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domingo, 26 de septiembre de 2010

0005-Vértices Geodésicos Más de Mil C.V.: La Cruz de los Tres Reinos (1557 m) y VG-CV-0011 El Cabezo (1447 m) / A+ 576 m / 19.65 km

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¡¡"Ay redios"!!


Esta semana me volví a saltar el tercer vértice: La Salada. En su lugar lugar propuse hacer el quinto, la Cruz de los Tres Reinos (1557 m) y como había otro vértice relativamente próximo, decidí enlazarlo también en la ruta. Se trataba del número 11, El Cabezo (1447 m). No confundir con otros montes que se llaman igual, porque se ve que hay algunos nombres que son muy populares a la hora de bautizar cimas, como La Muela, El Buitre, El Pico del Águila. Pues lo mismo ocurre en este caso.


Nos juntamos 9 senderistas y Black, que ya es habitual: Manuel Carlos, Jose y Mari, Kiquet, Carmen K, Juanvi y Patri, Toni, Black (el perro de Juanvi) y yo.

Me alegré de que Kiquet ya estuviera en condiciones de empezar a caminar otra vez, lo mismo que Carmen, que ya llevaba mucho tiempo parada.


Cuando propuse la ruta dije que cuando llevara unos 12 km pasaría por donde estaban los coches, lo que por casualidad supuso una tranquilidad para Kiquet y para Patri, que pensaron que si veían que en esta ocasión tenían suficiente cuando volviéramos a pasar por los coches, terminarían la ruta ahí.

A las 8 de la mañana aterrizamos en la plaza de la Iglesia de Arroyo Cerezo, con una temperatura de 6 grados. Menos mal que no hacía viento. Al salir del pueblo, veremos postes indicadores del PRV-131.1, que es el que seguiremos en gran parte de la ruta.



Nada más salir del pueblo, y con el Barranco del Arroyo a la derecha, a nuestro camino salieron las zarzas con sus moras y otras matas muy cargadas de endrinas, con las que se hace el pacharán.



Llegamos a la Fuente del Abrevador, de la que al principio escuchamos sólo el sonido del agua que brotaba de algún sitio entre la hierba.



Jose se dio cuenta de que había perdido parte de uno de sus bastones y él y Kiquet se volvieron un tramo a ver si lo encontraban. Yo, mientras, seguí el curso del agua para ver de dónde manaba y vi que el nacimiento estaba secuestrado con una caja de reja metálica. Algo habría hecho y la habían arrestado, como en la mili, que si se ahogaba uno dándose un baño, arrestaban la piscina.



Kiquet y Jose volvieron sin haber encontrado el trozo de bastón y continuamos siguiendo las marcas, que nos llevaron a un punto elevado que discurría entre dos Muelas.



Continuamos la marcha admirando la vegetación típica de esta zona.



Llegamos a nuestro primer destino, La Cruz de los tres Reinos, aunque no hay ninguna cruz. Se trata de un punto en el que hacen frontera los Reinos de Valencia, Aragón y Castilla. Nos hicimos la foto de grupo y todos pasamos por el Fotocall, pero nos fuimos rapidito porque aquí soplaba un ventorrillo nada agradable.








Seguimos nuestro camino circular ya de retorno y antes de llegar a los campos de cereal nos detuvimos a almorzar en unas piedras soleadas ¡Y pensar que hace nada hubiéramos estado buscando la sombra! De hecho, mi bota se quedó temblando y no de frío precisamente.



Una vez más contentos, nos pusimos de nuevo en marcha en animada charla. Pasamos junto a un rebaño de ovejas y el pastor se quedó mirándonos y nos preguntó si ya veníamos de La Cruz y desde dónde habíamos salido y cuando le dijimos que todavía íbamos a subir al otro vértice pronunció la frase que ya ha quedado marcada para la posteridad: ¡¡Ay redios!!

Llegamos al punto en que los que quisieran se podían volver a los coches. Sólo Patri, a la que acompañó Juanvi, decidió finalizar aquí, ya que era su primera salida senderista. Kiquet dijo que se encontraba bien. La verdad es que Patri hizo bien, ya que todo el desnivel acumulado que nos quedaba por hacer se encontraba junto al otro vértice.


Llegamos a Arroyo Cerezo, al trozo de pueblo más grande de los dos, y nos dirigimos por el camino que indica a Tóvedas de Abajo.



Tras unas subidas y bajadas llegamos a la carretera de Cuenca, que teníamos que cruzar. Cuando todos habíamos pasado, vimos que Carmen había tropezado en un pequeño escalón del arcén y había caído al suelo. Nos miraba desde el suelo y nos dijo como en este video:


Aquí tenemos el momento exacto de la caída:



Pero tras quitarse el polvo, le echó un par. Dijo que no pasaba nada y que continuaba, "porque cuando las personas tropiezan y se caen, vuelven a levantarse y no se rinden".

La música que suena es de uno de mis estilos favoritos, el funky. Seguro que más de uno al escucharlo ha hecho como yo y se ha puesto a bailar haciendo el tonto en la intimidad que da el cuarto del ordenador, porque el tema tiene mucho ritmo. (Por eso os la he dejado entera).

Se trata del tema "Got to be real" que hizo popular Cheryl Lynn. Aquí tenemos otro donde Patty Labelle invita a cantar con ella a Mariah Carey, a la que llama "Maraia, Maraia", que a mí me suena rarísimo. Es como si uno se llama Paco y le llaman "Peicou, Peicou".

(Si no lo bailásteis antes, ahora tenéis otra oportunidad )



Desde allí ya veíamos la torre de observación y hacia allá que nos dirigimos. Aquí tuvimos el "momento Toni". Durante toda la subida no paraba de atosigarme preguntando si se iba por aquí, si pasaríamos por debajo del cortado, si se tenía que ir a la trocha, si...., ni cuando en broma le tiré una piedra se callaba el tío, que seguía con el cachondeo. Es broma, nos reímos un rato con su insistencia que también era en broma, por supuesto.


Coronamos. Fotos del vértice y los paisajes. Aquí una torre. Aquí unos senderistas y hasta luego.
Se me adelandaron mientras hacía las últimas fotos y fuimos acortando algunas lazadas que había hecho la pista al subir.



Llegamos a Arroyo Cerezo y en el camino entre los dos trozos de pueblo vimos esta simpática escultura de un caballo hecha con los elementos más rústicos, con ramas secas y retorcidas.


Terminamos nuestra ruta a las 13:15 y quien quiso se bañó los de pies y se refrescó en la fuente de la plaza.


A continuación cogimos los coches y nos dirigimos a un área recreativa que habíamos visto antes de entrar al pueblo y allí sacamos nuestras neveras y nos pusimos al ataque. Para acompañar el café de Carmen, Jose y Mari trajeron una torta de boniato de la que ni el CSI encontraría sus huellas cuando acabamos con ella.


Nos despedimos con un agradable sabor de boca, tanto por la tarta y el café como por cómo había resultado la ruta.




Un saludo y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE.

Pulsar si queréis ver la presentación de "Más de Mil"

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sábado, 25 de septiembre de 2010

0011 - Vértices Geodésicos C.V.: Cabezo (1447 m) / A+576 m / 19,65 km

Vértice hecho conjuntamente con el nº 5  La cruz de los tres Reinos


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sábado, 18 de septiembre de 2010

0004-Vértices Geodésicos Más de Mil C.V.: Aitana (1557 m) / A+ 1022 m / 18.6 km

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"Staying alive"


Para esta semana estaba previsto hacer el tercer vértice en altura de la Comunidad Valenciana, La Salada (1586 m), pero como Mari y Jose no querían perdérsela y no podían venir, decidí saltármela y hacer la siguiente cima, el Aitana (1557 m). Me basé en un track que vi en Wikiloc y que no hacía la subida típica desde la Font de Partegat, sino que hacía un recorrido más largo partiendo desde la Font de l'Arbre.

Para llegar al inicio tomamos la A-7 desde Massanassa por el interior y llegamos a Confrides en hora y media. Al entrar a Confrides hay que tomar la primera a la derecha y siguiendo un poco veremos en la pared de la diestra un cartel que indica direccion a la Font de l'Arbre, pero es una "V" imposible de hacer por lo estrecho de la calle y allí no podremos girar. Tendremos que avanzar un poco y en la siguiente calle meter el morro a la derecha y hacer marcha atrás para girar. Ojo con meterse más dentro del pueblo porque las calles son súper estrechas. Para volver hay que hacer lo mismo.

A pesar de las lluvias del día anterior y de la previsión de algunas gotas para el sábado, el día estaba completamente claro cuando aparcamos los coches, pero enseguida vimos que una niebla se apoderaba de las antenas de Aitana y bajaba hacia el valle, lo que mezclado con el Sol hacía unos bonitos contrastes. La temperatura era idónea, con un poco de fresquillo.



Para esta salida nos juntamos 4 senderistas y un perro que es tan senderista como nosotros: (no sabe ná): Manuel Carlos, Salva, su hermano Juanvi, Black (el perro) y yo.

Aunque llevaba en marcha el GPS Garmin, he vuelto a utilizar el programa de GPS que llevo instalado en el teléfono, porque me da mucha más información y tiene más posibilidades que los esquemáticos mapas de Topohispania. En los puntos del track en que había que tomar alguna decisión sobre la dirección a seguir, me había creado unos waypoints a los que les había puesto una alarma que sonaría cuando estuviéramos en un radio de 15 metros. El Garmin Vista sólo permite 10 alarmas de aproximación y los sonidos son pitidos electrónicos, en cambio en el teléfono puedo utilizar cualquier archivo mp3. Normalmente el sonido que utilizo es el de un buho, que parece un ave rapaz, pero para esta ocasión elegí un trocito de la canción de Fiebre del Sábado Noche, "Staying Alive", cuando dice "ah, ah, ah, ah... staying alive, staying alive", y cada vez que sonaba me ponía a hacer el tonto con la mano, como hace Travolta en la película. Esto provocaba las sonrisas del personal, que es de lo que se trataba, y al rato disfrutábamos todos con la chorradita. Ahí estamos en la segunda imagen, haciendo el característico movimiento. Veo que en esta ocasión Black no lo hizo.


Mientras íbamos caminando, la manta de niebla iba pasando por encima de nuestras cabezas.


Llegamos a la Font de Forata, que tiene unos particulares abrevaderos que van desaguando uno en el siguiente como si fuera una escalera y seguimos por el Sendero Botánico del Passet de la Rabosa.


De vez en cuando interrumpíamos nuestro ascenso para mirar atrás y deleitarnos con los paisajes.


La niebla, tan rápidamente como vino, se fue deshaciendo y sólo se hacía la remolona en algunos sitios de la cumbre. Por la rapidez como venía y se iba, yo comenté que esta niebla podría ser similar a la que aparece en la antigua película de "El hombre menguante", a lo que Manuel Carlos respondió que sería mejor que se tratase de la de "El hombre agrandante", haciendo un chiste sobre su estatura.


Llegamos al conocido Pasico de la Rabosa, que es por donde se sube a la cresta de la sierra.


En estas imágenes aparecemos dedicados a hacer alguna que otra trepadita sin ninguna complicación y pasando por la famosa grieta.




A la derecha pudimos ver la "Pedra foradá".


Cuando se llega arriba del pasico, no se ven bien las marcas. Hay que encontrarlas en una roca a la izquierda, un poco en alto.


Una vez en lo alto nos quedamos sin palabras. La nubecilla de niebla había desaparecido y el día era totalmente claro, lo que permitía que nuestra vista se perdiera en todas las direcciones y tuviéramos muchos kilómetros de una muy buena visión.

Se veía claramente el Puigcampana enfente y hasta Alicante por la costa. Esta imagen en que aparece tan clara esta montaña que no tardaremos mucho en conquistar, contrasta con otra que aparece más adelante, ya que la rapidez de la evolución de las nubes era impresionante.



Continuamos la senda dirigiéndonos a la zona de las antenas y nos detuvimos un momento en esta fita para mirar a los cuatro puntos cardinales.


Decidimos continuar hasta el vértice siguendo la valla de las instalaciones militares.



Allí, dentro de la verja, se encontraba triste el secuestrado vértice de Aitana y pudimos hacerle las fotos desde la zona "libre". Vimos los rastros de algún hilo de la valla cortada, por donde seguramente entraron los dos activistas que saltaron la cerca reivindicando que la cima de Alicante no estuviera vallada. Pero ahora han puesto a todo lo largo, por el interior unos grandes bucles de alambre espinoso que harán más dificil que el hecho vuelva a repetirse.



Volvimos sobre nuestros pasos para almorzar junto a la fita de piedras que habíamos visto antes y donde hicimos la foto de grupo


Y esto es lo que veíamos desde el lugar donde estábamos sentados disfrutando de las viandas y de las "almendras de Jose" que había traído Manuel Carlos y que bromeábamos con que se las había dado en el trabajo para que las trajera. Durante todo el almuerzo y el resto del camino fueron "las almendras de Jose".



Una hierba se empeñó también en salir en la foto.


Las nubes continuaban con su caprichosa evolución, lo que hacía las delicias de mi cámara. Pensábamos que si Toni hubiera estado aquí, con este cielo y el paisaje tan despejado, lo tendríamos que haber sacado a rastras.

Continuamos con nuestro recorrido, que ahora nos llevaba justo por la cresta de la sierra, ofreciéndonos panorámicas en todas direcciones y hacia el Alto de la Tagarina, en dirección al Penyo Molero.







En estas imágenes habéis podido contemplar la evolución de las nubes en la cima del Puigcampana, en el que hay momentos en que parece que esté en erupción.


Llegó el momento en que nos cruzamos con la pista que va a la Font de Partegat y la seguimos por la izquierda. Más adelante, hay que estar atentos a una senda que sale por la izquierda en sentido ascendente y que a media ladera se dirige hacia la nevera mejor conservada de las tres o cuatro que vimos por la zona.



Regresamos a la pista y nos dirigimos a la Font de Partegat, que es el lugar de inicio clásico de esta ruta. De este lugar no nos gustó el aspecto de suciedad y sensación de desorden que presenta.


Pero nos encantó lo buena y lo fría, pero fría, fría, que estaba el agua que manaba de los tres chorros de la fuente. Tras una breve parada continuamos y pasamos por una zona de caos de rocas que parece un paisaje lunar.



La niebla se empeñaba en volver a apoderarse de las antenas de Aitana. La temperatura era caprichosa. Mi buff era un continuo movimiento. Cuando salía el Sol, iba a la frente y cuando era tapado por las nubes, iba al cuello porque la brisa era fresca. Pasamos otra vez por la Font de Forata por donde pasamos esta mañana y seguimos rectos para completar nuestro "ocho".


Durante varios momentos del camino habíamos bromeado con la idea de que ya que Kiquet no podía hacer la ruta con nosotros, que igual estaría en la zona recreativa cuando llegáramos, preparando una fenomenal paella y nos daría una gran sorpresa, y decíamos que si eso pasaba le íbamos a estar aplaudiendo hasta que llegaran las navidades. Así que cuando las cuestas se ponían duras nos dábamos ánimo diciendo que ya faltaba poco para llegar a la paella de Kiquet y que incluso ya se olía desde allí. En fin, cachondeo puro y duro, nada más. Con las nubes regalándonos unas últimas preciosas imágenes de sus movimientos, llegamos a los coches, aparcados en la Font de l'Arbre.



A unos cien metros de la zona recreativa hay un albergue en el que también se hacen comidas y le hice una foto al anuncio de sus menús y precios. Hay que llamar antes para encargar las comidas. Este paraje sí que presenta un aspecto limpio y ordenado. Debe ser en parte porque está más escondido y es menos accesible para el gran público. Es muy agradable y sacamos nuestras neveras dispuestos a comer. Dispone de fuente y el agua está tan fría como la de la de Partegat. Manuel Carlos y yo estuvimos un rato con los pies dentro del agua para que descansaran. Bueno, tuvimos que tenerlos intermitentemente, porque nos dolían los pies de lo helada que estaba el agua. Cuando terminamos nos fuimos al albergue a tomar un café, que nos hicieron de cafetera de la de toda la vida y que nos supo buenísimo.




Una fenomenal excursión que me ha maravillado por sus vistas panorámicas, en parte debido a la suerte que hemos tenido con el día, que ha sido muy claro, con las nubes caprichosas sólo para hacer las delicias de nuestras vistas y que les sacáramos fotos y con una temperatura estupenda para caminar.


Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE.
Un saludo y hasta la próxima.

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