...
Este sábado la propuesta era hacer una ruta que ya tenemos como clásica de todos los veranos, que nos mostró allá por el 2009 Toni Martín y que desde entonces he repetido 5 veces, pero en el sentido contrario a cómo nos la mostró él. El aliciente de hacerla siempre en verano es poder disfrutar del baño en el Pozo Negro, también llamado “sin suelo”, dicho esto porque sus más de 3 metros de profundidad hacen que parezca que no tenga final.
En esta ocasión haríamos una pequeña variación combinando las de
años anteriores y así cambiaríamos algo el recorrido, aunque se mantiene lo más
importante.
Saldríamos desde Fuentes de Ayódar bajando por la Fuente del Cañar
hacia la fuente del Chorrico. La fuente del Cañar tiene un agua tan fresca que
es de las que empañan la botella aunque su caudal es exiguo. Seguiríamos hacia
la Fuente de Santa Rita, o de la Masadeta, como bien nos corrigió Xavier en 2014 y visitaríamos
uno de los mayores Llentiscles que existen. No hemos visto uno tan grande hasta
la fecha.
Continuaríamos desde allí dando la vuelta a la zona de la Masada y más tarde nos
desviaríamos por una senda que nos llevaría hacia el Corral de Peñas Santas,
volviendo después a enlazar con la Rambla del Catalán.
Caminaríamos por el lecho de la rambla y pasaríamos por la Font del
Riu y enseguida llegaríamos a la Poza Negra, donde los que quisieran podrían darse
un baño en esa preciosa poza.
Desde ahí seguiríamos al lado del río hasta pasar por una pequeña
área recreativa donde se encuentra la Fuente del Zuro y, ya por pista,
volveríamos a pasar por la Fuente del Cañar, donde disfrutaríamos de sus frescas
aguas y llegaríamos a los coches.
Para esta ruta, aparte del buen humor y lo de siempre, sólo habría que coger el bañador para aprovechar el baño en la poza (los que quisieran) y a lo mejor una toallita.
Aquí
podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre la ruta para que os hagáis
una idea fiel del recorrido:
A las 7:30, temprano para ser verano, con el pueblo todavía dormido comenzamos a atravesar las calles de Fuentes de Ayódar. A la cita acudieron Rafa, Miguel Arce, Paco, un servidor y Nela, que era la primera vez que venía con nosotros.
En la rotonda del pueblo vimos esta metálica figura que nosotros llamamos JABALEITOR, porque parecía salido de la pelicula Terminator.
Nos dirigimos primero a la Fuente del Cañar para ver si salía agua y probarla y comprobamos que salía más agua que el año anterior.
Al llegar a la bifurcación tomamos la derecha para dirigirnos a la Fuente Los Chorricos. Esta vez caminé por la senda que va un poco más elevada y la recomiendo más que ir por la pista.
Pasamos por el lado del bonito molino restaurado y de un abeto que, con sus hojas blancas parecía que se había adelantado a las nieves.
Subimos por el murete de la Fuente Los Chorricos.
Y continuamos la senda que nos llevaría a la Fuente de Santa Rita.
Admirando el enorme llentiscle, que si no está en la lista de árboles monumentales de la Comunidad Valenciana, debería estarlo.
Obsérvese el tamaño de una de sus ramas.
La Fuente de Santa Rita también había sido afortunada pues caía agua de sus dos caños. En otros años la hemos encontrado seca.
Siguiendola pista para darle la vuelta a La Masada nos saludó la Cara del Indio.
Más adelante tomamos una variación que introduje a la ruta. Una vieja senda que había visto en uno de los mapas. La senda era mejor que la variación que tomamos el año anterior, pues allí nos pinchamos bastante. Esta circulaba por la umbría y estaba húmeda y en sombra. También nos pinchamos con algunas zarzas, pero mucho menos. Aunque la senda sí que era antigua. Por allí habíamos pasado nosotros y... los romanos. Pero existía y se pasaba bien.
Los helechos gigantes hacían que pareciera que estuviéramos en plena selva.
Durante todo el recorrido pudimos saborear las moras, que eran aquí grandes y sabrosas y algunos higos.
El Penyagolosa no lo habían quitado de su sitio y seguía ahí.
La senda nos llevó a tocar la pista inferior pero unos metros más allá nos volvíamos a salir por la izquierda por otra senda, en este caso completamente limpia que, en ascenso, nos fue llevando al punto más alto de la ruta, donde aprovechamos para buscar un lugar a la sombra para almorzar. Habíamos tenido mucha suerte con el día, pues el ambiente era fresco y la sensación al caminar era muy agradable.
La senda pasaba al lado de unas colmenas justo cuando íbamos a enlazar con la pista. Conviene pasar tranquilos, sin hacer ruidos para no molestarlas.
Anduvimos un poco por la pista y más tarde, a la altura de un hito, nos salimos por una senda por la izquierda.
Esta senda nos haría ver enfrente nuestro la población de Torralba del Pinar y al llegar a la pista cogimos la de la izquierda ascendente.
En la curva de la pista de la foto anterior, nosotros nos salimos por una sendita frondosa que sale recta y que ahorra una vuelta de la pista.
Durante todo el trayecto vimos muchas endrinas y de buen tamaño. Continuamos ahora por pista cogiendo después la de la derecha en descenso.
Éste es el final de la Rambla del Catalán que viene desde Torralba, en cuyo lecho había agua, impensable en las otras veces en que estaba completamente seco.
La pista nos haría pasar por la Fuente del Río, que tenía también más agua que en otras ocasiones. Nace de un agujero en la ladera y alimenta el arroyo.
Continuamos y al poco nos desviamos por una senda que nace a la izquierda y que nos bajaría al arroyo. Lo atravesamos, subimos siguiendo la senda por las losas de rodeno y bajamos al Pozo Negro, en el que ya había gente bañándose.
Ahí tenemos a Nela disfrutando feliz en la preciosa poza. Se estaba tan bien que no apetecía salirse.
Tras la sesión de baño y refresco continuamos por la senda al lado del arroyo, que llevaba bastante agua y transparente como siempre.
Llegamos al área recreativa de la Fuente del Zuro. Creo que es la primera vez que veo caer agua de esta fuente.
Siguiendo por la pista vimos esta entrada secreta. Tocamos un resorte oculto y se abrió un poco, quedándose atascada.
Ya veíamos enfrente la Balsa de los Chorricos, que nos indicaba que esto se acercaba a su final.
Llegamos a la población y nos detuvimos un momento en el frescor de la Fuente del Cañar y bebiendo de su agua, que también caía más que otros años y al pasar por el bar también probamos la de San Miguel,cortesía de Miguel Arce, para celebrar el magnífico día que habíamos pasado.
Para finalizar os dejo con otro capítulo de Las Flores de Paco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
He puesto un filtro anti-spam. Los comentarios primero me los manda el blog a mi correo para aprobación y después se publican. Si cuando le dais a "enviar" aparece un mensaje arriba de la página, es que todo está ok. Vuestro mensaje aparecerá en breve.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.