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Este sábado la propuesta
sería subir al vértice geodésico nº 297 en altura de la Comunidad Valenciana,
con 571 m de altitud, situado en el Término Municipal de Olocau, Valencia. De
este modo le habremos dedicado en estos dos últimos dos meses tres rutas a esta
población caminando por una buena parte
de su Término.
Seguiríamos un track de
Colla Calderona al que hemos modificado el punto de inicio.
Primero subiríamos al
poblado ibérico del Puntal dels Llops, bajaríamos por el Barranc de les
Forquetes y subiríamos al vértice de La Solana. Bajaríamos de él hacia el Barranc
del Carraixet, pasaríamos por la bonita Font de Melxor, por si nos había dejado
algún regalo y regresaríamos a los coches.
Aquí podéis ver la Simulación de Vuelo sobre el track que ha preparado para que os hagáis una idea fiel del recorrido:
A la cita acudieron Ángela, Ana, Pili, Mari, Quico, Jose, Manuel Carlos y un servidor, dispuestos a intentar hacer la ruta que el diluvio nos impidió hacer antes de navidades, después de estar preparados en el punto de inicio. Ahora, a posteriori, vemos que fue una buena decisión retirarnos de la ruta sin empezarla si quiera, ya que hoy la hemos podido disfrutar plenamente con un día totalmente limpio, soleado y luminoso, gracias al viento que ha despejado el ambiente.
La fenomenal Luna de estos días nos acompañaba desde las alturas.
Salimos de la población dirigiéndonos hacia el cementerio para hacer la ruta en el sentido de las agujas del reloj y, tras caminar un tramo paralelos a la carretera, nos desviamos por una pista por la derecha para comenzar a subir hacia el collado de la Penya de l'Aiguallet y visitar el poblado ibérico del Puntal dels Llops.
Llegamos al poblado y nos lo encontramos totalmente renovado y muy cuidado. Han vallado el recinto y puesto unos bancos para solaz de los senderistas que lo visiten.
Hay carteles explicativos que ayudan a imaginar cómo era este asentamiento en aquellos lejanos tiempos.
El entorno está perfectamente limpio y es muy agradable de visitar y caminar por esta avenida central admirando los "adosados" de aquella época a ambos lados.
La torre la han protegido con unas láminas metálicas que se integran bastante bien en el entorno y que permiten proteger el acceso a ella y su deterioro.
Desde el poblado hay unas magníficas vistas.
Continuamos nuestro recorrido teniendo enfrente la Loma de la Solana, donde se asienta el Vértice objetivo de nuestra ruta, pero daríamos un quiebro hacia la izquierda alejándonos momentáneamente de ella y bajando por el Barranc de les Forquetes.
La claridad del día nos permitía ver el mar hasta el Montgó.
Ya de vuelta y subiendo a La Solana decidimos visitar una cueva que veíamos desde abajo y que se encuentra a unos metros de la senda. Aunque no tiene profundidad alguna y es más un abrigo o un "forat" en la montaña, supone un aliciente más en la ruta.
Enseguida fuimos tras el grupo, que nos abandonaba a nuestra suerte.
Las vistas desde el cordal de La Solana son impresionantes. Aquí se observa el Montgó tras los dorados del mar.
Desde el vértice se nos ofrecía una preciosa imagen con el Castillo del Real en primer término y la cima del Gorgo detrás, dominando la escena. También se podía ver el Pico del Águila en el extremo izquierdo.
Comenzamos la bajada hacia el Barranc del Carraixet.
Llegamos al lecho del barranco y, sin cruzarlo, tomamos una senda que nos salía por la derecha.
La frondosa senda nos llevaría hasta el entorno de la Fonteta Melxor, situada en un lugar muy fresco y de la que salía con alegría un buen chorro por su caño.
Caminamos ahora por un canalillo seco paralelo al lecho del barranco y más adelante lo cruzamos para continuar un tramo por una pista.
Hay que estar atentos al llegar a esta caseta de riego, ya que la pista continúa recto y es fácil pasarse. Hay que bordearla y continuar por la difusa senda, que nos llevaría por los bordes de las lindes de los campos hasta llegar a una tubería, en ocasiones descubierta y en otras tapada y cuyo recorrido seguiríamos por un buen rato.
Continuamos por encima de la tubería hasta llegar a una zona en la que aquellos que tengan un sentido del vértigo acentuado quizás sufran un poco. La senda se estrecha y hay que pasar cara a la roca, con las mochilas al exterior, muy pegados, ya que las rocas de la pared sobresalen. Nosotros pasamos sin ningún problema más allá de las debidas precauciones. Llegados a este punto, se me ocurre que si alguien no lo ve claro, que pase este punto a gatas y se sentiría más seguro. Ya digo que no tiene ningún problema, pero hago la advertencia porque hay gente más sensible.
Se continúa bastante rato por el tramo de la tubería, ahora ya convertida en acequia de riego y es muy agradable ir acompañados por el sonido del agua. De vez en cuando hay paneles explicativos, ya que estamos encima de la Ruta de les Macollades.
Un poco más adelante pasaríamos por la Sénia dels Simeons. Curioso artilugio que se utilizaba para sacar el agua de pozo a profundidades de entre los 2 y 10 metros.
Preciosas sendas entre árboles centenarios.
Aquí está el cartel que nosotros nos encontramos al final de nuestra senda.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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