...
Este sábado, hemos hecho otra de las rutas
de Esteban Cuéllar, de su libro “Caminando por la Comunidad Valenciana 4: Ramblas, Barrancos y Cañones”: El
Cañón del Río Cazuma, la Cueva de la Araña y la Gola de Lucino. Ya hice
esta ruta el año pasado y con Manuel Carlos en agosto de 2010 y nos dejó una
muy buena impresión.
Para llegar al punto de inicio seguiríamos la A-7
hasta Rotglà i Corberà, donde nos saldríamos por la salida 396 para tomar la
CV-590 que nos llevaría a Estubeny, Anna, Chella, Bolbaite, Navarrés, Quesa y
Bicorp. Antes de llegar a Bicorp, veríamos un contenedor de basura a la derecha
de la carretera y a la izquierda nace una carreterilla en dirección al río
Cazuma. Seguiríamos las indicaciones de La Cueva de la Araña y tras algunos
desvíos, aparcaríamos en uno de los ensanches de la pista.
Comenzaríamos siguiendo la pista, en
esta ocasión por donde habríamos venido y enseguida cogeríamos una senda por la izquierda que nos bajaría al Río Cazuma. Seguiríamos progresando por su cauce hasta
llegar al Azud de los Moros, donde quedan los restos de una acequia excavada en
la roca.
En el cruce de pistas cogeríamos la de
la izquierda para dirigirnos hacia las pinturas rupestres de la Cueva de la
Araña. Allí intentaríamos localizar los elementos más representativos de este
abrigo, ya que el paso del tiempo los ha ido difuminando.
Comenzaríamos el regreso en principio
por el mismo sitio pero, tras un corto tramo, utilizaríamos una senda a la que
hace referencia Pascual Paricio en su blog y que le fue indicada por el guía de
las pinturas, la cual hace un ahorro de más de un kilómetro de recorrido y
además nos evitaría un buen trozo de pista, siendo muy agradable de caminar.
Por ella llegaríamos al nacimiento del
río Cazuma y un poco más adelante visitaríamos la Gola de Lucino, un cañón
formado por la erosión producida por las aguas del río, parecido al que forma el cañón del río
Palancia cerca de la aldea de El Molinar.
Este sería el punto más alejado del
recorrido. Volveríamos hacia los coches siguiendo el cauce del río, unas veces
por pista y otras por senda pasando por diversas pozas que suelen tener un agua
cristalina y que invitan al baño. Cuando llegáramos al Charco de los Morteros (en la imagen), los que quisieran podrían darse un baño en esas aguas cristalinas. Volveríamos a pasar por el Azud de los Moros y
continuaríamos por la pista que acabaría devolviéndonos al lugar de los coches,
desestimando el tramo de senda que hicimos la otra vez en 2010 desde Casa
Juanita y que estaba bastante invadida por las aliagas, no aportando nada más
que pinchazos.
Aquí podéis ver el vídeo de la
Simulación de Vuelo sobre el track que he preparado para que os hagáis una idea
fiel del recorrido:
Esta vez casi hacemos pleno. A la cita acudieron Ángela, Pili, Mari, Jose, Kiquet, Paco, Mariano, Paco Escrivá, Quico, Miguel Arce, Manuel Carlos y un servidor.
Hay varios salientes de la pista en los que se puede aparcar y comenzamos a andar en un día muy bueno. No hacía calor y las nubes brumosas nos tapaban el Sol.
Un tramo más allá comenzaba una parte hormigonada de la pista y justo antes apareció el desvío por la izquierda que nos bajaría al lecho del arroyo seco.
En el trayecto del cauce había varias rocas que superar, ninguna con dificultad y que animaban el recorrido.
Tras un buen rato por el fondo del barranco llegamos a la zona conocida como el Azud de los Moros, donde todavía se conserva una acequia excavada en la roca.
Allí mismo se encuentra uno de los charcos aptos para el baño, aunque los hay mejores un poco más adelante, por los que pasaríamos después. Nos paramos a comprobar si todavía estaba el "tiburón", un pez bastante más grande que los otros y que lo vamos observando cada año.
Este es el punto donde comienza un círculo de la ruta. Cogimos la pista de la izquierda en ascenso para visitar la Cueva de la Araña y las pinturas rupestres y volveríamos por la derecha, por donde viene el agua.
En algún momento la pista presenta algo de desnivel, pero había que ganarse el almuerzo.
La pista nos llevó hasta una especie de plazoleta entre los pinos, donde están los carteles explicativos y continuamos por donde está una fila de piedras para evitar que se metan los coches por allí.
Enseguida llegamos a la vertiente del barranco donde están las cuevas y una senda nos fe bajando en unos zig zags hasta los abrigos.
La zona de la Cueva de la Araña se compone de tres abrigos. Los dos primeros están vallados con reja y el tercero, no y presenta sus paredes ennegrecidas por el musgo y seguramente por haber encendido hogueras para refugiarse en su interior.
En el primer abrigo prácticamente no se aprecia ya ninguna pintura.
En cambio el segundo es el gran escaparate. Todavía son fáciles de ver bastantes figuras.
Aunque esta vez nos costó más que otras encontrar la famosa escena de "la recolección de la miel" con la persona colgada de las lianas portando un recipiente y las abejas revoloteando alrededor.
Hicimos la foto de grupo y nos detuvimos a almorzar a la sombra en unas rocas cercanas al tercer abrigo.
Una vez repuestos comenzamos el ascenso de nuevo a la pista.
Volvimos por la pista según habíamos venido y al poco estuvimos atentos para desviarnos por una senda que aparece por la izquierda en leve ascenso. Esta es una senda preciosa que nos ahorraría la pista y nos llevaría por un entorno muy frondoso hasta encima del mismo Charco de las Máquinas, en el río Cazuma.
Ahí teníamos ya abajo el Charco de las Máquinas.
Y cruzando a la otra parte, una caseta debajo de la cual hay una tubería de la que sale un buen chorro de agua y que algunos aprovecharon para refrescarse.
Continuamos por la pista y por el lecho hasta llegar a la caseta de obra donde está el nacimiento del río Cazuma y de donde toma agua la población de Bicorp. Seguimos por la derecha siguiendo las marcas blancas y amarillas del PR, dirigiéndonos ahora hacia el cañón de la Gola de Lucino.
Ya se ve al fondo como se van estrechando las paredes del barranco.
Y comienza el espectáculo.
Se llega hasta este ensanchamiento donde ya no es posible continuar y subimos hasta donde se podía para ver la perspectiva y hacernos la foto de grupo.
Una vez hubimos disfrutado de la contemplación de esa sala que nos ofrecía la naturaleza volvimos sobre nuestros pasos para salir de allí.
Pasamos por la otra parte del Charco de las Máquinas, donde nos bañamos en 2010 y continuamos.
Más adelante hay que hacer un vadeo sobre el río por unos troncos puestos al efecto.
Una vez en la pista hay que estar atentos a un poste situado en la parte de la derecha porque hay que salirse de la pista por una sendita que aparece a la derecha y que baja al barranco.
Esta senda nos llevaría a pasar por el Charco de los Morteros, que era nuestro objetivo para el baño. Pocas veces se pueden ver aguas tan transparentes como en este arroyo.
Nos dimos un buen baño y la temperatura del agua estaba excelente. Incluso un poco menos fría que la del Pozo Negro de la semana anterior.
Una vez refrescados seguimos la senda que nos haría pasar por encima de una conducción de agua y nos mostraría otra buena poza para bañarse.
Y llegamos de nuevo al Azud de los Moros, donde habíamos comenzado el círculo. Ahora sólo quedaba continuar por la pista hasta los coches.
Os dejo con otro Capítulo de "Las flores de Paco":
Una sencilla y fenomenal ruta que ya se ha convertido en otro clásico para nosotros de todos los veranos y en la que Batman os observará desde el perfil.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
He puesto un filtro anti-spam. Los comentarios primero me los manda el blog a mi correo para aprobación y después se publican. Si cuando le dais a "enviar" aparece un mensaje arriba de la página, es que todo está ok. Vuestro mensaje aparecerá en breve.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.