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sábado, 10 de julio de 2021

2021 - 07 Barranco del Regajo y Estrechos de Palomarejas (Circular)

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Para este sábado elegimos una ruta que ya queríamos repetir y con parte de aventura. Hicimos la ruta del Barranco del Regajo desde las inmediaciones de Sinarcas por segunda vez en 2011, a la que sólo acudimos Almudena, Toni Duarte y yo. En aquella ocasión nos bañamos en una pequeña poza del río, donde había un cartel que indicaba que ahí comenzaba la ruta fluvial, pero como aquella ruta ya era de 15 km no había tiempo para más. 

En esta ocasión recorté la parte de la izquierda del track, con lo que no visitaríamos la parte de los Yesares y La Toba pero tendríamos otros aportes interesantes, porque queríamos almorzar conde comienza la ruta fluvial y adentrarnos por el río hasta donde pudiéramos llegar, aunque la verdad es que la cosa salió mejor aún y pudimos hacerla completa y hacerla circular.


Aparcamos en la Ermita de San Marcos y comenzamos a caminar combinando pistas que nos iban bajando hasta el Barranco del Regajo.



Este es un desvío hacia la zona de los Yesares y la Toba que no tomamos. Continuamos hacia abajo.



Llegamos al lecho del barranco y caminamos por la senda que va próxima al río. Caminar por aquí era una delicia, estando todo verde y fresco, incluso la hierba mojada por el rocío de la noche.




Llegamos al Área Recreativa del Regajo. Un sitio muy bucólico y bonito para pasar el día. Dispone de fuente con agua, paelleros, zona de mesas al descubierto y a cubierto, antigua zona de acampada bajo los árboles... una pasada.







Continuamos por la preciosa senda, que además se veía que la habían limpiado y las zarzas no la invadían como cuando comienza a descuidarse.












Un bonito prado, envidia de cualquier vaca.







Algún vadeo sobre el arroyo tuvimos que hacer, pisando troncos o piedras, pero vamos, cosa fácil.




Llegamos al poste esperado, que indica el comienzo de la zona acuática de la ruta y paramos un poco más allá para almorzar. Comentar que éste sería el comienzo teórico cuando pusieron el poste porque, aunque nosotros comenzamos a meternos por el río aquí porque somos muy obedientes, esta parte se ve que no la suele hacer nadie o muy poca gente, porque en en comienzo del río tuvimos que sortear ramas y zazas. La gente suele ir al Charco Negro y meterse en los Estrechos y cuando les parece se dan la vuelta, pero nosotros queríamos ver si podíamos hacerlo completo.


En esta poza nos bañamos la otra vez y desde aquí nos dimos la vuelta. En esta ocasión aquí comenzaría la aventura.



A partir de aquí el teléfono pasó a ir dentro de una funda de plástico impermeable por lo que algunas saldrán con menos calidad, pero por lo menos queda evidencia de nuestro paso divertido por el río, jeje.


Después de un buen almuerzo y energizados con las Yemas de Ávila que nos trajo María Jesús, nos calzamos las zapatillas de agua, escondimos las mochilas tras unas rocas y nos metimos en el agua, que no estaba muy fría y totalmente transparente.


Ellos dos continuaron por el agua en esos primeros momentos, mientras yo evolucionaba como una cabra inquieta por la derecha y por la izquierda por si había mejores pasos y de vez en cuando aparecía delante de ellos en el río.


Viendo que la cosa se despejaba ya continuamos todos juntos por el agua.





Unas veces el agua cubría más y otras menos pero siempre era una chulada.















Muy divertido, ¿no os parece?




Llegamos a la zona de Los Estrechos de Palomarejas y aquí la ruta ya se tornaba en espectacular por la proximidad y encajonamiento del agua entre las paredes. Aumentaba también la profundidad y tuvimos que nadar en varios tramos.










Una pasada.



De vez en cuando teníamos que bajar por cascadas. Todo muy divertido. Os dejo un vídeo después de esta imagen.


video





En este punto un árbol caído bloqueaba parcialmente el paso y teníamos que pasar por el estrecho hueco entre el árbol y la cascada que formaba aquí el agua.






Mª Jesús..... ¡a nadaaaar!




Nolo también, practicando el estilo braza.
















Llegamos al final de los Estrechos y ahora tomamos por la izquierda una senda con marcas de PR que nos elevaría por la ladera del barranco.



Seguimos por ella un buen tramo hasta que nos llevó al inicio de la ruta acuática. Recuperamos nuestras mochilas escondidas y nos pusimos el calzado de montaña y continuamos por la senda de la mañana al lado del río hasta llegar al Molino de Benito.

Allí nos desviamos por la pista de la izquierda en ascenso y nos iría llevando hacia la Ermita. Poco antes de llegar a la Fuente de San Marcos vimos una zona con unas endrinas que ya les gustarían a Kiquet y Jose, aficionados a elaborar pacharán casero.



Llegamos enseguida a la Fuente de San Marcos y justo detrás sale una senda hacia la izquierda que nos evitaría una curva de la pista.



Llegamos a la pista y volvimos a coger otro tramo de senda que nos dejaría ya en la Ermita, donde nos hicimos cargo de unas buenas y frescas cervezas que Mª Jesús había traído en una neverita.


Y dimos por finalizada esta amena excursión, en parte de investigación. Una vez hecha la ruta, si se quiere hacer más bien acuática lo recomendable sería aparcar por el Charco Negro y antes de meterse en el Barranco de Palomarejas lo ideal sería coger la senda del PR en ascenso por la derecha que nos llevaría al inicio de la ruta acuática donde nos metimos nosotros y desde allí bajar por el arroyo y hacer todo el tramo de los Estrechos para acabar en el Charco Negro mojados y fresquitos. Como veis, las opciones son muchas y todas aceptables dependiendo de las pretensiones de cada uno.

 



Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE

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