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domingo, 2 de mayo de 2010

Marató i Mitja Entrenamientos 2ª sesión

"El trote cochinero"

Continuando con los entrenamientos para el gran día, esta semana Manuel Carlos y yo nos habíamos apuntado a la 2ª sesión de entrenamientos previos de la Marató i Mitja. Se trataba de hacer la segunda parte de la carrera, desde Les Useres hasta Sant Joan de Penyagolosa, 30 km. Esta etapa es mucho más dura que la anterior ya que tiene bastante más desnivel y el terreno discurre en su mayoría por sendas más agrestes.

En esta sesión, también organizada por el club MIM, debíamos estar en Castellón a las 7:15 . Dos autobuses nos llevarían al punto de inicio, Les Useres, donde llegaríamos sobre las 08:00 y después nos estarían esperando en Sant Joan sobre las 14:00 para traernos de vuelta a Castellón.

La salida de Castellón se retrasó en más de media hora hasta que llegaron los autobuses, entreteniéndonos mientras observando un gran control de alcoholemia que la policía local estaba montando en ese momento en un lateral del Estadio de Castalia.

Pasadas las 08:30 comenzábamos a andar en un día perfecto. Sin frío, sin aire, soleado, luminoso y claro. El ambiente era refrescante por las lluvias del día anterior. Las fotografías esta vez también están tomadas con el teléfono porque me es más cómodo su transporte que el de la cámara.

Tras la primera subida y ya calientes los músculos comenzaron las primeras carreritas y la gente se iba posicionando.

A la manera de correr en esta prueba tan larga en que hay que ir reservándose para todo lo que queda, se le llama frecuentemente "trote cochinero", que con el sarcasmo habitual podría traducirse al inglés como "Dirty Dancing", y hablando de Dirty Dancing y lo bien que nos lo pasamos qué mejor que compartir con vosotros "el día de mi/nuestra vida", "The time of my life", haciendo referencia a ese gran día, el día de la carrera...




Al principio intentamos ir con un grupo, lo que nos motivaba bastante, pero estaba claro que eran corredores y tenían más nivel y muy a n uestro pesar los tuvimos que dejar marchar.





Más tarde coincidimos con “el constante”, que llevaba un ritmillo lento pero muy bueno. De hecho lo adelantamos alguna vez que otra pero acabó marchándose poco a poco.



En la fuerte subida a la Ermita de Torrocelles nos acompañaba el rumor del arroyo que circulaba con bastante agua por el barranco y que nos llamaba a gritos con sus frescas pozas como las sirenas a Ulises. Conseguimos soportar la atracción pensando que estábamos muy cerca del avituallamiento.




En la ermita coincidimos con el grupo que habíamos perdido y que iban delante de nosotros, pero salieron enseguida. Nosotros nos entretuvimos comiendo y bebiendo un rato, lo que hizo que comenzaran a llegar más participantes.




Seguimos nuestro camino, ya prácticamente en solitario y antes de llegar a Xodos nos paramos en una especie de Cruceiro donde había las siguientes indicaciones: cruz blanquirroja a la derecha, cruz blanquirroja al frente y raya blanca y roja a la izquierda, por lo que sin pensar seguimos nuestro avance. Al poco rato vimos por la ladera de nuestra derecha y cerca de las casas de Xodos a algunos participantes y al mirar el GPS comprobé que no íbamos por el track y que en la cruz debíamos haber continuado rectos por donde el GR dice que no hay que ir. Se echa de menos, igual que en la primera sesión de entrenamientos, que en algunos puntos conflictivos la organización hubiera puesto alguna marca, unas cintas de plástico o algo, porque otros muchos que no tenían porqué llevar GPS, ya que era una ruta organizada, siguieron el GR igualmente. Volvimos atrás y seguimos por el empinado azagador hasta la fuente, donde estaba el siguiente control y avituallamiento.





Mientras reponíamos fuerzas con las viandas, nos refrescábamos en la fuente y nos quitamos las piedrecitas de las zapatillas, comenzó a venir gente que antes ni se veía cuando mirábamos atrás. Y es que entre nuestra equivocación y corrección y la parada que hicimos se ve que perdimos mucho tiempo. Cuando vimos llegar a un numeroso grupo nos largamos con premura pensando en lo que habíamos atrasado.

El cielo se había cubierto rápidamente y el ambiente se había tornado fresco, tanto que echamos de menos no llevar algo de manga larga y pensamos que si se ponía a llover seguro que pasaríamos frío. Afortunadamente el tiempo nos respetó y no fue hasta la vuelta en autobús cuando comenzó a llover.

En la fuerte subida antes de llegar al Pla de la Creu me pasó uno dando saltitos y me dije para mí que qué fresco que iba el gachó. Cuando también pasó a Manuel Carlos que iba unos 15 metros por delante, éste de giró y me hizo gestos como diciendo: ¿has visto?, el tío correteando en plena subida y nosotros pidiendo permiso a un pie antes de mover el otro, jeje. El tipo se perdió en la distancia dando saltitos como Heidi en un prado. Más tarde lo vimos en el inicio de la subida de la Banyadera. El chorbo resulta que no estaba haciendo lo mismo que nosotros ni llevaba nuestro castigo, de ahí su frescura (¡si ya nos extrañaba!).

Cuando llegamos al desvío de la Banyadera, Manuel Carlos y yo afrontamos la subida estoicamente ya que queríamos que el recorrido fuera el mismo que el día de la carrera y cuando coronábamos la subida, el paisaje estaba precioso con todo el suelo alfombrado de verde césped… daban ganas de tumbarse allí al fresco, pero si te tumbas seguro que no te levantas.

Tras pasar la curva a derechas donde estaría al control de paso de la Banyadera, nos lanzamos por la pista en descenso a toda velocidad y a mitad de camino se me ocurrió mirar el gps y vi con desolación que otra vez se nos había jugado una mala pasada, porque poco después de empezar la bajada había que haberse desviado a la izquierda. Grrrrrrrr. Ala, a subir lo que tan alegremente habíamos bajado. Antes de llegar al final de la subida decidimos acortar por el monte y cuando ya estábamos cerca del camino correcto vimos que un grupo venía por el senderillo al que habíamos llegado nosotros en ese momento. Les dijimos que ese camino no era el de la carrera, que había que desplazarse un poco más pero nos dijeron que de lo que se trataba ahora era de llegar “como fuera”. Este senderillo era por donde discurría la MIM hace unos años pero que ahora lo han cambiado porque se quiere proteger un poco este valle con su arroyo.

Viendo el color plomizo de las nubes decidimos ir con ellos. Más tarde se quedaron un poco retrasados y continuamos otra vez solos hasta que llegamos a Sant Joan un poco decepcionados. Lamentábamos, como la vez anterior, que no estuviese mejor marcado el recorrido al menos en algunos puntos y no haber podido tomar todas las referencias reales.

Las sensaciones fueron muy buenas, como la vez anterior y también nos divertimos todo lo que pudimos con las constantes bromas. Llegamos contentos de ver que habíamos acabado incluso corriendo los últimos tramos después del castigo de la distancia y las subidas. Ahora queda esperar el gran día ¡y que no nos pase ná!

Os dejo la imagen del mapa topográfico con los dos tracks marcados, en rojo el que hicimos nosotros y en azul el correcto.


















Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track clicando aquí: PABLOONCE

1 comentario:

  1. Hola Pablo.

    Menudas sesiones de entrenamiento hiciteis Manuel Carlos y tú.
    Menuda barbaridad de kilometros y enima en tan poco tiempo.
    Como se nota que estaís fuertes y resistís.

    Espero que se te dé bien la MIM.

    Saludos.

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