Barranco de la Hoz y Pantano de Buseo. Chera. / A+ 590 m / 17,14 km

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"Con la recompensa del bañito final"

Este sábado de agosto hemos aparcado de momento las rutas de los vértices, hasta que pasen los calores y volvamos a nuestras rutas tipo, más largas y con más desnivel. Buscando una ruta cercana, corta, con agua y con alicientes, ¡¡buf!!, me decidí por hacer una que discurría por el Parque Natural de Chera - Sot de Chera, en la provincia de Valencia y aunque había visitado varias páginas con indicaciones sobre ella, me quedé con las advertencias de Sendero Xtrem de que el barranco de la Hoz estaba impracticable y con una descripción muy completa de la ruta que al final hicimos  en la página de Senderos Valencianos.

Haríamos la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Saldríamos de la Casa del Pantano, ubicada en la orilla del Pantano de Buseo y en ascenso nos dirigiríamos hacia el Barranco de la Hoz hasta desviarnos por una senda que circula muy cerca del borde de  los acantilados, que nos ofrecería unas espectaculares vistas del encajonado barranco y las formaciones rocosas. Cuando llegáramos casi a la cabecera, lo cruzaríamos y pasaríamos por las Casas del Palancar, caminando más tarde por la cabecera del Barranco de Vigas Ródenas, tributario del de la Hoz. Llegaríamos así al Collado de los Pelados (km 10) punto más alto de nuestra ruta. 

Desde aquí ya sería todo en bajada. Nos desviaríamos por senda hasta enlazar con otra pista. Al poco encontraríamos la Fuente de la Puerca y más adelante nos desviaríamos a la izquierda para visitar un mirador con muy buenas vistas del pantano. Volveríamos a la pista, que más tarde abandonaríamos de nuevo y que nos iría bajando al lecho del Barranco de la Hoz, donde podríamos ver rocas sedimentarias con fósiles marinos. Pasaríamos por algunas pozas y la fuente de la Higuera, donde se pueden ver algunas huellas de dinosaurios (ignitas) y por una pinada al lado del pantano regresaríamos a los coches.

 Aquí podéis ver el vídeo de simulación de vuelo en 3d sobre la ruta para que os hagáis una idea fiel fiel recorrido:

A la cita acudieron Kiquet, Toni y un servidor.

A las 7:30 comenzábamos nuestra andadura, aparcando al lado de la Casa del Pantano. La fuente que yo había visto en las fotos estaba tras una verja con candado, pero nos habían dejado otra que nos serviría igualmente al lado del panel informativo de las rutas de la zona.

Comenzamos dirigiéndonos hacia la presa del pantano de Buseo por la que tendríamos que cruzar.

La senda, ya sin marcas nos iría elevando sin contemplaciones. Menos mal que se agradecían esos 16 grados de temperatura de ese momento.

Hay un tramo que se empina bastante, pero si suben por allí las ovejas y las cabras, nosotros no íbamos a ser menos.

Íbamos subiendo laterales al Barranco de la Hoz y veíamos abajo cómo se encajonaba entre paredes de roca. La senda nos llevaría  a recorrer la parte alta de unos cortados.

Menos mal que la senda no iba por aquí y que sólo es para posar para la foto. La senda discurre un poco más adentro y sin sensación de peligro.

Comenzamos a descender un poco y el barranco poco a poco iba perdiendo bravura.

Enlazamos con una súper pista que discurre aún más arriba de donde habíamos pasado y que más tarde abandonaríamos por la derecha, cuando llegamos practicamente a la cabecera del barranco (imágen central). Cruzamos y circulamos por otra senda en el sentido contrario por la otra margen del Barranco de la Hoz (tercera imagen).

La senda nos llevaría a enlazar con otra pista que, en ascenso, nos mostraría buenas imágenes de Chera, allá abajo.

Se nos pasaba la hora de almorzar, pero estábamos en plena solana y queríamos pasar el Collado de los Pelaos e intentar llegar a la Fuente de la Puerca, ya que por allí no había ningún sitio que nos sedujera y nos protegiera del sol. Tras cruzar el collado y después de seguir un momento por la pista, ya que ninguno de los tres miramos el gps, volvimos un poco sobre nuestros pasos hasta el collado y cogimos un trazo de senda que, en acusado descenso, nos fue bajando a la pista inferior y que tras una lazada nos dejó a la vista la fuente con su abrevadero. Tenía un chorrete de un agua fresquita que nos vino muy bien y a la sombra de un pino enorme que había a su lado, nos dedicamos a gratificarnos con el buen almuerzo que nos habíamos merecido.

Tras ello, continuamos nuestro recorrido por la pista, con la omnipresente figura del día ante nosotros, el Pico Ropé, con sus adláteres, Pico Nieves y Cinco Pinos, que nos traían recuerdos de una buena ruta que hicimos hace unos meses. Podía verse también el entorno de las Cuevas de la Garita, aunque desde la distancia parecía que no caía agua por ellas.

Nos apartamos por la izquierda para visitar un mirador, que tenía señales de azulejos explicando la geología de la zona.

Se han currado el paso por una crestita poniendo unas buenas vallas de madera, aunque después las  vistas se nos quedaban un poco cortas para lo que nos esperábamos.

Continuamos la pista, que después abandonamos por una más en desuso por la derecha que nos iría bajando hacia el Barranco de la Hoz. Nos adentramos un poco por él y llegamos, guiados por el sonido del agua a una poza que no tenía continuidad, por lo que volvimos sobre nuestros pasos para seguir por el barranquito hacia el pantano.

Y llegó nuestra recompensa. Vimos unas pozas en el arroyo en las que aprovechamos para darnos un fresquito chapuzón que sabía a gloria. Nos acordamos de Manuel Carlos, a quien también le gusta probar todas las aguas, pero estaba de vacaciones en el norte en el lago San Mauricio, que tampoco está nada mal.

Tras el baño continuamos por el cauce del barranco viendo alguna poza más y llegamos al pantano, donde enlazamos con el PR que circula por el borde y que nos llevaría de vuelta a la presa.

Nos saltamos por poco la Fuente de la Higuera y las huellas de dinosaurio, ya que vimos un panel que decía que estaba a 7 minutos, pero en ese momento ya nos atraían más las cervezas que nos esperaban en el coche, cortesía de Toni.

Nos hicimos la foto de grupo con las vistas del pantano y recorrimos los últimos metros que nos separaban de los coches, atraídos por los colores de las aguas.

Y en la fuente que teníamos preparada, nos refrescamos  y dimos por finalizada una buena ruta que como está salpicada con alicientes cada rato, y ante la recompensa del baño final, creemos que ha tenido la distancia justa y apetecible para esta época del año.

 

Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE