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Este sábado la ruta propuesta era volver a subir al vértice geodésico nº 200 en altura de la Comunidad Valenciana, Cueva Negra, con 831 m de altitud, situado en el Término Municipal de Ayódar, Castellón. A este vértice ya subimos en octubre de 2014 pero lo unimos con la subida a la Peña Saganta.
En este caso la haríamos diferente. Subiríamos al vértice por el PR que va a la Peña Saganta, pero lo dejaríamos por la derecha cuando llegáramos a la Fuente de la Piqueta. Desde el vértice seguiríamos una senda que no hicimos la vez anterior, volviendo a Espadilla por el Barranc del Pairo y saliéndonos de él por la derecha porque después se pone muy abrupto. El recorrido es todo por finas sendas menos un tramo del final.
Para llegar al punto de
inicio seguiríamos la A7 hacia Castellón, CV-10 hasta la salida Villarreal –
Onda, donde cogeríamos la CV-20 hacia Onda. Cruzaríamos Onda y, sin abandonar la
CV-20, llegaríamos a Espadilla, donde aparcaríamos en las cercanías del Jardín
Botánico.
Aquí podéis ver el vídeo de la
Simulación de Vuelo sobre la ruta para que os hagáis una idea fiel del
recorrido:
Enseguida enfilamos hacia el Barranco de la Piqueta, teniendo como centinelas de excepción las ruinas del Castillo de Espadilla y la Peña Saganta, que dominaban el horizonte.
La senda del barranco es una delicia para caminar, limpia y siempre en leve ascenso.
Aquí una muestra del barranco que nos quedaba por delante. Maravilloso.
Y hacia atrás las vistas eran cada vez mejores conforme tomábamos altura y nos alejábamos de Espadilla.
Vista hacia atrás de lo recorrido hasta ahora, con el Castillo en lo alto del cordal.
La senda nos llevaría a la fuente de la Piqueta, cerrada con una puerta con pasador, aunque nunca he visto agua en ella. Aquí dejaríamos el recorrido habitual y nos iríamos por una senda ascendente.
Hay que tener cuidado de no pasarse ya que, aunque hay un momento en que la senda continúa recto, tendríamos que desviarnos hacia la derecha y el inicio del rastro es muy leve. De todas formas se llega enseguida a la pista, por lo que es más claro subir desde la Fuente de la Piqueta por la pista de la derecha en lugar de por este tramito de senda con riesgo de pasarse de largo.
Más tarde abandonaríamos de nuevo la pista por la izquierda para subir por un tramo que se sale de los habituales. La última vez que caminamos por aquí, Xavi me riñó porque había sido muy cómodo y no había investigado otras sendas (es broma). En esta ocasión hicimos la ruta circular por otros sitios.
La pista después se convierte en fina senda y nos iría llevando a lo alto de la loma donde se encuentra él vértice de la Cueva Negra. La parte superior parece un huerto de enebros, de la cantidad que hay.
A nuestra derecha veíamos la silueta del Peñagolosa, coronado con una nubecilla persistente.
Y más cercana y abajo, el abrigo de la Cueva Negra. Cuando la vimos a lo lejos dudábamos de si sería la cueva, pero desde la pantalla del ordenador se ve en la segunda foto la paleta indicadora.
La silueta de la Peña Saganta siempre presente en esta ruta y cambiando su aspecto a la vez que nos movíamos.
Abajo se veían las ruinas de lo que debió ser una bonita construcción.
Llegamos el vértice, hicimos las fotos pertinentes y nos dispusimos a almorzar.
Es un lugar para detenerse y mirar en todas direcciones, pues las vistas son preciosas y bastante identificables. Desde la Sierra de Espadán hasta el Peñagolosa, pasando por el Pico Pina o Santa Bárbara.
Por lo rectas que subían las columnas de humo podía comprobarse la ausencia de viento en este día.
La silueta siempre oscura del Pico Pina.
Continuamos por la senda, que nos dirigiría enseguida al comienzo del Barranc del Pairo.
La senda, como puede apreciarse también está completamente definida y limpia.
La senda, tras cruzarnos caprichosamente a la otra vertiente en alguna ocasión, ahora nos dirigía en altura por la parte derecha del barranco, evitándonos su fondo, que al final se torna muy abrupto y encajonado.
Apareció ante nosotros la pequeña población de Toga.
Éste es el aspecto del final del barranco una vez superado dulcemente por la senda.
La senda nos acercaría a través de una pinada casi hasta la misma población de Toga. Allí la senda terminó en una pista de cemento que, por la diestra, nos llevó hasta el pequeño cementerio. La pista no tiene salida, por lo que caminamos unos metros por el campo de olivos de la izquierda hasta llegar a una pista que seguiríamos por la derecha.
La pista nos iría conduciendo hasta el Barranco de Truchelles y nos iría llevando a media altura por su parte derecha. Enfrente se veía una curiosa roca en la que se había habilitado un abrigo que también llamaba la atención.
Un poco antes de que acabara la pista había que fijarse en un comienzo de senda por la derecha que nos haría superar ese abrupto paso sin ninguna complicación. La senda es una maravilla, como todas las de la zona y presentaba un ambiente húmedo muy agradable.
La senda iría bajando con comodidad hasta hacernos cruzar un pequeño arroyo y cambiar de vertiente. Aunque parecía que llevaba poca agua, de vez en cuando oíamos el murmullo de los pequeños saltos de agua.
Subimos por la senda de la otra vertiente y abocamos a una pista que ya no abandonaríamos hasta llegar a los coches.
Os dejo aquí otro Capítulo de "Las Flores de Paco":
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