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La ruta propuesta para esta semana era una que solemos hacer sobre estas fechas aprovechando que los madroños están maduros y que en esta zona hay muchas matas de ellos. En otras rutas ya hemos visto que las matas no tenían los dulces frutos debido a la sequía tan extrema que ha habido hasta que lo ha llovido todo de golpe. En esas circunstancias la planta expulsa su fruto para conservar las energías para sobrevivir.
Nos tocó en esta ocasión un día totalmente nublado pero sin previsión de lluvia y sin viento, lo que le daba al ambiente un todo de silencio y recogimiento que incita a meditar mientras caminas y sumergirte en tus pensamientos.
Desde el lugar de aparcamiento hasta la cima de El Gorgo todo es subida, así que había que ganarse el almuerzo.
Aunque había algunos que subían como si fuera plano.
La carbonera y la caseta siguen en su sitio y no se las ha llevado el viento.
Tras la foto de grupo nos acomodamos a almorzar en unas rocas que hay un poco más abajo con buenas vistas para disfrutar ese agradable momento compartiendo buenas conversaciones y viandas.
Una vez terminamos comenzamos el descenso por el mismo camino.
Al llegar a un colladito sale una senda en descenso por la derecha que es la que utilizaríamos a continuación.
Aunque este año no ha habido madroños la naturaleza sigue su curso y ya están las plantas cargadas de flor para ofrecérnoslos el siguiente noviembre.
El brezo también está en flor, aunque no nos da frutos.
La charla continuaba sin parar y se hacía amena e interesante.
Continuamos descendiendo y hay un momento en que nos salimos de la pista por la derecha. En ese punto han labrado unos campos y se pierde un poco la senda, pero al poco apareció de nuevo.
Este tramo de la ruta es de los más bonitos de este recorrido, ya que aparece más salvaje, tupido y te sientes más dentro del entorno.
Un pequeño trazo de arroyo discurre por el fondo del barranco.
E incluso se permite el lujo de dar algunos saltos.
Pasamos al lado de la balsa, esta vez con el agua bastante turbia por las lluvias.
Pasamos por los restos del antiguo poblado morisco de la Olla.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
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