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Esta semana por petición popular volvimos al Puigcampana. Hacía tiempo que no veníamos a visitar este coloso de roca.
A la cita acudieron Ángela, Pili, Quico, Manel, Juan Carlos, Nolo, Manuel Carlos y un servidor.
Siempre hemos subido por la pedrera y después hemos hecho variaciones pero para esta ocasión elegimos recorrer el PRCV-289 que da la vuelta al macizo rocoso y sube al collado cimero por detrás.
A las 8:15 ya nos poníamos a caminar desde el parking de la Font del Molí en Finestrat. Como se puede ver, nos tocó un día luminoso y espléndido.
En esta imagen puede apreciarse la fenomenal pedrera por la que se suele subir. En esta ocasión comenzaríamos por donde solemos bajar, por el sendero que le da la vuelta por la izquierda en el sentido de las agujas del reloj.
La senda es preciosa y pasa por dentro de una pinada que a estas horas está en sombra.
Desde esta parte se ve la costa a lo lejos.
Enfrente y a nuestra derecha se veía aquella atractiva canal. La senda va bastante más por debajo y dijimos que estaría bien pasar a través de ella porque parecía muy factible. No lo hicimos porque nuestra ruta ya era lo bastante larga como para improvisar pero cuando llegamos a su altura vimos gente que sí que estaba pasando por ella.
La Sierra de Aitana "a las once", con su característica antena en forma de esfera blanca.
Llegando al giro de después de la canal vimos algo que nos observaba desde arriba.
Unos estupendos ejemplares de
( cabras montesas) muflón.
La senda pasaba al lado de un refugio.
Como ya estábamos dando la vuelta al Puigcampana, a nuestra derecha teníamos el Ponoig.
Al llegar al cruce de caminos tomamos la derecha y más adelante otra vez la derecha para subir al Collado, antecima del Puigcampana.
Enseguida la pista se convierte en senda y aquí comienza la parte más durilla por la pendiente constante que hay que ir superando.
La senda bordea esta empinada pedrera por la derecha.
Las antenas de Aitana.
El Ponoig.
Desde el comienzo de la ruta Nolo había demostrado que tenía ganas de subir y se fue adelantando tanto que la hizo completa en solitario hasta el mismísimo vértice.
Cuando llegamos al Collado donde acaba la pedrera del Kilómetro Vertical se había hecho tarde y decidimos almorzar en ese punto. Una vez acabado el gratificante momento Pili, Manuel Carlos y un servidor comenzamos el descenso para seguir dando la vuelta al macizo y el resto del grupo decidió subir hasta el vértice y reunirse con Nolo y bajar juntos.
El Collado donde acaba la pedrera
Vistas del mar a su través.
Y vistas al otro lado.
Al final ninguno completamos la ruta prevista en su totalidad. Los que subieron al vértice después se retrasaron mucho y cuando bajaron a la bifurcación decidieron volver por donde habíamos venido en la mañana porque si no se les haría muy tarde. Y nosotros no llegamos a subir desde la antecima hasta el vértice.
A partir de aquí la ruta y las fotos son de nosotros tres que comenzamos el descenso. La bajada era por el mismo sitio de subida hasta llegar a la bifurcación.
Nos salió al paso la indicación del nevero y Manuel Carlos se acercó a hacerle unas fotos.
Llegamos a la bifurcación y cogimos la derecha para continuar con la vuelta. La senda circula a mucha altura y podía verse con claridad el Peñón de Ifac.
Pasamos por una pared vertical y al lado estaba la Font Solsida, con agua en su abrevadero.
Enfrente de nosotros se alzaba la Serra Gelada entre la Playa del Albir a su izquierda y Benidorm a su derecha.
Allí abajo se encontraban plantados los altos edificios destacando el Hotel Bali.
La isla de Benidorm.
Y el curioso edificio "Intempo" formado por dos torres unida por su parte superior, que estaba previsto terminarse en 2019.
Llegamos al punto más alejado de nuestra ruta y comenzamos a girar, ahora siempre con el mar a nuestra izquierda y el Puigcampana a nuestra derecha.
Poste indicativo de la Cova del Cremat.
A nuestra derecha, arriba, el clásico corte en la montaña hecho por la espada "Durandarte" de Roldán, que intentó dar el golpe final al combatiente moro con tal fuerza que , al esquivarle éste, la espada arrancó un enorme trozo de la cima, dejando el gran corte que se ve en ella y el trozo que cayó al mar sería la Isla de Benidorm que se ve abajo.
La senda siempre en descenso nos metió por una pinada que al final nos sacó a una zona de chalets y a la pista asfaltada que nos devolvería a la Font del Molí, donde teníamos los coches.
Y nos permitió ver las últimas imágenes del macizo del Puigcampana con su fenomenal pedrera atravesándolo.
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track de la ruta pulsando aquí:
PABLOONCE
Hola Pablo, excelente ruta que, aún no subiendo a la cima del Puig Campana, no deja de ser exigente y con preciosas vistas. Respecto a la foto de la cabras montesas yo diría que son unos buenos ejemplares de arrui o muflón del Atlas, una especie introducida y que se ha extendido bien por muchas montañas alicantinas.
ResponderEliminarAprovecho la ocasión para mandaros un saludo a ti y a todo tu grupo. Un abrazo.