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miércoles, 10 de enero de 2018

2018 - 01 Cerro Calderón (nevado) por el Barranco de la Hoz bajando por la parte de las Sabinas / A+ 839 m / 17,34 km


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Como dije que quería empezar el año por todo lo alto, se trataba de que la primera ruta del 2018 fuera por la cima más alta de la Comunidad Valenciana, el Cerro Calderón, en el Rincón de Ademúz.


Como la semana pasada no pudo ser, lo haríamos este domingo.


Esta vez haríamos la ruta de manera distinta a la que hicimos en el 2010. Poco ha llovido desde entonces. Utilizaríamos en un primer momento un tramo de track de Alex, de Casiaventurilla, haciendo una bonita y directa subida por el interior del Barranco del Saladillo para desviarnos después por el Barranco de la Hoz. Así llegaríamos hasta el vértice Calderón o Alto de las Barracas. 



Para la vuelta ellos eligieron seguir más o menos el trayecto que hicimos nosotros en aquella ocasión y que pasaba por el Pino Vicente. Nosotros lo haríamos al contrario, bajando por el PR por donde subimos aquella vez, quedando la ruta en el sentido de las agujas del reloj. De esta manera pasaríamos por la zona de las Sabinas Albares y la Fuente de Javandal llegando de nuevo a la población.

Como la tarde del día anterior habían caído unas gotas por aquí y la temperatura era rondando los cero grados, yo esperaba encontrar restos de nieve al menos en el barranco, donde hubiera quedado algo resguardada, y así poder pisarla, pero nos vimos sorprendidos muy gratamente con lo que al final nos encontramos. Pero no adelantemos acontecimientos.

Llegamos a la plaza de la población de la Puebla de San Miguel, como es nuestra costumbre, sobre las ocho de la mañana y, aunque el termómetro marcaba -3 grados, al no hacer viento la sensación de frío no era mucha y se podía sobrellevar. Aún quedaban los restos de la Navidad celebrada en esa plaza, con el pino todavía adornado.

Comprobamos con tristeza cómo el bar donde hacían un café muy bueno y situado al lado de la Iglésia se encontraba cerrado. Al parecer le han retirado la concesión.




Comenzamos nuestra ruta pasando al lado del abrevadero en el que varias veces nos hemos refrescado. Me encanta beber de este chorro. Sale siempre un agua buenísima.


Enseguida pasamos por la Ermita de San Miguel y nos metimos en faena dirigiéndonos hacia el Barranco del Saladillo.



Ya de entrada encontramos buenos ejemplares de sabinas que nos saludaban.




Nos llevamos una grata sorpresa con este Barranco del Saladillo. Presenta un aspecto bastante encajonado, como a nosotros nos gusta, pero sin ninguna dificultad de paso. Lo único es ir apartando de vez en cuando los rosales silvestres para poder pasar en algunos puntos, pero es algo normal. Estamos en su territorio: "Manolete, si no sabes torear, pa qué te metes".







Una maravilla pasear entre estas paredes de piedra.













Seguíamos subiendo poco a poco por su interior y comenzamos a ver tímidos rastros de nieve en el fondo.





Llegamos al punto donde hay que salirse por la izquierda de este barranco para tomar el Barranco de la Hoz. Hay puestas unas fitas que nos sirvieron muy bien.


Se sube por esta rampita de piedra y, aunque en algún momento es algo estrecha, es muy corta y a nosotros no nos supuso ningún problema su paso. No obstante y como siempre, hay que estar atentos sobre todo a los pasos expuestos. Aunque ya digo que no es gran cosa. Pongo varias fotos para que lo veáis en detalle.






Nada más encarrilar el Barranco de la Hoz, la nieve hizo aparición ante nosotros y, claro, las cámaras no podían parar. Siempre le da la nieve al paisaje un tono de alegría y belleza.




Primero tímidamente, pero cada vez era más abundante. Hasta aquí era lo esperado.









Una pequeña canal que tuvimos que superar por nuestra derecha.



Y un estupendo mirador al finalizarla de la parte del barranco que llevábamos recorrido.



Continuamos un poco más hasta que vimos un sitio donde nos podía dar el Sol y lo aprovechamos para almorzar muy agradablemente.



Tras el almuerzo continuamos y cada vez estábamos más contentos por la mayor cantidad de nieve que nos íbamos encontrando y que iba superando con creces lo que habíamos esperado.







Una lástima que en esta zona haya una verdadera plaga de las orugas procesionaria. Los pinos están abarrotados de esos horribles puñados algodonosos.


Un líquen fotografiado en estado puro por Manuel Carlos.













Ahora ya la nieve lo cubría todo, pero como decíamos, estaba en la cantidad justa. Es decir, lo justo para que sea bonito pero sin que llegue a enterrar los pies y sea dificultoso caminar ni mojarnos los pantalones.






Un pino con muchas garras.






Me encanta esta imagen con todo el grupo saliendo hacia la nieve.












Estábamos ya cerca del punto más alto y se notaba aquí que el frío había congelado la nieve en las ramas de los árboles.




Precioso.







Como véis, aquí el ejemplo de la cantidad justa. Todo alfombrado de blanco pero sólo unos centímetros para poder caminar bien.





Pili en una magnífica foto de Manuel Carlos.











Llegamos así al Cerro Calderón y su vértice geodésico. Nos quedamos extrañados de no ver el buzón que habíamos visto en otras crónicas con forma de cohete, instalado por los compañeros senderistas de Senderoxtrem. Ahora no está. No sabemos qué ha pasado con él y me extrañó porque estuve leyendo la crónica de cuando lo instalaron y lo pusieron con hormigón que hicieron aquí mismo.








Tras las fotos, continuamos. Ahora descendiendo hacia la pista inferior. Pero al estar todo pintado de blanco era una delicia pisar por cualquier parte. Una alfombra blanca que crujía bajo nuestros pies.












La señal nos indicaba que estábamos en el Collado del Buey y seguiríamos el PR hacia las Blancas (las sabinas albares).


Aquí está el comienzo del vallecito por el que descenderíamos.




El primer abrevadero lo encontramos totalmente congelado.












El siguiente en idénticas condiciones.







Una nieve perfecta para...¡¡¡caminar!!!








El navajo helado en el que otras veces hemos patinado, en esta ocasión y debido a la extrema sequía, se encontraba casi sin agua.




Continuábamos descendiendo y aparecían estupendos ejemplares de sabinas, al tiempo que la nieve comenzó a flojear hasta que acabó por desaparecer, reservándose para las zonas más altas.




Ya sin nada de nieve pasamos junto al desvío que habría que coger por la derecha para  visitar las sabinas milenarias, pero como el paso por el manto blanco siempre enlentece la marcha y ya las habíamos visto en otras ocasiones, tras consultar el mapa vimos que era mejor tomar una senda que salía por la izquierda de la pista y que hacía un recto evitando el rodeo de las sabinas, por lo que decidimos tomarlo.


Aunque al principio la senda se intuye, hay momentos en que hay que guiarse por el fiel compañero GPS para continuar en la dirección correcta.




Enlazamos con la pista que venía de Las Blancas y después tomamos la senda por la que continúa discurriendo el PR, que nos llevó a pasar por la Fuente de Javandal, también congelada.


Últimos metros preciosos ya con La Puebla de San Miguel a la vista allá abajo.


El Peiró de Javandal.




Y una bonita vista de la Puebla de San Miguel.


Una ruta preciosa y alternativa a la clásica de visita al Cerro Calderón. Agradecer a Alex el que la haya compartido para que todos podamos utilizar esa información. El ascenso muy poco a poco por el interior de los dos barrancos, el del Saladillo y el de la Hoz es precioso y la bajada por el PR muy cómoda. Y si se tiene la fortuna de encontrarlo todo con esta capa asequible de nieve, ha hecho que fuera una ruta muy, muy agradable y de las que tardaremos mucho tiempo en olvidar.




Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE



2 comentarios:

  1. Hola Pablo...
    Una espectacular ruta,aderezada con ese manto blanco,que aun le ha dado mas aliciente.
    Grato recuerdo tengo,ya que con ella comenzamos nuestro particular reto + de 1000 y también siguiendo ese track de Alex.
    Esos dos barrancos,son una delicia y desde luego que es una ruta para repetir.
    Aprovecho para desearte un feliz y montañero 2018.

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Hola Juane, Feliz año montañero a tí también. Desconocía que se podía pasar por esos barrancos. Menos mal que de vez en cuando alguno de nosotros prueba y se encuentra con estas maravillas.
      Un saludo.

      Eliminar

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