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"El filo de la navaja"
Este sábado la ruta propuesta era subir al Vértice Geodésico nº 43 en altura de la Comunidad Valenciana, Despeñador, con 1261 m de altitud, situado en el Término Municipal de Castalla, Alicante. Haríamos un recorrido integral de toda la cresta de la Sierra del Fraile.
Realizaríamos la ruta en el sentido contrario a las agujas del reloj. Saldríamos desde el Área Recreativa de Xorret de Catí en dirección Norte siguiendo el PRV-28. Continuaríamos después con nuestro rumbo Norte por la carretera y nos saldríamos en una pista por la izquierda que nos subiría al inicio de la Sierra del Fraile. Seguiríamos ahora el PRV-141 y por otro desvío llegaríamos al Despeñador. Después caminaríamos por una senda que recorre todo el cordal de la Sierra pasando por el Pic del Frare y el Alt del Molló (Prv-32) y al final de ella nos desviaríamos por el PRV 6.8, pasando por El Pantanet. Encararíamos el Barranco de Badallet y volveríamos a los coches.
A la cita acudieron Mari y Jose, Carmen _K, Kiquet, Toni, Salva, Manuel Carlos y un servidor. Nos alegramos especialmente de ver a Salva, que tras un viaje de tres meses y con sólo una semana que iba a estar en Valencia, quiso aprovechar el sábado para salir con nosotros.
A las 7:40 y con una temperatura de 5 grados nos pusimos a andar desde el Área Recreativa de Xorret de Catí. Empezamos por una pista que nos salía por la derecha y que en exigente ascenso de inicio, hizo que se nos quitara el frío rápidamente. El día nos había sonreído, ya que no hacía nada de viento, era claro y luminoso y la visibilidad era buena. Quizás echamos en falta alguna nube para que los cielos de las fotos salieran más animados.
La pista nos llevó a la carretera y, aunque yo tenía previsto desviarme por la izquierda, por otra pista para evitar el asfalto, lo consulté y prefirieron seguir por la carretera en animada conversación. A nuestra izquierda ya podíamos ver la imponente figura de la Silla del Cid, como se ha dado en llamar a la Sierra del Cid por su forma de montura equina. El asfalto estaba lleno de pintadas como en las vueltas ciclistas, ya que este lugar también es muy frecuentado por las carreras de bicicletas y la subida tendría que parecerles un pequeño Tourmalet de lo empinada y larga que es.
A la derecha podíamos observar el despertar de la Sierra de Aitana con sus antenas y, más a su derecha, aunque no sale en la foto, podía verse el Puig Campana.
Nos salimos de la carretera por la izquierda y encaramos la subida a la cresta de la Sierra del Fraile desde su punto más alejado, desde el mango de la navaja (imaginaria). Esta subida pronunciada y constante, hizo que los polares y chaquetas fueran a la mochila. La sensación térmica era muy agradable.
Ahora caminábamos por arriba y en sentido contrario al que llevábamos al inicio, por lo que abajo podíamos ver la población de Castalla, descansando a los pies de un promontorio con el castillo que le da nombre. En los dos paisajes siguientes ya se puede apreciar la silueta del Puig Campana al fondo.
Las vistas desde la cresta son impresionantes, como atestiguan las imágenes, y la vista se perdía a muchos kilómetros de distancia.
Llegamos al Vértice del Despeñador, hicimos unas fotos, incluída la de grupo y continuamos.
Desde el principio del mango de la navaja, hasta un poco más allá del Pic del Frare, no es plano. Vamos haciendo ondulaciones, subiendo y bajando y nos recordaba, como dijo Kiquet, al precioso recorrido por la Serra Gelada, en Benidorm, sólo que en lugar de tener el mar a la vista, tienes el valle y las montañas de enfrente.
En el comienzo de una de esas bajadas y cuando teníamos enfrente de sonotros el Pic del Frare, nos detuvimos a almorzar, ante una enorme televisión de plasma panorámica en la que estaba proyectándose un documental que se llamaba "Paisajes de Alicante", y además en "3D".
Cada vez que hacíamos un barrido circular con nuestra mirada, ésta se detenía siempre en la figura magnética de la Silla del Cid.
Continuamos. Pasamos el Pic del Frare y a partir de aquí íbamos a circular durante varios kilómetros por el borde de los acantilados, por la Crestería del Fraile. No da sensación de peligro en ningún momento, aunque cada uno puede aproximarse según sus gustos a los bordes.
En algunos momentos, para asomarse controlando el vértigo, hay quien optó por tumbarse en el suelo para mirar hasta donde llegaba la caída vertical.
Todo este tramo que venía ahora es lo que en las carreras de montaña llaman "más técnico", es decir, que el terreno es de rocas y piedras, muchas de ellas de perfil y hay que estar muy pendiente de donde se pisa para no tener un tropezón y hacerse daño.
En esta imagen Kiquet, Salva y Manuel Carlos no podían ya dar ni un sólo paso atrás.
Seguimos con nuestro recorrido por la cresta. En la tercera imagen se puede apreciar lo mucho que nos quedaba todavía.
Y en estas imagenes, echamos un vistazo a atrás a lo que ya habíamos recorrido. Muchos optamos aquí por quedarnos en manga corta ya que el día era primaveral (a 26 de noviembre).
Al final teníamos que bajar a la zona de El Pantanet y la pendiente era bastante fuerte. Más tarde la bajada se hace por una gran losa de roca, que aunque está lisa, era de una textura rugosa que no hacía que resbaláramos.
Al final de la bajada nos encontramos con este canalillo por el que discurría un agua fresca que aprovechamos para refrescarnos. Después vimos que tenía un largo recorrido, porque nos fue acompañando y no le vimos el final.
En la zona de El Pantanet nos rodeaban las paredes de piedra mientras caminábamos por un sólido lecho de roca.
Llegamos a un curioso tunel y por la ladera escurría el agua. Como nosotros, curiosos también lo somos, entramos dentro. El primero que lo hizo fue Toni y cuando Kiquet le preguntó que qué había dentro, aquél, con su sorna habitual, dijo que "no tenía palabras para explicarlo".
Después del túnel continuaba todavía el canalillo. El PR nos indicaba que había que subir por una pared rocosa por la izquierda. Subimos y cruzamos la carretera para adentrarnos en otro bonito barranco, el del Badallet. Vimos un pozo bastante profundo y seguimos caminando, ahora por una agradable senda entre pinos.
La senda aboca en una pista y a nuestra izquierda podíamos contemplar una gran parte de la sierra por la que habíamos pasado momentos antes.
Llegamos a la carretera y pasamos por delante del Hotel de Xorret de Catí.
Lo dejamos a nuestra derecha y más allá, siguiendo la carretera, estaba el Área Recreativa donde teníamos aparcados los coches y, directamente nos fuimos a la fuente para refrescarnos y proceder con nuestro tradicional y relajante baño de pies. Nos tomamos una cerveza de la neverita que portaban Mari y Jose y, sintiéndonos un poco atormentados (gratamente) por el olor de las chuletas que estaban torrando en los paelleros cercanos, dimos por finalizada una bonita ruta que nos ha dejado unas sensaciones y unas imágenes muy gratificantes.
Os dejo a modo de resumen unas fantásticas fotos que men han mandado Manuel Carlos y Jose:
Para esta ruta no nos ha hecho falta música, como no le hace falta a Mike Tompkins en esta canción de Michael Jackson, donde él hace todos los instrumentos por separado con su voz y luego los junta, quedando un resultado... Bueno, vedlo por vosotros mismos:
Un saludo a todos y hasta la próxima.
Podéis descargar el track pulsando aquí:
PABLOONCE
Hola chicos, he aparecido aquí mientras buscaba info sobre los puntos geodésicos, pues no sabía lo que eran ni para qué servían.
ResponderEliminarEste año, hace escasas semanas, realicé un voluntariado ambiental en Catí, y tuve la oportunidad de ir al Despeñador de Catí, yo lo hice desde el Mirador subiendo la vía Ferrata y desviándote hacia la derecha al Despñador, también fuí al Pico del Frare, pero por diferentes historias nunca pude llegar al Pantanet, el último día me tocó elegir Despeñador o Pantanet, y decidí Depspeñador, fui con una compañera, siempre nos movíamos en parejas, y luego la bajada la hicimos por un camino que te deja en la carretera, y de la carretera bajamos hasta el refugio donde nos alojábamos, lo cierto es que es una ruta que mola, yo no me arrimé mucho al borde porque me da vértigo y ya había tenido vistas parecidas en el Frare, aunque estas son un poco mejores. En otra ocasión haré el Pantanet, per decir que la ruta que cuentas es bastante cañera, son mas de tres horas subiendo y bajando.
Bueno, nada más, un saludo.