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sábado, 23 de julio de 2011

Rambla Ripia y Barranco del Perelló

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"Ni gota, ni gota"

Hay una regla básica, que todos los cronistas y los que recorren el monte conocen, y que no se puede incumplir jamás y es la siguiente:

"La crónica de una ruta senderista se debe escribir... de un tirón. Te pones... la escribes toda... y a otra cosa. No puedes ponerte un ratico hoy... dejarla... y seguir otro día... ¡eso es imposible!

Si no sigues esta regla... "SA-CRO-SAN-TA"..., puede pasar algo parecido a lo que vais a poder ver ejemplificado en este video, lo que yo llamo:

¡¡LA CRÓNICA SENDERISTA ESCRITA POR PARTES!!"



Para este sábado había preparado una ruta que figura en el libro de Esteban Cuéllar sobre Ramblas, barrancos y cañones y que transcurre por el Barranco del Perelló y la Rambla Ripia. Cuéllar la hace en sentido horario pero nosotros, aconsejados por Kiquet, que la había recorrido en parte el año pasado, la hicimos en sentido contrahorario, ya que de la otra forma hay que recorrer un buen tramo de pista asfaltada al final de la excursión y es mejor quitárselo de encima al principio, mientras vamos calentando.

A la cita acudimos Almudena, Kiquet, Manuel Carlos y un servidor. A las 7 de la mañana comenzamos a andar. Las previsiones meteorológicas eran de que nos podía caer algo de lluvia, por lo que tenía preparada para la ocasión otra ruta adicional, sin barranco, por la misma zona, por si a Zeus le daba por mojarnos el escenario, ya que, aparte de que no es recomendable si hay riesgo de lluvia, no sería muy agradable andar sobre las rocas mojadas con riesgo de resbalones. Pero el tiempo nos respetó. Se quedó casi toda la mañana con un tono nublado que hizo que no pasáramos calor y de vez en cuando soplaba una brisa fresquita: ¡Ni que lo hubiéramos encargado así!

Salimos de la población de Los Herreros, cerca de Venta Gaeta en dirección Sur, caminando ya de inicio por la pista asfaltada y pasando entre unos perros que estaban atados por cadenas a unos árboles. Es como una alarma de presencia "Prosegur" pero en plan económico.

Enseguida llegamos a una bifurcación y marchamos por la diestra, hacia el Oeste. Fuimos un rato caminando entre campos de trigo ya recolectados y veíamos como la niebla se mantenía todavía en las cimas de los montes cercanos. Cuando terminamos la ruta, la Sierra Martés todavía estaba cubierta por las nubes.



Más adelante tomamos dirección Sur caminando por la zona de Los Perinillos y adentrándonos ya por zona barrancosa. Vimos un poste indicativo del PR-249 que, de seguirlo, nos llevaría a los Charcos del Ral, una zona cercana al embalse de Cortes de Pallás en la que hay unas espectaculares pozas aptas para el baño y que en principio eran mi objetivo cuando me planteé esta ruta, pero en la tentativa que hice sobre el mapa me salía un recorrido de 22 km, que con la lentitud con la que se circula por los barrancos, senos (no sé en que estaría pensando) hubiera disparado de tiempo enormemente. Dejaremos aquel tramo para otra ocasión.


En principio vamos siguiendo por el interior del barranco las marcas del PR.



Llegamos a la confluencia del Barranco del Perelló que se nos (ahora ya bien) aparece por la izquerda y por el que tendremos que remontar después y sobrepasamos una antigua balsa, adentrándonos un tramo por él para buscar la mejor bajada, aunque el PR, como vimos después, bordea la balsa de piedras por la derecha.

Nos encontramos en la Rambla Ripia y continuamos por ella hasta que tras el primer gran meandro debemos salirnos por la derecha buscando la mejor subida. En el mapa topográfico está señalada una antigua senda, que es la que yo me marqué en el track, pero se encuentra totalmente perdida y no se aprecia, así que posicionándonos más o menos sobre ella, tiramos para arriba en fuerte pendiente. La verdad es que no subimos mal porque fuimos encontrando zonas de paso bastante circulables y que seguro que otros loquetes habían utilizado antes que nosotros.



Llegamos arriba y nos asomamos a la izquierda al acantilado, que cae en vertical hacia el barranco y desde donde hay muy buenas vistas. Un lugar muy bueno para almorzar pero era muy temprano. Vimos abajo un rebaño de cabras montesas que habían bajado a beber de uno de los charcos y subían con su facilidad característica por la ladera de enfrente.


Para animar la marcha íbamos hablando con sorna de temas mundanos y Almudena perdía fuelle con sus constantes risas.



Desde arriba fuimos en dirección Este, manteniendo la cota de altitud, lo que nos ofrecía magníficas vistas por la izquierda. Cuando más adelante toca descender, encontramos otro lugar ideal para almorzar, con unas buenas vistas del valle hacia el que íbamos y con la espectacular columna de vapor producida por las torres de refrigeración de la central nuclear de Cofrentes.



Almudena cogió mi cámara para hacernos algunas fotos y dejar de ser el centro de atención de nuestras bromas.


Pero no lo consiguió del todo y ante algún comentario ocurrente que ahora no recuerdo, no pude parar de reír. Son algunos de los momentos "sal y pimienta" que aderezan las rutas. Tras un tramo de pista que, al estar tan entretenidos, no nos dimos cuenta que habíamos pasado, llegamos a la Casa de Ripia, construcción derruida que sólo nos sirve a modo orientativo.


Sobrepasándola, la pista nos lleva de nuevo a la Rambla Ripia en el lugar donde debíamos comenzar el camino de vuelta, ahora ya todo por barrancos y decidimos parar a almorzar en este punto en unas rocas planas.


Comenzamos a remontar el barranco y el agua era prácticamente inexistente. Quedaba algún resto de charco, donde pudimos apreciar varias tortugas o galápagos del tamaño de una mano.


Almu no pudo dejar de hacer su pose característica. Continuamos por el lecho entre las espectaculares paredes de roca de los laterales.



Hace un par de meses seguro que el agua discurría con gracia por estos arroyos ahora secos, lo que hubiera sido la guinda de la ruta. Aun así, el trayecto es fresco y frondoso y la ruta ofrece bastante variedad.


Llegamos a la confluencia del Barranco del Perelló, que nos sale por la derecha y hacia él nos dirigimos, en principio siguiendo el curso seco del agua, pero después se empieza a cerrar y salimos del cauce por la izquierda para continuar un tramo por una pista en desuso.


Buscando siempre el mejor paso circulamos después por la derecha del barranco, hasta que tuvimos que bajar de nuevo al lecho y ya continuar por su interior, que era la zona más despejada de matorral.


Da un poco de pena ver el arroyo totalmente seco. Mi idea era habernos bañado en alguna de las pozas, que seguro que al principio del verano deben ser muy apetecibles pero cada vez que nos aproximábamos a alguna y la veíamos totalmente seca Kiquet cantaba el estribillo de aquel anuncio de Dodot: ¡Ni gota, ni gota!. Claro, él encantado porque no le gusta mojarse. Ahí lo pillé en pleno salto a la poza, que seguro que no habría hecho de haber estado llena de agua bañable.



Pasamos por algunas pozas que, con agua, seguro que son preciosas y en ésta, Almu hasta se dio un baño imaginario, primero nadando con cuidado para no remover mucho el agua y después poniéndose de puntillas porque ya no hacía pie.


Cuando llegamos a esta, seguro que espectacular, cascada, Kiquet subió por un sitio "chungo" porque no tenía asideros y estaba resbaladizo y complicado, pero Almudena subió por otro aún "más chungo". Una pared casi vertical que había a la derecha. Manuel Carlos y yo decidimos probar la alternativa que propone Cuéllar al llegar a esta poza insalvable y retrocedimos un poco para subir por nuestra izquierda según viene la corriente, por lo alto de un pequeño remonte. Es una opción más recomendable y que no ofrece riesgos para futuros visitantes y sobre todo cuando el arroyo lleve agua.



En estas dos imágenes podeis ver la diferencia de paisaje con una foto tomada a finales de julio y la otra tomada en el mes de marzo en el mismo lugar.


Continuamos ahora ya por los últimos tramos de barranco y llegamos a la población de Los Herreros a la hora desacostumbrada de las 11:30 de la mañana, pero con la sensación de haber disfrutado de una buena ruta.



En el parquecito donde habíamos aparcado estratégicamente el coche, procedimos a refrescarnos en su fuente y a deleitarnos con el tradicional baño de pies.


Detrás de mí, Almudena se dedicó a estirar con mucho estilo. En otra ocasión la acompañaremos con éstas y otras figuras de su "Almudenasutra".


Como las dos fotos de grupo han salido bastante bien, en esta ocasión he colgado las dos que sacó la cámara.



En esta ocasión faltaron Jose y Mari con su neverita habitual y no habíamos caído en traerla nosotros, pero como era una hora buenísima decidimos dirigirnos al bar de Venta Gaeta y tomarnos allí sendas cervezas que estaban fresquísimas y a las que nos invitó Kiquet.

Una ruta muy agradable de recorrer, con una distancia ideal para verano y que se hace muy entretenida por el paso por los barrancos y sus rocas. Con agua, ya debe ser espectacular. Es una ruta para hacerla a principios de junio en que seguro que están las pozas a rebosar y disfrutar de ellas con un buen baño.

Recomendable hacerla con pantalón largo ya que, como es una zona muy poco transitada, las plantas nos van arañando las piernas y después no podemos ponernos minifalda el resto de la semana.



Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargr el track pulsando aquí: PABLOONCE

4 comentarios:

  1. Hola!! soy habitual lector de tu blog para mis rutas con mis compañeros!! Una cosa. Las pozas que estan secas de esta ultima ruta de la rambla ripia que habeis hecho, son las charcas del Ral?? es que es muy raro que se sequen si es que son esas...nosotros ibamos a ir el sabado pasado, pero a ultima hora no pudimos ir. Ibamos a dejarlo para el sabado que viene, pero viendo estas fotos, ya me ha hecho dudar de si ir...y por cierto, no es por hacer publicidad ni nada, pero como yendo a esa zona al acabar la ruta, no os pasasteis por el bar de ventagaeta a haceros un pedazo almuerzo-comida?? es el colofon final a cualquier ruta de esa zona!! jejee Un saludo!!

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  2. Hola Anónimo, si lees bien la crónica o echas un vistazo al mapa verás que nosotros hicimos la ruta que plantea Cuéllar en su libro, que llega hasta la Casa de la Ripia y regresa otra vez, por otro barranco, a Los Herreros. Además, también comento que hay un panel con indicaciones de PR y que siguiéndolo se llega a los Charcos del Ral y si te fijas en la señal de la foto verás que se necesitan 3 horas para llegar hasta allí y se nos hubiera hecho muy tarde. No, los Charcos del Ral quedan bastante lejos de donde estuvimos nosotros y no sé cómo estarán de agua.

    Y también veo que no has leído bien el final de la crónica donde se dice que fuimos al bar de Venta Gaeta a hacernos unas cervezotas fresquitas. Lo de comer o almorzar allí lo tenemos pendiente para un día en que la hora se nos presente propicia. De todas formas gracias por tus indicaciones y encantado de que seas un seguidor del blog y aproveches lo que desees.

    Un saludo,
    Pablo.

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  3. jajaja es verdad!! me has pillado!!! no lei del todo la cronica!! me fijé mas en las fotos jejeje La conexion que tengo aqui en el lugar donde veraneo es muy lenta, y me cuesta bastante cargar la pagina, por lo que me fijé solo en algunos textos y las fotos (en pequeño, porque hacerla grandes costaria cargarlas bastante)
    Pues ale, me merezco como se suele decir un zas en toda la boca por no leer bien, y mira que lo suelo hacer jejeje!! ;) un saludo!!

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  4. Hola Pablo:
    Te leo la crónica desde Amsterdam y me ha entrado el gusanillo del senderismo sano como el vuestro, aqui todo es plano como la mano y mucha agua, todo el día con gotas. El video genial no lo había visto y eso que no me pierdo una de BNF.
    Saludos a todos

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