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Otra vez que me tocaba disfrutar en soledad de la montaña. En dos ocasiones había intentado hacer un campo a través en esta ruta de manera distinta para ahorrar algo de distancia, pero como los desniveles son considerables, no fueron buenas opciones. El año pasado hice esta ruta, que planteé sin recortes ni aventuras, y la verdad es que me gustó y este año la quería repetir.
Se trata de salir desde cuando acaba la pista asfaltada, debajo de la Fuente del Morenillo en Gestalgar, subir a la Peña María, coger el desvío del PR 291 y después abandonarlo por la derecha para ir a Las Toscas y bañarse allí, volviendo por el PR 290 casi hasta la Peña María, donde nos desviamos por la izquierda para cruzar el río cerca de la Presa Vieja.
No había ningún coche cuando aparqué para iniciar la ruta y visité la siempre muy agradable Fuente del Morenillo.
Volví un poco sobre mis pasos para encarar la pista que me llevaría a la cima de la roca que tenéis en esta foto inferior, la Peña María, con un buen cortado a plomo.
En esta ocasión cuando llegué arriba al desvío que va hacia la Peña, decidí no subir porque ya lo he hecho muchas veces y me apetecía continuar y como iba sólo no me lo iba a discutir nadie, jeje.
Así que continué subiendo admirando los cinglos de la otra parte del Turia.
Cuando llega el momento en que los dos PR se separan siempre me encuentro con que alguien ha cambiado las señales de sitio. Como los postes se quemaron en un antiguo incendio, las señales que estaban el el poste están en el suelo y hay quien se empeña en querer confundir a los caminantes y coloca la que indica PR290 al Balneario de Chulilla hacia arriba y la que pone PR 291 Gestalgar hacia la senda que descende. NO, ya está bien, no las cambies. La senda que baja es la del PR290 que va hacia la Hoya de Cherales y después por pista hacia el Balneario de Chulilla y la senda que sube es el PR291 bastante más largo e inhóspito y SÍ, la señal dice PR291 Gestalgar, tiene que estar en el sendero superior pero mirando hacia Gestalgar, bajando, no subiendo. (Icono de whatsapp con mano a la cabeza).
Seguimos hacia arriba por el sendero.
La bonita senda gira hacia la izquierda y tras pasar una escasa pinada que queda a la derecha hay que estar atentos a tomar una senda que nace por la derecha y que está marcada con una X, porque la que vamos a tomar ya no es la del PR, pero es nuestra senda.
Esa bonita senda nos irá bajando para después cruzar un barranco y continuar hacia la derecha en ascenso.
Llegaremos a una pista y comenzaremos a bajar sin pausa pasando por esta caseta de pastor y lo que parece un horno.
Cuando llegamos abajo la pista cruza el río Sot, siempre brincando alegre y con bastante agua.
En un momento hay que fijarse en tomar una senda por la izquierda casi paralela a la pista por la que llegaremos a un paraje cada vez más fresco y verde, que culmina en la Fuente del tío Borreguetas, que incluso este año de sequía pertinaz, continúa saludándonos con un buen chorro de agua muy fresca. Creo que me bebí dos litros de ese agua estupendamente no tratada.
Allí mismo otros años hemos aprovechado para remojarnos en esa poza quitándonos "la caló", pero esta vez decidí esperar un poco más y almorzar como un señor.
Así que tras un esfuerzo de voluntad continúe subiendo a la pista y volví a cruzar un arroyo por las piedras que hay en la parte izquierda un poco tapadas por las plantas.
Y llegué al lugar que me esperaba y que tenía reservado sólo para mí. El área de descanso de Las Toscas. Otras veces hemos visto de pasada este sitio pero ahora yo llevaba en mente almorzar con calma aquí en las mesas y después bajar a bañarme a las transparentes aguas de Las Toscas. Como podéis ver había sitio reservado para todos, pero como dice nuestro amigo Simón Corresendas: "El que vino la disfrutó y el que no vino se la perdió".
Y así lo hice. Desplegué la logística y nos pusimos en faena hasta que se acabaran las viandas. Un momento por todas partes delicioso. Os eché de menos compañeros.
Tras el buen almuerzo bajé a Las Toscas, que este año de sequía ya sabía que no correría el agua en cascadas por el musgo como el año pasado pero este río siempre lleva un agua clara y fresca que aproveché bien. Se estaba tan a gusto dentro del agua que me costaba reanudar mi camino.
Bien fresquito continué la marcha y pasé por delante de la plantación de naranjos que no pinta nada aquí porque es totalmente artificial, en la llamada la Hoya de Cherales con la vista puesta en aquellos cortados porque próximos a su base circulaba mi senda a seguir.
Una vez pasada la senda bajo los acantilados llegué al mojón de los tres términos, lo saludé y continué por la derecha.
Impresionantes los cinglos por los que circula el PR 290 cuando se vuelve del Balneario de Chulilla... pero esa es otra ruta que no nos compete en esta ocasión.
Hay un momento cuando ya volvemos a tener en nuestro radar a la Peña María en que nos desviamos por la izquierda para no subir a ella sino bajar hacia la antigua presa derruida por la riada de 1957.
El sendero hace sus circunvalaciones jugando con nosotros hasta que nos permite ver abajo los restos de la antigua presa y actual trampolín para algunos bañistas que os acerco con el zoom.
Continué por la senda hasta que llegué al punto de vadeo en que actualmente te tienes que mojar los pies y donde nos solemos volver a bañar para disfrutar aún más de lo que nos ofrece esta ruta. Una vez refrescado crucé y continué hasta la base de la Peña María.
Podéis ver el caudal del chorro de esta fuente que sale de la base de esta mole de rocas. Me encanta beber de esta fuente tan fresca. Una pareja me preguntó si era potable. Les dije que potabilizada no estaba y que por eso estaba tan buena, pero que cada uno toma su decisión de beber o no de las fuentes según la confianza que le den y la sensibilidad de su estómago.
Continúe por la senda que va desde la Peña hasta la Fuente del Morenillo y terminé la ruta muy agradecido, jeje. Con el sentimiento de haber disfrutado mucho de esta mañana de senderismo y con el sentimiento también de añoranza de que la hubiera podido compartir con gente que sé que les hubiera gustado como a mí. Pero la montaña está ahí, siempre esperando que la disfrutes.
Un saludo y hasta la próxima.
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