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domingo, 26 de junio de 2011

0036 - Vértices Geodésicos Más de Mil C.V.: Altos (1289 m) / A+ 840 m / 23,56 km

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"Los puntos se pueden unir únicamente mirando hacia atrás.
Nada está escrito. Uno crea su propio destino"



Esta semana estuve conversando casualmente con una persona sobre "el destino". Típica conversación de terraza veraniega ¿no?

Hablábamos sobre que hay personas que se sienten más cómodas pensando que su existencia es algo predeterminado y que se dirige a un fin no escogido y que necesariamente ocurrirá. Esta ilusión paranormal se basaría en la predisposición del cerebro a entender la realidad de las cosas como una reacción causa-efecto y a buscar a todo una explicación, en este caso sobrenatural. Es la teoría del determinismo y sobre ella prefieren dejarse flotar algunos como barquitos de papel sin rumbo, dirigidos por la corriente de una sensación sobrenatural hacia una predestinación absoluta y si algo les pasa o no les pasa, siempre tienen disponible la misma cantinela: Si no pasa será porque el destino no era ése, o si pasa será porque el destino sí lo era…

Me refiero al hablar de esto a una actitud ante la vida y no a nada que tenga que ver con las creencias religiosas de cada uno, ya que son temas que están muy próximos y no me quiero meter en ese charco. De todo cada uno tiene su respetable opinión, claro y como se trata de teorías, ambas pueden defenderse con igual de acalorados argumentos. Yo prefiero creer que “nada está escrito” y que “uno crea su propio destino”. Que uno debe buscar las circunstancias y crearlas si no las encuentra. Se trataría en este caso, en contraposición, de la teoría del libre albedrío, en la que uno conforma su destino con los actos y decisiones que va tomando y que el resultado va a ser distinto si lucha por algo o, por el contrario, hace como en aquella fábula de la zorra y renuncia a las cosas resignándose y pensando: “Están verdes las uvas…”

Ambas posturas son justificables con argumentos igual de potentes. En cuanto al “nada está escrito” os dejo, siempre para pasar un buen rato, con una escena de “Lawrence de Arabia” en la que uno de los jinetes del grupo que está atravesando el desierto por la noche, se cae y se dan cuenta cuando ven su camello en solitario. Lawrence quiere volver a rescatarlo y los árabes se niegan alegando que de todas formas morirá porque “está escrito”. Él se niega a aceptarlo y vuelve a por él. Cuando a la mañana siguiente regresa habiendo conseguido encontrarlo, es Lawrence quien le dice a Omar Shariff que “nada está escrito”.

En el segundo video he entresacado una escena de una de mis películas favoritas, “Forrest Gump”, en la que la madre, en su lecho de muerte le dice a Forrest que ella siempre ha creído que “uno crea su propio destino”.

Para terminar con la conversación, os dejo una reflexión que me gusta mucho y que me hizo conocer un exjefe mío. Es lo que dijo Steve Jobs, presidente de Apple, en el discurso de graduación de una de las promociones de la Universidad de Stanford, en el que habla de tres temas principales: Unir los puntos; el amor y la pérdida; y la muerte.

En cuanto a “Unir los puntos” dice que los puntos sólo se pueden unir hacía atrás y se refiere en cierta manera a eso del destino. Nadie puede ver en el futuro los puntos que van a suceder y trazar una línea por ellos dirigida hacia lo que ocurrirá. Pero sí que se puede trazar una línea de punto a punto de los que ya han pasado y ver una secuencia. En esto coincide con Winston Churchill, que decía en una de sus magníficas frases: “Si quieres acertar sobre el futuro, habla siempre del pasado”. Lo que tiene claro es que, sea lo que sea lo que uno crea, debe pensar en querer conseguir aquello que desea e intentar ir a por ello con fuerza. Ya podrán unirse los puntos en el futuro cuando se mire hacia atrás y se pueda intentar justificar que si no se hubiera hecho esto y después aquello, no se hubiera llegado a aquello otro. Pues bueno, una vez habiendo luchado y habiéndolo conseguido, ¿qué más da la explicación?

Aquí se me ocurre otro viejo chiste y es aquél que muchos conocéis en el que uno le pregunta a otro:

- Oiga, y usted ¿cómo es que se conserva tan bien?

- Será porque no discuto con nadie.

- Hombre, por eso no será…..

- Bueno, ¡pues no será por eso!

Os pongo a continuación el video en el que Steve Jobs habla a los estudiantes. Está en ingles pero subtitulado en español. Y para aquellos que prefieen leerlo en condiciones, podéis hacerlo a continuación.


"Tengo el honor de estar hoy aquí presente en la ceremonia de graduación de una de las más prestigiosas universidades en el mundo. A decir verdad, esto es lo más cerca que estuve jamás de una graduación universitaria. Hoy deseo contarles tres relatos acerca de mi vida. Eso es todo. Nada del otro mundo. Simplemente tres relatos.

El primer relato es acerca de unir los distintos puntos. Abandoné los estudios en Reed College después de los primeros 6 meses, pero luego permanecí como oyente por otros 18 meses aproximadamente antes de dejarlos completamente. Así que, ¿por qué abandoné? Todo comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera, graduada universitaria, que decidió colocarme en adopción. Creía enérgicamente que debía ser adoptado por universitarios graduados, de modo tal que todo se organizó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su esposa. Excepto que cuando emergí, ellos decidieron en el último momento que deseaban una niña. Así que mis padres, que estaban en una lista de espera, recibieron una llamada en el medio de la noche que decía: “Tenemos un varoncito inesperado, ¿lo quieren?” Dijeron: “Por supuesto.”

Mi madre biológica averiguó más tarde que mi madre adoptiva nunca se había graduado de la universidad y que mi padre nunca había terminado el colegio secundario. Se rehusó a firmar los papeles definitivos de adopción. Sólo se avino a hacerlo unos meses después, cuando mis padres le prometieron que algún día yo iría a la universidad. Y 17 años más tarde fui a la universidad. Pero ingenuamente elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford y todos los ahorros de mis padres de clase trabajadora se estaban destinando a mis aranceles universitarios. Luego de seis meses, no le encontraba sentido a esto. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y tampoco de qué manera la universidad me ayudaría a resolverlo.

Y aquí me encontraba desperdiciando todo el dinero que mis padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí abandonar los estudios y confiar que todo se arreglaría eventualmente. Era una decisión bastante temerosa en ese momento, pero ahora, desde la distancia, fue una de las mejores decisiones que pude haber tomado. En el momento en que abandonara la universidad podría dejar de asistir a las clases que no me interesaban, y sí participar como oyente de aquellas que parecían interesantes. No todo fue romántico. No tenía un dormitorio, así que dormía en el piso en las habitaciones de amigos, devolvía las botellas de gaseosa para obtener los 5 centavos de depósito para comprar comida, y caminaba las 7 millas a través de la ciudad cada domingo por la noche para recibir una buena comida una vez por semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. Y mucho con lo que tropecé más adelante como consecuencia de hacerle caso a mi curiosidad e intuición resultó no tener precio después.

Déjenme darles un ejemplo: Reed College en ese momento ofrecía quizás el mejor aprendizaje de caligrafía del país. En toda la ciudad universitaria cada cartel, cada etiqueta en cada cajón, era caligrafiado a mano de una manera bellísima. Dado que había abandonado los estudios y no tenía que asistir a las clases normales, decidí tomar un curso de caligrafía para aprender cómo se hace eso. Aprendí acerca de los tipos de letra con trazos de pie, cómo variar la cantidad de espacio entre diferentes combinaciones de letras, todo aquello que hace que la admirable tipografía sea grandiosa. Era hermoso, histórico, artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y yo lo consideraba fascinante. Nada de esto albergaba siquiera la mínima esperanza de alguna aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando la primera computadora Macintosh, todo volvió a mi mente. Y lo volcamos todo en la Mac. Era la primera computadora con bellísima tipografía. De no haber asistido a ese único curso universitario, la Mac no hubiera tenido nunca tipos de letras múltipleso fuentes espaciadas proporcionalmente. Y dado que Windows simplemente copió a Mac, es posible que ninguna computadora personal las hubiera tenido. De haber proseguido mis estudios universitarios, no hubiera asistido a ese curso de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen.

Por supuesto que era imposible haber unido los diferentes puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro al mirar para atrás diez años más tarde. Nuevamente, no se pueden unir los distintos puntos mirando para adelante; se pueden unir únicamente mirando hacia atrás. Así que deben confiar que de alguna manera los puntos se unirán en el futuro. Deben confiar en algo… sus agallas, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Este enfoque no me ha traicionado nunca, e hizo toda la diferencia en mi vida.

Mi segundo relato es acerca del amor y la pérdida. Yo tuve suerte – descubrí lo que realmente quería hacer temprano en mi vida. Woz y yo comenzamos con Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro, y en 10 años Apple creció de ser una empresa compuesta por nosotros dos en un garaje a una empresa de 2 mil millones de dólares con más de 4000 empleados. Habíamos lanzado nuestra creación más refinada – Macintosh – un año antes, y yo acababa de cumplir 30. Y después me despidieron. ¿Cómo se puede ser despedido de la empresa que uno inició?

Pues, a medida que Apple crecía contratamos a alguien que yo pensaba que era sumamente talentoso para dirigir la empresa conmigo, y durante el primer año o más las cosas anduvieron bien. Pero luego nuestras visiones acerca del futuro comenzaron a diferir y eventualmente tuvimos una disputa. Al tenerla, nuestro Directorio lo apoyó a él. Así que a los 30 estuve afuera. Y bien afuera. Aquello en lo que me había concentrado durante toda mi vida adulta había desaparecido, y fue devastador.

Realmente no supe qué hacer durante unos pocos meses. Sentía que había decepcionado a la anterior generación de emprendedores – que había soltado la batuta mientras que me la estaban pasando. Me reuní con David Packard y Bob Noyce y traté de disculparme por haber echado a perder las cosas de tal manera. Yo representaba un fracaso público muy importante, y hasta pensé en retirarme del valle. Pero poco a poco empecé a darme cuenta que todavía amaba lo que estaba haciendo. El curso de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso para nada. Había sido rechazado, pero aún amaba lo mío. Así que decidí empezar de nuevo.

No me di cuenta entonces, pero resultó que el hecho de haber sido despedido de Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado. El peso del éxito fue reemplazado por la facilidad de convertirme en un principiante una vez más, con menor certidumbre acerca de todo. Me dio rienda suelta para ingresar en uno de los períodos más creativos de mi vida. Durante los próximos cinco años, inicié una empresa llamada NeXT, otra empresa llamada Pixar y, me enamoré de una maravillosa mujer que se convertiría en mi esposa.

Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por computadora en el mundo, Toy Story, y en la actualidad es el estudio de animación más exitoso a nivel mundial. En un giro destacado de acontecimientos, Apple adquirió NeXT, volví a Apple, y la tecnología que desarrollamos en NeXT está en lo más recóndito del renacimiento actual de Apple. Y tenemos, Laurene y yo, una maravillosa familia juntos. Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado de no haber sido despedido de Apple. Fue un trago amargo, pero creo que el paciente lo necesitaba.

A veces la vida golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdan la fe. Estoy convencido de que lo único que me mantenía en curso era que amaba lo que hacía. Deben encontrar lo que realmente les apasiona. Y esto es tan cierto respecto del trabajo como lo es respecto del amor. El trabajo les llenará una parte importante de sus vidas, y la única manera de sentirse realmente satisfecho es realizar lo que consideran un gran trabajo. Y el único modo de realizar un gran trabajo es amar lo que uno hace.

Si no lo han encontrado aún, sigan buscando. No se conformen. Así como sucede con todos los asuntos del corazón, sabrán cuando lo hayan encontrado. Y, así como sucede en cualquier gran relación, mejora más y más a medida que transcurren los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se conformen.

Mi tercer relato es acerca de la muerte. Cuando tenía 17, leí una cita que decía más o menos lo siguiente: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día seguramente tendrás razón.” Me impresionó, y desde entonces, por los últimos 33 años, he mirado en el espejo cada mañana y me he preguntado: “¿Si hoy fuese el último día de mi vida, querría hacer lo que estoy por hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” durante demasiados días seguidos, sé que debo cambiar algo. El recordar que estaré muerto pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo temor a la vergüenza o al fracaso – todas estas cosas simplemente desaparecen al enfrentar la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que uno va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que hay algo por perder. Ya se está indefenso. No hay razón alguna para no seguir los consejos del corazón.

Me diagnosticaron un cáncer hace un año aproximadamente. Me practicaron una tomografía computada a las 7:30 de la mañana, y claramente mostraba un tumor en mi páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas. Los médicos me dijeron que éste era seguramente un tipo de cáncer incurable, y que no llegaría a vivir más de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó ir a casa y arreglar mis asuntos, que es el código médico para prepararse para morir. Quiere decir que hay que tratar de explicarles a los hijos todo aquello que pensaba que iba a tener diez años para contarles, en pocos meses. Significa asegurarse de tener todo puntualmente arreglado de modo quesea lo más fácil posible para la familia. Significa empezar a decir adiós.

Pasé el día entero con ese diagnóstico. Luego por la tarde me realizaron una biopsia, en la que introdujeron un endoscopio por la garganta, a través del estómago y hasta los intestinos, pusieron una aguja en mi páncreas y retiraron algunas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vieron las células bajo el microscopio los médicos comenzaron a gritar porque resultó que era una forma muy rara de cáncer pancreático que se cura mediante cirugía. Me realizaron la cirugía y estoy bien ahora. Fue lo más cerca que me encontré de la muerte, y espero que sea lo más cerca que me encuentre por varias décadas.

Habiendo pasado esto, les puedo decir lo siguiente con un poco más de seguridad que cuando la muerte era un concepto útil pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Aún la gente que quiere ir al cielo no quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha logrado escapar. Y así es como debiera ser, porque la muerte es muy probablemente la única mejor invención de la vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira del camino lo viejo para dar paso a lo nuevo. En este momento lo nuevo son ustedes, pero algún día no demasiado lejano, gradualmente se convertirán en lo viejo y se los sacará del camino. Lamento ser tan dramático, pero es realmente cierto. Su tiempo es limitado, así que no lo malgasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma – que implica vivir con los resultados de las creencias de otros. No permitan que el ruido de otras opiniones ahogue vuestra voz interior. Y lo que es más importante, tengan el coraje de seguir a sus corazones e intuición. De algún modo ellos ya saben lo que ustedes realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.

Cuando era joven, existía una publicación maravillosa llamada The WholeEarth Catalog, que era una de las biblias de mi generación. La había creado un sujeto llamado Steward Brand no demasiado lejos de aquí en Menlo Park, y le transmitió su toque poético. Esto sucedía en los últimos años de la década de 1960, con anterioridad a la publicación mediante computadoras personales y de escritorio, así que todo se llevaba a cabo con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras polaroid. Era una clase de Google en edición rústica, 35 años antes de la aparición de Google: era idealista, y desbordante de herramientas prolijas e ideas importantes. Stewart y su equipo publicaron varias ediciones de The Whole Earth Catalog, y luego cuando había cumplido su ciclo, publicaron una edición final. Esto sucedía a mediados de la década de 1970, y yo tenía la edad de ustedes. En la tapa de la edición final había una fotografía de un camino rural a primeras horas de la mañana, del tipo de ruta que ustedes caminarían si fueran tan aventureros. Debajo de la foto aparecían las siguientes palabras: “Si no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito”. Era su mensaje de despedida al anunciar el fin de la publicación.

Si no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito. Y siempre he deseado eso para mí. Y ahora, que ustedes se gradúan para empezar de cero, deseo eso para ustedes.

Si no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito."

Esta última frase está cambiada en el discurso escrito. En el video Steve Jobs termina repitiendo la frase:

"Seguid hambrientos, seguid alocados, seguir hambrientos, seguid alocados".

Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz, jeje

Que digo yo que el domingo salí a la montaña y...

Para esta semana había preparado una ruta para subir al Vértice Geodésico nº 36 en altura de la Comunidad Valenciana, Altos, con 1289 m de altitud, situado en el Término Municipal de Andilla, en Valencia.

Aparcaríamos antes de entrar en La Pobleta, en un Área Recreativa con mesas. Primero cruzaríamos La Pobleta y seguiríamos el GR-7 durante 6 km. Lo abandonaríamos por la derecha y subiríamos al Altos (km 9), donde estaría previsto almorzar. Después descenderíamos por senda y cortafuegos para encontrarnos con el GR otra vez (km 12) y lo seguiríamos ahora un tramo en sentido inverso hasta la Fuente de la Torda (km 14). Utilizaríamos otro cortafuegos y en descenso llegaríamos hasta los coches (km 21).

En esta ocasión, salvo el GR-7 que nos pasaba cerca, no había encontrado más tracks que pudiera utilizar, por ello he usado unos tramos de él y he aprovechado todas las sendas que he podido.




Los habituales esta semana no podían salir el domingo y Kiquet había organizado otra ruta el sábado, pero me acompañaron 3 de las chicas con las que salgo a caminar todos los jueves por la noche: Paqui, Tere y Luisa, todas excelentes caminantes como podréis comprobar en los datos del perfil al final de la crónica.

Llegamos al lugar de aparcamiento, antes de entrar en La Pobleta, algo más tarde de las 7:30 y al bajar del coche nos pilló de sorpresa el fresquete que hacía, que incluso hizo que alguna sacara la chaquetita. Nos dispusimos a cruzar La Pobleta siguiendo las marcas del GR-7, que nos acompañaría durante 7 km.



Tras un par de kilómetros de asfalto y pista, por fin el GR se adentró por senda. Todos lucíamos pantalón corto y las aliagas pronto nos dejaron su firma generosamente, para que nos acordáramos gratamente de la ruta del domingo cuando nos viéramos con la minifalda veraniega durante la semana.



Fuimos cogiendo altura poco a poco y las vistas panorámicas se nos fueron ofreciendo. Es esta zona profusa en manzanilla silvestre, que adornaba todas las laderas. Los ventiladores estaban todos parados y, aunque se estaba fresco de momento, deseábamos que hubiera un poco más de movimiento por allí arriba.





En el kilómetro 7 dejamos el GR y continuamos por la derecha. Tras el buen tramo de pista inexcusable, nos desviamos otra vez a la derecha por una vieja senda para llegar hasta el vértice, que apareció ante nosotros muy florido.




Buscamos un sitio fresco en la umbría y a la sombra de unas carrascas y con las vistas desde lo alto que suelen ser habituales, dimos cuenta del almuerzo, el vino, complementos y un café granizado con limón que había traido Paqui. Si yo había tenido entre semana aquella conversación, no menos agradable fue la que surgió durante el almuerzo. Lástima que hubo que cortar el tema porque nos hubiéramos podido acomodar muy fácilmente y había que continuar la ruta.



Bajamos del vértice hacia la pista y tras uno de los molinos comenzamos el descenso por una bonita senda hasta llegar al Barranco de la Torda, donde enlazamos otra vez con el GR-7, recorriendo un tramo esta vez en sentido hacia La Pobleta.





Este tramo sí que es digno de un GR y el cruce de este barranco se hace por una senda muy chula entre pinos y sombra.










Llegamos al final del barranco y fuimos en busca de la Fuente de la Torda para ver si tenía agua y podíamos refrescarnos pero sólo había un pozo para riego y una charca estancada, con el abrevadero antiguo completamente seco. De todas formas, ahora los ventiladores ya funcionaban y nos acompañaba una brisa que era muy de agradecer.



Tras un tramo de pista cogimos una senda por la derecha, que nos llevaría al Collado Paciencias. Sí, vale, ya lo he oído y, bajando un tramo de cortafuegos, llegamos a un lugar en donde yo tenía pensado decidir entre dos variantes según estuviera el terreno in situ.



El cortafuegos que se dirigía en línea recta a La Pobleta presentaba una inclinación acusada hacia la izquerda por lo que me decidí por ir hasta el último molino y bajar a la trocha hasta la pista ¡Nada que unas tiritas no puedan curar!, jeje. En serio, no estaba tan mal.



La pista que llevábamos cruzó de nuevo el cortafuegos, pero otra vez lo obviamos ya que bajaba en pronunciado descenso hacia un barranco. En su lugar seguimos por la senda que tenía marcada y que un poco más adelante cogimos por la derecha de la pista. En cómodo descenso nos llevó hacia La Pobleta que ya veíamos delante de nosotros en una estampa muy bonita.


Las misses, contentas sobre todo de haber llegado de una pieza (menuda fama tengo, jeje), posaron alegremente para la posteridad. Llegamos al área recreativa donde había aparcado el coche. La fuente que había allí tiene dos grifos pero les han quitado la manivela, por lo que estaba inutilizable. Como se escuchaba ruído de agua, fuimos a ver si el riachuelo era viable para nuestros menesteres pero tampoco fue así pues estaba medio estancado. En su lugar nos dirigimos con el coche a la salida del pueblo donde habíamos pasado por la mañana por una fuente de la que manaba un gran chorro y bajo el que estábamos deseando meter la cabeza.



En su abrevadero nos hicimos las fotos de rigor durante el refrescante baño de pies, nos tomamos unas cervezas frescas y coca colas que llevábamos en la nevera y dimos por finalizada esta ruta en la que, aunque por las características del terreno, hemos pisado bastante pista, también hemos tenido de todo, sendas y barranquito y se nos ha hecho divertida, sobre todo por el buen rollo de la compañía.







Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí: PABLOONCE

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