2019 - 02 Marines Viejo, Las Quebradas de Los Carcamales, Penyarroya, Molino La Ceja y regreso / A+ 363 / 9,36 km

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Esta semana necesitábamos una ruta cercana y corta y encontré ésta publicada por Federico Yubero. La estuve leyendo y desde el primer momento me gustó la idea. Siempre me ha gustado la zona de Olocau y Marines porque tienen muchas posibilidades de rutas senderistas y el entorno es una maravilla.

A la cita acudieron Mari, Jose y un servidor, dispuestos a disfrutar de esta mañana fantástica y primaveral. 

Aparcamos en el sitio que hay al efecto nada más llegar a Marines Viejo y comenzamos a callejear hacia la parte de arriba del pueblo pasando por su Iglesia y su fuente curalotodo.

Haríamos la ruta en el sentido de las agujas del reloj, por lo que al llegar a la última casa tomamos la senda que baja un poco por la izquierda para caminar durante un buen rato al lado de esta pequeña acequia.

Tras bastante rato la abandonamos por la izquierda en descenso para bajar a la carretera, cruzar por ella el barranco y tomar por la derecha la pista que  hay nada más cruzar el puente.

La pista se convertiría después en agradable senda, siempre visible pero sin marcas de ningún tipo.

Habría que ir subiendo las paredes de los bancales disfrutando de este solecito.

Tras un rato ya veíamos arriba algunas de las rocas de Las Quebradas, por donde pasaríamos a continuación.

Tras asomarnos a un pequeño mirador natural, ya teníamos a nuestro alcance la zona de caos de rocas de Las Quebradas o Los Carcamales.

Muy divertido el tener que pasar entre las grandes rocas y que nos hacía recordar en cierta manera algunos tramos de nuestras rutas por Pirineos. La verdad es que no esperábamos encontrarnos esta maravilla tan cerca.

Aunque cada uno podría buscar el mejor paso, optamos por seguir las fitas de piedra y así evitar posibles idas y venidas.

Las fitas nos llevaban a la parte de atrás de las rocas y nos metían en esa canal de la derecha.

Preciosa y en vivo mucho más. Al lado de esa roca de la derecha donde se ve la fita de piedras está el lugar por donde habría que pasar. Hay que descender para después subir por la parte de la izquierda de la canal.

Para ayudar en la bajada hay colocada una cadena que sirve de ayuda, pues el paso, sin ser demasiado delicado, hay que tomárselo con la paciencia que toca. Apoyando las posaderas y moviéndose poco a poco hacia la derecha para allí afianzar los pies y ya poder darse la vuelta.

Aquí está lo que os digo. La losa de piedra tiene cierta inclinación  y hay que bajar pegados a la pared.

Desde la posición en que hice esta foto de la cadena pude ver que por la derecha hay también una cuerda por la que subir o bajar, que no se veía desde arriba. Es otra opción.

Bajar más abajo por ahí parecía complicado y nos dijimos como en el chiste: "Entonces por dónde, Emilio?"

Pues por la izquierda. Dos pequeñas fitas nos lo indicaban. En principio había una losa inclinada y un pequeño hueco entre la losa y la pared. Yo subí por la losa, pero Mari y Jose pasaron sin problemas por al hueco de las dos piedras. Al final no era tan pequeño y se puede pasar.

Otra maravilla de vista. Ahora la sendita nos guiaba hacia esa cuerda para ayudar en la subida.

Se sube sin problemas, pero siempre viene bien  una ayudita por si acaso.

Ya salíamos de Los Carcamales subiendo por una senda algo descompuesta y más arriba vimos como se nos incorporaba una senda de más envergadura que nos venía por la derecha desde el barranco.

Subimos hasta las rocas del Penñarroya...

...y nos detuvimos allí para almorzar con estas vistas ¿Preciosas, no? Nos hubiéramos quedado aquí mucho más rato. Allá al fondo quedaba la población de Marines Viejo de donde habíamos salido.

Hay una buena caída desde aquí. Por la derecha da vértigo mirar hacia abajo.

Allí está el Gorgo.

Y aquí Gatova y el Pico del Águila.

El Penyarroya, donde habíamos almorzado.

Al fondo el Molino de la Ceja, nuestro próximo destino y abajo aumentado con el zoom.

Está restaurado y se puede subir por dentro.

Gátova.

Ahora seguimos un tramo de pista, al principio cementada y después de tierra.

Más adelante nos salimos de ella por la izquierda para tomar una senda.

La senda nos dejaría en una pista que han renovado y que ahora tiene un firme de machaca, la han hecho tan ancha que parece una autopista. Este tramo de pista no nos gustó mucho y se nos hizo un poco largo, pero ya he visto otra alternativa para evitarla y la seguiremos cuando volvamos a hacer esta ruta con el grupo en octubre o noviembre.

Desde aquí se veía una buena imagen del Penyarroya, con la zona de piedras por la que subimos a la izquierda.  A la derecha del cortado superior se aprecia claramente la senda en zig zag que vimos que también subía aquí desde el barranco.

De la pista nos salimos por la izquierda par seguir una sendita que nos subiría a la acequia de la mañana. Subimos justo al comienzo de ella y se nos ofreció una imagen curiosa.

Ante esta imagen de la tubería ¿qué pensaríais? Que el agua viene por la acequia y cae hacia el baranco pasando por el acueducto hacia la otra parte... Pues nos quedamos un poco a cuadros cuando vimos que el agua llevaba el sentido inverso, subía por el tubo y caía en la acequia. Seguramente el nacimiento está en la otra parte en un punto más alto y es impulsada hasta aquí por lo de los vasos comunicantes. Curioso.

Nosotros seguimos ahora el curso del agua al lado de la acequia. Este tramo es bastante largo y a la sombra y nos llevaría hasta la misma población.

Y sin más llegamos a Marines Viejo de nuevo habiendo disfrutado de una estupenda rutilla con el aliciente de la parte rocosa y la destrepada en la bonita canal, que no nos esperábamos que fuera así. Repetiremos, seguro. Pensamos hacernos una cerveza en el bar Sierra Calderona, pero en esta ocasión estaba cerrado. 

Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE