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Esta semana nos iríamos a tierras de Alicante para subir al vértice geodésico nº 228 en altura de la Comunidad Valenciana: Miserat, situado en el Término Municipal de Vall de Gallinera, Alicante. Habíamos querido venir el año pasado pero en las fechas en que lo intentamos se corría un rallye por estas carreteras y estaba todo cortado.
Desde Benirrama subiríamos a lo alto de la Serra Foradada, al vértice y visitaríamos el Castell de Gallinera.
El perfil tenía la silueta de los buenos, primero subir y después bajar. Así que enfilamos por muy buena senda empedrada hacia la parte superior de la Sierra Foradada.
Benirrama, donde habíamos dejado los coches, iba quedando lejos rápidamente y con lo empinado de la senda también cogíamos altura con facilidad.
Llegamos a la parte superior de la Sierra y la pendiente nos dio un descanso, porque ahora caminaríamos por una zona cómoda hasta la siguiente montañita donde se encuentra el vértice. En esta parte había rastros del gran incendio del año pasado.
Allí enfrente se encuentra el vértice.
La senda nos llevó a una carreterilla asfaltada y después nos desviamos por la izquierda para iniciar la subida al vértice.
Subiríamos por la pista hasta la caseta forestal y en una de las curvas vimos a lo lejos una oveja solitaria que se había separado del rebaño.
La Serra Segaria.
Y el Mongó al fondo-
Estuvimos hablando con la vigilante de la caseta forestal y desde allí había vistas muy extensas pero casi todo quemado. No nos pudimos hacer foto del vértice en esta ocasión porque se encuentra ubicado en el tejado de la caseta.
Allí mismo buscamos un buen lugar para almorzar y procedimos al disfrute del almuerzo con vistas.
Para bajar y no repetir lo hicimos por la parte de atrás de la caseta. Hay una senda pero como el terreno está quemado, a veces no es fácil seguirla. Nos fue haciendo zetas y bajamos cómodamente hasta la carretera donde habíamos iniciado la subida.
Al poco de llegar al Barranc de Fernando hay que estar atentos para salir de la carretera por la izquierda en ligera subida y tomar una antigua pista de tierra que enseguida se convierte en senda.
Ya veíamos enfrente nuestro próximo objetivo, el Castell de Gallinera.
El castillo todavía es inexpugnable y sólo se puede acceder a él por una rampa muy tapada por las hierbas que a veces ofrece pérdida y se llega a una puerta enrejada cerrada con dos candados. No recomiendo subir hasta aquí ya que no hay nada que ver.
Bajamos y continuamos nuestro recorrido admirando las vistas que valen mucho la pena de todo el valle.
Vista atrás hacia el Castillo.
Y con el verde de los cerezos en las retinas llegamos a los coches y dimos por terminada esta ruta.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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