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sábado, 21 de noviembre de 2009

Almedijar - El Cullera - Barranco de Almanzor (Circular)

"Colorín, colorados... y amarillos y dorados..., el otoño ya ha llegado".

Hoy la crónica me ha costado más esfuerzo. He puesto muchas fotos porque el paisaje se lo merecía y ¿cómo iba a dejar de ponerlas? El trabajo, además de la manipulación previa de las imágenes, viene por el sistema que tiene el blog de insertarlas. Las fotos se van colocando siempre al principio de la crónica, con lo que cuanto más avances, más lejos tienes que ir para coger la foto y arrastrarla hasta el sitio.

Esto me recuerda un viejo chiste de esos pocos que se te quedan como iconos en la memoria y que seguro que muchos de vosotros recordareis y que ilustra muy bien lo que digo:

"Mandaron a un lepero a pintar las lineas de una carretera. El primer día pintó cuatro kilómetros y el capataz le felicitó por su buen trabajo. El segundo día pintó dos kilómetros y el capataz le dijo que no se preocupara, que después de la paliza del primer día comprendía que estaría cansado, pero al tercer día el lepero sólo pintó 500 metros. Al enterarse, el capataz le pregunta:
- ¿Qué le ocurre? Estoy intrigado de porqué cada día pinta menos rayas.
- Es que el bote de pintura cada vez me queda mas lejos".

Pues eso es lo que me pasa.

Para esta semana José Manuel le había dicho a Luis Gispert, gran conocedor y cronista de la Sierra de Espadán, que nos preparara una ruta por la zona y ahí le tenemos en la primera imagen, comandando la marcha. Una marcha un tanto complicada de gobernar ya que nos juntamos el inusual número de 36 senderistas, lo que aumenta el riesgo de que el grupo se fragmente.



Tras un poco de pista nos desviamos por una empinada senda casi invisible, que en ocasiones nos hacía dudar, pero con ir hacia arriba seguro que íbamos bien. En cuanto la senda cogió altura se nos fueron ofreciendo ya los espectaculares paisajes de la zona de Espadán.




Llaman la atención los bosques de alcornoques, con sus troncos rojizos tras habérseles arrebatado la corcha. Como en el grupillo donde yo iba nos preguntábamos cosas acerca de los alcornoques y el tema del corcho, os dejo aquí un poco de lo que he copiado de Wikipedia:

"La extracción del corcho del alcornoque es lo que se denomina "saca del corcho". Esta saca se hace sobre todo durante el mes de julio, que es el mes en el que el corcho puede ser separado del árbol sin dañarlo. En esta época los denominados corcheros extraen la corteza del alcornoque cortando con un hacha las vetas verticales del corcho. Así se retiran lo que se denomina planchas de corcho. El corcho se puede extraer por primera vez cuando el árbol tiene aproximadamente 25 años, este primer corcho es el denominado Bornizo, corcho de muy baja calidad y sólo válido para la elaboración de conglomerados. Tras esta primera saca se puede sacar corcho cada 9 años".





En las imágenes anteriores vemos detalles de la primera ascensión. Al final de la subida había un acantilado desde el que se podía observar gran parte de la zona.



Mientras unos se afanaban con las fotos otros decidimos comenzar la subida al Pico Cullera por una senda casi indefinida. Como veis abajo, los últimos tramos fueron espectaculares. Como no cabíamos todos en la cima, los que habíamos llegado primero fuimos desalojando, pero hubo momentos en los que se juntó arriba un nutrido grupo. En uno de esos momentos incluso se oyó a Miguel cantar a pulmón partío una estrofa de una Ópera y la verdad es que sonaba bien.







Luis sugirió que continuáramos un poco más para almorzar junto a una caseta derruida que estaba en una posición que nos resguardaba del leve vientecillo. Allí salieron a circular, además de las botas, otras dos botellas de vino de Riquelme, a lo que ya nos hemos acostumbrado. Un Rioja y un Chateau francés, pero que como dicen los Estopa "tampoco hay tanta diferencia con el del Capbrabo". Es broma.


Una vez reiniciada la marcha tuvimos a tiro de piedra al Espadán, bueno si la tiras fuerte, y ya estoy deseando subirlo en una próxima ocasión.




Después nos adentramos en el "Barranco del Esplendor", digo de Almanzor, atravesando sus bosques de alcornoques que en este preciso momento del año se encuentran salpicados acá y acullá de árboles en todas las tonalidades. Es tal la serenidad que inspira el lugar que voy a escribir un momento "sin palabras":

















.....¡Ya!......

Al final del barranco llegamos a una zona que está siendo señalizada con postes de madera. Primero la Fuente del Almanzor que tiene un grifo y que mana un agua fresca y, a mi parecer, de muy buen sabor.






Los hay que siempre quieren salirse del estereotipo que marcan los demás y así lo demuestran estos helechos que en contrastre con los tonos amarillos y ocres de "otros", muestran su fuerte verdor de juventud.



Más adelante nos encontramos con otro cartel que indica "La castañera" y que indica un lugar donde se encuentra un castaño enorme que no sé que castañas hace él aquí sólo, sin nadie de su familia.



Continuando el camino pasamos por la reproducción de una antigua carbonera, la casa donde se refugiaba el carbonero y su panel explicativo.



Llegamos a los coches a una hora temprana pero habiendo disfrutado mucho con los paisajes, la naturaleza y sus colores y habiendo cargado las pilas hasta la próxima salida. Y para recordar lo visto aquí teneis estas fotos que ni se amarillean ni se gastan aunque se vean muchas veces.

Un saludo y hasta la próxima.
Podréis descargaros el track clicando aquí: ROCACOSCOLLA.
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