos caminando probando el agua de las numerosas fuentes que aparecen en las esquinas.
Esta casa a dos calles tiene un parecido a la famosa de Albarracín que todos solemos fotografiar cuando lo visitamos.
Preciosa siempre esta fuente por la que no pasa el tiempo.
Pasamos por delante de la casa del Consejo de la Villa y debajo de su arco se accede al Barrio Judío.
Llegamos a la plaza con su monumental Iglesia, donde los sábados se suele montar un mercadito.
Y pasamos por debajo del arco hacia la Calle de la Cuesta Palacio.
Tras terminar de cruzar el pueblo, la ruta nos iría bajando de nuevo hasta el Área recreativa donde teníamos los coches, terminando así el primer óvalo del ocho y nos dispusimos a almorzar "frugalmente", como siempre, en una de las mesas a la sombra. Tras los bocatas, Nolo celebraba su cumpleaños y nos obsequió con cava fresquito y buenos dulces ¡¡Felicidades!!
Una vez que estuvimos muy satisfechos volvimos un poco hacia atrás para tomar la pista que nos llevaría hacia el Camino de Olinches.
Más adelante la pista se bifurca. Recto se dirige hacia el Puente romano de la Mozaira, pero nosotros tomaríamos la de la izquierda en descenso que nos llevaría hacia el río. Tras una curva se llega a un camino fresco y muy frondoso cubierto de Chopos.
Llegamos donde la pista parece terminar y aquí gasté una broma a los compañeros. A la derecha estaba un paso sobre el río, pero el agua lo cubría como un palmo y con fuerza. Yo puse cara de preocupación y les dije que esto sí que era un imprevisto, ya que el agua nunca había pasado por encima en ese punto de esa manera, y ya se estaban planteando descalzarse cuando unos metros más adelante les descubrí la pasarela de cemento por la que se puede pasar sobre el río, jeje.
Una vez cruzado en seco el río hay que tomar una senda en la que se nota el rastro pisado, por el interior de un campo abandonado.
Y enseguida nos llevaría a atravesar el interior de un campo de perales abandonado.
Después una leve cuestecita y de nuevo a bajar a cruzar el barranquito por un cañar.
Una vez cruzado el cañar, tomamos la senda hacia la izquierda para acompañar al río.
La pista se ensancha en un lugar con dos mesas de merendero y un lugar que se aprovecha para el baño, aunque en este momento allí había bastante corriente.
Continuamos ahora por la senda acondicionada que nos iría llevando hasta el paso de Olinches.
Ya teníamos a la vista el comienzo del túnel, de unos 100 metros de largo a través de la montaña, y por donde era conducida el agua antiguamente hasta la central eléctrica.
Encendimos los frontales y para adentro. Al principio se puede ir completamente derechos, aunque hacia el final hay que agacharse un poco para no darse en la cabeza. Allí dentro la temperatura descendía varios grados.
Como se ve, el orificio de salida según veníamos nosotros es algo más bajo que el de entrada.
Aquí tenéis un pequeño vídeo que hizo Rafa mientras pasábamos por el interior.
Continuamos la senda y nos dirigimos hacia la izquierda para llegar a la zona principal de baño, aunque hay muchas aprovechables.
Aquí tenemos La Playeta, con el pequeño cañón que forman las paredes de roca. Un lugar de aguas transparentes donde refrescarse con un buen chapuzón.
Una vez terminado el baño tomamos la senda que va junto al río y en cinco minutos estábamos de vuelta en los coches.
Una ruta cómoda, fresca, con algunos alicientes y sin más pretensiones que salir a la montaña en estos días de calor y con el agradable añadido del baño final, que no todo va a ser "patir".
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
He puesto un filtro anti-spam. Los comentarios primero me los manda el blog a mi correo para aprobación y después se publican. Si cuando le dais a "enviar" aparece un mensaje arriba de la página, es que todo está ok. Vuestro mensaje aparecerá en breve.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.