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Este domingo, como teníamos compromisos, la ruta propuesta era una cercana y cortita, pero con vértice, claro. Subiríamos al Vértice Geodésico nº
284 en altura de la Comunidad Valenciana, Motrotón,
con 612 m de altitud, situado en el Término
Municipal de Yátova, Valencia.
Para
llegar al punto de inicio seguiríamos la A-3 hasta Buñol, salida 322 y después
por la CV-425 hasta Macastre y de ahí por la CV-429 hasta Yátova. Cruzaríamos el
pueblo y aparcaríamos en el Barrio Los Condes, iniciando desde ahí el recorrido.
Justo
hasta aquí llegó el enorme incendio de Cortes de Pallás y veríamos la frontera
bien diferenciada entre Mordor (lo quemado) y las tierras de los Hobbits.
Enseguida
cogeríamos una senda que nos llevaría a la zona de Los Castillejos, donde había
una senda que subía hasta el Mototrón haciendo unas largas lazadas por la falda
de la montaña. Esperábamos que todavía existiera después del incendio o que la
hubieran recuperado.
Llegaríamos
al vértice del Motrotón que, a pesar de sus poco más de 600 m, como no hay
grandes alturas cerca, se convierte en la atalaya principal de la zona y si
tuviéramos suerte con el tiempo, tendríamos muy buenas vistas.
A
continuación nos dirigiríamos al collado y seguiríamos por la cresta hasta llegar
a otra altura llamada El Retoret y a un cuco cercano, que visitaríamos.
Seguiríamos por el cordal, ya en descenso, pasando por la zona de La Cardera y
nos incorporaríamos a la Rambla de la Horteta. Pasaríamos por la Fuente de la Sal
y con una leve última subida llegaríamos a los coches.
Aquí
tenéis el vídeo de la simulación de vuelo sobre la ruta que preparé para
que os hagáis una idea fiel del recorrido.
A la cita acudieron dos Pilis, Ana, Almudena, Mari, Kiquet, Juan Carlos, Jose, Manuel Carlos y un servidor. Aparcamos al lado de las primeras casas de la urbanización y desde ahí comenzamos a caminar.
Al principio había que estar muy pendiente de los Gps, ya que los desvíos son constantes hasta que cruzáramos el barranco y nos acercáramos a la zona de Los Castillejos.
Ya veíamos la silueta del Motrotón enfrente de nosotros.
Y en esta panorámica, la ruta que seguiríamos por el cordal de esta sierra.
Como adelantaba, en este tramo en alguna ocasión tuvimos que unir una senda con otra, pero sin ninguna dificultad.
Al pasar el barranco la senda se empinaba con ganas hasta que llaneó un poco y ya comenzó a hacer una gran lazada hacia la derecha y después hacia la izquierda, subiéndonos cómodamente y por senda clara, aunque sin marcas, hasta arriba.
La senda, que otrora seguro que fue una maravilla, volverá a serlo con el tiempo, aunque le costará lo suyo.
En la ascensión, y haciendo el giro de la mujer de Lot, podíamos ver la población de Yátova y, con el zoom, la cementera de Buñol.
El último repecho fue un poco más empinado, para así dar sensación de triunfo, jeje.
Hicimos otro giro bíblico, en esta ocasión para admirar el Castillo de Macastre.Aquí tenemos a Mari y Jose, que quedaron convertidos en estátuas de sal.
Recorrimos un poco de la cumbre y enseguida vimos el curioso poste que indica las distancias a los puntos más emblemáticos del globo, el Everest, El Polo Norte, Aconcagua, Mckinley, Intersport...
Aquí, posando con la camiseta que me enviaron los de Compegps por participar en un sorteo en el que, por una vez me tocó algo.
Allí mismo nos desplazamos un poco hacia la ladera Sur del Motrotón y almorzamos, como casi siempre que podemos, en un lugar con unas vistas magníficas hacia la Sierra del Ave, donde se apreciaba la caseta de su cima y las antenas.
Un poco más a la derecha y tirando de zoom podía verse la presa del Embalse de Forata y aún más allá la Sierra Martés, con las pequeñas Tres Sorores en primer plano, que bautizamos cuando hicimos la ruta de los picos Martés y Ñoño, extendiendo la ruta clásica.
Reemprendimos la ruta con esfuerzo, ya que con el día tan estupendo que hacía costaba levantarse de allí, pero habíamos venido a andar un poco ¿no?
Veíamos allá abajo el Collado del Montratón (supongo que deformación toponímica en el mapa) y teníamos ante nosotros un empinado descenso.
Había un momento en que se veía abajo la carretera en una caída bastante vertical, pero entonces la senda hizo un giro hacia la derecha, conservando la curva de nivel y después había que estar atentos para hacer un brusco giro a la izquierda y bajar por unas rocas blancas de buen agarre y que no nos supusieron dificultad.
Ahora ya en diagonal, la senda nos iba bajando cómodamente hasta el collado.
De nuevo a subir, ahora a por la cima de El Retoret. Un poco de pista y enseguida había que desviarse por una sendita que nace a la izquierda en ascenso.
Vista atrás hacia lo que, manteniendo el símil de antes, podría ser Sodoma atacada por los fuegos, pero que en realidad era el Motrotón, al que habíamos subido antes.
Una vez arriba de El Retoret, nos acercamos a ver un Cuco o refugio de pastor muy bien conservado y donde los que lo construyeron aprovecharon inteligentemente las grandes rocas que había en el sitio para utilizarlas como parte de las paredes.
A lo lejos las antenas del Ñoño, en la Sierra Martés, aumentando la imagen.
Continuando la senda, ésta pasa al lado de una casa rural ubicada en un sitio tranquilo y con una pinta muy apetecible.
Como comentaba al principio, esta sierra hizo algo de frontera en el gran incendio de Cortes de Pallás y ahora que girábamos, ya de vuelta por la Umbría del Cinto, caminando con la Rambla de la Horteta, podíamos sentir el verdor de la naturaleza que el fuego le había robado a la parte superior.
Una maravilla caminar por esta senda que recorre la Rambla.
La parte alta de El Retoret, por donde habíamos caminado antes.
Teníamos que pasar por la Fuente de la Sal. Suponemos que sería esto, pero no salía ni gota por el tubo, aunque algo de humedad se filtraba por los alrededores.
Una última mirada al Motrotón y abandonamos la pista para subir por una buena, pero corta pendiente, que nos uniría con nuestra última senda.
Esta senda nos llevaría hasta los coches y ya llegando vimos a nuestra derecha, en unas rocas apartadas, lo que parecía una pequeña cueva.
Llegamos a los coches y dimos por terminada esta corta pero gratificante ruta que, a pesar de transitar por zonas que se quemaron no hace mucho, tiene buenas vistas y se hace entretenida. Es muy conveniente el uso del gps, sobre todo en la primera parte de la ruta, ya que no hay marcas y los constantes desvíos pueden llevar a equivocarse. Una vez en las grandes lazadas de la ladera del Motrotón, había de vez en cuando algunas piedras pintadas de blanco que indicaban la dirección a seguir, aunque justo ahí la senda está muy marcada.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
Hola, cierto que en la placa metálica que hay en todos los vértices geodésicos podrían haber puesto el nombre del vértice, pero las hicieron genéricas, todas iguales, y así valían para todos.
ResponderEliminarDe todas formas si quieres saber el nombre de cualquier vértice, los tienes todos en la página del Instituto Geográfico Nacional: ign.es, donde además dispones de un croquis a modo de indicaciones de por donde subieron ellos allí a montarlo.
El cuco del Retoret, uno de tantos que tenemos repartidos por el termino y que construía José el Gato, familiar mío.
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