Esta semana José Manuel tenía en cartel la ruta de entrenamiento que hacemos una vez al mes, en vistas a prepararnos para la Castellón – Morella de finales de Marzo. Como esta ruta -no competitiva- la dificultad la tendrá en la distancia (hay que hacer unos 60 km., de Castellón a Benasal, el primer día y unos cuarenta y algo el segundo, de Benasal a Morella), hay que preparar los pies y las piernas para soportar o para ver si somos capaces de soportar esas largas distancias.
En esta ruta, según los GPS, a la mayoría les dio que habíamos hecho unos 51 km., entre ida y vuelta, aunque habrá que esperar a que José Manuel coteje el track en el ordenador para saber la distancia correcta.
A las 6’45 ya estábamos en Borriol y comenzamos la marcha. Todos con los frontales pues era noche cerrada y además estaba nublado, por lo que sin ellos no se veía ni torta. En seguida comenzamos a subir y subir, lo que hizo que sobrara la primera capa de ropa.
El recorrido se hacía ameno porque el firme sobre el que pisas cambia continuamente: mucha senda, algo de pista, subidas, bajadas.
Dioni me iba contando que cuando ellos hicieron la Marató i Mitja pasaron por trozos de este GR y que tuvieron que sortear, bueno, sortear no, sino meterse de patas en algunas ramblas con agua, sobre todo en la enorme Rambla de la Viuda. Pero a pesar de lo que ha llovido este invierno, la rambla aparecía seca, sequísima y no nos tuvimos que mojar todavía los pies.
Almorzamos en una pequeña ermita que hay en La Bassa de Les Oronetes y continuamos hasta Les Useres. De cuando en cuando se oían los disparos de las escopetas de muchos cazadores que apurando la veda querían acabar con la munición, e incluso unos estaban tirando al plato.
El ritmo que llevábamos era muy alto y esto hizo que fuéramos en dos grupos. En el primero, del que tiraba Kiquet, íbamos él, María Jesús (que es de otra Galaxia), Dioni, Manu, Greta (su perrita Beagle) y yo. Teníamos previsto volver a parar en la misma ermita para comer pues había unos arcos que nos podían proteger de la lluvia. Como íbamos adelantados, comenzamos a comer y cuando llevábamos un rato apareció el segundo grupo. Menos mal, porque acto seguido empezó a llover con mucha fuerza y cayó una granizada. Los que habíamos llegado primero ya habíamos terminado de comer y nos estábamos enfriando, así que en cuanto se pasó la granizada, le echamos valor y continuamos el recorrido. Manu se quedó con su padre y su hermana y lo cambiamos por Fernando. No paró de llover y chispear casi en toda la vuelta, aunque llegando a Borriol hasta el Sol dio unos candilazos. Claro, la ruta es tan larga que hay tiempo para todo.
Comenzamos a las 6’45 y Fernando y yo llegábamos a los coches a las 16’55 y Kiquet, María Jesús y Dioni, que la última bajada la hicieron trotando, unos 10 o 15 minutos antes. Cuando, una vez cambiados y mientras comíamos unas naranjas, esperábamos al resto haciendo estiramientos, fue cuando le dije a Fernando: "Fernando, si se te cae un Euro, no me agacho a recogerlo" y me acordaba de cuando hice el Camino de Santiago y tras haber hecho prácticamente la etapa diaria con el mochilón a la espalda, se me caía el bordón al suelo, que no sabía si agacharme a por él o dejarlo para siempre.
EPÍLOGO: De las rutas extralargas que he hecho ésta ha sido en la que mejor me he sentido. Ni me salieron ampollas, ni me dolió la rodilla ni nada y todos nos marcamos unos buenos tiempos y nos permitíamos trotar en las bajadas. Los pies agradecieron el terreno. Al ser muy variado supongo que no hacía que se machacara una misma zona del cuerpo. En cambio en la ruta de la Vía Verde de Ojos Negros, las plantas de los pies me ardían de tanto caminar sobre el monótono asfalto.
Doy gracias por haber terminado bien y todavía con fuerzas, porque al comenzar no las tenía todas conmigo y temía que iba a ser una carga para los demás. ¡¡BIEN!!
P.D.: Disculpad que esta vez no haya puesto casi fotos pero con la marcha que llevábamos ¡como para pararse a hacer fotos! Y además en cuanto empezó a llover, la cámara fue a la mochila y ya no quiso salir de allí.
Podréis descargar el track clicando aquí: ROCACOSCOLLA.
Un saludo a todos.
Pablo.
Quería compartir con vosotros que he estado buscando por todas partes unas zapatillas que, además de ser chulas fueran muy anatómicas y muy cómodas para andar kilómetros y kilómetros. Algo verdaderamente ergonómico de verdad.
ResponderEliminarPor fin, me he comprado unas zapatillas MBT y he descubierto que son fántasticas para la espalda y para las piernas. No hay nada igual. Estoy superencantado.
Ahora ofrecen 3.000 euros a quien pruebe las zapatillas en una aventura:
http://www.elcaminombt.com/index.php?secc=2
Saludos