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domingo, 14 de abril de 2013

0104 - Vértices Geodésicos C.V.: Cabezo Escoba (1073 m) / A+ 1000 m / 23 km


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"Muchas rutas en una"








Este “domingo” la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 104 en orden de altura de la Comunidad Valenciana, Cabezo Escoba, con 1073 m de altitud situado en el Término Municipal de Lucena del Cid, Castellón. 


En esta ocasión la ruta discurría por una zona agreste y atractiva del interior de Castellón y sería muy aventurera ya que, al no estar este vértice muy visitado, la ruta la preparé toda sobre mapas y, salvo algunos tramos de pista, no seguimos ningún tipo de sendero homologado. Tampoco los había visto por la zona. Una vez ojeados los alrededores del vértice y cuando tenía claro los puntos por los que quería pasar, me dispuse a trazar cómo llegaríamos de un punto al siguiente.



Como vi que nuestro amigo Xavi (Goterris) había hecho una ruta por  la parte sur de la que había previsto, me puse en contacto con él y me hizo unas sugerencias para que cambiara un tramo de mi recorrido original y lo marcara por las masías de Roque Chiva y Montoliu, por donde él había pasado y me dijo que sería interesante.


Saldríamos de la población de Castillo de Villamalefa subiendo ya de primeras por el Calvario y pasando por la Ermita del Santo Cristo. Seguiríamos por pista hasta la Masía del Royo y cogeríamos una senda que nos llevaría hasta la de Roque Chiva.


Desde ahí intentaríamos seguir una senda que, aunque aparecía en el mapa, me comentó Xavi que ellos la perdieron y se fueron hacia la derecha. Nosotros intentaríamos en esta ocasión seguirla recta, a ver si lo conseguíamos. Desde el Mas de Montoliu llegaríamos por pista hasta el Puerto del Revolcador y de ahí, a la trocha, por la zona más despejada subiríamos directamente al Vértice Cabezo Escoba, desde donde tendríamos unas de las vistas más bonitas del Penyagolosa, la cara sur, que se encuentra a sólo 8 km en línea recta desde ese punto. 


Bajaríamos por la parte contraria, también sin senda definida hasta una pista que nos llevaría al Mas Quemat. De ahí una senda nos conduciría hasta la Font de l’Espigolar, bajando a continuación por el Barranc del Cuarto hasta la carretera CV-175, donde seguiríamos otra senda que nos llevaría a un puentecito para cruzar el Río Villahermosa y llegar a la población de Cedramán.


Saldríamos del pueblo en dirección sur y antes de llegar a la Masía de Perico abandonaríamos la pista y buscaríamos (lo intentaríamos)  una vieja senda que nos llevaría por la ladera de La Solana hasta la Masía de Adelantado. Continuaríamos un poco por la carretera en dirección Zucaina y, pasado el puente, nos saldríamos en un entradero a la derecha, donde nace una senda que nos llevaría a visitar un paraje excepcional, el Chorrador, en el que podríamos admirar, esperaba que con agua, una cascada de más de 40 metros de altura y su poza.


Volveríamos a la carretera y tras un tramo por ella en dirección a Castillo de Villamalefa, tomaríamos una senda que nos llevaría hasta la población y los coches.



Aquí podéis ver el vídeo de la Simulación de Vuelo sobre la ruta que preparé para que os hagáis una idea fiel del recorrido:







A la aventura se apuntaron Ana, Manuel Carlos, Mariano, Manolo (Nolo), que venía por primera vez con nosotros, los siempre bienvenidos Xavi (Goterris) y Álvar, y un servidor.

A las 7:40 ya habíamos aparcado en la Población de Castillo de Villamalefa y comenzábamos "ascendiendo" por unas escaleras. Nada más cruzar la carretera yo tenía previsto subir por una pista cementada que en zig-zags nos llevaría a la Ermita, pero Xavi se conocía el camino del Calvario, bastante más atractivo. Descorrió el cerrojo del portón  de reja y nos fuimos para arriba calentando las piernas.




Enseguida cogimos altura y llegamos a la Ermita del Santo Cristo desde donde ya teníamos buenas vistas del pequeño pueblo.




También veíamos enfrente la montaña por donde volveríamos y la verdad es que imponía un poco. Al ver las rocas se comenzaron a preguntar por dónde bajaríamos y estuvimos señalando que apareceríamos bordeando el morrón de la derecha y después iríamos buscando una senda perdida o inexistente, al menos marcada en el mapa de Alpina, que nos haría bajar poco a poco hacia la izquierda atravesando las pedreras que se apreciaban desde allí. Pero para eso aún faltaba mucho.





 Enseguida que llegamos a lo alto de la loma tuvimos las primeras vistas de lo que sería el icono de esta ruta, la imagen de la cara Sur del Penyagolosa, con sus estratos o vetas y sus tonos rosados.


Continuamos ahora hasta cruzar el  Mas del Royo y enseguida tomamos una fresca senda muy agradable.


 Este tramo hasta el Mas de Montoliu ya lo habían hecho Álvar y Xavi y nos fueron guiando hasta el Mas de Roque Chiva.






Aquí comenzaba nuestra primera aventura de la jornada ya que debíamos coger la perdedora senda que por momentos se intuía y, en otros en que desaparecía, intentábamos no salirnos de las inmediaciones del barranco, por donde teóricamente debía continuar.


 Aunque de la senda quedaban pocos restos, el frondoso barranco no nos lo puso difícil y si la senda estuviera en condiciones sería una gozada caminar por él.




Fuimos saliendo del bosque de pinos y la senda mejoraba. En una de las revueltas pudimos observar (imagen central) el tupido barranco que acabábamos de atravesar. 


 Llegamos al grupo de casas que conforman el Mas de Montoliu y nos pusimos a conversar con uno de los masoveros que se había asomado al oír ladrar a los perros. A la salida del conjunto de casas había una fuente (con agua) con unas curiosas pozas de piedra por las que el agua caía en sucesión de unas a otras.








 Seguimos ahora la pista que nos llevaría al Puerto del Revolcador, lugar donde hay que cruzar la carretera CV-190 y justo enfrente sale una pista-senda que era la que tendríamos que coger. Desde aquí debíamos subir a la trocha hacia el vértice pues no había podido encontrar en los mapas camino ni sendero alguno que nos lo permitiera. Al principio había trazos de sendas pero nos tiraban demasiado hacia la izquierda, alejándonos del track que había previsto por la zona, a priori, más despejada según la imagen del satélite.

Echamos la vista atrás y nos detuvimos a admirar un enorme mar de nubes donde se distinguía al fondo la cima del Bartolo. Aquí el grueso del grupo decidió seguir las sendas que iban hacia la izquierda mientras Manuel Carlos y yo optamos por intentar acercarnos a subir por el track previsto. De todas formas, al rato decidimos no irnos tanto hacia la derecha para no separarnos tanto y nos reunimos de nuevo llegando todos juntos al vértice.













 Al frente teníamos las imágenes que esperaba ver desde que conocí la situación del vértice. Tenía ganas de ver esta perspectiva del Penyagolosa, ya que normalmente lo vemos desde la parte Norte, mucho menos vistosa o desde otras muy alejado.








Aquí estamos los tres con las cámaras echando humo para inmortalizar el paisaje, aunque aquí el acierto lo tuvo también Xavi al cazarnos en esta simpática fotografía.


 
 
 
 Comenzamos el descenso siguiendo un enorme pero totalmente abandonado azagador y cuando vimos unas rocas en una zona un poco despejada que nos permitía almorzar con vistas, nos detuvimos a cumplir con el esperado momento.

Después reanudamos la marcha terminando de bajar del azagador. Llegó un momento en que parecía que se iba poniendo denso de aliagas pero más tarde se fue aclarando y tomamos por la diestra una pista abandonada que nos llevó a otra más principal que nos acercaría al Mas Quemado, Quemat o Quemao, según el mapa que se mire. Se trata de un numeroso grupo de casas derruidas que debió tener cierta  importancia en su época. Es difícil en esos momentos no echar a volar la imaginación pensando en la "vida" que habría allí cuando estaban plenamente habitadas.





 Del Mas Quemat otra pista nos iría llevando entre terrazas de "cultivos" de aliagas y algunos cerezos en flor hasta la Font de l'Espigolar.



Esta fuente no tiene agua y en su parte superior hay una balsa que en los mapas aparece grande pero que está bastante descuidada y apenas tiene agua embalsada.


A continuación venía otro de los tramos aventureros de la ruta, pues desde aquí había que bajar a la carretera para salir enfrente de Cedramán y desde los mapas yo había pensado en ir siguiendo el descenso del Barranco del Cuarto, cosa que comenzamos a hacer, pero más adelante se veía a nuestra derecha y arriba una pista y otra vez se dividió el grupo. Esta vez fuimos Ana, Manuel Carlos y yo los que decidimos seguir con lo previsto.


 La zona se iba despejando porque había habido un incendio algún tiempo atrás, por lo que no se circulaba mal.



 En la primera imagen superior se ve a parte del grupo que había subido a la pista y en la siguiente se nos ve a nosotros allá abajo progresando por la ladera. Algo más allá nos salió una senda a la derecha que unía con la pista superior y, para ir todos juntos, pues si continuábamos nos separaríamos demasiado, abandonamos el seguimiento del track previsto y la tomamos hacia nuestra derecha, enlazando con ellos.


La pista acabó sin más y fuimos bajando por una pendiente que aunque estaba empinada, aparecía limpia y sin complicaciones. Por la derecha teníamos una frontera insalvable, porque estaba el Cinglo con sus cortados. Al frente llegamos a la zona de los pinos y las enormes aliagas  se hicieron tan espesas que a veces te quedabas trabado y costaba continuar. Menos mal que llevábamos pantalón largo, que algo cubría. Aun así podéis imaginaros los pinchazos de ese tramo.


 Cuando por fin conseguimos atravesar la muralla pinchosa, había un salto de unos 7 a 10 metros que nos impedía llegar a la carretera sin arriesgarnos. Por allí sólo bajo Álvar, que tiene mucha pericia en trepar y destrepar.


El resto fuimos hacia la izquierda y poco a poco la altura entre nosotros y la carretera fue disminuyendo, hasta que encontramos un lugar que nos permitió llegar a la carretera sin riesgos.


Ahora venía, sin pausa, la siguiente aventura. Había que atravesar la "em-pinada pinada" que teníamos entre nosotros y Cedramán para llegar a un puentecito que estaba en los mapas y en la ortofoto. Mariano y Nolo decidieron tomarse un descansito de aventura y llegar a Cedramán siguiendo la carretera y el resto buscamos una zona de pinar por donde fuimos bajando hasta el río Villahermosa.




 Este tramo de río es precioso, pero en las cercanías del margen se volvió a cerrar bastante y teníamos que abrirnos paso por la senda que tapaban los zarzales y los rosales silvestres. Llegamos al puentecito pero al cruzar al otro lado, como suele decirse: "nuestro gozo en un pozo". Una montaña de zarzas nos impedía completamente el paso.


La aventura es lo que tiene. Estábamos a un paso del pueblo y teníamos que resignarnos y volver al extremo del puente por el que habíamos venido y dar un generoso rodeo para llegar al mismo sitio. Comenzamos a seguir la senda, que a partir de aquí ya se hallaba despejada y bordeamos un pequeño polideportivo con piscinas. Pasamos por el área recreativa que tiene una fuente (sin agua) y entramos en la población de Cedramán.




 
  En la tercera imagen se puede apreciar el puentecito visto desde la parte del pueblo, completamente cubierto, por este lado, por las zarzas.


 Pasamos por delante del lavadero, integrado en el bajo de una construcción y no me pude resistir a refrescarme un poco. En el bar, Mariano y Nolo, durante la espera, ya se habían hecho  amigos del personal que estaba tomando cervezas en el bar y Mariano nos invitó a una ronda que nos sentó de maravilla. Gracias.


Desde la terraza del bar se veía claramente la zona por donde habían discurrido nuestros últimos movimientos y se lo íbamos explicando a los curiosos comensales, entre los cuales daba la coincidencia que se encontraba el Alcalde, con el que bromeamos con el tema de las enormes aliagas.


 Tras el refresco salimos de Cedramán circulando por una pista entre pinos.



Un poco antes habíamos visto una pista que descendía por la izquierda pero que no se veía en los mapas y no se sabía si tendría continuidad. Seguimos la pista que llevábamos y había que abandonarla más adelante por la izquierda,  porque ésta finalizaba en el Mas de Perico. Aquí flotaron dudas en el ambiente. Parecía ser que no apetecía ya mucho volver a ir sin senda  clara, pero desde el principio se sabía que en ese punto estaba previsto seguir por el lugar de la senda que aparece marcada en el mapa de Alpina, estuviese o no estuviese la senda, porque se intuía que se podría progresar bien y había que ir bajando entre la ladera de pinos y atravesar las pedreras lateralmente. Ésas que señalaba y se veían desde la Ermita al principio de la ruta.
Era, sin duda, el tramo más aventurero de los muchos que tenía esta ruta y hacia allí que nos fuimos. Caminamos primero por la ladera de pinos, atravesando un monte bajo cómodo y herbáceo y llegamos a una zona rocosa que debíamos bordear para encarar la ladera. Aunque de la senda, en ese tramo, no había ni rastro, intentamos guiarnos por el track para tener una "línea de vida" de referencia que no nos hiciera ir dando tumbos y nos marcara una dirección.




Comenzamos a cruzar las pedreras como ya se preveía y alguno con experiencia, como Álvar, las bajaba corriendo.



 

 Cuando ya llevábamos un buen tramo de la ladera hecho, por fin vimos la senda y las dudas ya se fueron disipando.




El entorno era una maravilla, con las hojas de los robles comenzando a brotar, ofreciéndonos esos verdes intensos.



 

Se cumplían las previsiones y llegamos a las cercanías del río y los bancales despejados, por los que subimos al conjunto de masías derruidas de Adelantado y Salvador.


 En este paraje, entre sólo tres esparragueras, Álvar recolectó suficientes espárragos para una buena tortilla. Señal inequívoca de que poca gente pasa por aquí, jeje.


 De las Masías salía una pista que nos llevó a la carretera. La seguimos un corto trecho atravesando por un puente el Barranco del Centenar. Nada más cruzarlo, a la derecha hay un resto de una antigua curva asfaltada (donde se pueden aparcar varios coches) y allí mismo nace la senda que nos llevaría al Chorrador.




En no más de diez minutos llegamos al impresionante paraje. Me sentí un poco decepcionado, porque yo esperaba ver la cascada como en sus mejores momentos por todo lo que había llovido, pero al parecer y según se rumorea, algo han hecho que ha cambiado el curso del arroyo y practicamente caía un hilillo.



 

 La que sí tenía mucha agua era la poza. Un agua transparente en la que no dudamos en refrescarnos los pies, pero al estar siempre a la sombra, estaba tan fría que dolía. Aún así Mariano no se lo quiso perder y se tiró al agua.



Manuel Carlos pensó no dejarlo solo y también quiso que su piel rejuveneciera varios años de golpe con las propiedades "térmicas" de las aguas de la fenomenal poza. Y como no hay dos sin tres, Álvar fue el siguiente en lanzarse  a la piscina.







Después volvimos por la misma senda a la carretera y como Ana, que estaba saliendo de una pequeña lesión, se había resentido con los resbalones en las pedreras y no era conveniente que forzara, me quedé con ella a esperar hasta que el resto del grupo llegara al pueblo y vinieran con un coche a recogernos. El grupo siguió un tramo por la carretera hasta cruzar el siguiente puente sobre el río Villahermosa y después continuaron por una senda que va cortando las lazadas de la carretera hasta llegar a la población de Castillo de Villamalefa. Xavi vino a recogernos y nos refrescamos y comimos en una fuente del pueblo, acabando la ruta sobre las 5 de la tarde.

Una ruta fantástica. Llena de aventura, incluso podía uno regularse las porciones de aventura que le apetecieran en algunos momentos. Como había muchos tramos de investigar viejas sendas y otros sin senda en absoluto, a veces hay que rectificar sobre la marcha según se van sucediendo las circunstancias. El tramo por la ladera de las pedreras hasta las Masías de Salvador y Adelantado a mí me ha gustado especialmente. La senda de subida al pueblo desde el Chorrador está muy limpia y a la senda desde Roque Chiva hasta Montoliu le haría falta una buena pasada para dejarla espectacular.
El tramo a partir de la Fuente del Espigolar, si tuviera que volver a hacerlo, lo haría casi como estaba previsto, por la ladera del Barranco del Cuarto y llegar a la carretera, ahorrándonos así los pinchazos con las bestiales aliagas de la parte de abajo. Por la carretera habría que seguir después hasta Cedramán, ya que la opción del puentecito tampoco es viable.

Nolo tuvo un buen estreno con nosotros y agradecer desde aquí, como siempre, la presencia de Xavi y Álvar, una buena compañía. Dos montañeros con mucha experiencia, a los que les gusta investigar tanto o más que a nosotros y que son siempre una ayuda y una garantía de éxito en las rutas en que nos acompañan.






Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE.

10 comentarios:

  1. Buenas noches, Pablo. No sé las cumbres que te faltan para culminar tu palmarés montañero. Me da igual. Creo que ha llegado el momento, y permíteme que lo haga, de felicitarte, por desgranar cada sábado esta hermosa aventura, esta etapa que llevas a cabo desde septiembre del 2010. Porque nadie como tu, creo, la ha hecho antes. Y porque de esta manera tan especial y admirable profundizas, y mucho, en el conocimiento del relieve, de los parajes, de las CUMBRES de la Comunidad Valenciana, de una forma distinguida, apasionada y relevante. Y muy elaborada. Hay que ver como la estudias de antemano. Y al igual que tu, felicito también a todos tus compañeros de rutas; algunos los recuerdo porque juntos celebramos bastantes, y a los que envio, asimismo, un cordial saludo.

    Enhorabuena, Pablo.

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  2. Gracias Luis por tus palabras, que viniendo de un montañero con tanta experiencia aduieren mucho mas valor. Vertices de mas de 1000 nos quedan 30. 30 incognitas y siempre esperando con ilusion que llegue el fin de semana para afrontar el que toque.

    Mientras tenga quien me acompañe y disfrute con las rutas como lo hago yo, seguiremos en la brecha. Afortunadamente los compañeros que hacen las rutas conmigo cada semana tienen la misma ilusion y tengo ls fortuna de que cada uno aporta su parte en el directo.

    Un abrazo, Luis.

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  3. Hola Pablo,
    lo primero desearte buena suerte, ya quedan menos! .
    Hace poco he descubierto un enlace en terrasit.gva donde además podemos informar de los desperfectos de los vértices, con una foto o hacer constar alteraciones en los caminos de subida. Es para todos los vértices de la Comunidad Valenciana estatales o autonómicos:

    http://icvficheros.icv.gva.es/ICV/geova/erva/Utilidades/tmp/pub/doc/Formulario_incidencias_IGN_ICV.pdf en

    http://www.icv.gva.es/es/geoetphp_es

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    1. Hola Sergio, en dos ocasiones me he puesto en contacto con el Instituto geográfico Nacional para comunicarles alguna incidencia. Gracias por el enlace.

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  4. Hola Pablo,

    Es muy posible que esta ruta sea de las más aventureras que recuerdo, y eso que en la mayoría en mayor o menor medida suele haber una ración de aventura. En esta había más raciones que en otras, jejeje......

    Manuel Carlos

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  5. Pablo excelente ruta la preparada, dura por lo que se atisba a simple vista, muy buenas fotos, muy buena la compañia, felicitar a Ana por aguantaros todo el dia. Saludos

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  6. Hola Pablo. Te escribo este comentario a raíz de leer tu crónica de la ruta del Cabezo la Escoba en la que estuvisteis en el Chorrador de Zucaina. Pues bien, ese mismo domingo estuvimos nosotros descendiendo el Barranco del Centenar y naturalmente rápelamos esta gran cascada (una lástima no haber coincidido por allí), dices que te fuiste un poco decepcionado al ver caer solo un hilo de agua, yo también me fui un poco con esa sensación, ya que al principio del barranco y en las cascadas anteriores te puedo asegurar que bajaba bastante agua. ¿La razón? ese "algo que cambia el curso del arroyo" como dices en la crónica, no son otra cosa que un montón de tubos y algunos motorcitos que prácticamente secan el barranco, una verdadera lástima que dejen una cascada tan espectacular como esta sin agua. Un saludo.

    Dani Alcalá Mela

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    1. ¡Qué coincidencia! Pues el agua estaba helada, ¿eh? Me hubiera gustado también que coincidiéramos. Además, pensé que igual te apuntabas a la aventurera ruta que hicimos ese día por el Cabezo Escoba. Seguro que la hubieras disfrutado. Esto no debería quedar así. Deberíamos escribir al Ayuntamiento de Castillo de Villamalefa, que creo que es al que pertenece la cascada y comunicarlo. Aunque igual son ellos los que lo han autorizado, no está mal ponerlo en su conocimiento ya que publicitan el lugar como una atracción turística para el pueblo, y entonces es un contrasentido. A ver si me inspiro y me pongo al ataque.

      Un saludo, Pablo.

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    2. Hola Pablo y Dani. Yo creo que estas cosas habría que comunicarlas a la Confederación Hidrográfica del "río que sea". Posiblemente no sea necesario ni siquiera hacerlo por escrito, con una llamada de teléfono a veces es suficiente para que manden a alguién a inspeccionarlo. A los hay untamientos no sirve de nada, los concejales de urbanismo y similares pasan de todo o no quieren meterse con sus propios vecinos que posiblemente sean compañeros guiñote. Esta bien que denunciemos estas cosas y otras muchas, p. ej. el cierre de caminos publicos, que nos afecta directamente, es muy frecuente.

      Un saludo. Manolo Moliner.

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    3. Vale, a ver si entre todos conseguimos algo.

      Pablo.

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