2019 - 02 Alfondeguilla, Penya del Migdía, Mondragón y Penyes de la Rimansa / A+873 m / 13,61 km

...

Este sábado volveríamos a Alfondeguilla. Cuando hicimos la ruta que sube al Castillo de Castro hace unas semanas se nos ocurrió una ruta posible sobre la marcha.  Cuando empecé a prepararla, vi tantas y tan interesantes que dejé por el momento la idea original y he compuesto una que incluye partes de otras e incluso alguna senda más. Y seguro que esos paisajes de alcornoques retorcidos no nos defraudarían.

Saldríamos de la población de Alfondeguilla (previo "Cremaet", que aquí los hacen de lujo) y enseguida tomaríamos un senda que nos quitaría el frío y que nos subiría a la Penya del Migdía, dándonos por el camino muy buenas panorámicas. Bajaríamos un poco hasta el Collado de Aigualit y subiríamos al Mondragón.

Iríamos haciendo algunos toboganes hasta abocar en una pista. Nos saldríamos después por una senda en ascenso. En el perfil aparece como una pendiente de un 46% pero sube haciendo continuos zigzags, por lo que tomándosela con calma no habría problema. 

La senda nos subiría al cordal de las Penyas de la Rimansa y nos llevaría cómodamente hasta la Font de la Penyeta, desde donde bajaríamos pasando por el mirador por la senda que hicimos el otro día hasta la población.

Para llegar al punto de inicio cogeremos la A-7 dirección Castellón y nos saldremos por la salida nº 287 hacia la Vall de Uxó y continuaremos por la CV-230 hasta Alfondequilla, aparcando un poco más delante de la plaza.

A la cita acudieron Ángela, Pili, Mari, Quico, Jose, Manuel Carlos y un servidor.

Nada más salir de la población cruzamos el barranquito de la derecha y tomamos la senda que nos subiría hasta la Penya del Migdía.

De frente las Penyas de la Rimansa. En la última parte de la ruta caminaríamos por allí arriba.

La senda, perfectamente conservada nos iba haciendo ganar altitud rápidamente, dejándonos buenas vistas de Alfondeguilla allí abajo.

También siempre presente en esta ruta por su posición estratégica, el Castillo de Castro.

Esta senda mejor subirla que bajarla para evitar resbalones.

Llegamos arriba, donde nos esperaban placidamente apostados estos dos pajaritos aprovechando los rayos del Sol.

Fuimos hasta las últimas penyas, que nos ofrecían un lugar inmejorable para detenernos a almorzar con estas vistas.

La senda continuaba de frente, ahora bajando hasta el Collado de Agualit.

Allá se ve el valle con las Penyas de la Rimansa a la derecha y el Castillo de Castro a la izquierda. Y aumentando la vista con el zoom de la cámara de Manuel Carlos, podía verse hasta el pequeño mirador por el que pasaríamos luego.

Y nada más llegar al colladito, a volver a subir otro bueno desnivel para llegar a lo alto del Mondragón.

Y echando la vista atrás se alejaba rápidamente la Penya del Migdía, donde hace un ratito habíamos almorzado.

Increíble el trabajo que se hizo aquí para abancalar todas las laderas y plantar almendros. Desde luego se aprovechaba cada hueco posible, y si no existía se creaba.

Por detrás de aquella loma del centro asomaba el que siempre se invita a las rutas, el Penyagolosa.

Ya se veían cerca las antenas abandonadas de la cima del Mondragón.

Y tirando un poco de zoom veíamos el vértice de El Puntal en otra loma entre los pinos.

Una vez hecha la foto de grupo continuamos por la senda, que comenzaría bajando y nos haría algunos toboganes hasta bajarnos al Camino de Coll Roig, que tomamos por la izquierda.

Las sendas magníficas en todo el recorrido. En esta parte de la ruta predominan los pinos y una vez cruzado el Barranco de Eslida, todo serían alcornoques.

Llevaba rato intentando localizar desde lejos por dónde discurriría la empinada senda por la que subiríamos en aquella montaña del fondo.

Al final, aumentando con el zoom de la cámara la conseguí ver zigzagueando entre los alcornoques.

Llegamos a la pista inferior y la tomamos hacia la izquierda dirigiéndonos al inicio de la senda.

En menos de 500 metros ya la teníamos a nuestra derecha y comenzamos a subir con calma, pues está bastante empinada.

Estas plantas en plena floración emitían un delicioso perfume.

Algunos viejos alcornoques son espectaculares, como éste con 10 garras.

Llegamos a la parte superior y podíamos ver de vez en cuando las formaciones rocosas características que se observan desde abajo.

Ahora seguimos caminando por la senda recorriendo la loma de las Penyas de la Rimansa hacia la derecha.

La idea que llevábamos era bajar hasta esas peñas y disfrutar de las vistas de ellas desde allí pero como se nos hacía un poco tarde y tenemos pensada otra rutilla para visitarlas, lo dejamos para otra ocasión.

Últimos metros de la bajada hasta la Fuente de la Penyeta, donde pudimos beber de su agua, que salía fresca aunque sólo un pequeño chorrillo.

Seguimos hacia la izquierda según habíamos bajado de la montaña y un poco después, al encontrar una pista, hay que estar atentos para seguir recto desechando las dos partes de la pista y cruzarla para meterse por la estupenda senda que va por el barranquito.

Volvimos a posar al lado de la "surera mare" derrumbada.

Llegamos al mirador sobre el Barranco de Cabrera.

Y continuamos por la senda empedrada de la derecha.

Las Penyas de la Rimansa.

Llegamos a la pista cementada y la seguimos hacia la derecha, que nos llevó sin más de vuelta a Alfondeguilla pasando por la inservible y taponada Font del Frare. Aunque el agua de esta fuente esté canalizada hacia el pueblo, ¿qué costaría dejar un grifo de los de apretar de toda la vida para poder beber?

Una ruta sin complicaciones pero con su exigencia de esfuerzo por algunos desniveles y a través de un espectacular entorno como en todas las de esta zona.

Un saludo a todos y hasta la próxima.

Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí: PABLOONCE