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miércoles, 31 de diciembre de 2008

Circular: De Serra a Rebalsadors


Estaba yo pensando si deleitarme con la amena lectura de la “Crítica de la razón pura” de Kant u otra no menos amena de Descartes, cuando vi que Pacojavi había publicado en su blog que iba a salir el último día del año, por aquello de que hay que terminar el año haciendo lo que te gustaría que se repitiera durante todo el siguiente (eso les decía yo a mis novias, a ver si colaba) y que quien quisiera podía unirse a la aventura. Enseguida “Descarté” la opción de la lectura y contesté en su blog que yo también iba. Poco después me llamó Toni diciendo que él también.

Así nos juntamos los 3 en Náquera, dónde habíamos quedado con Toni, no sin antes darnos nosotros una vuelta por el pueblo, ya que tras 10 minutos de espera porque llegamos antes de lo convenido, llamamos a Toni y nos dijo que él también llevaba 10 minutos esperando. Fuimos a buscarlo por todo el pueblo y resulta que había estado aparcado todo el tiempo 50 metros detrás de nosotros. Bufff, lo que pasa por no quedar en un sitio concreto…

Aparcamos en las afueras de Serra y comenzamos la andadura. Debo decir que yo había leído en el blog de Pacojavi que él quería salir por Espadán y cuando me dijo que ibamos a ir a Rebalsadors desde Serra me quedé un poco despagado, porque cuando hice esta ruta desde Portaceli, se me hizo muy cansina ya que tocas mucha pista sin ningún atractivo y un buen tramo de asfalto, pero como me dijo que el trayecto era distinto y tenía muchas ganas de salir, seguí subido en el carro. Lo mismo le ocurrió a Toni, que hubiera preferido Espadán, Pero una vez terminado el recorrido vimos que esta ruta no se parece en nada a la otra y está bastante bien. Es una ruta que se hace prácticamente toda por senda y se agradece su variedad.

Al poco de salir de Serra nos encontramos con la Fuente de Deula, lugar muy bonito con una fuente con tres caños separados por los que mana abundante agua.
Enseguida comenzamos a ascender por un frondoso barranco y como el día estaba nublado, cuando íbamos subiendo veíamos las nubes cada vez más cerca de nuestras cabezas.


Nos sorprendió gratamente ver que habían colocado unas vayas prohibiendo el paso a motos y ciclistas por las sendas, de manera que hay que pasar entre ellas y quien más, quien menos tuvo que esconder la barriga para poder pasar tras las bondades de las comidas navideñas. Supongo que algunos se saltarán las maderas, pero por lo menos les queda patente que está prohibido circular por ahí y se les hace más dificultoso, porque la verdad es que sobre todo las motos destrozaban las sendas (y los tímpanos).
Una vez llegamos al Mirador de Mireya las vistas eran, como siempre, espectaculares y a lo lejos, aún estando nublado, se veía el mar y la Mola de Segart que se negaba a dejar marchar a las nubes. También la preciosa imagen de la Cartuja de Portacoeli.

Tras almorzar en la cumbre con mantelito rojo incluido, nos dirigimos al vértice geodésico utilizando el único tramo de pista en el recorrido.

Iniciamos un pronunciado descenso y nos detuvimos en una cueva que habíamos visto desde arriba.

Sorprende que en pleno invierno y con tan bajas temperaturas nos alegre la vista el brezo en flor y también las aliagas con un amarillo intenso, afilando sus garras para esperar a los futuros senderistas.

Al final fueron casi 10 kilómetros de una bonita y cómoda ruta que no me decepcionó para nada a pesar de que de inicio no era muy de mi agrado. El paso por senda en casi todo el recorrido se hizo muy ameno y las vistas panorámicas son espectaculares.
Os dejo el enlace a wikiloc por si alguen quiere descargarse el track.
Clic aquí.
Un saludo a todos y Feliz año.
Pablo.

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sábado, 20 de diciembre de 2008

Forcall - Mola Garumba (Zona de Morella)

Esta semana y para realizar la despedida de la temporada, José Manuel nos propuso una fabulosa excursión por los alrededores de Morella. Contábamos con la ayuda de Luis Gispert que había realizado el trayecto de ida y vuelta por el mismo lugar un mes antes, aunque nosotros pretendíamos hacer la ruta circular y, no existiendo track, convertía a la ruta en algo aventurera en la vuelta.

Cuando nos íbamos acercando al inicio de la ruta el termómetro exterior del coche llegó a marcar -2º y cuando por fin tocamos tierra, el mercurio marcaba 1º, pero no hacía viento y, para mí, ni frio.

Comenzamos la ruta desoyendo las indicaciones de Cebrián y vadeamos el río gracias a unas piedrecitas que gentilmente José Manuel, que iba en avanzadilla de reconocimiento, se aprestó a colocar. Y enseguida pasamos por la Ermita de la Consolación.

Cuando llegamos a la base de la Penya del Migdia, los pasos entre grandes rocas iban sumando estrellas a la ruta. Por cierto, no sabía yo que mi nuevo peinado causase tanta expectación ante los fotógrafos.

Desde arriba hay unas bonitas vistas de Forcall.

Comenzamos a bordear, prácticamente siguiendo la misma curva de nivel para dirigirnos al alto de la Mola Garumba y el camino nos sigue ofreciendo preciosas imágenes para el recuerdo y que hacen que el largo trayecto en coche para llegar a la zona tenga así su recompensa. Esta ruta hubiera hecho que las cámaras de Toni y Dioni (nuestros fotógrafos más profesionales) hubieran echado humo.

Pasamos por un frondoso bosquecillo de alcornoques, para lo cual tuvimos que cruzar las vallas de varios cercados de corrales de vacas, por el interior de los cuales anduvimos, pasando cerca de un abrevadero y ante la curiosa mirada de sus moradores, que se preguntaban qué sería aquel jolgorio que se escuchaba. No pude resistirme ante esta última imagen porque me vino instantáneamente a la cabeza aquello de: “Con un 6 y un 4 hago la imagen de tu retrato” ¿Alguien lo recuerda?

Pero si hay algo en la panorámica que atrae la mirada como si de un poderoso imán se tratase, es la visión del imponente castillo de Morella situado en lo alto de su loma con el pueblo rodeando su base.

Llegando al vértice geodésico de la Mola Garumba el grupo anda distendido disfrutando de las vistas.

Y en la bajada todos se animaron y era gracioso ver a 25 senderistas, muchos de ellos con el gorro rojo de Papá Noel puesto, cantando a grito pelado canciones navideñas. Como éramos 25, una de las canciones más requeridas fue el “25 de diciembre, fun, fun, fun”. Y en una orilla del camino pudimos ver los antiguos restos de un componente de otro grupo que lo debía haber hecho rematadamente mal en una anterior Navidad.

La vuelta, que la hicimos por el lecho de un barranquito, siguió dejándonos bonitas imágenes.

Acercándonos al pueblo José Manuel nos volvió a sorprender con otra hilera de piedras que había colocado para que pasáramos y un rato después llegamos a Morella –de lo que alguno se alegró mucho- y literalmente tomamos sus calles con nuestros gorros rojos.

Tras degustar de una buena comida en armonía en el restaurante “El mesón del pastor” y después de los brindis, Nuria hizo entrega a José Manuel de un regalo por parte tanto de los que estábamos presentes como de los que no habían podido venir, agradeciéndole la dedicación y los buenos momentos que nos ha ofrecido durante toda la temporada.

El regalo consistió en un libro de Rafael Cebrian sobre rutas y unos crampones, como haciéndole un guiño a que en verano prepare otra ruta por nieve como la que hicimos este mes de Julio en Pirineos y de la que todos guardamos un grato recuerdo.

Un saludo a todos y felices fiestas.
Pablo.
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