...
Este sábado la ruta propuesta era subir al vértice geodésico nº
191, Ricartes, con 846 m de altitud, situado en el Término Municipal de Cortes
de Pallás, Valencia.
Para
llegar al punto de inicio seguiríamos la A-3 hasta Buñol y después la CV-425
que nos pasaría cerca de Macastre hasta llegar a Venta Gaeta, donde aparcaríamos.
Haríamos
la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Caminaríamos primero subiendo por
el sendero del GR-7 que ya utilizamos cuando hicimos este tramo del GR y cuando
éste comenzara su vertiginosa bajada lo abandonaríamos por la derecha por una pista
que nos llevaría al Pico del Reloj. Nos asomaríamos y continuaríamos, saliéndonos más
adelante por una teórica senda que nos llevaría al Alto del Rodenal.
Intentaríamos localizarla y seguiríamos
hasta el vértice Ricartes. Bajaríamos por una senda hasta enlazar con el Camino
de Casas de Herrero, que nos devolvería al tramo del GR-7 por el que habríamos
pasado en la mañana y que nos devolvería a Venta Gaeta.
A la cita acudieron Ángela, Mari, Ana, Pili, Quico, Jose, Juan Carlos, Iván, Miguel Arce, Vicente, Manuel Carlos y un servidor.
La noche anterior debió ser fresquita tal como lo atestiguaban algunos tejados del pequeño caserío de Venta Gaeta.
Salimos de la población e iniciamos la subida cuando el Sol nos lanzaba sus primeros rayos. Intentamos localizar el sendero del GR-7, pero en esta zona las marcas son muy antiguas y a veces incluso ya han desaparecido. De todas formas subimos por un rastrillo siguiendo el track y al rato se nos empezaron a mostrar las primeras marcas blanqui rojas.
Un vistazo atrás nos permitía ver la cima del Ñoño..
y del Martés, antiguos conocidos.
Llegando a la parte superior de la Muela del Albéitar, ya podíamos ver la Sierra de Martés completa.
La parte superior es como un altiplano con ligeras subidas y bajadas. Esta zona es muy frecuentada por los rebaños de ovejas y por el medio de la senda se encuentra una tubería que coincide con nuestro camino.
La tubería nos acompañaría hasta un depósito de agua y un abrevadero y allí continuamos por pista.
Nos desviamos por la izquierda para comenzar nuestra vuelta circular y al poco hay que estar atentos para no pasarse, pues hay unas marcas a la derecha que van a dar justo encima del abrigo de la imagen inferior. La bajada se encuentra a la derecha de la imagen (izquierda si se mira desde arriba en el sitio). Ya habíamos estado aquí cuando recorrimos el GR-7. Bajamos al barranquito y retrocedimos para acercarnos al abrigo y hacernos la foto.
A continuación seguimos por el interior del barranquito. El GR-7 circula por aquí y hay marcas de vez en cuando, aunque en el mapa que pongo al final de esta crónica aparece pintado por la pista durante un tramo más y después baja para cruzar el barranco. Este tramo no lo han limpiado en mucho tiempo y tampoco patea por aquí casi nadie porque, aunque se podía pasar, el monte está comenzando a cubrirlo como podéis comprobar en las imágenes que siguen.
Cuando llegamos al final del barranquito cruzamos otro que nace por la diestra y vimos enfrente las marcas del GR en los pinos de la ladera, por lo que subimos por ella intentando no perderlas. La senda nos llevó a una antigua pista que pasaba a través de una bonita pinada y donde aprovechamos para pararnos a almorzar al precioso solecito. Habíamos ya abandonado la compañía del GR, que se lanzaba en picado en su recorrido hacia Cortes de Pallás.
Después de almorzar tan agradablemente, continuamos y al rato nos salimos de la pista por la izquierda campo a través para intentar asomarnos al Pico del Reloj. Llegamos hasta una repisa desde la cual, en otro día en que no hubiera esa persistente neblina sobre Cortes podríamos haber tenido buenas vistas.
Veíamos las sombras de las Sierras de enfrente y hacia la derecha podíamos distinguir el Puntal de Sácaras, viejo conocido...
...y la silueta del precioso Castillo de Chirel.
Volvimos a la pista, que de vez en cuando nos dejaba entrever el vapor de las torres de la nuclear de Cofrentes.
y en un momento en que el ambiente del fondo se aclaró un poco, salieron a la luz las aguas del Pantano de Cortes.
Dejamos la pista por la derecha para intentar seguir una antigua senda que aparecía pintada en el mapa, aunque una vez allí no la vimos. De todas formas nos empeñamos en caminar más o menos por encima de lo que debía haber sido su trazado si es que alguna vez había existido, ya que este monte no es agresivo y se encuentran fácilmente pasos por los que continuar.
Llegamos al Camino de la Cueva del Capador viendo con malos presagios la presencia de una imponente valla. De esas que enseguida me cortan el rollo. Caminamos a su lado hasta llegar al vértice y vimos que no podríamos hacer lo que había planeado desde casa, que era bajar por la izquierda del vértice y bordear una propiedad hacia la derecha para continuar por una pista.
Cambio de recorrido. Hay que adaptarse a las circunstancias. Continuamos siguiendo la valla hacia la derecha, que nos llevaría a una pista inferior.
Por ella unimos con la pista por la que ya habíamos caminado por la mañana y ahora sólo quedaba repetir el trayecto inicial hasta Venta Gaeta. Nos habíamos comido así un trocito de la ruta planeada, aunque no había en ese trayecto nada reseñable y hasta lo agradecimos.
Pasamos por el depósito que vimos en la mañana y ahora que las neblinas habían desaparecido sí que se nos permitía ver en su totalidad la Sierra Martés al fondo...
...sus impresionantes cortados...
...y una buena panorámica con la Sierra de Martés al fondo y los dos vértices, uno en cada extremo y en primer plano los coloridos campos de cultivo de Venta Gaeta.
La senda de bajada. Hay que hacerla con cuidado cuando está húmeda porque resbala bastante.
Foto de Venta Gaeta desde el GR-7.
Llegamos a la población y nos aseamos en la fuente de dos caños que hay en el parquecito. Procediendo después, cómo no, a comer en el Restaurante- Carnicería Iranzo de Venta Gaeta, donde siempre come uno hasta "jartarse" y así dar un gustoso broche final a esta sencilla rutilla que nos ha dejado un buen sabor de boca (nunca mejor dicho).
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
A la cita acudieron Ángela, Mari, Ana, Pili, Quico, Jose, Juan Carlos, Iván, Miguel Arce, Vicente, Manuel Carlos y un servidor.
La noche anterior debió ser fresquita tal como lo atestiguaban algunos tejados del pequeño caserío de Venta Gaeta.
Salimos de la población e iniciamos la subida cuando el Sol nos lanzaba sus primeros rayos. Intentamos localizar el sendero del GR-7, pero en esta zona las marcas son muy antiguas y a veces incluso ya han desaparecido. De todas formas subimos por un rastrillo siguiendo el track y al rato se nos empezaron a mostrar las primeras marcas blanqui rojas.
Un vistazo atrás nos permitía ver la cima del Ñoño..
y del Martés, antiguos conocidos.
Llegando a la parte superior de la Muela del Albéitar, ya podíamos ver la Sierra de Martés completa.
La parte superior es como un altiplano con ligeras subidas y bajadas. Esta zona es muy frecuentada por los rebaños de ovejas y por el medio de la senda se encuentra una tubería que coincide con nuestro camino.
La tubería nos acompañaría hasta un depósito de agua y un abrevadero y allí continuamos por pista.
Nos desviamos por la izquierda para comenzar nuestra vuelta circular y al poco hay que estar atentos para no pasarse, pues hay unas marcas a la derecha que van a dar justo encima del abrigo de la imagen inferior. La bajada se encuentra a la derecha de la imagen (izquierda si se mira desde arriba en el sitio). Ya habíamos estado aquí cuando recorrimos el GR-7. Bajamos al barranquito y retrocedimos para acercarnos al abrigo y hacernos la foto.
A continuación seguimos por el interior del barranquito. El GR-7 circula por aquí y hay marcas de vez en cuando, aunque en el mapa que pongo al final de esta crónica aparece pintado por la pista durante un tramo más y después baja para cruzar el barranco. Este tramo no lo han limpiado en mucho tiempo y tampoco patea por aquí casi nadie porque, aunque se podía pasar, el monte está comenzando a cubrirlo como podéis comprobar en las imágenes que siguen.
Cuando llegamos al final del barranquito cruzamos otro que nace por la diestra y vimos enfrente las marcas del GR en los pinos de la ladera, por lo que subimos por ella intentando no perderlas. La senda nos llevó a una antigua pista que pasaba a través de una bonita pinada y donde aprovechamos para pararnos a almorzar al precioso solecito. Habíamos ya abandonado la compañía del GR, que se lanzaba en picado en su recorrido hacia Cortes de Pallás.
Después de almorzar tan agradablemente, continuamos y al rato nos salimos de la pista por la izquierda campo a través para intentar asomarnos al Pico del Reloj. Llegamos hasta una repisa desde la cual, en otro día en que no hubiera esa persistente neblina sobre Cortes podríamos haber tenido buenas vistas.
Veíamos las sombras de las Sierras de enfrente y hacia la derecha podíamos distinguir el Puntal de Sácaras, viejo conocido...
...y la silueta del precioso Castillo de Chirel.
Volvimos a la pista, que de vez en cuando nos dejaba entrever el vapor de las torres de la nuclear de Cofrentes.
y en un momento en que el ambiente del fondo se aclaró un poco, salieron a la luz las aguas del Pantano de Cortes.
Dejamos la pista por la derecha para intentar seguir una antigua senda que aparecía pintada en el mapa, aunque una vez allí no la vimos. De todas formas nos empeñamos en caminar más o menos por encima de lo que debía haber sido su trazado si es que alguna vez había existido, ya que este monte no es agresivo y se encuentran fácilmente pasos por los que continuar.
Llegamos al Camino de la Cueva del Capador viendo con malos presagios la presencia de una imponente valla. De esas que enseguida me cortan el rollo. Caminamos a su lado hasta llegar al vértice y vimos que no podríamos hacer lo que había planeado desde casa, que era bajar por la izquierda del vértice y bordear una propiedad hacia la derecha para continuar por una pista.
Cambio de recorrido. Hay que adaptarse a las circunstancias. Continuamos siguiendo la valla hacia la derecha, que nos llevaría a una pista inferior.
Por ella unimos con la pista por la que ya habíamos caminado por la mañana y ahora sólo quedaba repetir el trayecto inicial hasta Venta Gaeta. Nos habíamos comido así un trocito de la ruta planeada, aunque no había en ese trayecto nada reseñable y hasta lo agradecimos.
Pasamos por el depósito que vimos en la mañana y ahora que las neblinas habían desaparecido sí que se nos permitía ver en su totalidad la Sierra Martés al fondo...
...sus impresionantes cortados...
...y una buena panorámica con la Sierra de Martés al fondo y los dos vértices, uno en cada extremo y en primer plano los coloridos campos de cultivo de Venta Gaeta.
La senda de bajada. Hay que hacerla con cuidado cuando está húmeda porque resbala bastante.
Foto de Venta Gaeta desde el GR-7.
Llegamos a la población y nos aseamos en la fuente de dos caños que hay en el parquecito. Procediendo después, cómo no, a comer en el Restaurante- Carnicería Iranzo de Venta Gaeta, donde siempre come uno hasta "jartarse" y así dar un gustoso broche final a esta sencilla rutilla que nos ha dejado un buen sabor de boca (nunca mejor dicho).
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE
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