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La ruta propuesta para este sábado era subir a un monte cuyo perfil veía durante todo el confinamiento del coronavirus desde mi terraza, El Topero, desde Olocau.
A la cita acudieron Pili, Mari, Jose, Juan Carlos, Kiquet, Manuel Carlos y un servidor. Y a las 7 de la mañana estábamos en el punto de inicio, así aprovechábamos más el frescor de la madrugada.
La temperatura era muy buena y soplaba una brisilla fresca que nos acompañó durante toda la jornada.
Lo primero sería subir al Castillo del Real y hasta él tuvimos una subida constante pero llevadera que enseguida nos iba dejando muy buenas vistas.
Según el mapa topográfico, por el camino nos encontraríamos la Font del Poll y la Font del Mosquit, pero ni rastro de ellas, al menos cerca de la pista.
Se conserva un fenomenal pulmón verde en esta zona tan cerca de Valencia.
Aquí tenemos ampliada con el zoom la imagen superior que sería la contraria a la que veía yo desde mi terraza. Un placer por fin estar pateando por aquí.
Ya en el Castillo nos dedicamos a la exploración del lugar.
Volvimos a bajar por el mismo sitio hasta la pista y continuamos por ella de frente en dirección Este.
Más adelante nos desviamos por una fina senda por la derecha en ascenso.
Al llegar arriba tuvimos buenas vistas del Gorgo y el Pico del Águila (detrás de nosotros en la foto) y del Castillo del Real donde habíamos estado antes, que acercamos con el zoom de la cámara.
También acercamos el poblado morisco de Masía de la Olla, que se encontraba al fondo del valle.
La senda nos fue subiendo a la la Loma del Topero y allí bajo unos altos pinos donde corría un poco de aire nos sentamos a disfrutar del momento del almuerzo. Después continuamos por la senda que nos fue llevando por la parte alta de estas estribaciones, pasando por las Lomas Peladas y La Pedralbilla.
Buena altura desde la cima de La Pedralbilla.
Y una visión tan panorámica que no la abarcaban nuestros ojos sin girar la cabeza.
Comenzamos el descenso por el cordal siguiendo senda en todo momento hasta enlazar con una que viene por la izquierda y que ya conocíamos de otros años y que seguimos hacia la derecha.
Tras un buen rato de buena senda, ésta nos abocó en la pista y un poco más allá llegamos al Coll del Sentig, un cruce de cuatro pistas. Nosotros seguimos la del frente que nos fue bajando hacia el pueblo.
Les habíamos prometido tres fuentes antes de llegar al pueblo y las tres con agua. Aquí estaba la primera, la Font del Frare con un patio circular con bancos corridos, que parece que se fuera a celebrar allí el Tribunal de las Aguas. Buen lugar para refrescarse un poco.
Un poco más allá pasamos por la segunda fuente, la Font de la Cava, también con agua, aunque ésta es alimentada por manguera. Y justo al llegar al pueblo, la Font del Arquet. Las tres con agua. Muy bien lo de la presencia de estas fuentes pero ya sería ideal si hubieran estado repartidas por toda la ruta y no agolpadas al final. Pero no se puede tener todo: acabar en bajada, por sombra y con fuentes....¡El sueño de cualquier senderista!
Y con este cielo y el verde de los pinos de esta primavera dimos por terminada esta fenomenal rutilla muy cerca de Valencia.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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