2015 - Enero - Subida y vuelta al Penyagolosa desde Sant Joan / A+ 900 m / 17,28 km

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Este sábado, por ser la primera del año, íbamos a empezar por todo lo alto y por ello nos iríamos a subir y darle la vuelta al Peñagolosa. Para muchos, entre los que me incluyo, es la montaña más emblemática de la Comunidad Valenciana, ya que el Cerro Calderón, aunque sea unos metros más alto, para mí es meramente anecdótico, ya que ni es pico, ni tiene vistas, ni es atractivo. En cambio esta cima lo tiene todo.

Cuando hicimos la ruta nº 2 de los Más de Mil, ponía en la crónica unos vídeos y en uno de ellos, perteneciente a la película “El Cantante”, Rubén Blades decía esto:

“Yo, soy el cantante, que hoy han venido a escuchar…lo mejor del repertorio a ustedes voy a brindar…”

Y eso es lo que hemos intentado hacer con el proyecto de los Más de Mil y espero que entre todo el grupo lo hayamos podido hacer realidad. 134 rutas exigentes y aventureras. Hoy volveríamos al Peñagolosa, justo un año después de haber terminado aquél trabajo que entonces nos parecía un reto muy difícil de superar.

 Para llegar al punto de inicio seguiríamos la A-7 hacia Castellón, CV-10 hasta la salida nº 33 y por la CV-15 pasaríamos por la Vall d’Alba. Nada más pasar La Pelejaneta nos desviaríamos por la izquierda cogiendo la CV-170, que nos llevaría hasta Atzeneta del Maestrat. Continuaríamos por la CV-170 y cruzaríamos Vistabella y al poco de salir del pueblo cogeríamos un desvío por la izquierda que nos llevará hasta Sant Joan de Penyagolosa, donde aparcaríamos en las cercanías del Ermitorio.

Comenzaríamos subiendo por el Barranco de la Pegunta, Font Nova, hasta el cruce de La Bañadera. Desde ahí a la derecha hacia El Corralico y emprenderíamos la subida al pico por la senda.

Para bajar, utilizaríamos una senda que no hemos hecho y que he tomado de un track de Goterris y que nos llevaría a la Nevera del Penyagolosa y a partir de aquí comenzaríamos a dar la vuelta al pico en sentido contrario a las agujas del reloj, pasando por la Font del Pas y el Cantal de Miquelet y veríamos de cerca la mejor vista del Penyagolosa, la cara Sur con sus estratos rosáceos, pasaríamos por la Cova del Sastre y comenzaríamos el regreso por el PRCV-79.

Al rato introduciríamos otra variación, ya que nos iríamos por una senda a la izquierda para pasar por la Font Trobada. Al llegar al Corralico nos desviaríamos por la izquierda para llegar al Freixe de la Cambreta. Pasaríamos por la Font de la Cambreta y, por la Lloma del Conill regresaríamos al Ermitorio y a los coches.

Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre el track para que os hagáis una idea fiel del recorrido:

A la cita acudieron Mari, Ángela, Pili, Ana, Jose, Manuel Carlos, Paco, Quico, Mariano y un servidor y siendo las 7:30 algo pasadas llegamos al Monasterio de Sant Joan, donde hacía una temperatura de -3 grados. Pero como no hacía viento, la sensación térmica no era de mucho frío.

Comenzamos a caminar hacia el Barranco de la Pegunta, por el cual comenzaríamos a subir.

Enseguida pudimos comprobar en los restos de agua que veíamos que por allí había hecho bastante frío.

No todo se había congelado. El agua que nacía en las proximidades de la Font Nova, aún corría barranco abajo.

Fenomenal este barranco.

No esperábamos ver nieve y nos sorprendió esta primera muestra.

 
 Llegamos al cruce de caminos de La Banyadera y allí los restos de nieve eran más evidentes.

 En esa loma se encuentra la cima del Penyagolosa y en sus faldas ya se apreciaba más acumulación.

Comenzamos la subida, en la que en algunas ocasiones teníamos que tener precauciones para no resbalar con las placas de hielo.

El día se presentaba magnífico. Sin viento, con la temperatura en ascenso y un Sol espléndido y brillante. A eso se añadía un día muy claro y despejado que nos ofrecía la posibilidad de contemplar unas imágenes muy lejanas.

 

Cuando llegamos al refugio hicimos una breve parada para reagrupar.

Oímos ruidos por arriba y vimos un rebaño de cabras que se mostraban bastante confiadas. Más tarde nos cruzamos con dos forestales y un cazador con su escopeta al hombro que portaban en la espalda la cabeza y la cornamenta de una de ellas. Aunque no escuchamos un solo tiro en toda la mañana.

 

 Ya nos quedaban sólo los últimos metros para llegar arriba, tras una gran lazada.
 

 Las vistas cuando llegamos a la cima eran una pasada, con el Sol reflejándose en el mar, por lo que lo intentamos capturar con nuestras cámaras.

La canal que todavía tenemos pendiente y por la que subiremos en otra ruta.

Yo me desplacé al otro pico, donde se encuentra la caseta para hacer una foto al grupo desde allí.

Ante esas magnificas vistas y la ausencia de viento no pudimos desperdiciar ese lugar para sentarnos a almorzar. Con el solecito se estaba de lujo y costó volver a levantarse.

 Cuando conseguimos despegarnos de allí comenzamos el descenso.

No lo íbamos a hacer completamente por donde subimos, sino que al poco de bajar cogimos una senda que partía hacia la izquierda. Me había marcado esta variante sacándola de un track de Xavi (Goterris), aunque él la cogía un poco más abajo y la realidad del lugar por donde circulaba la senda se diferenciaba un poco de las indicaciones del track en esos primeros tramos. Aunque sabemos que el track es una orientación, pero la senda era evidente al principio.

El único momento que puede ofrecer duda es cuando hay que desviarse hacia la izquierda para continuar con el track. Quizás la presencia de nieve nos ocultaba alguna senda clara, pero intentamos seguir la línea del gps y no tuvimos problemas. 

  

Después el track de Xavi se iba hacia abajo, pero como circulábamos por una senda clara, decidimos seguirla y más tarde nos llevó a enlazar de nuevo con la que Xavi había marcado.

 

Fantásticas sendas las que nos llevaban ahora hacia la Font del Pas.

En la Font del Pas hay un agujero en la pared que aún conserva agua en su interior y el tronco que servía de abrevadero está bastante deteriorado.

Ya comenzábamos a dar la vuelta al Penyagolosa y nos dirigíamos hacia el Cantal de Miquelet.

Ya en la parte de atrás comenzamos a ver asomar el Penyagolosa mostrándonos su cara Norte, la más bonita.

Y su canal, por donde subiremos en alguna ruta.

Las vistas a la derecha tampoco tenían desperdicio y esto parecía como un partido de tenis cuando estás viéndolo desde la pista, que la cabeza te va de lado a lado.

Fantástico el Montgó asomando al fondo de la imagen, un poco a la derecha, a tanta distancia. Derecha...

Izquierda...

Derecha...

 Izquierda... Estoy enamorado de esos estratos rosáceos.

Con el zoom pudimos ver que había un grupo que tenía toda la pinta de que se habían metido en un "fregao", porque estaban en un hueco que no tenía salida y lo único que podían hacer era bajar.

A la derecha del Penyagolosa y El Portellás, el Tossal de Fraga también plantaba cara. 

Precioso por donde lo mires.

Aumentando con el zoom vimos que en el vértice ya había otros grupos menos madrugadores.

Seguimos con la senda y nos encontramos con la Cova del Sastre, que es un abrigo en la roca.

Nos incorporamos al PRCV-79 y comenzamos a subir. Hay una pista un poco antes que sube dando lazadas pero nosotros preferimos siempre la senda y además ésta subía en línea recta.

Aquí la pista con sus lazadas.

A la derecha y al fondo se veían la Sierra de Espaneguera y paralela a ella la Sierra de Engarcerán, donde hicimos dos buenas rutas.

Seguimos un tramo por la pista y después habíamos planeado continuar por el PR, que se sale de la pista por la derecha y circula casi paralelo a ésta. 

Según el mapa, la Font Trobada debía estar próxima al inicio de la senda, pero transcurrió bastante rato hasta que la vimos. Quizás por eso tiene ese nombre, porque cuando crees que ya no la vas a encontrar al final la "trobas" ("encontrar" en valenciano).

El agua de la  fuente estaba totalmente congelada. Parecía que la intensidad del frío que debió hacer allí en algún momento, paralizara el tiempo y hasta el pequeño chorrillo se había quedado detenido mientras caía.

Llegamos al Corralico, donde se cerraba el primer círculo de nuestro "ocho" y comenzaba el otro y nos dirigimos hacia La Cambreta. Un poco antes de llegar a la Masía había un laguete congelado y Mariano y Ángela no pudieron resistir la tentación de probar su consistencia, y como tenía varios centímetros, se pusieron a patinar sobre él.

 

Después del espectáculo, continuamos hacia La Cambreta mientras Mariano y yo aprovechábamos para degustar algún que otro polo de nieve e incluso Jose me acompañó cuando le propuse que nos hiciéramos un escarchado con un licor espirituoso que él llevaba. No hay que desperdiciar estas ocasiones, que después son escasas. La temperatura era ya tan buena que parecía que estábamos en primavera y yo me quedé en manga corta, aunque era 3 de enero.

Pasamos la Masía de la Cambreta y fuimos bajando hacia la Fuente del mismo nombre. Una fuente preciosa en la que además el hielo, al congelar el agua que escurría había dado lugar a unas formas sugerentes. Cargamos agua de este caño, que estaba estupenda.

Ahora ya quedaba sólo un paseo hasta el final y compartimos recorrido con el que hace la Marató y Mitja antes de terminar en Sant Joan y algunos recordábamos lo cansados que estábamos cuando llegábamos aquí con más de 60 km en nuestras piernas, tras haber salido de Castellón.

Con todas las fuentes congeladas no sabíamos donde podríamos proceder al baño de pies.

Por suerte la fuente de abajo, la que está junto a los aseos todavía se permitía un hilillo de agua, eso sí, muy fría. Sacamos las neveritas y nos pusimos a comer y en los postres, Jose sacó una botella de Champán con la que brindamos deseándonos felicidad y buenas rutas, dando por acabada esta jornada senderista.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE