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sábado, 28 de enero de 2017

2017 - 01 - Expedición al Pico Pina / A+ 394 m / 10,86 km


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Este sábado la ruta propuesta era subir al Pico Pina y así ver la posibilidad de poder pisar algo de nieve ya tras el temporal y en un día que en principio se preveía soleado.

El martes por la tarde me puse en contacto con nuestro amigo Riquelme, de Segorbe y le estuve preguntando si todavía quedaría nieve el sábado en el Pina. Me contestó que creía que sí porque esa misma tarde todavía estaban las máquinas quitando nieve en El Toro y el miércoles por la tarde me lo confirmó.


 

Así pues haríamos una ruta cortita para disfrutar de la mañana y ver si teníamos suerte y caminábamos algo por nieve. Aparcaríamos en la población de Pina de Montalgrao y nos iríamos a la derecha para enseguida ir subiendo hasta llegar a la cumbre y su vértice geodésico. Allí arriba hay un Área recreativa con mesas y un refugio por si hay que resguardarse, como nos pasó una vez que estuvimos allí y que hacía muy mal tiempo.

Para bajar lo haríamos por detrás, pasaríamos por la Fuente Marrionda y caminaríamos hacia el Oeste, después giraríamos hacia el Sur para volver a la población y a los coches.

A la cita acudieron Pili, Ana, Nolo, Manel y Gala, Miguel Arce, Manuel Carlos y un servidor.
Esta descripción que os hacía antes era la del recorrido previsto, pero cualquier semejanza con la realidad que vivimos sería mera coincidencia. Lo primero que vimos al llegar era que había muchísima nieve, como lo atestiguaban los grandes montones que nos encontrábamos en todas las aceras dentro de la misma población.




Comenzamos a caminar con la sensación interna que tienes cuando ves que va a ser una ruta interesante y con muchas emociones. Como desde casa no sabía la cantidad de nieve que iba a haber en la ruta y, habiendo nevado hacía ya una semana, pensaba que nos encontraríamos sólo algo de nieve en las zonas de umbría y había trazado la ruta por sendas tanto en la subida como en la bajada.
 
Ya veíamos que difícilmente podríamos caminar por ellas pero iniciamos la ruta por la pista prevista.






En cuanto salimos del pueblo vimos que la pista desaparecía bajo la nieve y de la vista y que por allí no podríamos continuar. Estaba la nieve para hacerla con raquetas ya que nos hundíamos bastante más arriba del tobillo.


Por aquí deberíamos caminar. Algo imposible porque a veces metíamos hasta la rodilla.


Ante las evidencias, abortamos la primera opción y ya pensábamos que no podríamos hacer la ruta. Decidimos volver al pueblo, intentarlo por la pista principal que sube hacia el Pina y ver cómo estaba y si tampoco se podía, pues buscar un lugar donde almorzar y marcharnos para casa.





Vuelta a la población y dirigiéndonos al camino asfaltado.


No estaba el parquecito para juegos.


Vimos con esperanza que la pista asfaltada la habían limpiado en algún momento y comenzamos a caminar por ella con la idea de hacerlo hasta donde pudiéramos y, si nos lo permitía, subir hasta el Pico Pina totalmente por la pista y volver por el mismo sitio.

 
Allí al fondo se podía ver el pico bajo una gran nevada y el pensamiento de la mayoría es que, con la cantidad de nieve que había,  no conseguiríamos llegar hasta arriba.





Impresionante el nevazo que cayó por aquí y cómo se conservaba después de una semana.




La pista continuaba pisable durante bastante tiempo, lo que para nosotros ya era un éxito.




Nos acercábamos poco a poco a la cumbre, que veíamos cubierta de un manto blanco.




Precioso. Con esto ya dábamos por compensada la salida.






Llegó un momento en que la pista limpia se acabó y ahora deberíamos caminar sobre la nieve. Probamos y vimos que al haber pasado una máquina por encima hace tiempo, había compactado un poco el firme y que pisando con cuidado podíamos marchar, ayudándonos en seguir una tímida huella de pisadas antiguas, pero en cuanto pisábamos un poco fuera de la trazada, nos hundíamos hasta la rodilla. Nada, despacio y con tiento.


Una pasada ver la cima del Pina congelada de esta manera y la diferencia a otras veces que lo hemos visitado.


Os dejo un momento a solas con esta maravilla de imágenes para que viváis un poco las sensaciones de aquel entorno.























Veíamos con esperanza que sí que conseguiríamos llegar arriba. Este es el cruce de la pista que llevábamos con la que viene del Pino Rey.


Esta es la pista del Pino Rey.



Aunque parezca que es un caminar plácido, debajo de nuestros pies había, por la trazada, unos 30 cm de profundidad y de vez en cuando a alguno se nos metía el pie hasta el fondo, lo que siempre causaba las risas del grupo.











Aquí, en la cara Norte, el viento arreciaba y la sensación de frío era más intensa, sólo en la cara, ya que íbamos bien equipados. La perrita de Manel, como se había mojado, hace rato que estaba temblando y, aunque ya nos quedaba poco para llegar a la cima y al refugio que sabíamos que había allí, Manel decidió darse la vuelta y esperarnos más abajo, cuando acababa la nieve de la pista para que así Gala se recuperara allí, donde no hacía viento y lucía el Sol.




Llegamos al Área recreativa de Santa Bárbara y mirad qué maravilla. Los paelleros con carámbanos de hielo, la mesa con una buena cantidad de nieve encima y los asientos ni se veían.




Una foto de postal.



Todo pintado de un blanco inmaculado, los árboles, la torre de vigilancia, las antenas, el vértice...



Fuimos directamente al refugio esperando que la entrada no estuviera cubierta de nieve y no pudiéramos entrar, pero afortunadamente había acceso y nos metimos dentro para disfrutar de un muy agradable almuerzo protegidos del viento. Allí se estaba estupendamente.





Una vez terminamos, nos acercamos al mirador e hicimos algunas fotos.




Visitamos la Ermita de Santa Bárbara.






Y le dimos la vuelta al Pico. Al fondo se veía el Peñagolosa, también con nieve.





Al volver a la cara Norte el viento arreciaba en ese momento y sólo pasamos bajo el vértice sin pararnos a hacer más fotos, ya que nos caía nieve desde los árboles próximos.





Comenzamos el regreso para reunirnos con Manel, ahora a paso más vivo y continuando con las risas cuando alguien metía el pie hasta el fondo.


 En cuanto la pista giró hacia la derecha ya estábamos en la cara sur y durante todo lo que restaba hasta el final estábamos protegidos del viento. Únicamente en ese último tramo de subida y bajada fue donde nos había acariciado Eolo con sus gélidos dedos.








Bucólica imagen de la población de Pina, desde donde habíamos partido.





En cuanto acabó la nieve sobre la pista allí estaban Manel y Gala esperándonos al Sol y nos hizo esta fotografía.


Gala curioseando con su primera experiencia en la nieve.


Ahora ya no quedaba sino deshacer el camino recorrido hasta el pueblo, comentando alegremente la suerte que habíamos tenido de poder completar la ascensión.





Sin más, llegamos a Pina de Montalgrao y a los coches. Propuse acercarnos al lavadero para acabar con el ritual de costumbre del baño de pies, pero mis palabras no parece que tuvieron mucho eco y se perdieron entre la nieve, jeje.
 
Hemos podido disfrutar de una ruta preciosa y tenido la suerte de poder completar, incluso por la pista fue suerte, la subida al Pico Pina. Tanto la cima como todo el recorrido ha estado impresionante y nos hemos sentido muy agradecidos de poder estar ahí y de vivir esa experiencia y esa aventurilla inolvidable que seguro que quedará en nuestras mentes como una ruta de las que se recuerdan durante mucho tiempo.




Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE 



8 comentarios:

  1. Hola a todos, solo quería deciros que ayer me lo pasé pipa en la ruta, a mi no me gusta la nieve,pero tengo que decir que disfrute mucho de todo
    Los paisajes, la nieve, y por supuesto de todos vosotros.
    Espero volver a repetir alguna vez otra ruta así
    Gracias Pablo.

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  2. Qué envidia me dais.

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  3. Anónimoooooo, no has firmado con tu nombre y no sabemos quien eres.

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  4. En días como estos es cuando uno se plantea seriamente la posibilidad de comprar unas raquetas jejeje. Fatigante subida, pero el que la sigue la consigue, y los paisajes nevados de los que gozasteis durante la ascensión son bellísimos, y solo por disfrutar de ellos ya valió la pena todo el esfuerzo.

    Bellísimas fotografías!!!

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Gracias, Dani. Tuvimos mucha suerte de intentar la subida y poder conseguirlo para disfrutar de aquel entorno, que se nos quedará grabado en la memoria durante mucho tiempo.
      Un saludo.

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  5. Muy buena la crónica. Las fotos casi estan mejor que al natural. Una excursión para recordar. Gracias a todo@s

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  6. Hola Pablo.
    Parece que a mas de uno nos sorprendió la nieve el sábado pasado...jejeje.
    Nosotros en la Puebla de San Miguel,también tuvimos ''buena dosis''...Muy acertado el nombre de la crónica y al menos pudisteis optar al plan B y llegar a la cima del Pina.Buena jornada con mucha nieve y el sitio para almorzar,ideal.

    Un abrazo.

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  7. Hola Juane, pues sí. Queríamos aprovechar la oportunidad de pisar la nieve, ya que la semana pasada había hecho un tiempo de mil demonios y creíamos que quedaría poca, pero vaya sorpresa. La disfrutamos mucho, al igual que he visto en vuestras dos últimas salidas.

    Un saludo.

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