0447 - Vértices Geodésicos C.V.: Cid (110 m) /400 m / 11 km

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Este sábado volvíamos otra vez a la zona de la Vall de Segó, donde hemos estado en dos ocasiones en las últimas semanas. Esta es la segunda ruta que nos llamó la atención cuando hacíamos la ruta de El Tabalet y la Creu de Quart, que en la lejanía nos atraían como cantos de Sirenas. 

Una era la ruta de la cruz blanca en El Alto de la Frontera, que se veía a lo lejos pintada en la pared de un acantilado. La otra eran las Torres y el Castillo de Almenara pero uniéndolo con el Vértice del Alto del Cid, en la otra parte de la autovía.

Comencé a ver si había algo ya hecho por la zona y con fortuna me encontré con que nuestro buen amigo Simón Corresendas había hecho justo lo que me proponía ya en el 2015. Es un crack. Por ello me aproveché y lo único que hice fue cambiar el punto de inicio para que estuviera en el medio del ocho que forma esta ruta y así hacer un poco menos pesado el regreso, aparte de incluir un trocito más de senda en lugar de toda la carretera.

La ruta sería subir al vértice geodésico nº 447 en altura de la Comunidad Valenciana, con 110 metros de altitud, situado en el Término Municipal de Almenara, Castellón.

Como digo, saldríamos del medio del ocho y nos dirigiríamos hacia la montaña de Almenara caminando hacia el Oeste y pasando por la parte inferior de la falda de ella.

Al llegar al extremo tomaríamos una senda que nos subiría a la primera torre, después al Castillo y después a la otra torre, bajando por la parte contraria. Volveríamos hacia el punto de inicio y seguiríamos hacia el Este para comenzar la segunda parte de la ruta.

Subiríamos y bajaríamos un pequeño cortafuegos que nos llevaría a un paso inferior para cruzar la autovía. Subiríamos al vértice Cid, bajaríamos hacia el Este y volveríamos a ascender para pasar por las dos lomas que conforman la  Muntanya Blanca.

Bajaríamos y llanearíamos visitando el plácido Estany de Almenara, rodeando después la cantera por una senda y recorriendo un tramo de carretera para volver a los coches y finalizar la ruta.

Aunque las cotas no son elevadas, los continuos sube y baja harían que fuéramos acumulando algo de desnivel.

A la cita acudieron Ángela, Pili, Quico, Micaela, Pascual, Manuel Carlos y un servidor. Comenzamos a caminar por la carreterilla hacia la rotonda de entrada a Almenara.

Simón hizo este recorrido hace cuatro años y las cosas parecen que han cambiado desde entonces. El primer revés nos lo llevamos cuando, siguiendo el track y conforme nos acercábamos a una explanada, empezamos a ver las sendas tapadas con ramas. Buscamos la forma de continuar y cuando llegamos a la explanada de tierra vimos que ahora la propiedad está cerrada. Se ve que el dueño le quiere dar uso o se ha cansado de que pase gente por allí y le ha puesto una valla. Como de allí no podíamos salir de la manera prevista, que era por la puerta, ahora cerrada, vimos que podíamos ir hacia la derecha y después coger una senda que iba por arriba hacia la izquierda y que uniría con el trazado previsto. Así lo hicimos.

He modificado el track ya que no me parece correcto pasar por aquí si el dueño no quiere, de manera que si se continúa un poco más por la carretera se puede continuar por la primera calle hacia arriba y ya se une con el sendero.

Arriba se veía el Castillo al que subiríamos más tarde.

Tuvimos a continuación otro segundo inconveniente. Al estar tan cerca de la población todo son sendas y vimos una que nos llevaba por encima de la pista y paralelos a ella, por lo que en principio fue la que seguimos.

El Montgó se levantaba allá a lo lejos, como metido en el mar.

Pero tras un rato de cómodo avance, la senda se fue difuminando y ya no era transitable, por lo que optamos por bajar a la pista y continuar por allí.

Plácida panorámica de Almenara.

La pista es un paseo bien acondicionado y al fondo se podía ver el Alto de la Frontera, donde estuvimos hace unas semanas y su cruz pintada en los acantilados. Volveríamos a verlo durante la mañana desde otras perspectivas.

Llegamos al extremo de las lomas y tomamos la senda en ascenso por la derecha. Tanto en esta parte de la ruta como en la de la otra parte de la autovía para subir al vértice, se circula por un PR, pero las marcas están muy viejas y necesitan un repaso. Después os contaré de la otra parte del recorrido.

En los últimos tramos de ascenso a la primera torre es fácil perder las marcas, pero no hay ningún problema. Sólo hay que tirar hacia arriba.

De nuevo al fondo el Alto de la Frontera.

Continuamos por la senda hacia el Castillo, encontrándonos un rinconcillo que habían adornado en alguna excursión con niños.

Estuvimos atentos pero no vimos que humearan calderas con aceite hirviendo para evitar nuestro ascenso, así que continuamos subiendo sigilosamente.

Desde arriba había muy buenas vistas, tanto hacia la torre que nos quedaba y que es la que mejor se conserva, como hacia el mar.

Decidimos continuar hacia la segunda torre y almorzar allí.

El día que nos acompañó era precioso y ni la luna se quería retirar a dormir.

Antiguo aljibe en las proximidades del Castillo.

En la cara soleada de la torre nos dispusimos a almorzar y en ello estábamos cuando apareció por allí un pequeño grupo en salida familiar. Estuvimos hablando un momento y uno de ellos nos reconoció y dijo que había hecho alguna de nuestras rutas y se alegró mucho de que hubiéramos coincidido y poder saludarnos en persona. Por supuesto le invitamos a que viniera con nosotros en alguna ruta que le pareciera interesante. Un saludo.

Una vez conquistadas las tres plazas comenzamos el descenso para volver hacia donde teníamos los coches y continuar con la segunda parte.

Llegamos a la carretera y justo a la derecha y paralela a ella circula una pequeña pista que nos llevaría hacia la rotonda de entrada a Almenara y desde donde podríamos bajar a la carretera para continuar.

Un poco antes de llegar a los coches nos desviamos por la derecha para subir por este corto pero empinado cortafuegos por donde se aprovechó para pasar las tuberías enterradas de gas natural.

Y bajamos por la parte contraria.

Justo abajo estaba el punto por donde cruzaríamos por debajo la Autopista de peaje.

En el otro lado debería continuar el PR. Intentamos seguir el track de Simón, pero había hecho mucho viento desde entonces (desde los cuatro años que hace que el vino por aquí) y todo estaba lleno de pinos caídos que tapaban las sendas. Además las pocas marcas de PR estaban muy viejas y algunas prácticamente invisibles.

Echamos mano del Gps y de los mapas y fuimos encontrando el paso hasta esta pedrera por la que teníamos el paso más libre. Si se quiere mantener en vida este PR, necesita un repaso que indique nuevas alternativas de paso y un repintado. Ahora desde casa y a la vista de los mapas y la foto del satélite, veo más alternativas por las que pasar, pero se trataba de seguir las marcas en ese momento.

Una vez llegamos arria de la pedrera tampoco vimos claro los desvíos que hacía el track y decidimos tirar recto por las zonas de piedras, que estaban más despejadas de vegetación e ir recortando para ir hacia el vértice directamente.

A lo lejos se veían las torres y el castillo donde habíamos estado antes.

Tuvimos mucha suerte porque la zona de piedras tenía continuidad y nos llevó cómodamente hasta el vértice.

Continuamos por encima de las piedras, que ahora coincidían con el track.

Y nos fue llevando a la zona de descenso por unas sendas cubiertas de pinos y muy agradables.

Cuidado con ir muy deprisa al superar este montículo pues al otro lado hay una rambla con una buena caída. Se circula al lado del borde unos metros y continuamos con la senda.

Ahora subiríamos a las dos pequeñas lomas de la Muntanya Blanca. Son pequeñas, pero la subida es empinada y exigente.

Una vez arriba, un pequeño tobogán hacia la otra y a bajar por otras frondosas sendas.

Ya veíamos el Estany de Almenara y el agua del marjal.

Seguimos las indicaciones y comenzamos a caminar por la pista entre juncos y la pista adaptada.

En algunas zonas se puede ver el descuido y mala conservación de lo que en su día seguramente supuso una buena inversión.

Y a nuestra derecha el bonito estanque, con bastantes puestos para pesca.

Aquí estoy, admirando lo mismo que vio Simón hace cuatro años... La naturaleza permanece en su sitio, somos nosotros los fugaces visitantes.

Simón, tanto buen oxígeno en las rutas hace que la mente divague un poco, jeje, ¿no te parece?

Llegábamos hacia el final del recorrido por el estanque y a nuestra izquierda apareció esta poza y en las rocas del fondo se podía ver cómo brotaba con fuerza un agua transparente que alimenta la laguna.

A la salida vimos un gran aparcamiento y un bar el chiringuito "El Chipirón", donde nos hicimos una cerveza disfrutando del primaveral día que estábamos disfrutando.

Después del parking tomamos la senda que iba un poco más adentro y más alta que la carretera.

Simón en este tramo iba por la carretera porque se le rebeló el personal de tantas subidas y bajadas, pero yo quise continuar un tramo más por sendero y desde el mapa tracé la salida por una pista al lado de un chalet. Al llegar  allí vimos que por la parte de la pinada no estaba vallado pero había que bajar un lateral y pasar al lado de él y cuando llegamos a la carretera había una puerta con candado. Se podía pasar perfectamente por los laterales pero no es lo correcto, por lo que he modificado el track para continuar por la senda un poco más y llegar a una carretera que sí que desemboca después sin problemas en la carretera principal.

Al fondo y aumentado por el zoom volvíamos a ver el Pico Bellota de Espadán, que como ya nos está llamando desde hace unas rutas, igual en breve le hacemos una visita. A ver si acaba la temporada de caza, aunque por allí la hacen eterna.

Ya estábamos cerca de los coches y se podía ver el pequeño cortafuegos por donde habíamos subido hace un rato.

Al cruzar el puente de la Autopista y para no dar un rodeo hasta los coches, decidimos bajar por el lateral del puente hasta la vía de servicio inferior y enseguida llegamos a los coches.

Una ruta variada, cercana y con buenas sendas, pero a la que le hace falta que repasen las marcas, que están muy viejas e incluso en la segunda parte del recorrido, que se busquen alternativas de paso ya que hay muchísimos pinos caídos y las sendas hasta el vértice prácticamente han desaparecido. Después ya mejora.

Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE