"Las rutas Matrioskas"
En las rutas, a no ser que estén compuestas por muy poca gente, se producen grupos y cada grupo hace un poco su propia ruta dentro de la ruta. Es algo parecido a las Matrioskas, esas muñecas rusas que van una dentro de otra.
Es normal, ya que por lógica y debido a la distancia, los que están más próximos van hablando del mismo tema y comentando lo que ven y, por supuesto cada uno de los grupos "en acabando" la ruta habrá disfrutado de algunas vivencias distintas y hasta puede que tengan diferentes puntos de vista sobre la misma ruta que han andado todos ellos. Es parecido a lo que pasa con las "suegras" o las "madres", dependiendo de en qué lugar se ponga uno. En este sentido os reproduzco una situación que narra Anthony de Mello en su libro titulado "Un minuto para el absurdo":
"Un señor preguntaba a una madre: ¿Cómo está tu hija?... ¿Mi hija? ¡No sabes la suerte que ha tenido! Se casó con un hombre maravilloso que le ha regalado un coche, le compra todas las joyas que quiere y le ha puesto un montón de sirvientes... incluso le lleva el desayuno a la cama y le permite levantarse a la hora que quiera ¡Un verdadero encanto de hombre!
¿Y tu hijo?... ¡Ése es otro cantar! ¡Menuda lagarta le ha caído en suerte...! El pobre le ha regalado un coche, la ha cubierto de joyas y ha puesto a su servicio no sé cuántos criados...¡ y ella se queda en la cama hasta mediodía! Ni siquiera se levanta para hacerle el desayuno..."
Volviendo a la excursión, esta semana José Manuel propuso hacer una ruta de unos de los libros de Esteban Cuéllar. Se trataba de hacer Alcublas-Oset/Oset Alcublas, una ruta lineal de ida y vuelta, salvo un pequeño tramo. En total 18 km pero fáciles de hacer ya que no tienen apenas desnivel.
Poco más tarde se presentó ante nosotros una empinada cuesta que hizo que nos fueramos quitando alguna de las capas de ropa que llevábamos encima.
Son muy numerosas en esta zona las antiguas masías y casas en ruinas. Siempre me paro a pensar en los momentos de alegría y de tristeza y en las conversaciones y temas que se habrán hablado en ellas cuando estaban en su apogeo y en que sus habitantes no eran conscientes de que algún día ese lugar entonces tan acogedor, perdería en el futuro todo rastro de vida y tendría este aspecto. Bueno, "es la vida", como dicen los franceses... y nosotros ¡qué carajo!
Las sendas nos conducen entre frondosas pinadas y también hay lugar en ellas para grandes conversaciones en las que los semblantes se muestran atentos para no perderse detalle.
Junior, Manolo y yo nos fuimos adelantando y para animar al grupo (o esa era la intención) me puse a silbar por el walkie una tonadilla de una marcha militar de otros tiempos, siempre buscando el lado brillante de la vida y como dice el protagonista del siguiente video: "Cuando tu vida esté en ruinas, no te quejes y ponte a silbar. Silbar te ayudará a mejorar las cosas..."
Llegamos a Oset y almorzamos cómodamente sentados en unas grandes mesas de piedra que hay junto a un paellero a la salida del pueblo. La avanzadilla habíamos visto otro buen lugar a la derecha de la Iglesia, en una plaza en la que hay un gran banco de piedra que la circunda y una fuente en el medio.
A la vuelta seguimos entre pinos y viendo más casitas derruidas. No serían otrora unas casas cualquiera, ya que las que vemos están enriquecidas con arquitos de piedra de caprichosas formas, tanto de medio punto como estos simulando una tímida ojiva. En otros sitios se acaba muy pronto poniendo una viga de madera "atravesá".
Esta ruta como no tiene casi desnivel, no nos ofrece grandes vistas ni paisajes apabullantes como solemos tener en otras, lo que no quiere decir que no tuviéramos buenos momentos y es que hay que hacer como dice George Bernard Shaw: "Uno debe levantarse y buscar las oportunidades y crearlas si no las encuentra".
Aquí estamos en uno de los momentos en que esperábamos al grupo, bromeando con Junior.
En las rutas, como en las pasionales historias de amor, tan pronto eres el primero como el último. En esta ocasión Kiquet, que había estado cerrando el grupo, tomó la delantera. En la tercera imagen estamos esperando a que José Manuel se decidiera y nos dijera por el walkie si debíamos seguir por la senda o volver a bajar al barranco. Momento de espera en que también nos reimos bastante.
Continuamos la marcha por dentro del barranco.
Hay veces en que el cauce se estrechaba entre piedras lamidas por el paso de las corrientes. En el tramo final, Manolo, Ivelina, Mª Ángeles y yo nos empezamos a distanciar bastante, pero no porque fueramos rápidos, sino porque íbamos hablando y la ruta no ofrecía dificultades de pérdida. En la segunda imagen se puede comprobar cómo hacíamos caso a Bernard Shaw y nos lo pasábamos muy bien. Mª Ángeles era la primera vez que venía y estaba en todo momento muy contenta. Llegando al pueblo y tras 18 km iba andando con una mano en el bolsillo como si hubiera ido de paseo. Creo que repetirá con nosotros más veces.
En la tercera imagen nuestro minigrupo de 4 tomó la senda que hicimos por la mañana, aunque habíamos acordado que a la vuelta iríamos por el lecho del arroyo seco y enseguida que encontramos un lugar por donde bajar, retomamos el barranco sin que nadie se diera cuenta. Pero no se lo diremos al grupo. De todas formas esto no lo lee nadie... jeje.
Y cuando los 4 llegamos al pueblo bastante adelantados, decidimos buscar un bar para tomarnos una cerveza y amenizar la espera, pero el bar estaba bastante lejos y cuando estábamos pidiendo nos llamó al orden José Manuel por el walkie diciendo que volviéramos porque iban a hacer la foto de grupo. Pedimos latas para poder irnos con ellas y cuando estábamos llegando aun tuvimos que darnos una carrerita para colocarnos. La foto, en plan de auténtico paparazzi, que nos hizo JM padre, a mí me parece divertidísima y una clara muestra de cómo le pudimos sacar partido a una ruta que no contaba con muchos alicientes y en la que al final nos lo pasamos muy bien.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podréis descargaros el track clicando aquí:
ROCACOSCOLLA.
Pero que excursiones me pierdo, Pablo. Me gusta mucho tu estilo narrativo y al leerte, me digo: ¡Qué bien nos lo pasamos! Esperando ya el siguiente sábado.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Yo os iva a hechar un recadito pero leido te espiritu senderil, aun tengo que darte las gracias por esperarnos y felicitarte como siempre por tu cronica, un saludo Jose
ResponderEliminarQué explicación más chula!!
ResponderEliminarPa_Blog, pa mí un 10!!
Un abrazo!
He borrado un comentario que había hecho un tal "anónimo" que me parecía inapropiado.
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