...
Este sábado la ruta propuesta era subir
al Penyó Roig. Ya hemos hecho varias rutas por aquella zona. Hicimos la ruta de
los 6.000 escalones, la subida al Cocoll, la Serra Segaria…, pero teníamos esta
ruta pendiente.
Me la aconsejó Nolo, que la había visto interesante. Me he
basado principalmente en un recorrido de nuestro compañero senderista Geoelx,
gran conocedor de las cumbres de Alicante, pero la adaptaríamos a nuestro
parecer. La haríamos en sentido contrario al que la hizo él, para caminar por el cordal de la
Sierra cara al mar, que siempre es gratificante por las vistas que se tendrían.
Y la recortaríamos de los casi 16 km que le salían a él a los 12 km que haríamos
nosotros y así nos la tomaríamos con calma y disfrutando de ella.
También modificamos el punto de inicio. Saldríamos desde la Font del Penyó, dirigiéndonos a la Serra del Penyó y uniríamos con una senda que viene desde Benimaurell que nos llevaría lateralmente y con cierta exigencia hasta
el cordal de la Sierra. Desde allí caminaríamos por su cresta hasta un colladito
y tendríamos la primera trepadita para subir a las dos lomas del Penyó, el
Cavall Verd 1 y el Cavall verd 2, por llamarlos de alguna manera. Para bajar seguiríamos las marcas, que nos
bajarían hasta la Ermita de la Concepción.
Desde allí, ya casi llaneando combinaríamos
pistas que nos irían llevando por la falda de la montaña de regreso hasta la Font del Penyó y los coches.
A la cita acudieron Mari, Ángela, Ana, Quico, Nolo, Jose, Manuel Carlos y un servidor, dispuestos a no perdernos esta fenomenal ruta.
Comenzamos con bastante frío y había que ponerse encima todo lo que llevábamos, aunque como el día era fantástico acabamos algunos en manga corta.
Comenzamos a caminar en un principio por donde habíamos venido con los coches, para después salirnos por una pista que nos iba subiendo poco a poco, dejándonos ver las primeras impresiones coloreadas de esos tonos naranja que sólo los más madrugadores pueden disfrutar en vivo.
Abajo dormía la población de Fleix, desde donde partimos en 2016 para hacer la ruta de los 6.000 escalones.
Había unos puntos amarillos que nos iban guiando y la pista se convirtió en senda. Llegó un momento en que siguiendo las marcas nos dimos cuenta de que estábamos caminando muy por encima de la senda que teníamos cargada en el GPS, pero como el destino se preveía el mismo, que era unir con la senda que venía desde Benimaurell hacia la montaña, continuamos sin rectificar. Además era más agreste y aventurero, aunque sin ninguna dificultad.
Benimaurell abajo, todavía tapado por las sombras de la Serra del Penyó.
Enlazamos con la evidente senda que subía desde el pueblo y continuamos por ella siguiendo las lazadas.
Conversaciones montañeras.
En esta ruta íbamos a encontrar muchas rocas con formas curiosas y como nos gusta encontrarles pareceres, les vamos a ir poniendo nombres.
Esta por ejemplo nos parecía una "morena".
Llegamos al cordal de la Sierra y caminaríamos ahora por él hacia la izquierda.
Podíamos ver en este momento el otro lado de la montaña, con la población de Benigembla allá abajo.
Estas rocas podrían ser "los amantes".
La neblina mirando hacia el mar iba levantando muy poco a poco y nos dejaba admirar las impresionantes sierras que se dan cita en esta zona. En primer plano la Serra del Cavall, donde subimos al vértice del mismo nombre en enero de 2016 y a continuación, con su cresta escarpada, la Serra Segaria, donde hicimos una ruta fantástica que todavía recordamos.
Llegamos a la primera trepadita. Es muy sencilla y han puesto una cadena para ayudarse, aunque practicamente no es necesario, pero siempre le da su punto de emoción.
En el cordal, con vistas a ambos lados de la Sierra nos detuvimos a almorzar.
La roca de "El expectador" mirando al valle.
Continuamos por la cresta una vez disfrutadas las viandas.
Pasos entretenidos, bellos y emocionantes.
Llegando ahora a un pequeño destrepe.
Aquí abajo la roca de "El Grito".
Esta roca parece una vaca con la oreja y todo mirando a la derecha.
Elegimos esa altura para hacernos esa foto para el recuerdo.
Continuábamos caminando por la cresta y al fondo ya apuntaban esas cimas conocidas como el Cavall Verd, compuestas por el Penyó Roig y detrás el Corbellot.
En esta roca un águila a punto de comenzar a lanzarse al vacío.
La Serra Segaria apreciándose cada vez con mayor claridad.
Llegamos a la base del Penyó Roig. Aquí hay una senda que por la izquierda nos bajaría y en un par de kilómetros estaríamos en los coches. Pero nosotros habíamos venido a esto, a caminar por la cresta y subir al Penyó. De modo que continuamos por la senda de la derecha y levantando la vista para localizar el lugar marcado para el ascenso.
Aquí está. Dos grapas y una cadena para ayudar en la trepadita. Se pasa enseguida y no tiene mayor dificultad.
Una vez arriba de las grapas hay que continuar hacia la derecha, subiendo.
Y ahora por esa canal. En este punto aunque no se pasa cerca del borde, la caída es a pico, por lo que aquí especialmente hay que extremar las precauciones.
Los puntos amarillos y las marcar de PR nos guían en la subida.
Vistas hacia atrás con Benigembla al fondo y aumentada con el súper zoom de la cámara de Manuel Carlos, la Sierra de Aitana con su clásica Bola blanca de la zona militar.
Conquistado. Existe una pequeña planura en la misma cima y a alguien se le ocurrió que sería un buen lugar para hacer noche de vivac.
Corriendo a posar para la foto de grupo.
A continuación El Corbellot, la otra pequeña cima que subiríamos a continuación. Cuando Goelx hizo la ruta viniendo de El Corbellot hacia aquí, decía que había que tirarse a la derecha en busca de una cuerda que ayudaba en una trepada. Les dije a los demás que esperaran a que yo me adelantara por si veía factible la bajada por allí. Bajé hasta que me encontré un salto por el que no podía continuar y desde arriba no conseguí ver la zona de la cuerda, por lo que como no era una bajada apta para que la hiciera todo el grupo, volví a subir y bajamos por donde habíamos subido.
Ya estábamos abajo y ahora tocaba subir a aquel collado para continuar ascendiendo a El Corbellot a la derecha.
Vista atrás hacia el Penyó Roig. Según Geoelx, una vez superada ese primer grupo de rocas por la izquierda, está el collado que se veía en las anteriores imágenes y habría que ir hacia la derecha para encontrar la zona de la cuerda. Seguramente desde abajo sí que la hubiéramos podido encontrar para subir, pero desde arriba no era fácil verla.
Cima de El Corbellot, ahora tocaba bajar por la otra parte según veníamos.
Hay que ir viendo donde están las marcas para seguir su dirección.
La bajada es bastante empinada y hay que tomársela con calma.
Allá abajo Fontilles con su perímetro vallado con un muro alto, que parece el de Trump.
El cercado ocupa mucha extensión de terreno y pueden apreciarse las dimensiones de la valla en la imagen inferior dividiendo esa colina.
En esta imagen a la izquierda la Sierra Segaria y a la derecha al fondo el imponente Montgó.
La roca de El Conejo.
La roca de la Foca.
En primer término a la derecha, la Serra de Seguili y los Montes de Beniquasi.
Aquí puede apreciarse la pendiente de la bajada.
Ya teníamos a "un tir de pedra" la población de Murla allí abajo.
Nos desviamos de la senda hacia la derecha en un corto recorrido de ida y vuelta para visitar la Creu, que data de 1952
Y continuamos el descenso hacia la Ermita.
Sierra de Segaria.
Y Montgó.
Cuando nos íbamos acercando a la Ermita se oía el barullo de mucha gente y tonadillas de tambores y dolçainas. Celebraban la festividad de Sant Sebastiá y estaban haciendo bocadillos de butifarras, longanizas y pitanzas varias.
Nosotros la sobrepasamos y continuamos ahora combinando pistas, donde nos iban acompañando de vez en cuando los almendros en flor.
Aunque parece pronto...se va acercando la primavera.
Arriba teníamos los dos montes a los que habíamos subido y vimos la senda que subía directa desde aquí.
No le encontramos explicación a estos neumáticos colgados de unos postes que había en una propiedad.
Sin más llegamos a la Font del Penyó, donde teníamos los coches y nos dispusimos a comer en ese agradable lugar, dando por terminada esta estupenda ruta que sé que a más de uno le hubiera encantado.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
A la cita acudieron Mari, Ángela, Ana, Quico, Nolo, Jose, Manuel Carlos y un servidor, dispuestos a no perdernos esta fenomenal ruta.
Comenzamos con bastante frío y había que ponerse encima todo lo que llevábamos, aunque como el día era fantástico acabamos algunos en manga corta.
Comenzamos a caminar en un principio por donde habíamos venido con los coches, para después salirnos por una pista que nos iba subiendo poco a poco, dejándonos ver las primeras impresiones coloreadas de esos tonos naranja que sólo los más madrugadores pueden disfrutar en vivo.
Abajo dormía la población de Fleix, desde donde partimos en 2016 para hacer la ruta de los 6.000 escalones.
Había unos puntos amarillos que nos iban guiando y la pista se convirtió en senda. Llegó un momento en que siguiendo las marcas nos dimos cuenta de que estábamos caminando muy por encima de la senda que teníamos cargada en el GPS, pero como el destino se preveía el mismo, que era unir con la senda que venía desde Benimaurell hacia la montaña, continuamos sin rectificar. Además era más agreste y aventurero, aunque sin ninguna dificultad.
Benimaurell abajo, todavía tapado por las sombras de la Serra del Penyó.
Enlazamos con la evidente senda que subía desde el pueblo y continuamos por ella siguiendo las lazadas.
Conversaciones montañeras.
En esta ruta íbamos a encontrar muchas rocas con formas curiosas y como nos gusta encontrarles pareceres, les vamos a ir poniendo nombres.
Esta por ejemplo nos parecía una "morena".
Llegamos al cordal de la Sierra y caminaríamos ahora por él hacia la izquierda.
Podíamos ver en este momento el otro lado de la montaña, con la población de Benigembla allá abajo.
Estas rocas podrían ser "los amantes".
La neblina mirando hacia el mar iba levantando muy poco a poco y nos dejaba admirar las impresionantes sierras que se dan cita en esta zona. En primer plano la Serra del Cavall, donde subimos al vértice del mismo nombre en enero de 2016 y a continuación, con su cresta escarpada, la Serra Segaria, donde hicimos una ruta fantástica que todavía recordamos.
Llegamos a la primera trepadita. Es muy sencilla y han puesto una cadena para ayudarse, aunque practicamente no es necesario, pero siempre le da su punto de emoción.
En el cordal, con vistas a ambos lados de la Sierra nos detuvimos a almorzar.
La roca de "El expectador" mirando al valle.
Continuamos por la cresta una vez disfrutadas las viandas.
Pasos entretenidos, bellos y emocionantes.
Llegando ahora a un pequeño destrepe.
Aquí abajo la roca de "El Grito".
Esta roca parece una vaca con la oreja y todo mirando a la derecha.
Elegimos esa altura para hacernos esa foto para el recuerdo.
Continuábamos caminando por la cresta y al fondo ya apuntaban esas cimas conocidas como el Cavall Verd, compuestas por el Penyó Roig y detrás el Corbellot.
En esta roca un águila a punto de comenzar a lanzarse al vacío.
La Serra Segaria apreciándose cada vez con mayor claridad.
Llegamos a la base del Penyó Roig. Aquí hay una senda que por la izquierda nos bajaría y en un par de kilómetros estaríamos en los coches. Pero nosotros habíamos venido a esto, a caminar por la cresta y subir al Penyó. De modo que continuamos por la senda de la derecha y levantando la vista para localizar el lugar marcado para el ascenso.
Aquí está. Dos grapas y una cadena para ayudar en la trepadita. Se pasa enseguida y no tiene mayor dificultad.
Una vez arriba de las grapas hay que continuar hacia la derecha, subiendo.
Y ahora por esa canal. En este punto aunque no se pasa cerca del borde, la caída es a pico, por lo que aquí especialmente hay que extremar las precauciones.
Los puntos amarillos y las marcar de PR nos guían en la subida.
Vistas hacia atrás con Benigembla al fondo y aumentada con el súper zoom de la cámara de Manuel Carlos, la Sierra de Aitana con su clásica Bola blanca de la zona militar.
Conquistado. Existe una pequeña planura en la misma cima y a alguien se le ocurrió que sería un buen lugar para hacer noche de vivac.
Corriendo a posar para la foto de grupo.
A continuación El Corbellot, la otra pequeña cima que subiríamos a continuación. Cuando Goelx hizo la ruta viniendo de El Corbellot hacia aquí, decía que había que tirarse a la derecha en busca de una cuerda que ayudaba en una trepada. Les dije a los demás que esperaran a que yo me adelantara por si veía factible la bajada por allí. Bajé hasta que me encontré un salto por el que no podía continuar y desde arriba no conseguí ver la zona de la cuerda, por lo que como no era una bajada apta para que la hiciera todo el grupo, volví a subir y bajamos por donde habíamos subido.
Ya estábamos abajo y ahora tocaba subir a aquel collado para continuar ascendiendo a El Corbellot a la derecha.
Vista atrás hacia el Penyó Roig. Según Geoelx, una vez superada ese primer grupo de rocas por la izquierda, está el collado que se veía en las anteriores imágenes y habría que ir hacia la derecha para encontrar la zona de la cuerda. Seguramente desde abajo sí que la hubiéramos podido encontrar para subir, pero desde arriba no era fácil verla.
Cima de El Corbellot, ahora tocaba bajar por la otra parte según veníamos.
Hay que ir viendo donde están las marcas para seguir su dirección.
La bajada es bastante empinada y hay que tomársela con calma.
Allá abajo Fontilles con su perímetro vallado con un muro alto, que parece el de Trump.
El cercado ocupa mucha extensión de terreno y pueden apreciarse las dimensiones de la valla en la imagen inferior dividiendo esa colina.
En esta imagen a la izquierda la Sierra Segaria y a la derecha al fondo el imponente Montgó.
La roca de El Conejo.
La roca de la Foca.
En primer término a la derecha, la Serra de Seguili y los Montes de Beniquasi.
Aquí puede apreciarse la pendiente de la bajada.
Ya teníamos a "un tir de pedra" la población de Murla allí abajo.
Nos desviamos de la senda hacia la derecha en un corto recorrido de ida y vuelta para visitar la Creu, que data de 1952
Y continuamos el descenso hacia la Ermita.
Sierra de Segaria.
Y Montgó.
Cuando nos íbamos acercando a la Ermita se oía el barullo de mucha gente y tonadillas de tambores y dolçainas. Celebraban la festividad de Sant Sebastiá y estaban haciendo bocadillos de butifarras, longanizas y pitanzas varias.
Nosotros la sobrepasamos y continuamos ahora combinando pistas, donde nos iban acompañando de vez en cuando los almendros en flor.
Aunque parece pronto...se va acercando la primavera.
Arriba teníamos los dos montes a los que habíamos subido y vimos la senda que subía directa desde aquí.
No le encontramos explicación a estos neumáticos colgados de unos postes que había en una propiedad.
Sin más llegamos a la Font del Penyó, donde teníamos los coches y nos dispusimos a comer en ese agradable lugar, dando por terminada esta estupenda ruta que sé que a más de uno le hubiera encantado.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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