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La ruta propuesta para este sábado era una por Vilafamés, Castellón, en la que caminaríamos por la cresta del Morral, subiríamos a la Penya del Corn y por último cruzaríamos les Penyes de Mallassén y el Barranc d'en Gil para regresar a la población.
Ya habíamos estado por la zona cuando hicimos la ruta para subir al vértice Peña pero hicimos otro recorrido. Entre los años 2010 y 2013 hicieron esta ruta muchos de los grandes compañeros blogueros y nosotros teníamos que hacerla algún día.
Al recorrido inicial le sustituí dos tramos de un track de Xavi (Goterris). El primero para evitar una gran lazada por pista y el segundo para no repetir el final de la ruta por el mismo sitio que a la ida y no tener que dar de nuevo la vuelta a la loma del Castillo.
A la cita acudieron Mari, Ángela, Pili, Jose, Nolo, Quico, Manuel Carlos y un servidor y un poco antes de las 8 ya estábamos en el punto de inicio preparados para disfrutar de un estupendo día.
Coincidió que se celebraba en Vilafamés un acto o reunión de los pueblos más bonitos, y éste sin duda es uno de ellos.
Callejeamos para salir de la población pasando por la Roca Grosa, una gran piedra de rodeno que han conservado como curiosidad en una de las calles y que está situada sobre un plano en equilibrio estable...de momento.
Salimos dirigiéndonos hacia el camino empedrado que da la vuelta a la población por el Oeste.
A lo lejos asomaba pintado de naranja en estas horas por el naciente Sol, el Penyagolosa.
Llegó un momento que nos salimos por la izquierda a la altura de una señal que indica Les Penyes de Mallassén, aunque primero nos dirigiríamos a la cresta del Morral.
La senda es una maravilla y nos lleva a través de una frondosa pinada.
Llegamos a una caseta donde a su lado nace crece pino centenario.
Vistas de Vilafamés y su castillo desde lo alto.
Nos acercábamos ya a las rocas de la parte superior y nos desviamos por un senderillo de ida y vuelta a la izquierda para ver unas paredes de rodeno.
Volvimos a la preciosa senda y continuamos el cómodo ascenso.
Aquí ya se comenzaba a poner la cosa interesante, con este primer paso muy bien equipado con grapas.
En esta pequeña faja no hay problema de paso, aunque, como siempre, hay que extremar las precauciones porque un tropiezo en lugares como estos sí que pueden suponer un problema.
Una parte especialmente chula y divertida.
Se suceden varias trepaditas hasta llegar a la cresta del Morral.
Una vez arriba en principio había que seguir por la parte de la derecha y siguiendo unos puntos verdes.
En esta piedra vimos la marca pero al asomarnos arriba no estaba muy claro por donde seguir, pero como sólo se podía por un sitio pues para allí que tiramos bajando por una roca y después ya continuaba la senda hacia la derecha.
En muchos momentos el recorrido nos lleva a la parte superior.
En la montaña de nuestra izquierda se veían las antenas de la Penya del Corn, donde iríamos a continuación.
En una de estas rocas con muy buenas vistas nos detuvimos a almorzar.
"La Cosa", miembro de los Cuatro Fantásticos".
Ya pudimos saborear los primeros madroños de la temporada.
Ahora la senda nos iría bajando por la parte izquierda de la Sierra del Morral.
La senda nos llevaría a una pista que continuamos por la derecha hasta que a la altura de la línea eléctrica que sube a las antenas, nace una senda por la izquierda, que nos fue subiendo en muy buenas lazadas.
Ya se veía que por esa caries de la derecha es por donde tendríamos que pasar.
Y llegamos a otro par de pasos también muy bien equipados y divertidos.
El Penyagolosa de nuevo.
Llegamos a la parte superior de la Penya del Corn y volvimos a visitar su vértice.
Las antenas del Bartolo.
Continuamos por la pista. En el siguiente desvío hay que mantenerse a la izquierda y después, siguiéndola, se llegaría a la carretera y a les Penyes de Mallassén.
Un poco más allá de ese desvío a la izquierda, yo había incorporado un tramo del track de Xavi, en el que saliendo por la izquierda por una vieja pista, se seguía por unos bancales y después una senda y se ahorraba así un buen rodeo de pista, además de ser más entretenido.
En la ruta nosotros nos pasamos el desvío de la vieja pista de la izquierda y quisimos después enlazar con el track previsto siguiendo por los bancales. No nos fue muy mal hasta que llegamos casi a la pista, donde nos tuvimos que abrir paso entre una zona un poco más tupida de pequeñas carrascas. En el track que he subido he modificado este tramo volviendo a poner el que nosotros queríamos hacer en un principio, pero si de todas formas se quiere una bajada cómoda, sin pincharse un poco, pero sin aventura, se puede continuar por la pista.
Estos son los últimos metros de campo a través de los que os hablaba, que tampoco nos supuso una gran dificultad, eso sí, mejor con pantalón largo este tramo.
Llegamos a la pista y siguiéndola llegamos a les Penyes de Mallassén. Subimos a ellas y vimos el barranco por donde había que bajar.
Aquí unos cuantos tomaron la opción de continuar por la carretera y en 15 minutos estarían en el pueblo. El resto fuimos por la parte derecha a buscar la bajada, indicada en este punto por unas tímidas fitas de piedra.
Más adelante y de manera intuitiva, pues se echan de menos algunas marcas de pintura, fuimos bajando de cuerda en cuerda, haciendo el descenso muy interesante.
En el punto donde está tomada esta imagen inferior había antes una escala de madera que se pudrió por el paso del tiempo y está hecha trozos un poco más allá. El que ahora sólo esté la cuerda hace la bajada de esas rocas algo complicada (y menos mal que está la cuerda). Ahí veis a Quico cuando ya había conseguido asegurarse y parece más fácil de lo que es, porque él tiene las piernas muy largas. En este caso bajar era entretenido pero subir sería bastante costoso por la altura y que las rocas al ser redondeadas no presentan puntos de agarre. Si se está acostumbrado, se baja sin mayor problema.
Por ahí hemos bajado de las Penyas de Mallasén, pero.... ¿por dónde?
Llegamos al fondo del Barranc d'en Gil, por el que parece que no pasa mucha gente y nos enganchamos en alguna que otra zarza. Además hay un punto de duda, pues había una fita caída a la izquierda y una senda que continuaba recto. En principio continuamos recto pero al rato nos dimos la vuelta ya que cada vez aquello se complicaba más. Una vez en la fita caída de la izquierda continuamos por la senda y ya sin ningún problema subimos a la ladera de la izquierda del barranco y continuamos lateralmente hasta llegar a la Roca Badá, pasando entre las dos moles.
Más allá llegamos a la caseta donde se encuentra el pino centenario visitado en la mañana, pero en lugar de volver por el mismo sitio, acoplamos otro tramo de Xavi y tiramos por una senda casi perdida hacia abajo. Hay que estar atentos al gps para seguirla. Al final esta senda se une al camino empedrado que nos llevaría a la población sin tener que dar la vuelta a la loma del Castillo y ahorrándonos un buen trecho, aparte de hacerlo más entretenido.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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