Esta sábado la ruta propuesta era subir al vértice geodésico nº 199 en altura de la Comunidad Valenciana, Atalaya, con 346 m de altitud y al nº 201, La Pedriza, con 331 m, ambos situados en el Término Municipal de Onda, Castellón.
En un día magnífico, tanto por la temperatura como por la luminosidad acudieron a la cita Ángela, Ana, Pili, Quico, Nolo, Manuel Carlos y un servidor, dispuestos a disfrutar de una nueva aventura.
Aparcamos en uno de los Parkings del Embalse de Sitjar, junto a una fenomenal pinada que utilizaríamos después para comer a sus sombras. Comenzamos cruzando la presa del embalse y disfrutando de verlo a tope de capacidad y de la calma que transmiten siempre las aguas tranquilas y los reflejos del Sol sobre las aguas.
Al fondo asomaba el Penyagolosa. Después lo veríamos con más claridad.
A nuestra derecha salía el agua por un aliviadero que mantenía el caudal hidrológico del río.
Estupendo el caminar con el frescor inicial de este día tan primaveral y con las vistas de las aguas y los pinos.
Un poco más adelante nos salimos de la carretera por una pista por la derecha y al poco la abandonamos para subir a la cresta de la Sierra de la Pedriza monte a través, buscando el mejor paso.
Conforme ascendíamos se nos ofrecía una mejor panorámica del embalse y su entorno. De vez en cuando parecía que había pequeñas trazas de senderillo, pero acababan desapareciendo. De todas formas el ascenso no ofrece dificultades más allá de ir superando el desnivel.
El Peñagolosa mostrándonos ahora su mejor cara.
En la parte superior llegamos a una zona más rocosa y más divertida en la que hay que buscar la mejor manera de ir superando los obstáculos.
Llegamos a la cresta. Ahora el recorrido era más plano pero hasta aquí arriba habían llegado a cultivar algarrobos porque había bastante tierra y ahora las coscojas también la aprovechaban. Creo que la manera más sencilla es caminar por encima de las rocas cuando el terreno lo permite y mantenerse hacia la derecha para ir por la solana, donde la vegetación es menos profusa. El paso por esta zona también es sencillo.
Mirando atrás, al final de la planicie podía verse el perfil de la Sierra de Espadán.
¿Todo bien por ahí atrás?
Veiamos al fondo la cantera, donde antiguamente había estado el vértice geodésico, pero debido a la actividad lo habían tenido que trasladar y como el punto era más bajo, lo habían suplementado para ganar algo de altura.
En este lugar había unas losas de piedras muy cómodas para almorzar y decidimos hacerlo allí, ya que ahora nos tocaba bajar.
Volvimos un tramo por donde habíamos venido, pero después nos desviamos por la izquierda para bajar más o menos por el cortafuegos, ya que en las imágenes de satélite lo había visto bastante limpio. La opción que siguió Xavi es también absolutamente recomendable y, aunque así se repetiría todo el tramo de cresta, que de todas formas está muy bien, se bajaría por un antiguo camino de carros en muy buen estado.
Nosotros en cambio habíamos decidido bajar por el cortafuegos. Hay un momento en que tuvimos que irnos un poco hacia la derecha para esquivar un pequeño barranquito. No hay problema de seguimiento ya que se ve en todo momento por dónde discurre el cortafuegos y las torres eléctricas.
En la zona inferior llegamos a una antigua pista que nos llevaría a otra asfaltada.
Seguimos por esta carreterilla hasta la zona del contraembalse. Ya sabíamos por Xavi que se podía pasar por arriba, ya que de no existir este paso no habría otra alternativa para cruzar el río, que en este punto va con bastante fuerza.
Imágenes del río Mijares en todo su esplendor. Da gusto verlo así.
Al llegar al otro extremo de la pasarela parecía que te encontrabas la montaña sin salida. Una tímida senda nace por la izquierda. En algún punto tuvimos que pasar una antigua cerca con dos alambres de espino. Están flojos y levantamos el superior con uno de los bastones para pasar por el medio. Después la senda se vuelve muy perdedora, ya que no debe pasar casi nadie por aquí, y tan pronto la perdíamos como la volvíamos a recuperar gracias a ir siguiendo la dirección del GPS, totalmente recomendable para esta ruta.
Al final salimos a una carreterilla y después de seguirla cruzamos por el lateral una plantación de naranjos abandonada, hasta que llegamos otra vez a otro tramo asfaltado que terminaba en la valla de la Central electrica del Colmenar. Vimos la canaleta de bajada de agua por donde había subido Xavi y decidimos subir también por ahí. Si no se quiere acometer por este punto la subida, creo que puede intentarse yendo un poco hacia atrás por la carretera.
En palabras del propio Xavi: "no es difícil pero tampoco es fácil". Tiene bastante inclinación y hay que sujetarse bien con los pies haciendo fuerza contra los laterales. Lo malo sería resbalar, porque nos podríamos hacer daño, por lo que hay que hacerlo con mucha precaución.
Al llegar arriba había que continuar por arriba del murete de la acequia. Lo malo es que las carrascas llega un punto que lo invaden. Unos optaron por bajar del murete y caminar junto a él agachados para superar ese punto y otros lo hicimos por arriba peleando con las carrascas.
Después llegó un punto en que ya no se podía seguir por el murete y había que salirse por la izquierda. Este tramo está bastante tupido y hubo que abrirse paso un poco a las bravas hasta llegar a una antigua conducción que bajaba y que presentaba tramos de escalera de obra.
Llegamos a la pista y fuimos caminando en dirección a la Atalaya, pasando por encima de la planta de reciclado de basura, donde lógicamente olía bastante mal.
Aquí tenemos la planta de reciclado.
Más adelante hicimos otra variación al track de Xavi para no repetir tanto tramo de ida y vuelta al vértice. Decir que su opción es más cómoda ya que va por senda y la nuestra iba a ser a la trocha. Nos saltamos una curva hacia la izquierda que él hacía para seguir la pista, pasando nosotros a la derecha, aunque algo alejados, de un grupo de colmenas y después de volver a unir, abandonamos su track para subir buscando el mejor paso por la ladera.
No hay ninguna dificultad y sólo hay que ir buscando la mejor manera de ir superando el desnivel. Al final llegamos a la senda que iba hacia el vértice y llegamos sin problemas. Más cómoda, por supuesto, la otra opción. Así que cada uno escoja según sus apetencias del momento.
Llegamos al vértice de la Atalaya y nos paramos a descansar un momento sentados a la sombra de ese gran mojón de piedras circular.
Comenzamos el regreso ahora ya por senda bien pisada, que nos iba mostrando de nuevo imágenes del pantano donde teníamos los coches.
La Peña Saganta, a la que veíamos desde otro punto la semana anterior.
La senda pasa a través de un buen pinar, con tramos de sombra.
Fuimos descendiendo por la senda. En algunos momentos parecía que se perdiera, pero de nuevo el gps nos guiaba fielmente y la volvíamos a pisar. Llegamos a la antigua y bonita capilla de las casas del embalse y la rodeamos por la izquierda, llegando a la carretera. Antes de llegar a la curva nacía una senda que atravesaba el pinar, pero es un tramo corto y nosotros seguimos por la carreterilla hasta llegar a la carretera que lleva al pantano y tras unos pocos metros llegamos a los coches.
Una ruta entretenida y con muy buenas vistas del embalse y de sus colores hipnóticos. Da gusto verlo lleno, así como la alegría con la que corre por aquí el río Mijares. Hay que llevar bastante agua pues no hay punto donde recargar en todo el recorrido. Los tramos de campo a través le dan el punto de aventura y las pinadas por las que se pasa son una gozada. La posibilidad de quedarse a comer al final de la ruta llevando unas mesitas en la gran pinada que hay junto al embalse, es una opción muy recomendable.
Agradecer desde aquí a Xavi la publicación de su track y su pormenorizada crónica que, como siempre, nos han servido de mucha ayuda.
El desnivel acumulado es de 455 m.
Hola Pablo:
ResponderEliminarNosaltres vam fer la pujada i baixada al vèrtex de les Pedrisses pel mateix lloc perquè vam perdre un telèfon pujant (i el vam trobar a la baixada), encara que la veritat és que no ens en vam penedir perquè el camí de baixada (el camí vell de la Llidona) és un camí de carro antic i preciós.
De la Talaia vam fer el mateix per no allargar la ruta.
Espere que ho disfruteu tan com ho vam fer nosaltres. Ara les vistes del pantà són magnífiques perquè està ple del tot. L'únic punt obligatori de pas és el contraembals del Colmenar perquè és l'única manera de travessar el riu entre el pantà del Sitjar i el Pontarró d'Onda.
Hola Xavi, gracias por tus indicaciones, que tendremos en cuenta como siempre.Un saludo.
EliminarMagnífica crònica Pablo.
ResponderEliminarSe'm va oblidar comentar-te que a l'altre costat del pantà hi ha una àrea recreativa de conselleria. Un bon lloc per a dinar a l'ombra i amb l'aigua davant.
Gracias, Xavi. De haberlo sabido seguramente la hubiéramos utilizado. A ver si podemos en otra ocasión.
Eliminar