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sábado, 31 de octubre de 2009

Chera - Pico Ropé - Cueva de la Garita (Circular)

Para esta semana José Manuel había propuesto hacer una ruta cercana. Desde Chera, subir al Pico Ropé y después visitar las Cuevas de la Garita. Tuvimos tres nuevas incorporaciones, Ximo Junior, Ivelina y Paco, un amigo de Nuria. A los dos primeros se les ve en la primera imagen sonriendo, ya que antes Jose y ahora yo, nos habíamos adelantado corriendo para hacer una foto al grupo en movimiento.

Nada más salir del pueblo ya se observan nuestros posibles destinos (siempre hay que mirar a lo más alto, que seguro que están ahí) bañados por la desperezante luz matutina. El picacho que vemos allá al fondo en la tercera imagen es el Pico Ropé, nuestro objetivo.



Abandonamos la pista y nos adentramos en una frondosa senda.



Conforme vamos subiendo, el paisaje nos va ofreciendo grandes trozos de su roca desnuda. Nuria también nos muestra algo.................. -detenéos pecaminosos- nos muestra orgullosa su bien ganada camiseta en la aventurera ruta a la que hace unas semanas fue casi en solitario: "Stels del sud".



Ivelina, la nueva chica, se autoimprimió un fuerte ritmo en la subida en su primera ruta (ya nos contará qué tal le fueron las agujetas durante la semana). La subida se las traía, ya que era constante y con una buena inclinación. Por delante se escaparon Toni y José Manuel Junior, atraídos por el magnetismo de la cima.



Ahí le tenemos en actitud pensativa, absorbiendo todo lo que le ofrecía el majestuoso paisaje desde las alturas. Al lado del mirador se encuentra una composición con azulejos que muestra el "Panorama General de la Fosa de Chera", tal como reza en el mismo. Amen.



Si pensabais iros sin panorámica, ibais listos. Ahí os dejo las dos que hice. Si pincháis en las pequeñas se amplían a todo el escritorio.





Y una foto apaisada de las de siempre para "los clásicos". Además de nosotros, había otras cabras en el monte, como se puede apreciar en la imagen central, donde aparecen dos ejemplares de mamíferos artiodáctilos de la familia Bovidae. Lo dicho: "cabras".


Bordeando la caseta de vigilancia forestal vimos una mesa de piedra con cinco o seis asientos y unido a las vistas que ofrecía el lugar, lo consideramos un lugar perfecto para almorzar por lo que nos pusimos a la faena. Esta vez nos faltó el vino. Mejor dicho, el que "no vino", ya que no había venido Riquelme, ni tampoco los compañeros que suelen traer las "botas" y la verdad es que lo echamos en falta..... al vino..... a Riquelme.... a los de las botas...... ejem.

Menos mal que José Miguel se trajo una botella de "licor de hierbas" que, unida a las petacas de rigor, sirvieron como combustible para poner en marcha de nuevo los motores.



En esta imagen se puede apreciar la inclinación de la senda por la que habíamos subido. Después José Manuel hizo una variante a la ruta que habían hecho en ocasiones anteriores y decidió ir por el lecho del barrando para así ver desde abajo la espectacularidad de los estratos cortados a cincel.



La senda del barranco se hizo muy agradable por la vegetación que tenía, pero en ocasiones todavía se dejaba notar el calor de este laaaaaaaaaaaargo verano que no acaba de irse.



Llegamos a la zona de las cuevas de la Garita donde hay una cascada que alegra la vista y los oídos. Algunos subieron hasta donde caía el agua y se metieron debajo de ella, mojándose las camisetas. Alguien dijo algo de que le recordaba a la propaganda aquella del desodorante Fa y "Los limones del Caribe"... a mí la verdad es que lo de los limones del Caribe me trae otros recuerdos.

La cueva que aparece en la tercera imagen tiene un corto recorrido pero muy oscuro que vale la pena visitar (cuidado con las cabezas).



Al fondo de ella se llega a unas piedras pulidas por las visitas en las que se puede sentar uno un rato y disfrutar del frescor del interior y la quietud, a la par que de las vistas que proporciona este agujero.



También le hice una foto a un senderista que posaba por allí y una foto al cartel que indica el itinerario para visitar todas las cuevas del lugar.



Una mañana en muy buena compañía y con un tiempo espléndido que nos acompañó en nuestra visita semanal a la naturaleza y las montañas.

Un saludo a todos y hasta pronto.
Podreis descargaros el track clicando aquí: ROCACOSCOLLA.


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sábado, 24 de octubre de 2009

Tinença: Fredes - Negrell - Fredes (Circular)

"Concurso de Fotografía"

Esta semana José Manuel propuso ir a la Tinença de Benifassà, en el límite superior de la Provincia de Castellón, de hecho en algunos tramos pisábamos terreno tarraconense. La lejanía hizo que tuvieramos que pegarnos un buen madrugón y hacer casi tres horas de viaje desde casa e incluso que nos lleváramos bocadillo extra para comer allí pero todo, como dice Marc Anthony en su canción, "valió la pena" como vais a ver.

Eran las 08:30 cuando bajábamos de los coches más mareados que una mosca en una lavadora tras haber subido el puertecillo final y nos pusimos a lo nuestro: a andar. Enseguida tuvimos que desenfundar las cámaras y era casi imposible regresarlas a su bolsa porque los motivos fotográficos eran constantes. José Manuel nos trajo al sitio adecuado en el momento adecuado, ya que los arces desperdigados aquí y allá entre los verdes pinos y carrascas mostraban toda su gama de colores anunciando la llegada del otoño.



Además de los arces el paisaje también se las traía, incluso nos habían puesto un pino que otro de vez en cuando en el camino para que estuviéramos entretenidos.

Esta es la foto anterior del centro pero en una composición panorámica.
Toni firmó en nombre de todos en el libro del GR, que circulaba por un espeso y precioso bosque de "boj" en el que también había "muchoj" "pinoj". Por el bosque nos cruzamos con mucha gente buscando setas: los "seteros" y nos preguntábamos si tambien andarían por ahí los "gays".



Como habíamos empezado a andar más tarde, la hora del almuerzo también se retrasó pero el hambre que teníamos a las 10:oo horas era la misma que en otras ocasiones. Nos habíamos propuesto almorzar en el refugio y estábamos deseando llegar para hincar el diente a las viandas. El grupo se había fragmentado algo por el tema de las fotos y en un momento dado en que íbamos Toni, "Los Incombustibles" y yo en avanzadilla, Julia me preguntó que cuánto quedaba para llegar al refugio y yo le dije que suponía que unos 10 minutos. Ella me dijo: "¿tanto?" y yo le contesté: "Pero podemos correr y lo hacemos en 5". Y sin más palabras me puse a correr y ellos, entre risas, también. Por lo que cuando llegaron los demás, nosotros ya estábamos instalados y con los bocatas preparados y la botella de vino (cortesía de Riquelme) abierta.

Si alguien quiere esta foto para salvapantallas que lo diga y se la mando. Es una de las vistas con el mar al fondo, que se daban en la subida al Negrell, nuestro próximo objetivo.


Desde el vértice geodésico la vista a todos los lados era impresionante, además fuimos muy afortunados porque nos acompañó un día muy claro en el que la bruma era prácticamente inexistente y se veían hasta Las Columbretes. En lo alto de un cortado próximo vimos una colonia de unos 15 buitres tomando el sol o admirando el mismo paisaje que nosotros y se me ocurrió silbar fuerte y dar palmas para ver si se espantaban y los veíamos volar. Lo hice sin mucha convicción pero dio resultado y echaron a volar con parsimonia planeando uno tras otro como se ve en las imagenes y parecía que se iban pasando la "vez" diciendose uno a otro como en "El libro de la selva": "...¿y qué vamo a hasé?


Mas vistas desde el vértice. Nuestro próximo destino.


Toni estrenaba cámara. No sé si la fundiría ya en la primera salida, con tantas buenas fotos para hacer. Lo siguiente era ir a la cresta que está detrás de Toni y vimos que había varios cazadores en una batida, apostados cada cierta distancia. Al primero que vimos le hicimos saber de nuestra presencia y se pasaron el aviso por los walkies.


El sitio se prestaba para intentar las panorámicas y no me pude resistir.

Después pasamos por un frondoso y espeso bosque de bojs y en un momento en que la vegetación estaba tan tupida que sólo se podía seguir por la senda, encontramos un tronco atravesado y la única alternativa era pasar por debajo casi reptando sobre el alfombrado suelo. En aquel momento se nos ocurrió gritar las palabras de "Indiana Jones y la Última Cruzada": "Sólo el penitente pasará" porque si no nos agachábamos como en la película no podríamos pasar.
Más tarde y con el grupo fragmentado y separados unos 25 o 50 metros, nos dimos cuenta de que ibamos desplazados y que el sendero correcto iba paralelo por arriba de nosotros pero con el espesor del monte y la pendiente no se podía ir a la trocha. Los que estaban detrás con José Manuel decidieron intentar buscar el camino correcto y retrocedieron un poco, mientras que los que íbamos delante pensamos seguir por el GR con la esperanza de que merced a nuestros poderes psicotrónicos nuestra senda fuera girando a la izquierda y se cruzara con el sendero correcto. Casualmente así ocurrió y cuando el GPS nos situaba sobre el track que llevábamos grabado, encontramos otro problema. No había rastro de los otros y no sabíamos si iban delante o detrás y había cobertura cero con todas las compañías de teléfono. José Manuel y yo nos habíamos dicho al comienzo de la ruta que en caso de necesidad conectaríamos los walkies para comunicarnos y éste era un claro ejemplo de necesidad. Yo conecté el mío y esperé a que en algún momento se comunicara. Como de todas formas estabamos en el lugar correcto decidimos seguir y ya nos encontraríamos. Al abocar a una pista marcamos unas grandes flechas con piedras y ramas para que supieran que habíamos pasado por ahí y que íbamos delante. Más adelante y al encontrarnos una pista cementada les dejamos otra marca. En este caso Toni les dibujó un "sambori" para que se entretuvieran cuando llegaran y Jose se ofreció a probarlo y rememorar viejos tiempos.
Entretanto José Manuel había conectado el walkie y ya nos cercioramos que venían detrás. Mientras buscaban la senda se habían entretenido cogiendo los revollones que les salían al paso y por eso se habían retrasado más. Decidimos esperarles en un aula de la naturaleza que había más adelante y proseguir todos juntos.

Estas montañas no dejaban de ofrecernos preciosos rincones.


Visitamos esta "balma" que es como una hendidura en la pared de la montaña y continuamos el regreso.




Al final llegamos a los coches sobre las 4 de la tarde. Como en el lugar donde habíamos aparcado había una fuente, nos refrescamos y nos sentamos en círculo en un prado próximo a comer nuestro segundo bocata y los coches que pasaban por la carretera cercana se nos quedaban mirando con curiosidad, seguramente envidiando nuestra posición, nuestras viandas y nuestro agradable ambiente. Tras un café en el restaurante (muy concurrido) del pueblo, iniciamos el regreso. Llegué a casa a las 20'00 horas. Excesivamente tarde porque estás todo el día fuera y desatiendes otras cosas, pero rutas de éstas tan lejanas se hacen muy de tarde en tarde y si no vas no las vives y te las pierdes. De manera que como dije al principio.... Valió la pena.


Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podréis descargaros el track clicando aquí: ROCACOSCOLLA.
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