¡¡EUREKA!! ¡La encontramos!
Podríamos decir lo mismo que Arquímedes cuando descubrió, dicen que tomando un baño, lo que le llevó después a la formulación de su famoso Principio de la hidrostática: ¡¡Eureka: la encontramos!!
Tras varios intentos, por fin este sábado pudimos, por casualidad, hacer una ruta con nieve, pero con nieve encima, ya que estuvo nevando desde el primer momento.
Este sábado José Manuel había propuesto una ruta bastante lejana y que había calificado como de dificultad alta, por lo que Kiquet, como suele ser costumbre propuso otra alternativa más cercana y más fácil. Como este sábado yo no podía desplazarme tan lejos, decidí apuntarme a la de Kiquet.
Se trataba de hacer uno de los senderos del PRV-177, concretamente el que corresponde a La Mazorra, por la zona de Utiel en dirección a Benagéber. Cuando atravesamos el portillo de Buñol y el área de Ventamina vimos que por esa zona ya estaba nevando con regularidad y comprobamos con alegría que al llegar al Restaurante Casa de Medina, que era donde íbamos a empezar a andar, también nevaba tímidamente.
En el pelo de Almudena y en su mochila también se íban depositando los copos. Era agradable oir el leve crujir de la nieve recién caída en el silencio que reinaba por la ausencia de viento. Seguía habiendo lugar para las conversaciones importantes.
Pasamos al lado de una balsa de recogida de agua que estaba completamente helada y empezó otra vez el clásico juego de "a ver quién rompe este hielo y que no, que no, que me soporta" y ahí tenemos a Kiquet y Toni comprobando la consistencia de la capa de la superficie.
Como otras veces se ha acabado rompiendo por la insistencia, puse la cámara en modo grabación por si acaso se daba un momento gracioso y aquí os dejo la grabación, en la que se escucha lo bien que lo estábamos pasando y al final hay un momento de patinaje artístico protagonizado por Toni.
Pincha aquí si no puedes ver el video:
VER VIDEO.La nieve sigilosamente seguía su lento trabajo de alfombrar la ruta y lentamente conseguía su objetivo.
El grupo seguía caminando con paso decidido y dejando huella por donde nunca había pasado nadie.
Almudena y Eva continuaban siendo sepultadas por la nevada. No pararon de darle al pico en toda la ruta espantándonos la caza, por lo que esta vez no pudimos traer a casa ningún jabali para la comida.
Un poco más tarde llegamos al vértice geodésico de Marisancho pero como seguía nevando no sabíamos dónde parar a almorzar. Kiquet se decidió porque nos cobijáramos en una pinada cercana y allí, de pié, nos decidimos a reducir el peso de las mochilas. Mary trajo caldito caliente para todos.
Sin esperar mucho porque nos enfriabamos nos pusimos de nuevo en marcha.
En las bajadas había que tener cuidado porque ya empezaban a encontrarse resbaladizas.
Creo que por ver estas imágenes en vivo merece la pena levantarse pronto de la cama y pasar un poco de frio.
Un momento para el romanticismo con unas imagenes un poco retocadas.
No era porque mi dedo temblara por Parkinson, es que no podía parar de fotografiar.
Al llegar a este punto subimos por la izquierda y nos encontramos con algo tan vergonzoso como lo que muestran las fotografías. Decenas de cartuchos de todos los colores que se supone que por ley (y por ética) los cazadores debían haber recogido después de disparar.
Continuamos disfrutando de lo que nos salía al paso hasta que encaramos una dura subida hasta lo alto de La Mazorra.
Nos hicimos una foto de grupo e iniciamos el descenso. Aquí había que tener más cuidado para no resbalarse. Afortunadamente todos salimos bien librados.
Llegando a la urbanización cerca de los coches hubo un momento de tirarse bolas de nieve en que no te podías fiar de nadie.
Me llamó la atención esta capilla que hay entre los chalets y que combina unos arcos ojivales cubriendo el lugar del altar para dar la sensación que querían conseguir las catedrales góticas de ascensión a los cielos. Para la gente del mundo del sendero también podrían estar inspiradas en los arcos que todavía se mantienen en algunas de las neveras que nos encontramos de vez en cuando por las sierras.
Una ruta muy agradable de hacer que se vio aderezada por la constante nevada que, "sin pasarse", como décía Joaquín Prat en "El precio justo", nos acompañó todo el camino. Cuando llegamos a los coches, como era una buena hora, entramos en el restaurante para hacernos, esta vez sí que todos, una cervecita o un café.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podréis descargaros el track clicando aquí:
PABLOONCE
Grande Toni !!
ResponderEliminarMuy bueno lo de poner el video Pablo.
Un saludo
Qué nevada nos ha caido por nuestras montañas, supongo que será la última del año, aunque con este tiempo... nunca se sabe.
ResponderEliminarMuy bueno el video!