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sábado, 4 de septiembre de 2010

0001-Vértices Geodésicos Más de Mil C.V.: Calderón (1838 m) / A+ 845 m / 19.5 km

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"La ruta de los abrevaderos"


Para este sábado 4 de septiembre propuse subir al Vértice Geodésico del Calderón (o alto de las Barracas), la máxima altura de la Comunidad Valenciana. Aventaja al Peñagolosa en 23 metros. Se apuntaron Manuel Carlos, Mari y Jose, Toni y Riquelme, que iría directamente al inicio.

Salimos a las 6 de la mañana desde La Eliana y a las 7:30 ya estábamos en Puebla de San Miguel. Riquelme llegó con nosotros, aparcamos en la plaza de la Iglesia, nos pertrechamos y nos pusimos a andar por la carretera que habíamos venido, hacia Losilla y cuando llegamos a la Ermita, enfrente ya teníamos la senda con sus paneles. Nosotros continuamos rectos.


Teníamos a nuestra derecha el Barranco del Chorro y continuamos hasta que llegamos a la Fuente de Javandal con su abrevadero.


Después el camino se empina hasta que enlaza con una pista. Aquí paramos para reagrupar y tomar aliento. Seguimos por la izquierda. Enseguida vemos otro abrevadero. Más adelante la pista hace un desvío hacia la derecha y propuse ir recto por una senda poco marcada que había visto en un track y así evitar un tramo de pista. Después enlazamos con la pista de nuevo y continuamos hasta que vimos el desvío a Las Blancas y nos desviamos por la izquierda.


De vez en cuando veíamos unos originales carteles que nos describen las características de la vegetación que vamos encontrando.


Llegamos al paraje conocido como Las Blancas, llamado así por el color del tronco de los ejemplares de sabina albar que pueblan esta zona. El cartel anterior decía "Sabinas milenarias" y éste que vemos aquí dice "centenarias" ¡A ver si nos aclaramos! Hay una sabina de un porte espectacular, que fue objeto de nuestras cámaras.


Un poco más adelante nos encontramos con "otro" abrevadero. Hicimos las últimas fotos a las sabinas y continuamos.


Nos llamó la atención el contraste del colorido de la flor del azafrán, de las que había pequeños grupos.


Llegamos de nuevo a la pista, que cogemos por la izquierda y pasamos junto a un charco más o menos permanente o "navajo" que suele helarse en invierno.


Continuamos hasta que vimos el desvío que por la izquierda nos bajará al Barrano de Saladillo. Esta senda es preciosa y las vistas a los valles que se nos ofrecen al frente creo que son de lo mejor de este recorrido.



Cuando llegamos al lecho vimos un cruce de barrancos, pero seguimos el de la izquierda y llegamos a "otro" abrevadero. En este punto, cuando recorrió esta ruta el grupo Rocacoscollá, con nieve, José Manuel se desvió a la izquierda subiendo por la ladera. Como él mismo recomienda, para futuras ocasiones, nosotros seguimos rectos por el barranco, en el que se apreciaba una tímida senda.



Y llegamos ¿a que no sabéis donde? Pues sí, a "otro" abrevadero al que por una tubería de plástico cae un hilillo de agua. Seguimos y llegamos al Collado del Buey. Un poco más adelante hay una pista que seguimos un tramo hasta que llega un punto en que vemos el vértice del Calderón arriba, a nuestra izquierda, y se aprecia una zona despejada como si fuera un cortafuegos y ya prácticamente en línea recta y al grito de "mariquita el último" (es broma), quería decir: cada uno a su ritmo, llegamos a lo más alto.


Nos hicimos las fotos de grupo en el vértice rápidamente, pues se había hecho un poco tarde para la hora acostumbrada para el almuerzo, pero es que había que llegar hasta aquí, que después con la tripa llena se sube peor. Me defraudaron las vistas panorámicas ya que prácticamente son inexistentes. Sólo se ve Javalambre con sus antenas y poco más, ya que al estar en un altiplano, los árboles dificultan la visión.


Buscamos una buena sombra y una vez calmado Toni con el almuerzo, jeje, y regado con un "Somontano" cortesía de Riquelme, continuamos siguiendo otra difusa senda que desaparecía por momentos.


Llegamos al Pino Vicente, llamado así, como explica el cartel, en honor a un guardia forestal (Vicente Tortajada) que se opuso fuertemente a su tala. Es un árbol monumental, tanto por el grosor de su tronco, como por sus tres "garras" o ramas principales en que se divide el tronco y su antigüedad, que dice ser de 250 años.



Una vez admirado, continuamos hasta el Gavilán, la otra altura importante de la zona en la que hay una caseta con un guarda forestal de vigilancia y cuenta con un pequeño observatorio meteorológico. Aquí tampoco pude disfrutar de buenas vistas, ya que le ocurre algo parecido que al Calderón. Aún así el color del cielo estaba espectacular, como se aprecia en la foto panorámica.



Iniciamos el descenso por pista y seguimos viendo carteles explicativos. Éste nos llamó la atención pues habla de la planta que tenemos en la segunda imagen: La hierba de los ballesteros, una planta muy venenosa, llamada así porque la utilizaban en la Edad Media los tiradores de ballesta para emponzoñar sus flechas.


Tras un tramo de pista vimos una fita de piedras en la izquierda y nos desviamos por otra difusa a la par que casi inexistente senda, en la que las torrenteras producidas por el agua y los animales ofrecían continuas dudas de cual seguir. Fuimos bajando hasta llegar a la pista que nos llevaría a La Puebla de San Miguel. Este trozo de pista se hace bastante cansino, lo que tratamos de compensar con el buen humor de siempre.



Llegamos al pueblo viendo en su entrada la Ermita de San Roque y un extraño y original "monumento" que hay en un parquecillo.


Se cumplieron las previsiones y a las 13'30 llegamos a los coches. Como estaba escrito, cerca de la Iglesia había un abrevadero más, en el que también estaba escrito que meteríamos nuestros pies. De hecho nos metimos dentro de sus claras aguas hasta las rodillas y estuvimos un rato caminando por él, descansando nuestras piernas y refrescándonos, aunque no habíamos pasado calor durante la ruta, ya que la brisilla era bastante fresca.

En las escaleras de la Iglesia y bajo la sombra del imponente olmo nos dispusimos a comer. Sacamos los bocatas y las neveras, que hasta 3 se juntaron, con frescas cervezas, coca colas, agua y Vino blanco frío y Cava (de Riquelme), que no los empezamos estos últimos y le sugerimos que los guardara para otra próxima ocasión en que daríamos buena cuenta de ellos. Al lado de las escaleras había un bar en el que nos tomamos un café cortesía de Riquelme con el que nos despedimos entre nosotros y de esta estupenda ruta.





Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE
Un saludo a todos y hasta la próxima.

Pulsa aquí si quieres ver la presentación de "Más de Mil"

2 comentarios:

  1. Hola, el sábado pasado hice esta ruta y quería agradecerte el track y las indicaciones, sobre todo la bajada que describes como "bastante cansina" jejeje. La verdad que tuve más suerte y estaba indicada toda la bajada ya que forma parte del recorrido de la Maratón de Javalambre que (no lo sabía) se disputó ayer domingo.
    Saludos!

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    Respuestas
    1. Hola Manu, me alegro de que te sirviera. De un tiempo a esta parte han proliferado las carreras de montaña y tratan de buscar sendas bastante vírgenes para su recorrido. Yo muchas veces también me apoyo en ellas al planificar las rutas. Toda ayuda es poca.

      Un abrazo.

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