Esta semana, como el sábado era San José y último día de fallas, volví a pasar la ruta al domingo. La propuesta para esta semana era subir al Vértice Geodésico nº 26 en altura de la Comunidad, Peñaparda, con 1312 m de altitud.
Cuando hicimos la ruta del vértice Peñascabia con nieve, mientras almorzábamos teníamos en frente la Peña Juliana. Como estuvimos hablando sobre ella se me quedó grabada en la zona de lo pendiente. Ya que ésta era la última oportunidad de poder enlazarla con un vértice de los que aún no hemos subido y aprovechando que me habían pedido que hiciera una ruta más cañera (es como pedir al lobo que te guarde las ovejas), también subiríamos a la Peña Juliana, de 1474 m de altitud, con lo que nos quedaría una ruta más larga y más dura de la distancia del medio maratón a la que estamos acostumbrados cada sábado.
El plan inicial era éste: Saldríamos de la localidad de Canales, en Castellón. Empezaríamos en dirección Norte hacia la Fuente del Piojo (km 3.5). Seguiríamos un buen rato por el Barranco del Quiñón y llegaríamos a Arteas de Arriba (km 9.5) y de ahí nos dirigiríamos hacia el Oeste para subir a la Peña Juliana (km 11.5) donde estaba previsto almorzar. Continuaríamos por el cordel de las Lomas de la Joliana hacia la Peña del Diablo, pasaríamos por el Collado de la Salada (km 17) y la Fuente del Señor (km 19.5). De ahí a la Fuente de la Ponza (km 22) y tras una fuerte subida, al Peñaparda (km 23,5) regresando a Canales a continuación (km 27).
El plan inicial era éste: Saldríamos de la localidad de Canales, en Castellón. Empezaríamos en dirección Norte hacia la Fuente del Piojo (km 3.5). Seguiríamos un buen rato por el Barranco del Quiñón y llegaríamos a Arteas de Arriba (km 9.5) y de ahí nos dirigiríamos hacia el Oeste para subir a la Peña Juliana (km 11.5) donde estaba previsto almorzar. Continuaríamos por el cordel de las Lomas de la Joliana hacia la Peña del Diablo, pasaríamos por el Collado de la Salada (km 17) y la Fuente del Señor (km 19.5). De ahí a la Fuente de la Ponza (km 22) y tras una fuerte subida, al Peñaparda (km 23,5) regresando a Canales a continuación (km 27).
La previsión meteorológica era que iba a hacer un día espléndido, como así fue, luminoso, sin viento y con una ligera brisilla refrescante de vez en cuando que venía muy bien.
A la cita acudieron Mari y Jose, Manuel Carlos, Kiquet, Riquelme, Mariano y un servidor.
Como la ruta era larga y con alguna posible sorpresa empezamos a andar a las 7 de la mañana, con un ambiente fresquete, desde Canales.
Bastante lejos del pueblo se encontraba el lavadero. Yo estaba impresionado con la feroz maraña de aliagas que cubrían estos montes y ya me iba preocupando que ésta fuera la tónica en el tramo final de la ruta, en que tendríamos que ir un tramo a la trocha.
Continuamos por la senda, que en realidad es el GR-7, en dirección a Arteas de Arriba.
Transcurre un tramo por el lecho de un arroyito, que tras las lluvias pasadas llevaba un poco de agua. Menos mal que por el GR suele pasar gente porque si no sería invadido por las aliagas en poco tiempo.
Las lluvias de la semana anterior que alimentaban el arroyo, nos dejaron ver estampas como ésta, en la que resalta el reflejo del amarillo de la montaña de aliagas iluminada por el sol.
El largo trecho en suave descenso favorecía la conversación y pronto tuvimos a la vista la población de Arteas de Arriba y en la tercera foto, allá a lo lejos se aprecia Arteas de Abajo.
Al llegar a Arteas nos encontramos con su lavadero, de un aspecto sucio y descuidado, al igual que su fuente, en la que donde están los chorros hay un azulejo que dice "Sólo para beber y coger agua" y en el otro "Sólo para que beban los animales", aunque no creo que ellos hagan muchas distinciones llegado el caso.
Cruzamos la población a través y al poco ya teníamos ante nuestros ojos la silueta de la Peña Juliana, con su buen acantilado.
En siete kilómetros practicamente sólo habíamos bajado y llevábamos un desnivel positivo acumulado de sólo 90 metros, pero a partir de Arteas venía todo de golpe y la constante subida hacía que fueramos teniendo muy buenas vistas.
A buen ritmo nos fuimos acercando al primer objetivo y en los últimos repechos había una inclinación importante.
Nuestros jadeos hicieron que un buitre nos sobrevolara, intuyendo que quizás pudiera probar un poco de carne senderista. En el tramo final tuvimos que echar mano de Mariano que, a golpe de corvella nos abrió el paso que iban cerrando algunas rebeldes carrascas. Al llegar a la cima vimos lo que parecia un cementerio de árboles formado por troncos, algunos de ellos chamuscados por un antiguo y feroz incendio.
En la cima se aprecia esta espectacular canal que para bajar está muy empinada, desconociendo si desde abajo es accesible. En la tercera imagen Mariano me pidió que le hiciera una foto que le iba a enseñar a su mujer y pedirle explicaciones.
Almorzamos sentados en las rocas más altas y con unas vistas excepcionales, con las vistas del Pina y el Peñagolosa detrás. Entre las viandas y el calorcito del Sol, apetecía quedarse allí, pero nos quedaba mucha ruta por delante y nos pusimos de nuevo en marcha.
Ahora íbamos caminando próximos al cordel de las Lomas de la Joliana, aprovechando para impresionar nuestras retinas con el paisaje.
Tras un buen rato de descenso (todo lo que sube, baja) pasamos por una chopera y un poco más allá, el track que yo llevaba nos mandaba loma arriba pero Kiquet comentó que le parecía recordar que la última vez que pasó por esta zona ese tramo estaba bastante mal y todos menos Manuel Carlos y yo prefirieron seguir próximos al lecho del valle. Comenzó aquí uno de los momentos "de libre elección", sin ningún problema por ello, ya que nos teníamos que encontrar en el collado. Nosotros comenzamos a subir por la ladera que se complicaba por la presencia de las aliagas y los rosales silvestres, pero un poco más a la derecha vimos un sitio muy cómodo para subir, ya que habían puesto una tubería de agua y al remover la tierra había una zona limpia de casi un metro de ancho. Llegamos sin problemas hasta la Fuente Matamachos, que era un abrevadero con chorrito corriente incluido. Al lado estaba la pista que buscábamos y que nos llevó enseguida hacia al Collado de la Salada.
Desde arriba veíamos a Kiquet, Mari y Jose cómo avanzaban por el lecho, y Mariano y Riquelme, que se habían quedado algo retrasados se unieron a nosotros desde el valle, como se ve en la tercera imagen.
Ahora, por un camino que no era ni pista ni senda y las dos cosas a la vez, nos dirigíamos hacia la Fuente del Señor, donde dijimos que haríamos una breve parada.
Aproximarse a la Fuente del Señor es como ir hacia un oasis. La vegetación va cambiando, van apareciendo los pinos y merman las aliagas y todo es mas fresco. La guinda la pusieron unas montañas de rodeno que con sus colores rojizos y sus formas inestables hicieron que nos olvidáramos de las protestas de nuestros pies.
Llegamos al área recreativa y en una de las mesas hicimos una parada para descansar un poco y reponer algo de combustible. El agua de la fuente estaba muy fresca y de buen sabor, por lo que aprovechamos para reponer las reservas de líquido.
Un poco más allá vimos abajo otra área recreativa con mesas de piedra y pudimos disfrutar de la vista del Salto de agua y su gran poza.
Continuamos nuestra marcha viendo a lo lejos y a lo cerca (gracias al zoom) la población de Andilla y llegamos a uno de los puntos incógnita de la ruta. Para unir una senda con otra, yo había pensado pasar por un barranquito, pero al llegar a él vimos que era muy estrecho y estaba impenetrable, dadas las características de la vegetación de la zona. Lo intentamos un poco pero vimos que era imposible. Volvimos al camino y consultando el mapa ví que dando un rodeo por las pistas enlazaríamos de nuevo con el track. Nos pusimos en marcha con ligereza ya que sabíamos que este contratiempo alargaría nuestra ruta en algo más de dos kilómetros.
Enlazamos con el track y observando hacia arriba a donde teníamos que llegar y lo hostil del terreno, decidimos subir por donde lo vimos más claro para llegar a una calvera que se veía en la ladera. La opción prevista no era ésta, sino continuar por la pista hacia la derecha pasando por la Fuente de la Ponza y más adelante coger una senda por la izquierda que sube en fuerte inclinación y que llega bastante arriba, aunque en el mapa no llega hasta el final y acaba cortándose, teniendo que ir también a la trocha, pero como no sabíamos tampoco el estado en el que nos la íbamos a encontrar y como ya llevábamos una buena paliza en el cuerpo, decidimos ir a lo seguro y continuar por lo menos por donde lo veíamos más claro, ya que el resultado iba a ser el mismo. La constante y fuerte subida cada cual la hizo a su ritmo hasta llegar arriba, desde donde fuimos cresteando de loma en loma hasta que llegamos al vértice del Peñaparda, que se hizo de rogar.
Nos hicimos la foto de grupo, revisamos nuestras botas y calcetines de los restos de vegetación, nos hidratamos y continuamos, ahora en descenso hacia el final de la ruta.
Una agradable y mullida senda nos fue acercando hacia Canales, que ya veíamos a lo lejos.
Cuando llegamos a los coches, yo aún dí una vuelta al pueblo por si encontraba otro lavadero que no fuera aquél que habíamos visto por la mañana y que quedaba bastante alejado, pero no vi ninguno. Cuando llegué a la fuente ya no pude captar con mi cámara el baño de pies de Mariano y de Jose, pero aquí estamos Manuel Carlos y yo para dejar constancia del momento.
En los bancos de un parquecito que hay al lado de la fuente nos sentamos a comer y disfrutamos de una buena comida, aderezada con unas cervezas de Riquelme y a los postres con buñuelos de calabaza que Jose trajo por haber sido su santo el día anterior.
Una ruta dura en la que hemos conseguido lo que nos habíamos propuesto: enlazar el Peñaparda y la Peña Juliana en una ruta circular. Las vistas desde ambos enclaves son espectaculares, sobre todo desde la Juliana. El paraje de la Fuente del Señor es como un oasis con su verdor, su agua fresca y las impresionantes montañas de rodeno y la subida al Peñaparda desde donde la hicimos nosotros es dura por lo agresivo de la vegetación y el desnivel.
Me he quedado con las ganas de probar la subida por la senda que yo tenía prevista y que anunciaba un desnivel del 40%, que me guardo pendiente para una futura aventura, más corta, que creo que podría salir muy bien uniendo Andilla, la fuente del Señor, el Peñaparda y volviendo por el PR hasta Andilla.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE.
Pulsad si queréis ver la Presentación de "Más de Mil"
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