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sábado, 24 de octubre de 2009

Tinença: Fredes - Negrell - Fredes (Circular)

"Concurso de Fotografía"

Esta semana José Manuel propuso ir a la Tinença de Benifassà, en el límite superior de la Provincia de Castellón, de hecho en algunos tramos pisábamos terreno tarraconense. La lejanía hizo que tuvieramos que pegarnos un buen madrugón y hacer casi tres horas de viaje desde casa e incluso que nos lleváramos bocadillo extra para comer allí pero todo, como dice Marc Anthony en su canción, "valió la pena" como vais a ver.

Eran las 08:30 cuando bajábamos de los coches más mareados que una mosca en una lavadora tras haber subido el puertecillo final y nos pusimos a lo nuestro: a andar. Enseguida tuvimos que desenfundar las cámaras y era casi imposible regresarlas a su bolsa porque los motivos fotográficos eran constantes. José Manuel nos trajo al sitio adecuado en el momento adecuado, ya que los arces desperdigados aquí y allá entre los verdes pinos y carrascas mostraban toda su gama de colores anunciando la llegada del otoño.



Además de los arces el paisaje también se las traía, incluso nos habían puesto un pino que otro de vez en cuando en el camino para que estuviéramos entretenidos.

Esta es la foto anterior del centro pero en una composición panorámica.
Toni firmó en nombre de todos en el libro del GR, que circulaba por un espeso y precioso bosque de "boj" en el que también había "muchoj" "pinoj". Por el bosque nos cruzamos con mucha gente buscando setas: los "seteros" y nos preguntábamos si tambien andarían por ahí los "gays".



Como habíamos empezado a andar más tarde, la hora del almuerzo también se retrasó pero el hambre que teníamos a las 10:oo horas era la misma que en otras ocasiones. Nos habíamos propuesto almorzar en el refugio y estábamos deseando llegar para hincar el diente a las viandas. El grupo se había fragmentado algo por el tema de las fotos y en un momento dado en que íbamos Toni, "Los Incombustibles" y yo en avanzadilla, Julia me preguntó que cuánto quedaba para llegar al refugio y yo le dije que suponía que unos 10 minutos. Ella me dijo: "¿tanto?" y yo le contesté: "Pero podemos correr y lo hacemos en 5". Y sin más palabras me puse a correr y ellos, entre risas, también. Por lo que cuando llegaron los demás, nosotros ya estábamos instalados y con los bocatas preparados y la botella de vino (cortesía de Riquelme) abierta.

Si alguien quiere esta foto para salvapantallas que lo diga y se la mando. Es una de las vistas con el mar al fondo, que se daban en la subida al Negrell, nuestro próximo objetivo.


Desde el vértice geodésico la vista a todos los lados era impresionante, además fuimos muy afortunados porque nos acompañó un día muy claro en el que la bruma era prácticamente inexistente y se veían hasta Las Columbretes. En lo alto de un cortado próximo vimos una colonia de unos 15 buitres tomando el sol o admirando el mismo paisaje que nosotros y se me ocurrió silbar fuerte y dar palmas para ver si se espantaban y los veíamos volar. Lo hice sin mucha convicción pero dio resultado y echaron a volar con parsimonia planeando uno tras otro como se ve en las imagenes y parecía que se iban pasando la "vez" diciendose uno a otro como en "El libro de la selva": "...¿y qué vamo a hasé?


Mas vistas desde el vértice. Nuestro próximo destino.


Toni estrenaba cámara. No sé si la fundiría ya en la primera salida, con tantas buenas fotos para hacer. Lo siguiente era ir a la cresta que está detrás de Toni y vimos que había varios cazadores en una batida, apostados cada cierta distancia. Al primero que vimos le hicimos saber de nuestra presencia y se pasaron el aviso por los walkies.


El sitio se prestaba para intentar las panorámicas y no me pude resistir.

Después pasamos por un frondoso y espeso bosque de bojs y en un momento en que la vegetación estaba tan tupida que sólo se podía seguir por la senda, encontramos un tronco atravesado y la única alternativa era pasar por debajo casi reptando sobre el alfombrado suelo. En aquel momento se nos ocurrió gritar las palabras de "Indiana Jones y la Última Cruzada": "Sólo el penitente pasará" porque si no nos agachábamos como en la película no podríamos pasar.
Más tarde y con el grupo fragmentado y separados unos 25 o 50 metros, nos dimos cuenta de que ibamos desplazados y que el sendero correcto iba paralelo por arriba de nosotros pero con el espesor del monte y la pendiente no se podía ir a la trocha. Los que estaban detrás con José Manuel decidieron intentar buscar el camino correcto y retrocedieron un poco, mientras que los que íbamos delante pensamos seguir por el GR con la esperanza de que merced a nuestros poderes psicotrónicos nuestra senda fuera girando a la izquierda y se cruzara con el sendero correcto. Casualmente así ocurrió y cuando el GPS nos situaba sobre el track que llevábamos grabado, encontramos otro problema. No había rastro de los otros y no sabíamos si iban delante o detrás y había cobertura cero con todas las compañías de teléfono. José Manuel y yo nos habíamos dicho al comienzo de la ruta que en caso de necesidad conectaríamos los walkies para comunicarnos y éste era un claro ejemplo de necesidad. Yo conecté el mío y esperé a que en algún momento se comunicara. Como de todas formas estabamos en el lugar correcto decidimos seguir y ya nos encontraríamos. Al abocar a una pista marcamos unas grandes flechas con piedras y ramas para que supieran que habíamos pasado por ahí y que íbamos delante. Más adelante y al encontrarnos una pista cementada les dejamos otra marca. En este caso Toni les dibujó un "sambori" para que se entretuvieran cuando llegaran y Jose se ofreció a probarlo y rememorar viejos tiempos.
Entretanto José Manuel había conectado el walkie y ya nos cercioramos que venían detrás. Mientras buscaban la senda se habían entretenido cogiendo los revollones que les salían al paso y por eso se habían retrasado más. Decidimos esperarles en un aula de la naturaleza que había más adelante y proseguir todos juntos.

Estas montañas no dejaban de ofrecernos preciosos rincones.


Visitamos esta "balma" que es como una hendidura en la pared de la montaña y continuamos el regreso.




Al final llegamos a los coches sobre las 4 de la tarde. Como en el lugar donde habíamos aparcado había una fuente, nos refrescamos y nos sentamos en círculo en un prado próximo a comer nuestro segundo bocata y los coches que pasaban por la carretera cercana se nos quedaban mirando con curiosidad, seguramente envidiando nuestra posición, nuestras viandas y nuestro agradable ambiente. Tras un café en el restaurante (muy concurrido) del pueblo, iniciamos el regreso. Llegué a casa a las 20'00 horas. Excesivamente tarde porque estás todo el día fuera y desatiendes otras cosas, pero rutas de éstas tan lejanas se hacen muy de tarde en tarde y si no vas no las vives y te las pierdes. De manera que como dije al principio.... Valió la pena.


Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podréis descargaros el track clicando aquí: ROCACOSCOLLA.

3 comentarios:

  1. Pablo, felicitarte por tu reportaje y comentario, de verdad que habia mucho donde elegir, pero has tenido la paciencia de sacar unas cuantas muy,muy buenas. Un saludo Jose y Mari

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  2. Hola Pablo:
    Como bien dices "valió la pena", ya que la ruta fue magnifica, sederos estupendos, buenas vistas y no digamos de la compañía ¡fenomenal!.
    Te tomo la palabra y solicito me envíes a mi correo la foto para ponerla de salva-pantallas.
    Saludos

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  3. Pablo, menuda crónica, menudas imágenes y que recuerdos tan frescos vividos. ¿visteis la estrella azul? ¿estaba Gabriel en el refugio? Un abrazo y hasta el sábado

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