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"¡Nada, que no cabía todo en la cámara!"
Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 42 en altura de la Comunidad Valenciana, Creu de Gelat, con 1262 m de altitud, situado en el Término Municipal de Cinctorres, Castellón.
Haríamos la ruta en el sentido de las agujas del reloj. Saldríamos desde la población de Portell de Morella en dirección Norte por la Colada de la Lloma y subiríamos al Creu de Gelat. Bajaríamos a continuación buscando el inicio del Barranc de la Barcilla. Cuando lleváramos un tramo nos saldríamos de él por la derecha para asomarnos al acantilado de la Roca Roja, desde donde veríamos una gran panorámica de la Rambla por la que cruzaríamos más tarde.
Volveríamos al Barranco de la Barcilla y descenderíamos hasta la Rambla Celumbres, por la que caminaríamos entre altas paredes de roca viendo la Peña de la Caldereta, el Cerro de la Roca Parda y la Roca del Cuervo. Un poco más allá nos desviaríamos un pequeño tramo para visitar el Toll d’en Drac o Cova Antolá y regresaríamos a la rambla. Continuaríamos por ella y cruzaríamos por un bonito puente romano, subiendo hasta la Cruz de las Artigas, regresando al lavadero donde tendríamos los coches.
A la cita acudieron: Mari y Jose, Carmen_K, Toni, Manolo Moliner, Juan, Paco y un servidor.
Cuando Manolo Moliner se enteró de que iba a hacer esta ruta enseguida se apuntó, porque decía que él había hecho parte y le había maravillado. Se lo dijo a sus dos amigos de Vilafranca, Juan y Paco, que ya habían hecho una ruta con nosotros y habían prometido repetir y se unieron a la fila.
Llegamos al lavadero de Portell donde teníamos previsto aparcar y comenzar la ruta pero la zona estaba en obras y aquello parecía un pequeño desastre, por lo que volvimos hacia el pueblo y aparcamos al lado de una fuente que habíamos visto al pasar y donde se puede aparcar sin problemas.
A las 7:50, sin viento y con un cielo despejado, comenzamos a andar. A pesar de los 7 grados y de lo enfundado que se puso Toni, la sensación no era de frío en absoluto.
Con una luna llena hasta los bordes que nos observaba continuamente y los primeros rayos del Sol, salimos del pueblo siguiendo la Colada de la LLoma, por la que iremos no muy lejos de la carretera CV-125, que discurre más o menos paralela. Llega un momento en que tenemos que cruzarla y seguir por otra agradable semipista. Vimos un caballo y un burrito que se acercaron a su valla para saludarnos y que se dejaban acariciar.
Seguimos por el azagador y más tarde cuzamos de nuevo la carretera. Tras esta pequeña subida ya empezaron a sobrar las prendas de abrigo y la mayoría nos quedamos en mangas de camiseta.
Pasamos por la Creu de Gelat y un poco más allá estaba el vértice y la caseta de vigilancia forestal.
Saludamos a la vigilante y nos pusimos a lo nuestro, es decir, a las fotos, ya que desde allí se observaba un mar de nubes espectacular.
Desde aquí y ahora ya sin senda ni marcas comenzamos a bajar dirigiéndonos al Barranco de la Barcilla (o Barcella en la zona). Una vez en el Barranco la senda es difusa pero evidente y no hay más que seguir hacia abajo.
Es una delicia caminar por este Barranquito y se reflejaba en nuestros rostros y en la animada conversación.
Llegado un momento nos desviamos hacia la derecha en ascenso para llegar a la planicie. Si se continua por el barranco se puede subir más adelante por el PR. Llegamos al poste del PR CV 408 que se dirige a Portell. Subimos un rato con él y arriba lo abandonamos, siguiendo nosotros por la izquierda para llegar al borde de la planicie y asomarnos al acantilado de la Roca Roja. Cuando llegamos casi pudimos escuchar un ¡¡¡Ohhhh!!! producido al unísono por todos nosotros. Una pasada.
Había visto esta imagen en una panorámica del
blog de Jaime Escolano y desde que la vi quedé prendado de ella y me dije que cuando planeara la ruta para el vértice Creu de Gelat, pasaría por aquí. Dicho y hecho. La sensación de altura es enorme porque el acantilado cae a pico y se divisa una buena parte de la rambla en las dos direcciones. La visión del Cerro de la Roca Parda enfrente de nosotros también era otro aliciente.
En la repisa donde estamos Juan y yo en la foto superior encontramos "un buen lugar para almorzar" con todo eso ante nosotros y nos pusimos a la faena. Lo malo es que se estaba tan bien en lugar tan privilegiado y con el solecito que a ver quién nos movía. Algunos comenzamos a andar pero, como se observa en la tercera imagen, al grueso del grupo le costaba abandonar aquella atalaya.
Volvimos sobre nuestros pasos hasta encontrarnos con el PR CV 408 de nuevo, que ya seguiríamos durante bastante rato. Éste nos va bajando por el Barranco de la Barcilla primero por una frondosa pinada y después se convierte en una fina senda que cruza alguna pedrera y sepentea en la bajada mostrándonos las grandes formaciones rocosas a ambos lados.
El PR está perfectamente marcado y no hay problemas de seguimiento. Llegamos al fondo de la Rambla Celumbres (Sellumbres en la zona) y contemplando estas curiosas figuras comenzamos a recorrerla hacia nuestra derecha.
Circulamos por una semipista que aparece por la izquierda de la rambla, facilitándonos el caminar enormemente e íbamos con la cabeza levantada mirando a derecha e izquierda.
Podíamos ver desde abajo el lugar donde habíamos estado almorzando, arriba de la Roca Roja, de evidente toponimia.
Aún tengo algo de tortículis en el cuello (es un decir) de mantener la posición elevada de la cabeza intentando no perderme nada de lo que se nos iba apareciendo.
En una revuelta apareció ante nosotros el Cerro de la Roca Parda y se podían ver grupos de buitres planeando en un lateral y en las fisuras de la roca podían apreciarse las buitreras.
Manolo y yo nos quedábamos un poco retrasados porque íbamos haciendo fotos y comentábamos que había aquí demasiado que ver para tomárselo con algo de calma.
Llegamos así a otro paraje espectacular, la Roca del Cuervo, que nos sorprendía con su verticalidad y sus tonalidades ocres.
En otro de los cortados se veía una gran losa que se había desprendido de la pared pero no había llegado a caer y estaba suspendida en un precario equilibrio.
Vimos un poste que indicaba un enlace con la senda local SL CV 134 que viene de Portell y llega hasta el Toll d'en Drac o Cova d'Antolá. Nosotros seguimos el PR 408 por dentro de la rambla.
Junto a esta gran piedra de la tercera imagen nos hizo nuestro GPS una llamada de atención. Este era el lugar donde debíamos desviarnos hacia la derecha para visitar el Toll d'en Drac, pero por el barranco lateral no se veía paso. Subimos un poco a la trocha y encontramos una senda difusa que nos fue llevando pero más adelante, debido a la frondosidad del lugar, se empezó a llenar de zarzas y tuvimos que abandonarla e intentarlo subiendo un poco por la ladera de la izquierda.
Aunque estaba bastante empinado conseguimos sortear la zona de zarzas y bajar al lecho más adelante, donde ya vimos las marcas del SL anunciado. Subimos un poco y llegamos al Toll d'en Drac, una enorme fosa excavada en la roca por la cascada, que seguramente cae con mucha fuerza cuando circule agua procedente de las lluvias.
Salimos de aquel a-Toll-adero siguiendo la senda local para ver si nos era más fácil por ese lado, pero cuando subimos comprobamos que se iba alejando de la rambla hacia Portell por lo que, como no, buscamos el mejor paso que vimos y bajamos al lecho de la rambla. Más adelante el PR nos indicaba un desvío por la derecha que nos haría evitarnos la "Volta de la Rambla", un gran meandro que se ve que ya es oficial saltárselo.
Toni, que no había querido seguirnos en esta extensión programada, había ido haciendo camino poco a poco siguiendo las marcas y de tanto en tanto nos encontrábamos unas curiosas "fititas" echas con piedras pequeñas. Tras una de las revueltas lo vimos tumbado en una gran piedra disfrutando de la espera.
Poco más tarde de volver a la rambla el PR 408 la abandona por la derecha para dirigirse a Portell y completar su círculo, pero nosotros continuamos ya que nos quedaba todavía algo más en el tintero.
Continuamos ahora sin marcas siguendo el curso de la rambla y disfrutando de las formaciones que el agua va tallando en la roca caliza. Así llegamos hasta el "Puente Romano", así aparece en los mapas, aunque nuestro ilustrado Juan nos decía que de romano tenía poco y si acaso algo de la época de la dominación árabe. De todas formas, era un puente restaurado y bonito que también reflejamos en la película virtual de nuestras cámaras.
Ya nos teníamos que despedir de la rambla que nos había hecho pasar estos buenos ratos y, con un último vistazo, la sentimos alejarse en silencio, como si de una enorme serpiente se tratara.
Siguiendo ahora las marcas del PR CV 332, comenzamos una durilla subida por pista cementada que nos llevaría hasta la Cruz de las Artigas, detrás de la cual ya podíamos ver la población de Portell.
Algo más tarde abandonamos momentaneamente la pista siguendo las marcas y después pasamos por una "animalada", un grupo de unos 20 perros de la misma raza encerrados tras una valla que nos recibieron con sus agradables cánticos y enseguida tuvimos a la vista Portell de Morella.
Pasamos por el lavadero, lugar que en principio iba a ser el elegido para terminar nuestra ruta. Lo fotografiamos, echamos un vistazo al interior de la Iglesia (desde fuera) y llegamos a la fuente donde teníamos los coches. Procedimos al relajante baño de pies, nos refrescamos "literalmente" con el agua de la fuente y sacamos las neveritas para comer en unos bancos que parecía que teníamos reservados al uso.
Tras el café nos despedimos hasta la próxima y casi sin quererlo surgió el gérmen de una nueva próxima aventura. Una fenomenal ruta que tiene unas vistas excepcionales, tanto desde arriba y el Barranco de la Barcilla, como todo lo que se va viendo en el recorrido por la rambla. Hay que llevar la batería de la cámara bien cargada porque no parará en ningún momento y a lo mejor os pasa como a mí, que no podía guardarla. Y por mucho gran angular que llevéis, os aseguro que no os cabrá todo en el objetivo de vuestra cámara.
Agradecer desde aquí a Jaime Escolano la información que obtuve de su blog y sobre todo la motivación que supuso para mí ver en sus fotografías un adelanto de lo que nos esperaba. Comentar que se ha puesto en contacto conmigo para ofrecerme su ayuda en lo que pueda en próximas rutas y que seguro que le tomo la palabra.
Os dejo también unas magníficas fotos tomadas por Manolo Moliner. Podéis ver más imágenes espectaculares en su fotoblog:
http://clodovaldo.mifotoblog.com/Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí:
PABLOONCE
Vaya rutón Pablo. Anotado queda para hacerlo en breve.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Pablo:
ResponderEliminarVaya ruta más impresionante que os habéis marcado. Yo también tomo nota de ella para realizarla cuando tenga un ratito.
Saludos a todos los compis.